vii. ETÉREO
La cena continuó tranquila poco después, su padre se distrajo leyendo una columna en el periódico y su madre le reñía de vez en cuando al momento que la comida se le resbalaba por la comisura. Baekhyun se sentía algo avergonzado por la interacción tan amor-odio entre sus padres, dando por terminada la cena al momento que vio los platos de Chanyeol vacíos y tomó como excusa el que él los lavaría.
Mandó a Chanyeol a bañarse media hora después, le prestó un cambio de ropa de su padre —las risas de su madre solo colmaron la situación— y tuvo que soportar otra media hora de indirectas sobre por qué no creció un par de centímetros más, su madre siempre se quejaba que las ropas de su hermano no le podrían quedar dado a que él era más alto.
El sonido del teléfono fue de gran ayuda antes de que Baekhyun repartiera cojines en las cabezas de sus padres. Su madre respondió como de costumbre, pero la sonrisa se le borró a los diez segundos de atender la llamada. Miró a Baekhyun por microsegundos, para luego darle la espalda, apretando el teléfono con mucha fuerza y hablando en voz baja.
Baekhyun no debía ser tan inteligente como para no saberlo. Aunque a veces quisiera.
La manera brutal en que su madre colgó el teléfono hizo que hasta el pobre de Chanyeol quien salió por la puerta de al lado saltara por el susto. Ella no lo vio, dado a que se dirigió hacia Baekhyun con pasos lentos y el rostro tan rojo que parecía a punto de explotar. Baekhyun apretó los labios.
—Cariño. —La Sra. Byun se sentó a su lado en el sillón y tomó su mano—. Hice lo que pude, pero para que la demanda pueda proceder tienes que someterte a hablar una vez más con el oficial.
Baekhyun la miró sin expresión alguna.
—¿Cuándo?
Su madre se mordió los labios y apretó con más fuerza su mano, tratándole de transmitir tranquilidad.
—La próxima semana, después de la escuela. Tu padre pasará por ti y te traerá a casa. No estarás solo, ¿bien? —Baekhyun asintió—. Te prometo Baek que será la última vez que tendras que las explicaciones.
Baekhyun apretó los dientes y se dejó abrazar por su madre.
Sí, ya estaba acostumbrado.
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—¿Sabes? Sehun está enfermo.
Con el sonido del ventilador sobre su techo y los perros de su vecino aullando, Baekhyun decidió soltar aquello. Eran entre las doce y una de la mañana, había tomado una ducha tres horas antes y decidieron dormir para las once. La madera de su escritorio tronó y Baekhyun pidió que Chanyeol no estuviera dormido a esas alturas.
Para su suerte o tal vez no, escuchó el cuerpo de Chanyeol agitarse entre las sábanas del futón y, mientras Baekhyun reposaba su cabeza sobre la almohada con el cuerpo de lado, la luz de su lámpara de noche se prendió, encandilando sus ojos, mientras que las manchas negras se intensificaban.
Cuando recuperó su total visión y se acomodó a la luz, vio a Chanyeol sentado, recargando su espalda en la mesa de noche con el cabello despeinado, los ojos lagañosos y una postura bastante tranquila. Por su lado, se quedó en su lugar, con una mano debajo de la almohada y con la mirada directamente hacia él.
Un sentimiento de agitación bajó directo a su estómago, como si le hubiera dado un click a un botón rojo espeluznante que debió haber dejado encerrado. Tal vez, lo peor fue la reacción de Chanyeol. No fue mala, en lo absoluto, y eso posiblemente fue lo que más le afectó. Hubiera esperado un rostro de horror o mil preguntas de su boca, posiblemente una carcajada diciéndole que dejara de bromear o con lo ojos envueltos en lágrimas. Pero ahí, directamente en sus pupilas, no hubo nada, o era algo que no supo descifrar. Solo estaba allí, regresando la mirada como si estuviera dispuesto a escuchar lo que tuviera que decir, casi como si siempre hubiera estado esperando eso.
Ahora que lo pensaba bien, es la peor reacción de todas. No decía nada y eso solo significaba que él tendría que decir algo más.
Pero todo se atoró en su garganta. No estaba acostumbrado. Fue el Byun Baekhyun indecente, en medio de la noche, que por pura irresponsabilidad soltó aquello que ni a sí mismo que lo podía decir.
