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La bolsa empacada que Mina guardaba junto a su puerta, siempre era para emergencias. Si tenía que correr muy rápido para evitar el peligro, si la trasladaban a otra casa, si ellas finalmente decidían que volverían por ella. Siempre fue una precaución. Actuó como una manta de seguridad. Ahora finalmente lo estaba utilizando, poniéndose la camisa de polar que Nayeon le había comprado, se colgó la mochila sobre los hombros y bajó las escaleras. 

En el gabinete del extremo izquierdo, Mina sabía que había una pila de dinero en efectivo escondido en un contenedor de Oreo. Un día lo había encontrado accidental, y la idea de que eso estaba ahí siempre rebotaba en su cabeza. Subió silenciosamente el mostrador y agarró el dinero, contándolo; 200$. De acuerdo, eso puede llevarla bastante lejos. 

Metió el efectivo en su bolso y escribió una nota. Ella escribió para decirles a las miembros de la casa que lo que hacía no era por ellas, y que mantuvo el recibo de toda la ropa que Nayeon le había comprado, así que una vez que esté muerta, puede devolver todo. Lo dobló, subió las escaleras y lo dejó en su cama. 

Tomó sus zapatos y el paquete de Marlboros que Jihyo le dio y que Mina aún no había abierto, abrió la ventana y salió a la noche. 

Corriendo tan rápido como pudo lejos de la casa hacia la noche, Mina no pudo evitar pensar que este era el plan más tonto. Incluso no sabía si podía llamarlo a esto un plan. Sin embargo, la idea de dejar que alguna de ellas la encontrara muerta le inquietaba un poco, y todavía estaba demasiado nerviosa para completar esa tarea. Entonces ella iba a vivir un poco más. 

...

Pasó una semana sin más problemas que la disminución de su suministro monetaria, pero Mina no pensó que importaría mucho de todos modos. Ella se había apagado antes de que se agotara por completo. 

Caminar hasta altas horas de la noche nunca la asustó, era como un búho nocturno. Pero esta noche, los tres hombres que la seguían la hicieron caminar un poco más rápido, hasta que ella corrió y ellos tras ella. Eran rápidos, o tal vez ella se había debilitado, y rápidamente la estaban clavando a la pared, apartando su mochila de ella. 

"¡Deténganse!" Ella suplicó, tratando de librarse de su agarre, solo obteniendo un golpe rápido en la cara como respuesta. 

"Hay alrededor de cien dólares aquí". El hombre que sostenía la mochila informó al que observaba la situación.

"Eso es bueno."

"¿La dejamos o-", preguntó el hombre que sujetaba a Mina, su mirada se detuvo en ella un poco más de lo que le gustaría. 

"No." El hombre a cargo gritó, "déjala, nos llevaremos su dinero, no tomes nada más".

Con un último golpe se fueron, dejando a Mina jadeando y llorando. Lentamente, ella se sentó, tocando las llagas de su cara donde él había golpeado. 

Tocó donde la correa de su mochila se había estado previamente y suspiró, aparentemente la muerte la quería más temprano que tarde. Entonces se puso de pie y se dirigió a la calle, tratando de reunir el coraje para arrojarse frente a uno de los autos en movimiento. 

Pero cuando vio el familiar auto negro de Jeongyeon cruzando la calle en sentido contrario, se detuvo, se dio la vuelta y encontró un nuevo banco para dormir durante la noche. 

...

Dos semanas y Mina estaba muriendo de hambre. Recurrir a robar pequeños bocadillos en las tiendas de conveniencia solo podía llenarla un poco, y el caminar y correr constantemente la hicieron quemar las calorías casi de inmediato. 

Entonces, cuando una mujer se presentó como Suzy y le dijo que tenía un lugar para dormir y una comida preparada, Mina aprovechó la oferta. Ella fue alimentada e inhaló su comida. Entonces la mujer le pidió que se sentara a horcajadas sobre su regazo, pasando los dedos hacia arriba y hacia abajo por la espalda de la adolescente. 

