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iv. RESPLANDOR

Como si su vida simplemente hubieran dado un retroceso, se podría decir que por encima todo volvió a la normalidad.

Sehun estaba de vuelta en la escuela, por fin había podido comer con todos sus amigos juntos en la cafetería y su padre regresó a casa sin ningún rasguño y con un cuerpo totalmente sano. Con el tiempo, Baekhyun sintió que ya podía respirar algo más tranquilo, como si las cosas a su alrededor se hubieran puesto mucho más lentas que de costumbre.

—¿Qué buscas?

—¿Mhm?

Baekhyun volteó en dirección hacia Sehun, quien se llevaba a la boca una clase de crema color verde. No se veía para nada gustosa y la manera en que su amigo hacía una mueca al comerla solo lo rectificaba.

—Estás totalmente en otro mundo —continuó Sehun al tragar.

Baekhyun levantó una ceja. En realidad aceptaba que se había perdido en su cabeza, debería dejar de imaginar cosas cualquiera en momentos donde tendría que convivir con los demás. A fin de cuentas, su sistema de escape de realidad se había hecho más fuerte y las ilusiones a veces se apoderaban en cuanto había silencio alrededor, aunque tenía que admitir que ya no lo disfrutaba como antes.

—Lo siento —picó su comida con el tenedor. No había tenido apetito—. ¿Me decías algo?

—Él no, pero yo sí. —Luhan se acercó a él mientras masticaba con la boca abierta—. Te estaba contando la anécdota que tuve con el Dr. Im, la verdad es que no me interesa mucho la cardiología, pero su curso del fin de semana estuvo ligado a oncología así que decidí asistir. ¡Vimos un caso de un chico de tan solo veinte quien murió por un paro cardiaco, digo, ya no es raro en estos tiempos, pero lo impresionante venía cuando nos mostraron los antecedentes del hombre!

Luhan era un vómito andante de información, pero ya se había acostumbrado. Por lo menos aprendía un veinte por ciento de lo que decía y lo utilizaba cuando quería quedar como un chico cool.

—¡Y por cierto, Sehun! —Luhan pasó al chico quien tenía una pelea con su almuerzo—. ¿Cuándo planeabas decírmelo?

Baekhyun y Junmyeon cruzaron miradas sin esperarlo, y su reacción fue tan obvia que hasta el mismo Sehun detuvo sus movimientos.

—¿Qué?

—¡Que tu padre será parte de un simposio este fin de semana! —exhaló Luhan con fuerza, incluso parecía algo enfadado. Los otros tres respiraron—. Estamos hablando de expertos exponiendo un tema, mi amado tema.

Con eso, Baekhyun dejó de escuchar sobre lo increíble que era la universidad de medicina donde se la pasaba últimamente. Bien, sabía que las cosas no iban a ser tan normales. De hecho, ese pensamiento era solo una herramienta para dejar a un lado que todavía cabos sueltos y todos allí sabían que Luhan sería un objetivo impredecible.

Tuvo que parpadear varias veces cuando algo se cruzó por sus ojos, de arriba hacia abajo. Hizo una mueca cuando vio que su uña estaba sangrando, sin darse cuenta se la había estado mordiendo. Sin embargo, eso no fue lo importante, ya que tuvo que levantar la cabeza un poco más de lo normal para ver quién se había metido en su mundo otra vez.

Baekhyun se inclinó algo incómodo cuando recibió un saludo de Chanyeol de la misma manera.

—Mi hermana te manda un regalo.

Fue lo primero que dijo Chanyeol mientras le mostraba una bolsa mediana de una marca que ni con su mesada de tres meses podría llegar a comprar. Habían sido dos semanas desde que le conocía, y realmente al principio en la escuela no hablaban mucho más que cuando se encontraban por los pasillos, pero para la segunda sucedió que Luhan llegó a sentirse mal al ver a Chanyeol solo y abandonado por el clan de Jongdae, por lo que casi le obligó a socializar con él sin decirle totalmente que ya le conocía.

No lo ocultaba ni nada por el estilo, más bien lo veía como algo sin encajar. Innecesario, cosa que ni a él ni a Chanyeol le preocupaba tanto. El chico rico se había cortado un poco el cabello, ya no se veía tan despeinado y decidió empezar a usar un par de lentes sencillos.