—¿Y tú?
Sin embargo, Chanyeol habló primero.
—¿Uh?
—¿Qué hay de ti? —preguntó Chanyeol con la voz más suave que había escuchado nunca.
Baekhyun se encontró totalmente confundido. Rompió con lentitud su pose y copió la de Chanyeol, solo que en el respaldo de su cama.
—No te entiendo.
Chanyeol se puso de pie y Baekhyun lo siguió con los ojos para ver cómo era que el más alto ponía una rodilla sobre su cama y se subía a ella, lo que le hizo ponerse a la defensiva.
Acomodándose justo frente a él en el otro extremo de la cama, sentado, Chanyeol cruzó sus piernas y no dejó de mirarlo después de que se frotara los ojos.
Baekhyun apretó las sábanas e inconscientemente enredó las piernas sobre su pecho.
—¿Cómo te sientes tú?
Juraba que debería de tener una cara de horror en ese momento, pero era que simplemente no comprendía su pregunta.
—Mhm... pues... como podrías imaginar...
—No puedo imaginar —Chanyeol le interrumpió, todavía con una suave voz— lo que otra persona siente. Eso solo puedo saberlo si tú me lo dices.
Baekhyun jugó con sus dedos, completamente arrepentido de haber sacado eso a la luz. Por momentos se sentía acorralado contra la espalda y la pared —cosa que podría ligarse a Chanyeol y la pared que tenía detrás—, pero se estaba casi incomodando con la situación.
—¿Si quiera has pensando en eso?
—Chanyeol...
—En cómo te sientes tú, sin pensar en los demás.
—¡Basta!
Su grito fue algo más fuerte de lo planeado, pero suficiente para que Chanyeol cerrara su boca en ese momento, pero no pareció totalmente sorprendido. Por un segundos sus ojos bajaron para luego perderse en la pared detrás de la cabeza de Baekhyun. Mientras que él, se declaraba entre mandarlo a dormir una vez más o echarlo de su casa.
—Lo siento.
Chanyeol murmuró, bajandose casi entorpecido de la cama y volviendo al suelo. Su entero cuerpo se cubrió con la sábada de pies a cabeza.
Baekhyun, quieto en su lugar y totalmente tenso, se tragó la incomodidad que había causado. Estaba completamente alborotado, incluso enfadado, pero tenía que pensar. Imaginar que para ese momento Chanyeol ya estaba dormido, o que su padre estaba leyendo el último capítulo del libro de la semana. También sobre cuántos gatos maullarían esa noche o si el vecino finalmente reparó la reja floja de su porche.
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El timbre hizo que Baekhyun despertara de su ilegal siesta en clase.
Vio su muñeca cubierta en saliva y posteriormente un libro de pie, tapando su rostro en el perfecto ángulo que mostrara como si lo hubiera estado leyendo. Se limpió la boca y miró alrededor viendo cómo era que todos salían apresurados al comedor, hasta que vio a Junmyeon mirándolo fijamente desde su asiento.
—Tuviste suerte que la profesora Kim no se diera cuenta. —Junmyeon se acercó a él con los brazos cruzados.
—¿Pusiste tú el libro? —Junmyeon asintió—. Gracias.
—Has tenido más ojeras que de costumbre. ¿Todo bien en casa?
Baekhyun trató de despejar su mente, todavía atontado. Mentiría si dijera que esa siesta no le había ayudado, pero en vez de rejuvenecerlo estaba más débil. Volviendo a recargar su cabeza sobre el escritorio, cerró los ojos.
—Debo hablar con Ko.
—¡¿Qué?!
Baekhyun hizo una mueca al escuchar la voz de Luhan acercándose a el bruscamente desde la entrada hasta su asiento. Apretó más su postura y no se movió cuando Luhan tocó sus hombros.
—¿Para qué? Ese idiota tiene como mil quejas y es sorprendente el inutil sistema de talento que tiene la estación de policía. Ni siquiera es un detective y está a cargo del caso. —Luhan sonaba molesto—. ¿Qué tiene entre manos esa bruja?
—Luhan —Finalmente Baekhyun levantó la cabeza y lo miró—. No hables así de la madre de Kyungsoo.
—¡Pero...!
—Por Kyungsoo.