"¿Cuál es tu nombre?" Preguntó Suzy, pasando las yemas de los dedos suavemente por el brazo de Mina.

"Sharon".

"¿Sharon?" Ella repitió, antes de asentir, "Estoy segura de que ya sabes lo que está pasando aquí".

"Te dejo follarme y me dejas dormir aquí".

"Bueno, no tienes que decirlo así". Suzy chasqueó la lengua, "piensa en ello más como una transacción comercial, obtienes lo que quieres, y yo-" Suzy dejó que sus manos tiraran del dobladillo de la camisa de la adolescente, "también obtengo lo que quiero, ¿no es justo? "

"Sí, señora." Dejando que su mirada paseara por la de Suzy, Mina vio varias placas y trofeos en la pared de su departamento. Era una mujer de negocios, bueno, al menos toda la analogía tenía sentido. La sensación de que tiraban de su camisa por la cabeza fue suficiente para sacar a Mina de sus pensamientos y volver a la mujer debajo de ella. 

Pero cuando sus dedos comenzaron a jugar con el broche de su sujetador, la urgencia de salir corriendo del apartamento comenzó a desbordarla una vez más. Pero con una mirada a la ventana reprimió esa idea, realmente no quería dormir bajo la lluvia torrencial. Sintió que el sujetador se deslizaba y era arrojado al suelo al azar, y ahora estaba sentada allí, expuesta de la cintura para arriba. 

"Eres tan linda Sharon". Suzy sonrió, agarrando suavemente la barbilla de la menor y llevándola para besarla, antes de besarla en la mandíbula y el pecho. "Sharon, ¿cuántos años tienes?"

"Tengo 18 años, señora".

"Perfecto." Y con eso, sus labios giraron alrededor del pezón en espera de Mina, enviando una sacudida de electricidad por su columna vertebral, haciendo que las manos de la menor se enredaran en su cabello y un gemido estrangulado escapara de su garganta, "¿Vas a ser una buena chica para mami? " 

"Sí, señora."

"Llámame mami".

"Sí, mami."

"Buena niña." Suzy alabó, volviendo su atención al pecho de Mina, tratando de ignorar la respuesta fuerte de la chica. 

Mina solo cerró los ojos y fingió que estaba en cualquier lugar menos allí.

...

Incluso la lluvia no podía lavar la suciedad que Mina sentía cubriendo todo su cuerpo. Ella se sintió asquerosa. Pero allí estaba, afuera, bajo la lluvia, que había trabajado tanto para evitarla la noche anterior. Suzy la había hecho irse tan pronto como salió el sol, no es que Mina la culpara, tampoco dejaría a una chica cualquiera en su casa. 

Sin embargo, dejó a Mina sin nada más que la vergüenza y el dolor de lo que hizo la noche anterior. Incluso si trataba de justificarlo, diciéndose a sí misma que necesitaba hacerlo, todavía se sentía sucia, se sentía asquerosa. 

Tal vez el agua de abajo podría ayudar a lavarlo. Tal vez podría ayudar a lavar todo. La caída parecía aterradora, pero Tiffany le había dicho una vez que caer al agua desde lo más alto sería como golpear el concreto, por lo que, en teoría, caer desde aquí debería ser indoloro. Al menos eso esperaba. 

Mina trató de preguntarse en qué estaba pensando, tratando de evitar lo que estaba por hacer. Había mucho por lo que vivir. ¿Pero para qué tenía que vivir? No tenía familia, ni dinero, ni lugar para dormir. Ella no puede regresar, así que este era el único camino a seguir. 

Debería ser indoloro. Ella ya ha tenido mucho dolor. Merece que no sea doloroso. 

Con las rodillas temblorosas, sube a la barandilla, ignorando cómo el metal mojado es resbaladizo y sus pies se deslizan un poco. El agua se ve aún más aterradora desde esa altura, por lo que Mina cierra los ojos y sube un poco más. 

"¡Oye! ¡Oye tú! ¡¿Qué estás haciendo?!"