Baekhyun tomó el regalo que llevaba sobresaliendo una carta. Al abrirla, pudo darse cuenta que era una fotografía de quien pareciera ser el salón de clases de Yoora —la hermana— y una docena de niños con sonrisas grandes mientras mostraban los cerditos.

Sonrió como reflejo.

—Eh... —A su lado, Luhan extendió la expresión hasta caer casi acostado en sus piernas mientras veía por encima—. Al fin una sonrisa de verdad —comentó Luhan, cosa que Baekhyun no entendió.

No obstante, no tuvo el suficiente tiempo cuando volvió a escuchar a Chanyeol.

—Está feliz por la ayuda, no estoy muy seguro de qué es lo que te regaló, así que sea lo que sea yo no fui. Mi hermana suele gastar bromas.

Baekhyun asintió.

—Está bien, gracias. Fue divertido.

Chanyeol simplemente levantó los pulgares, para después ver la hora y decir que se tenía que ir. Baekhyun lo observó hasta que se perdiera por la puerta, y para cuando se quiso girar una vez más hacia sus amigos, ya se esperaba lo que venía.

—¿Quién era ese?

—Abre el regalo.

—Si es comida, debes compartirla.

La escala iba de Junmyeon, Luhan y finalmente Sehun; todos tenían sus prioridades y Baekhyun no se sorprendió sobre sus reacciones.

--


Concluyendo con su tarea para el día de mañana a la altura de las once después de cenar, Baekhyun se sintió aliviado al poner el punto final, tirando su lápiz sobre el suelo y finalmente cerrando su libro. Se quedó boca arriba en su cama —a diferencia de la creencia pública, para él hacer la tarea en la cama era más confortable— y lo único que sobresalía de su rostro era su nariz y parte de sus ojos.

La hermana de Chanyeol le había regalado una sudadera bastante buena, aunque era dos tallas más grande. Baekhyun juraba que Chanyeol lo había hecho a propósito, pero cuando se lo comentó en la mañana éste solo se había reído como si no lo creyera, diciéndole que posiblemente se basó en la ropa que había dejando en su casa, Baekhyun decidió darle el beneficio de la duda. A fin de cuentas, el regalo le había gustado bastante y el color no lo tenía, por lo que agradecía el detalle.

Dos golpes llegaron a su puerta y Baekhyun miró hacia la dirección. Casi nunca se encerraba, por lo que pudo ver a su padre entrando con cautela, con su laptop en la mano y una taza de café en la otra.

—Luhan está abajo. —Le informó con un rostro neutro, aunque Baekhyun sabía que no le caía específicamente bien.

—¿Luhan? —Como quiera se le hacía extraño que su amigo viniera a su casa sin decirle antes—. ¿A esta hora?

Su padre se encogió en hombros, ahora tenía la boca echa un mohín que parecía casi un puchero.

—Dijo que iba a matarte, yo le dije que nada de sangre en mi sala, así que te está esperando en el porche.

Baekhyun se quedó con los ojos en blanco al momento que el frío recorrió toda su espalda. Su padre se dio cuenta del potencial miedo en sus ojos, y aunque supiera poco de la situación, era como si él ya estuviera preparado para lo que pasaría a continuación.

Se arrastró fuera de su cama como una tortuga. El día había sido agotador, así que no estaba seguro de poder soportar a Luhan esa noche. No se cambió de ropa, solo caminó directo hacia las escaleras mientras que su padre le señalaba que estaría en su oficina, y que si no escuchaba nada en treinta minutos, iría a ver si estaban vivos.

Al abrir la puerta de su casa, el aire nocturno le pegó directo en el rostro. No vio a Luhan a primeras, pero luego detectó su cabellera sobre el borde de las escaleras de su casa. Todavía tenía el uniforme puesto y su cabello lucía desordenado, algo extraño viniendo de él. La tranquilidad en vez de animarlo lo hundía más, porque siempre que Luhan estaba quieto significaba que algo andaba mal. Últimamente todo estaba mal.

—¿No te sientes ni un poco mal por mí?

Fue con lo que lo recibió. Baekhyun solamente se sentó a su altura, pero al otro extremo. Apoyó la cabeza contra el barandal y cerró los ojos.

—No importa lo que pase, siempre soy el último en enterarme de las cosas. Sabía que algo andaba mal contigo.

Baekhyun suspiró mucho más fuerte de que esperaba.

—Odio cuando te pones serio.