Luhan se quedó con las palabras atoradas en la boca, así que sólo exhaló dejándose caer en el asiento detrás. Junmyeon mantuvo las cejas alzadas y tocaba con uno de sus dedos la madera, por pura costumbre.
—Hará todo lo posible para que digas algo que se pueda malinterpretar —exclamó Junmyeon segundos después, en un aura de preocupación—. ¿Estarás bien?
—No tengo opción. Es la única manera para salir y entrar.
Y era cierto, desde la perspectiva de la Sra. Do y el de su propia madre, hablar con ese hombre parecía ser el punto de reunión para terminar con eso. Se lo volvió a repetir su madre la mañana siguiente al tomar de desayuno, y agregó un par de cosas más pero Baekhyun estaba lo suficientemente distraído con la extraña tensión que se formó entre él y Chanyeol que no lo procesaba correctamente.
Hablando de él... no lo había tratado en dos días. Aun si comían con los demás o se juntaban después de clase, no cruzó palabras con Chanyeol.
Era algo sin sentido. No fue para mucho y Baekhyun no estaba seguro sobre qué hacer para volver a lo natural hasta que ese problema volvía una y otra vez y entonces redefiniría sus prioridades. Ahora viendo a sus dos amigos allí charlando entre ellos, podía sentir la falta de presencia.
—Ustedes.
Los tres chicos miraron hacia la puerta, viendo a un compañero de clase al que muy apenas le hablaban. Parecía algo agitado e incluso molesto.
—Son amigos de Park Chanyeol, ¿no es así?
Luhan fue el primero en saltar y decirle que sí. Para ese momento, Baekhyun ya se había erguido en su asiento.
—Pues está en problemas.
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Pudo haber sido arrastrado por Luhan durante dos pasillos enteros, pero la cantidad de gente que había en los próximos pasillos eran tanta que la simple marea lo llevaba.
Junmyeon y Luhan llevaban la delantera, mientras que Baekhyun hacía lo posible para llegar a ellos. ¿Estaba preocupado? Sí. ¿Estaba harto? Posiblemente. ¿Con Chanyeol? No lo sabía. Lo que sí sabía que era que al parecer Jongdae llegó a su límite, lo que provocó que este mismo le soltara un golpe a Chanyeol y, al parecer, no se dejó hacer en lo absoluto. O bueno, era lo que los rumores decían.
Las cosas que habían traspasado al patio trasero. Junmyeon fue el primero en llegar y para cuando Baekhyun lo hizo, Jongdae estaba rojísimo de furia con un par de cortes en la ceja mientras que Chanyeol solo tenía el labio hinchado. Alrededor no había más que gente pidiendo que pararan, otros que continuaran y luego estaba Baekhyun, que por cualquier motivo estaba estresándose.
—¡Basta! —gritó Luhan para luego tomar a Chanyeol por la espalda, evitando que se le fuera encima a Jongdae.
Baekhyun tuvo que convertirse en el que detendría a Jongdae.
—¡No te atrevas a tocarme, idiota! —Jongdae se jaloneó fuera de Baekhyun como si quemara. Jamás lo había visto tan enojado.
—¿Qué mierda sucede entre ustedes dos?
Jongdae miró a todos con una sonrisa sarcástica para luego terminar en Chanyeol.
—¿Por qué no le preguntas primero a la mariposita esta?
Lo único que hizo Chanyeol fue mirarlo como si su vida dependiera de ello. Se veía menos expresivo que esa última vez que lo vio enojarse con Jongdae, pero por algún motivo el silencio pesaba más. Su respiración se encontraba alterada y podía ver su boca forzada a no hablar. Hasta él sintió algo feo caerle en el estómago.
—No hay nada más que decir. —Junmyeon se interpuso entre los dos—. Si continúan vendrá algún profesor, así que terminen con esto.
—Yo no lancé el primero golpe. —Se defendió Jongdae, haciéndose otra vez a un lado cuando Baekhyun intentó acercarse de nuevo.
Al ver que la pelea se había terminado, las personas se fueron alejando poco a poco. Sin mucho más que hacer, Chanyeol decidió alejarse de las manos de Luhan, tomar la corbata que se le había caído e irse.
—Hey —murmuró Baekhyun algo débil—. ¡Hey!