Con cuidado, Mina, suelta su agarre mortal en la barandilla, usando sus pies para equilibrarse, un movimiento equivocado y se estaría cayendo. Estirando los brazos a ambos lados, respiró hondo y abrió los ojos, Seúl se veía bonito desde allí. Cerró los ojos una vez más y cuidadosamente movió su pie hacia adelante. 

Pero ella no se cayó como esperaba. 

En lugar de caer hacia adelante, cayó hacia atrás, arrastrada por un fuerte agarre en su chaqueta y chocando contra un pequeño cuerpo debajo de ella. Enfadada, abrió los ojos para encontrarse con los de una mujer, "Qué demonios".

"¿Qué demonios contigo?" La mujer preguntó, moviendo su cuerpo a una posición sentada, "por poco mueres ".

"Sí, hablando de eso, ¿puedes irte?" Mina escupió, quitando la suciedad de su cuerpo ya adolorido. 

"¿Cuál es tu nombre?" Preguntó la mujer, apoyando una mano sobre el hombro de Mina, tratando de hacer contacto visual con ella. 

"No es asunto tuyo."

"Mi nombre es Wendy". La mujer se presentó, mirando a la chica y encogiéndose un poco internamente. Estaba pálida y bastante flaca, tenía un moretón en la mejilla izquierda y unos chupetones morados que cubrían su cuello expuesto y Wendy asumió que en su pecho también habían. Ella parecía joven, lo que hizo que la preocupación subieran a la mente de Wendy. Todo sobre ella gritaba " fugitiva", y Wendy no estaba dispuesta a dejarla ir, "¿cuántos años tienes?"

"¿Qué pasa con el juego de veinte preguntas?" Mina cortó, intentando sentarse ahora también. Ella observó la apariencia de Wendy, camisa y pantalones azules, un estetoscopio colgando alrededor de su cuello, zapatillas blancas y cabello largo recogido en una cola de caballo, "¿eres doctora?"

"Cerca, soy enfermera". Wendy respondió: "¿Necesitas un lugar para dormir esta noche?"

"Me voy a casa." Mina respondió, poniéndose de pie.

"Bueno, déjame llevarte, está lloviendo después de todo. Puedes enfermarte". Jaque mate. La expresión en el rostro de Mina reveló que realmente no tenía a dónde ir, "solo una noche, entonces puedes deambular de nuevo por la mañana".

"No lo sé."

"Se supone que lloverá hasta el lunes".

"Llévame a tu casa".

...

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...

Después de un viaje relativamente corto antes detenerse en algún restaurante tailandés para llevar comida, las dos se dirigieron al estrecho departamento de Wendy. 

Wendy dejó la comida en la mesa y observó cómo Mina comía tan rápido que se obligó a ahogarse, para preocupación de Wendy. Ella dejó que Mina se relajara, mientras lavaba los platos tratando de averiguar qué hacer.

La niña parecía bastante inofensiva, sentada en la mesa de la cocina, jugando con un trozo de papel que encontró. 

Lo último que Wendy esperaba era que la adolescente se sentara a horcajadas sobre su regazo y se abrazara a su cuello tan pronto como se sentara a mirar televisión. "¿Qué estás haciendo?"

"Recompensándote por la comida, siéntate y relájate". Mina susurró inclinándose, dejando que sus dedos recorrieran los costados de Wendy. Pero Wendy no estaba impresionada en lo más mínimo, quitándola de encima y empujándola suavemente sobre el sofá a su lado. 

"¡Oh casi lo olvido!" Wendy jadeó, levantándose de repente, corriendo hacia el congelador antes de regresar con una caja de helado y dos cucharas, "la idea de que este bebé ha estado en mi refrigerador fue lo único que me ha motivado en el trabajo hoy, aquí tengo un pequeño amigo".

Sentada en el sofá, Wendy colocó la caja de cartón entre las dos y encendió la televisión, reproduciendo una película estadounidense que Mina nunca había visto en su vida. 

"Mi nombre es Mina".

"¿eh?" Wendy preguntó, alejando su atención de la televisión, con la cuchara en la boca.