Doy miedo cuando me pongo serio —corrigió Luhan, completamente enfadado, pero no genuinamente. A diferencia de Junmyeon, Luhan se quebraba casi de inmediato—. ¿Por qué tuve que saberlo a través de su padre? ¿Tanto me odia? Está bien que soy un pesado la mayoría del tiempo, pero creí por un momento que éramos amigos.

—Luhan —murmuró Baekhyun algo cansado—. Eres su amigo.

—No lo suficiente como para que me lo dijera.

—A Junmyeon también se lo dijo hace poco, no creo que...

Poniéndose de pie, Luhan encaró a Baekhyun. De inmediato se veía que había estado llorando, y no lágrimas piadosas, posiblemente horas atrás era todo un mar de lágrimas al punto de no poder respirar. Sus ojos estaban rojos, su nariz hinchada y sus labios agrietados. Es posible que le haya llorado al padre de Sehun, a la enfermeras, a los doctores o a cualquier otra persona quien estuviera enfrente de él.

—La descubriré.

—¿Qué cosa?

—La cura.

—Luhan —Baekhyun se levantó al ver cómo su amigo caminaba por la acera, alejándose de su casa.

Tuvo que trotar para alcanzarlo y detenerlo, pero parecía reacio a hacerle caso.

—¿Y cómo rayos piensas hacer eso? Yah. —Le siguió por atrás, tomándolo por el codo—. No hagas tonterías.

—¡¿Tonterías?! —Luhan se volteó, alejando su brazo con fuerza—. ¡Hola! ¡Ha pasado un mes y creo ser el único quien intenta hacer algo!

En algún punto había salido de la zona residencial, llegando a la avenida. Ya era tarde, pero todavía coches por todos lados, así como gente caminando por aquí y por allá, cosa que le complicaba a Baekhyun seguirle el paso a su amigo para evitar que cometiera alguna estupidez. Luhan podría ser el más listo de la escuela, incluso del distrito, pero era bastante torpe con sus emociones y cuando explotaba las cosas no salían bien para nadie.

—Su padre es un maldito doctor, Luhan —jadeó Baekhyun—. ¡Un oncólogo! ¡Si hubiera algo que se pudiera hacer, ya se habría hecho!

—¡Entonces dilo!

—¡¿Qué?!

Estaban en medio de la calle llamando la atención de todos. Luhan temblaba, sus labios se movían sin parar y era obvio que lloraría una vez más.

—Suenas como si lo hubieras aceptado ya.

Baekhyun tragó saliva.

—Dilo.

Aunque sintiera ira por dentro, en realidad el rostro de Baekhyun estaba inexpresivo. En su pecho volvió a crecer esa incertidumbre tan horrorosa que tuvo miedo a vivirlo una vez más, frente a todo el mundo. Es una escena impresionante. Se puede imaginar en un drama televisivo, uno de los buenos. Justo en pleno clímax, en donde los personajes sacan todo lo que llevan dentro mientras que los espectadores lloran junto con ellos, entendiendo su sentimientos ya que ellos estuvieron allí viendo todo por lo que pasaron.

Las luces de la ciudad no eran perfectas, el clima es seco y sería más dramático si tan solo hubiera lluvia de por medio. Hay tantos escenarios posibles, y Baekhyun trataría de elegir el más conveniente para su estado natural.

—Esto es lo que más odio de ti. Vas como si lo entendieras todo pero... —La voz de Luhan se quebró en el último fragmento—. Mírate, ni siquiera estás aquí conmigo. No eres ni capaz de decirlo, a puesto que no te lo has puesto a pensar con la realidad de frente ni por un segundo.

Lo que podría haber esperado sería un adiós dramático, o tal vez un golpe directo en estómago (aunque sí sintió una bofetada fría sobre su rostro), pero lo único que hizo Luhan como cualquier persona normal fue maldecir, alejarse de los autos y sentarse en la banqueta. Baekhyun no tardó en copiarlo, haciendo exactamente lo mismo que hace minutos en su casa.

No hacía calor, pero Baekhyun se sentía lo suficientemente sudado. Tampoco hacía frío, pero de todas maneras se convirtió en un ovillo, cubriendo sus piernas. Su celular vibró varios minutos después, dándose cuenta que ya era la media noche.

Baekhyun apenas pudo medio sonreír al ver el mensaje de su padre.

"Si has ganado, espero que los órganos del mocoso estén intactos, se cotizan muy bien en el mercado."