Junmyeon y Luhan se distrajeron ahuyentando a los curiosos que todavía estaban allí, por lo que no tuvo tiempo de decirle algo. Caminó detrás de Chanyeol casi a trote, y cuando alcanzaba a tomarlo del brazo, Chanyeol caminaba más rápido. La diferencia de proporciones estaba presente, por lo que se forzó a correr para ponerse en frente y darle la cara.
—¡Chanyeol!
Al llamado, se detuvo. Se le quedó mirando a Baekhyun con los labios apretados y pudo ver una línea seca en su mejilla. Se le erizó la piel.
—No pude evitarlo —soltó de pronto Chanyeol—. Necesitaba ese golpe.
—Te creo. —Baekhyun se acercó un paso más hacia él—. Estoy seguro que necesitaba ese y muchos más.
Chanyeol se relamió los labios y poco a poco su cuerpo se fue relajando. Lo más lejos que habían llegado era a un pasillo pegado a la barda que separaba la calle del instituto, por lo que decidió mover a Chanyeol hacía detrás de la escuela, justo en el lugar donde se reunía con los demás. Ahora que lo pensaba, no habían llevado a Chanyeol a ese lugar antes, por lo que se vio claramente confundido hacia dónde se dirigían.
Miró por si todavía les quedaban algunas bebidas en la caja de suministros y pudo encontrar una botella de agua, por lo que no dudó en dársela.
—Teníamos un kit de primeros auxilios —Baekhyun carraspeó, mirando a Chanyeol quien se había quitado el saco—, pero Luhan se los terminó la última vez tratando de salvar al hamster de ciencias.
Chanyeol trató de reírse.
—Está bien, no es para tanto.
Baekhyun estaba nulo de ideas. Con lo que había pasado en su casa y ahora esto —sin tener idea de lo que sucedía—, ya no sabía qué preguntar o incluso hacer. Se quedó recargado contra la pared a un lado de la mesa sin una pata, solo viendo esporádicamente hacia la nuca de Chanyeol quien había decidido quedarse sentado sobre la madera, con las piernas fuera del techo para tocar el suelo. Bastante lejos de lo común.
La pregunta '¿Por qué?' se contenía en su garganta. Jongdae no solía ser agresivo de ese modo, era cobarde a la hora de meterse en una pelea real sin sus secuaces. Por otro lado, Chanyeol estaba por lejos a ser alguien violento. No podía ni matar a una araña por miedo a que sufriera.
Comenzó a morderse las uñas y miró hacia la pata rota. Debía preguntar. Debería ayudarlo en lo que pudiera. Pero por algún motivo su cuerpo no se movía en lo absoluto. La respuesta estaba frente a sus ojos y, aun así, no podía moverse.
—¡Chanyeol ha sido admitido completamente!
Levantó la mirada tan pronto escuchó la voz de Luhan. Vino corriendo desde una esquina para palmear la espalda de Chanyeol un par de veces y por detrás vio a Junmyeon caminando a la par de un somnoliento Sehun.
—Cálmate Luhan —sentenció Junmyeon, acostándose en la madera—. Fue tan agotador. Casi recibo un castigo también.
—¿Los atraparon?
Junmyeon negó la cabeza.
—Los secuaces de Jongdae se lo llevaron y pudo ocultar sus heridas. Pero estoy seguro que el profesor Kim estaba enterado de todo. Lo vi en su mirada. —Reincorporándose, Junmyeon compartió un par de miradas con Baekhyun para luego dirigirse a Chanyeol—. ¿Estás bien?
—Mhm.
Sehun tomó asiento a un lado de Baekhyun y ahora él compartió miradas con el chico. Lucía muy pálido.
—¿Por qué lo golpeaste?
La pregunta vino de Luhan, moviendo su cuerpo por el suelo como una lagartija para acercarse a él. Todos miraron hacia el alto esperando una respuesta, pero después de cinco segundos, volvieron las miraditas.
—¿Dijo algo de nosotros? —Ahora fue Sehun quien soltó esas palabras.
—No. —Chanyeol respondió rápidamente, volteándose para verlos a todos—. Fue algo entre los dos. No tienen por qué tomarle importancia. Ya estaba colmando mi paciencia desde hace semanas.
—¡Y vaya que rompió tu barrera! —exclamó Luhan—. Hasta yo sentí escalofríos.