"Mi nombre, lo preguntaste antes", explicó Mina, tomando un poco del helado, "es Mina".

"Mina", repitió Wendy, "Bien. ¿Cuántos años tienes Mina?"

"Tengo quince."

"¿Por qué estás aquí?" Wendy preguntó con cautela, relajándose un poco más en su sofá, "¿cómo conseguiste esos chupetones?"

"Encontré un lugar para quedarme anoche".

"¿Qué quieres decir con- oh" Wendy comenzó a juntar las piezas y asintió, eligiendo no decir nada y las quedando en un pequeño silencio, "¿por qué no estás en casa?"

"No tengo un hogar".
La seriedad de la voz de Mina le dijo a Wendy que no quería hablar más de eso, "¿Entonces eres enfermera? ¿de qué tipo?"

"Soy enfermera pediátrica, trabajo en el hospital SM". Wendy respondió, perezosamente cambiando los canales en la televisión.

"¿Sabes? Solía ​​ir muy a menudo y nunca te vi".

"No, sin embargo, hay muchas enfermeras, así que tal vez nunca estuviste en mi área".

"Tal vez."

"¿Por qué estabas en ese puente hoy?" Wendy preguntó, tomando otra cucharada de helado en la boca, "¿realmente ibas a saltar?"

"Sí."

"Dios mío, eres muy joven". Wendy jadeó, antes de recomponerse y no dejar que Mina viera lo conmocionada que estaba en realidad al poder entrometerse y que ella no saltara a unos sesenta pies de altura hasta su muerte. O si hubiera sido un poco más lenta y no hubiera llegado a tiempo. El pensamiento envió escalofríos por la columna vertebral de Wendy, "estás temblando".

"Tengo frío." Mina le informó, frotando sus manos arriba y abajo a sus brazos en un intento de generar algún tipo de calor. 

Frunciendo el ceño, Wendy se inclinó y colocó el dorso de su mano en la frente de la chica. Estaba hirviendo, quién sabe cuántas horas bajo la lluvia fría le darían fiebre incluso al hombre más grande. "¿Quieres tomar una ducha tibia? Tengo un pijama que puedes pedir prestada".

"Okay."

Wendy se levantó del sofá y fue al baño, rápidamente agarró su navaja y cualquier otra cosa que considerara podría ser peligrosa. La chica ya había demostrado estar un poco desquiciada, no quería correr el riesgo de que se lastimara en la ducha. Abrió el agua y dejó que se calentara mientras agarraba un par de pantalones para dormir y una camiseta para la niña. "está bien, todo está listo, oh espera-"
Corrió hacia la cocina, volvió hacia ella y le dio a Mina unas pastillas, "tómalas, te sentirás mejor".

Wendy se sentó en el sofá y cambió el canal a Escandalosos, esperando hasta que la ducha dejó de correr y Mina emergió volviendo a la pequeña sala de estar para sentarse a su lado en el sofá, "oh, están dando este programa".

"Estaba en tu camisa, asumí que te gustaba esta caricatura".

"Sí, mi madre adoptiva me compró esta camisa".

"¿Por qué quieres matarte?" Wendy preguntó.

"No merezco vivir".

"¿Por qué dices eso?"

"Maté a mi madre".

"¡¿Qué?!" Wendy preguntó, un poco sorprendida por la confesión, y un poco nerviosa por quién dejó entrar a su casa.

"Tiffany, mi madre, ella murió. Fue asesinada por un conductor borracho, ella venía a verme. Yo la maté".

Visiblemente más relajada ahora que sabía que Mina no era una asesina, solo una chica realmente herida "No la mataste, ¿quién te dijo eso?"

"Su esposa."

"Oh." Wendy vio como una nube oscura comenzó a formarse sobre la cabeza de Mina mientras pensaba más y más en ello, aplaudió, sobresaltando a Mina de sus pensamientos, "se está haciendo tarde, ¿qué tal si nos vamos a la cama?"

"Bueno."