Vinieron otros comentarios triviales entre los chicos y Baekhyun simplemente los vio. Luhan solía sacar la sopa con todas sus tácticas, pero el hecho de que haya dejado solo a Chanyeol con sus problemas era una avance —o tal vez no le preocupaba tanto como debería—, la conversación sobre lo sucedido quedó en segundo plano a los minutos, Chanyeol participaba más aunque se veía afligido y Baekhyun no podía meterse a la conversación por el revuelto de pensamientos en su cabeza.
Eso no podía estar bien. Chanyeol no estaba bien.
—Bueno, supongo que no hay opción.
Baekhyun elevó la mirada hacía Junmyeon quien se metió el la pequeña choza para sacar una mochila empolvada. Todos miraron curiosos y el sonido de vidrio chocando dio inicio a la euforia.
—Prometí traer alcohol de Jeju y creo que el momento ha llegado.
Luhan se rio bastante fuerte y ahora se arrastró hacia él.
—¡No puedo creerlo! ¡El recto Junmyeon nos pondrá ebrios en la escuela!
—Claro que no —Junmyeon le quitó la botella cuando intentó abrirla—. Esto es en mi casa el viernes. Si voy a cuidar sus traseros, no permitiré que haya personas externas con nosotros. Y menos ahora que no tengo idea de su reacción.
Otra mini pelea entre esos dos surgió y, aunque Baekhyun ya tenía una sonrisa al mirarlos, el vacío en su estómago no desaparecía.
--
El alcohol sabía horrible.
Era como pasarte una cuchilla por la garganta una y otra vez, haciéndote daño sin medir mérito. Baekhyun había querido vomitar dos veces ya con apenas dos vasos, y decidió que era bastante débil. Junmyeon era un experto al ser de una familia con viñedos, Luhan milagrosamente se había quedado dormido cuando empezó a desnudar a Sehun sin su consentimiento mientras que éste debía irse a su casa porque al siguiente día debería ir las hospital una vez más.
Junmyeon se auto proclamaba un sesenta por ciento ebrio: mareado, libre y meditador. Luhan llegó a un ochenta por ciento: mareado, emocional y adormilado. Chanyeol le había hecho el feo al inicio, pero ahora aprendía proactivamente a cómo combinar alcohol con comida y agua, por lo que realmente no se veía tan afectado, pero sonreía mucho más de lo normal. Y, por su parte, iba por su octavo o noveno vaso de puro alcohol, ya ni le sabía a absolutamente nada pero la sensación de estar en la nubes era lo máximo.
—Debe haber un motivo a parte de ese. —Baekhyun abrazó la botella vacía mientras luchaba con sus ojos. En la sala con Luhan dormido en el sofá, Junmyeon recargado en este mirando hacia la nada, Chanyeol en frente suyo poniéndole atención y él, del otro lado, con un monólogo externo que muy apenas era respondido, pasaban el inicio del fin de semana a las tres de la mañana—. ¿Por qué... se rindió?
Chanyeol miró hacia los dos en el sofá quienes no daba respuesta alguna. Aunque Junmyeon parecía bien, era como si estuviera en un viaje astral. No había dicho nada en media hora.
—Tal vez no quería batallar.
—¿Por qué? —retó Baekhyun con el ceño fruncido—. Coqueteó descaradamente conmigo y luego se arrepiente. No lo llame porque no quise, ¡perdí la maldita tarjeta!
Chanyeol tomó un sorbo de agua y le acercó a Baekhyun un sandwich. Le hizo el feo.
—Come algo, Baekhyun. Si no, despertarás arrepintiéndote de esto mañana.
—Y tú —Baekhyun lo ignoró—. ¿Por qué has estado tan misterioso últimamente?
Baekhyun hizo su cabeza hacia atrás y se quedó dormido por cinco segundos. Luego volvió.
—¿No confías en nosotros?
—No q...
—¿No somos amigos?
Chanyeol solo exhaló. Baekhyun lo miró a los ojos.
—Ahora que lo pienso, no sé nada sobre ti. De alguna manera siempre tienes la respuesta correcta a todas mis preguntas, pero algo se siente fuera de lugar. —Se acostó sobre la mesita de café, aplastando la comida—. Una razón... encontrarle una razón a todo es agotador. ¿Por qué, por qué, por qué? ¿Por qué te deshinibes ebrio? ¿Por qué no quiso luchar? ¿Por qué golpeaste a Jongdae? ¿Por qué se fue Kyungsoo? ¿Por qué muere Sehun? ¿Por qué...? —Baekhyun volvió a levantarse y se dirigió una vez más a Chanyeol—. ¿Por qué me ves así?
Chanyeol enarcó las cejas y se encogió en hombros. Tomó un pequeño trago de su bebida.
—Te estoy escuchando.
—Te ves como si en cualquier momento fueras a golpearme.
Se rio.
—¿Luzco enojado?
—No lo sé —Baekhyun parpadeó—. ¿Estás enojado?
—¿Por qué lo estaría?
—¡Ahí viene otra vez! —Baekhyun suspiró—. ¿Por qué, por qué, por qué? Todos queremos saber la respuesta pero nunca las damos.
—Entonces te daré una.
Baekhyun pegó su barbilla en su mano manteniendo su cabeza casi sobre la mesita. La música sonaba levemente, los ronquidos de Luhan decían que dormía con profundidad. La luz ya le estaba molestando y sabía que era hora de irse a dormir. No entraba en razón que tendría una resaca horrible mañana —porque nunca había tenido una— pero su yo ebrio era tan insistente.
Y Chanyeol era muy divertido.
—Cuando te miré sentado debajo de la lluvia y vi esa mirada en tus ojos me di cuenta. Era la misma que me había visto a mí mismo en el espejo cuando Minjoo me rechazó. La misma que vi cuando mi madre me pidió que mantuviera el secreto. Y entonces supe que no podía dejarte allí. Sabía lo que dolía y que, si te dejaba, era posible que no volvieras nunca más.
Baekhyun lo vio durante segundos enteros. Sus sentidos se activaron por algún motivo mientras sentía que la luz lo absorbía.
—¿A cuál 'por qué' estás respondiendo?
—Es hora de dormir, Baekhyun.
Chanyeol se puso de pie y recogió un par de vasos sobre la mesa. Sin embargo, cuando estaba saliendo de la alfombra, su cuerpo casi tambalea en el momento que Baekhyun se aferró a su pie como un koala. Sorprendido, Chanyeol dejó los vasos en un lugar seguro para separarse de Baekhyun.
—Baekhyun, es peligroso.
—Me niego.
—Yah.
—¡¿A cuál 'por qué' estabas respondiendo?! ¡Wah..!
Mantuvo los ojos cerrados todo el tiempo. Comenzó a marearse tan fuerte y no supo qué fue de sí después en lo absoluto. Fue arrastrado a un lugar cómodo, se intentaba quitar la sudadera porque sudaba estrepitosamente, pero las fuerzas no le daban para más. En su mente se repetía una y otra vez por qué Chanyeol debía ser así, empezar a comportarse tan extraño de repente. Eso solo significaba una cosa que su ebrio cerebro entendía: ocultaba algo.
—¡No dejes que se cierre el telón!
Baekhyun estampó su cabeza con lo que parecía ser una almohada. La pierna de Chanyeol había desaparecido, pero podía oler su loción en el aire.
—¡Si se cierra...! —Baekhyun gimió cuando una arcada le vino—. ¡Si se cierra entonces voy a soñar una vez más!
Entre abrió los ojos para darse cuenta que estaba sobre un futón en alguna de las habitaciones. A su lado, había otro tendido y hasta el tercero vio a Chanyeol sentado escribiendo algo en su teléfono.
—Ni siquiera estoy tan ebrio. —Baekhyun renegó, intentando quitarse la sudadera una vez más—. ¡Agh! ¿Por qué hacen estas cosas tan complicadas? —gritó en el momento que se había quedado a oscuras, atorándose entre la prenda.
Luchó unos segundos más consigo mismo hasta que sintió el movimiento en su futón.
—Ya, levanta los brazos —pidió Chanyeol divertido—. No vayas a vomitarme encima.
El chico se había arrodillado frente a él para ayudarle. Baekhyun se sentía tan pesado que apenas podía mantenerse erguido. Levantó los brazos lo más alto que pudo —lo cual no era más arriba que la mitad de su cuerpo— por lo que jadeó cuando sintió la fuerza de Chanyeol jalarlo hacia arriba, finalmente sacando su cabeza de la sudadera y pudiendo respirar de nuevo.
—Momento —Baekhyun se tocó a sí mismo—. ¿En dónde quedó mi camiseta?