"Genial, ¿te importa si compartimos una cama?" Wendy preguntó, agarrando una manta extra del sofá. A decir verdad, quería asegurarse de que Mina no se escapara durante la noche, o que hiciera algo mientras estaba dormida, "podemos poner almohadas entre nosotros".

Vacilante, Mina aceptó y dejó que Wendy la llevara a la cama, sin perder tiempo en enterrarse debajo de las sábanas. No le llevó más de cinco minutos roncar junto a Wendy. 

Y Wendy dejó escapar un suspiro que ni siquiera se había dado cuenta de estar conteniéndolo, sacó su teléfono y le envió un mensaje de texto a su prima.

Wendy
¿Cómo se llamaba la niña adoptiva que querías que vigilara si llegaba al hospital?
[11:23 pm]

Joohyun
Mina.
[11:30 pm]

Joohyun
Myoui Mina, de unos 1.62 m., tenía el pelo negro y algunos lunares en la cara.
[11:30 pm]

Joohyun
¿Por qué?
[11:31 pm]

Wendy parpadeó un par de veces hacia la pantalla y miró a Mina que dormía profundamente a su lado, y asintió. Ella coincidió con la descripción de la chica a la que Joohyun le había enviado un mensaje de texto hace unas semanas. Aparentemente, la novia de su hija había dejado una nota de suicidio y se había escapado hace casi dos semanas y nadie había podido encontrarla desde entonces, sabiendo que su prima trabajaba en el hospital, Joohyun le había enviado un mensaje de texto a Wendy por si llegaba la adolescente.

Wanda
{Imagen enviada}
[11:34 pm]

Wanda
¿Es ella?
[11:34 pm]

Joohyun
¡SI! ¿ESTÁ EN EL HOSPITAL?
[11:35 pm]

Wanda
Ella está en mi departamento.
[11:36 pm]

Wanda la
La atrapé tratando de arrojarse de un puente.
[11:36 pm]

Joohyun
voy a llamar a su madre adoptiva, puede ir a buscarla.
[11:37 pm]

Wanda
Ella está dormida
[11:38 pm]

Joohyun
Nayeon debería estar allí en unos diez minutos
[11:38 pm]

"Lo dijiste." 

Sintiendo que su alma salía volando de su cuerpo, Wendy saltó y ahora se encontró con los ojos traicionados y somnolientos de Mina. "Mina, tuve que-"

"Joder, lo dijiste". Y justo allí, Mina estaba agarrando su ropa del extremo de la cama y corriendo hacia su baño para cambiarse, antes de empujar a Wendy. 

"¡Espera! Tu madre adoptiva vendrá a buscarte", trató de discutir Wendy, mientras Mina desordenaba su apartamento. 

"Como si me importara." Mina escupió, tratando de empujar a Wendy fuera del camino para que pudiera salir del apartamento. 

"No puedo dejarte ir, Mina". Wendy dijo, "no especialmente después de que trataste de suicidarte esta tarde y esos chupetones, ¿qué hiciste para vender tu cuerpo por un lugar donde quedarte?"

Mina se calló y solo trató de empujar más fuerte. 

"Espera a que ella llegue, por favor". Mina dejó escapar un suspiro y dejó que su cabeza descansara contra el pecho de Wendy, dejando que sus brazos colgaran flácidos por la derrota. A los pocos minutos de estar de pie así, un fuerte golpe resonó desde la puerta principal, "¡entra!"

La puerta se abrió y una Nayeon de aspecto preocupado entró en la habitación, localizando rápidamente a la chica y envolviendo sus brazos en ella, estallando en llanto, "Pensé que habías muerto".

"Está bien." Mina trató de consolar, levantando una mano con cansancio y frotando la espalda de Nayeon. 

Nayeon tardó unos minutos en calmarse, resoplando y agarrándose a Mina, "¿en qué estabas pensando?"

"..."

Soltando su agarre, Nayeon retrocedió y pudo ver mejor a la más joven, "de dónde vienen todos estos moretones".

"No quieres saber". Mina respondió con sinceridad, dejando caer la cabeza y agarrándose a las mangas de Nayeon, una repentina oleada de somnolencia invadió su sistema. 