—¿Ugh? —Chanyeol revisó dentro—. No traías una camiseta. ¿Trajiste ropa para dormir?
Baekhyun bufó.
—Junmyeon siempre tiene algo para nosotros. Ahora debo quitarme los pantalones. ¡Si no tengo calzoncillos voy a sospechar de ti!
—¿Por qué de mí?
—¿Por qué, por qué, por qué?
Chanyeol solo soltó otra carcajada y salió unos momento de la habitación. Baekhyun tomó sus cinco sentidos completos para planear cómo rayos quitarse los vaqueros sin romperse una pierna en el proceso.
—¡Yay! —Baekhyun gimió cuando algo le cayó encima—. ¡Baekhyun se está desnudando, kya!
Con su cuerpo de lado y los pantalones en las rodillas, Baekhyun resintió ese golpe en el estómago. Supo de inmediato que era Luhan, al parecer lo habían intentado mover sin despertarlo, pero no era tan liviano como para cargarlo, ese golpe en la cabeza estaba hinchado.
—¡Fuera, hace calor!
—¡Baila, baila, baila! —Luhan de buenas o malas, le ayudó a quitarse los pantalones. Lo peor siguió cuando fue directo a su ropa interior.
—¡Veré si te ha crecido desde la última vez que lo vi! —Luhan trató de empujar hacia abajo, pero Baekhyun logró patearlo haciendo que soltara un chillido.
La puerta de la habitación se cerró y entre que peleaba con Luhan, percibió cómo era que Junmyeon se cambiaba frente a su closet y Chanyeol salió del baño con la pijama puesta. No obstante, su momento de distracción le costó la dignidad entera, ya que Luhan logró bajarle los calzoncillos y estos salieron volando directamente hacia el rostro de Chanyeol.
En ese momento, Baekhyun sintió como si la borrachera se le bajara en segundos.
—¡Mierda, Luhan! —Su amigo solamente trataba de verlo más de cerca mientras él trataba de taparse y luchar con su propio rostro enrojecido.
—Sigues siendo el más pequeño entre los cuatro —espetó Luhan decepcionado. Baekhyun logró deshacerse de él y taparse con las sábanas, pero sintió algo de terror cuando el rostro de Luhan se giró poco a poco hacia Chanyeol, quien apenas salía del trance después de tener los calzoncillos de Baekhyun en su cara—. Pensándolo bien, ahora somos cinco. Debemos revisarlo.
—¿Uh?
—¡Luhan! ¡Vas a traumarlo!
Otra pelea empezó, una en donde a Baekhyun le importó una mierda su desnudez al momento de no permitir que Luhan le bajara los pantalones a Chanyeol, Junmyeon los miraba desde su cama sin importarle un bledo y Chanyeol procuró no dejarse bajar los pantalones, pero Luhan era insistente. Repetía una y otra vez que era parte de la iniciación, por lo que se la pasaron corriendo por la habitación de Junmyeon.
De alguna manera y sin saber cómo, Luhan logró su cometido, yendo detrás de Chanyeol mientras que Baekhyun protegía los pantalones de éste por el frente casi de rodillas, las manos de Luhan fueron más rápidas y terminó por bajarlos, con todo y boxers, justo frente al rostro de Baekhyun.
Fue digno de una fotografía y juraba que Junmyeon tomó una. Se habían quedado congelados los tres por el impacto de la situación y él más por el hecho de que, bueno, tenía el pene de Chanyeol en su cara y él estaba desnudo.
Su rostro entero estaba tan rojo que el sudor hacía que el pelo se le pegara en la frente. Y mucho más trágame tierra se incrustó en sus entrañas porque Luhan no sabía cerrar la boca.
—¿Huh? —Luhan miró hacia abajo—. Oh mi Dios, Baekhyun, ¡¿por qué mierdas tienes una erección?!
—N-No...Yo no...
Se catapultó a sí mismo hacia atrás, corriendo a rastras hacia su futón para esconderse debajo de las sábanas y morir ahí mismo. Su cabeza seguía dando vueltas, sentía ganas intensas de vomitar y su estómago le daba punzadas que quería eliminar.
—¡Increible, vas después de Sehun! —murmuró Luhan poco después.
—Muy bien, es hora de dormir. —Finalmente habló Junmyeon, apagando el foco y obligando a Luhan casi a golpes a entrar en su futón.
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