"Mina, cuéntale lo que pasó hoy". Wendy instruyó suavemente desde el otro lado de la habitación, observando en silencio la escena. 

"Traté de tirarme de un puente".

Wendy se encogió al ver cómo Mina no parecía endulzar nada, era una cualidad entrañable pero frustrante de la chica. 

"¿Tú qué?"

"Yo intenté-"

"Escuché eso." Nayeon interrumpió, no queriendo escucharlo por segunda vez, "Tenemos que ir al hospital Mina, necesitas ayuda".

Ambas adultas esperaban que hubiera resistencia a esa declaración, que Mina se negara rotundamente, que ella alejara a Nayeon. Tal vez estaba demasiado cansada, o tal vez lo sabía en el fondo, pero Mina solo asintió con la cabeza, enterrando su rostro en el hombro de Nayeon. 

"¡Lo siento!"

"¿Huh?" Preguntó Nayeon frotando pequeños círculos en la espalda de Mina.

"Yo te robé. ¡Y ellos se lo llevaron!"

"¿Ellos?"

"No debí haber dejado que lo tomaran". 

"Está bien." Nayeon aseguró, "deberíamos irnos ahora, Jeongyeon está esperando en el auto".

"Llamaré a Hyuna, es mi amiga". Wendy informó: "Le diré que Mina se dirigé hacia allá para que no tengan que esperar".

"Gracias." Nayeon agradeció, y ambas mujeres entendieron el tácito agradecimiento por traer a Mina con vida. 

La pareja se fue y caminó hacia el auto, Nayeon se subió a la parte de atrás con Mina, "Jeong, iremos al hospital".

"Bien."

El viaje comenzó en silencio, salvo por la música de Nayeon, hasta que Jeongyeon decidió interrumpirlo: "Ray te extraña, Mina".

"¿En serio?"

"Sí, ha estado durmiendo en tu habitación toda la semana y te espera en la puerta". 

Mina dejó escapar un bostezo somnoliento y apoyó la cabeza contra el hombro de Nayeon, cerrando los ojos.

-

El hospital decidió que era mejor mantener a Mina allí durante dos semanas bajo vigilancia suicida, hasta que decretaron que estaba lo suficientemente estable como para irse a casa sin ser un peligro para sí misma. También era imprescindible la terapia frecuente y el hecho de volver a tomar su medicamento que había dejado de tomar hace casi un año en contra de los deseos de los médicos. 

Entonces Mina se paró afuera de la casa Yoo-Im una vez más, respirando profundamente. 

"¿Estás lista?" Preguntó Nayeon, colocando una mano sobre el hombro de Mina. 

"Sí."

Tan pronto como se abrió la puerta, una ráfaga de gritos y cuerpos, tanto animales como humanos, se precipitaron hacia ella. "¡Chicas! ¡Le dijimos que le diera un poco de espacio!" Jeongyeon gimió. 

"¡Te extrañé!" Proclamó Sana, envolviendo a Mina en un abrazo. Y la más joven solo asintió con la cabeza, ignorando el hecho de que una vez más Sana estaba usando su sudadera azul. 

"No vuelvas a hacer eso nunca más". Momo dijo: "Tuve un ataque al corazón cuando leí esa carta".

"Te perdiste mucho de la escuela". Tzuyu señaló. 

"Es bueno ver que todas ustedes están teniendo una feliz reunión". Una voz hizo su anuncio desde la puerta principal. 

"Señorita Lee"

"Hola Mina, te ves saludable". Sunmi felicitó, "Nayeon, Jeongyeon, necesito hablar con ustedes un momento".

-

Les digo que he estado varios días solamente escribiendo, sí, solo tengo muchas ideas.

Entonces, ¿esperan múltiples actualizaciones cada día, tal vez?

Preguntas:

• ¿Taeyeon será responsable de sus acciones?

• ¿Cómo va a reaccionar Dahyun ante el regreso de Mina?

• ¿Cómo le afectará a Mina el tiempo como fugitiva?

Déjame saber lo que piensas

~ @taeroj1