Le lanzó una mirada a Luhan, quien se había quedado viendo con los ojos perdidos hacia los autos, después de haber terminado de deshidratarse una vez más. Después, continuó leyendo.

"Pero si has perdido ya preparé el colchón sobre el suelo, no quiero que Luhan arruine mi sofá otra vez."

—Lo siento.

Baekhyun sorbió su nariz, guardando su celular y poniéndose de pie. Miró a Luhan a los ojos antes de que un bostezo le hiciera lagrimear. Parpadeó varias veces, tratando de que desaparecieran de sus ojos, pero tardaron en extinguirse.

Su amigo iba a decirlo una vez más, pero lo detuvo.

—Estoy bien.

En serio.

--


—¿Por qué esto tiene que estar tan metido en el centro?

—Pensé que alguien nos acuchillaría allá atrás.

—¿Están de acuerdo que tenemos clase en tres horas?

—Es divertido, nunca me había levantado tan temprano para una aventura.

—Sin ofender, ¿pero quién invitó a Chanyeol?

Las cuatro cabezas voltearon directo a Baekhyun, quien todavía batallaba para no cerrar los ojos por el sueño. En su cabeza esas palabras habían sonado bien, pero no pudo evitar que sonara algo petulante y no podía negarlo, eran las cinco de la mañana —se había despertado a las cuatro— fue secuestrado, metido en un taxi y luego encaminado por calles sospechosas hasta que supo en dónde se encontraba.

El concierto sería dentro de un par de meses, y como no tenían el suficiente dinero como para comprar en línea y solventar el cobro extra, tuvieron la magnifica idea de casi acampar horas antes de que abrieran las taquillas. Para su mala suerte, era un barrio de mala muerte la sucursal más cercana, pero no tenían opción porque era eso o viajar a la capital que tampoco era factible.

Sentado en cuclillas y pegados a la pared, se encontraban los cinco chicos mirando a la nada con la pijama puesta.

Al parecer no fue el único con ese pensamiento, ya que poco después Junmyeon frunció los labios y miró a Luhan a su derecha. Éste miró tanto a Junmyeon como a Baekhyun, quienes se le habían quedado viendo durante un largo rato y después bufó.

—¡Sus amigos lo abandonaron! —argumentó. Viendo que nadie decía nada, añadió—. Además, está a prueba. No pueden decir que no es simpático el tipo. Somos muy pocos para armar un ejército, tenemos que añadir gente paso a paso, todavía no está completamente admitido en el club.

—¿Qué tal si es un espía mandado por Jongdae? —Junmyeon parecía el más escéptico de todos. En realidad era muy protector con su gente.

Luhan frunció los labios.

—¿Eres un espía? —le preguntó a Chanyeol. Negó—. ¿Ves?

—Genial. ¿Por qué no compartes tu estrategia con la policía nacional para que de con todos los norcoreanos escondidos en el país? Super efectiva. —Luhan hizo ademán de golpear a Junmyeon por el comentario, pero éste solo le regresó la ofensa sin llegar a tocarse.

—¿Por qué no le damos una oportunidad? Pagó el taxi de todos modos.

Sehun parecía el más desinteresado, considerando que estaba sacándose la cera de los oídos.

—¡Ves! —gritó Luhan, poniéndose de pie y señalandolos—. Tiene dinero, es un pro muy tentador. ¡Le dan treinta dólares diarios!

—En realidad son mensuales, y le rebajan si no guardo mi ropa —aclaró Chanyeol con una pequeña sonrisa.

Luhan lo miró como si le hubiera escupido en la cara.

—¿Ah? No estás ayudando, Chanyeol.

La serie de discusiones sobre si Chanyeol debería o no integrarse al grupo se extendió por una hora más, donde Luhan argumentaba y Junmyeon refutaba. La primera votación se dio a los quince minutos, donde tanto Luhan como Baekhyun habían levantado la mano a favor de que se quedara, pero tanto Sehun como Junmyeon dudaron (en realidad Sehun no había ni entendido la pregunta). Pasó más tiempo, poco a poco Luhan y Junmyeon entraban en calor alejándose un poco de ellos ya que molestaban a los vecinos del lugar, terminando por quedarse él solo con Chanyeol y Sehun.

—Si quieres pertenecer al grupo debes acostumbrarte a esto —señaló Baekhyun, mirando a Chanyeol—. Hablarán de ti como si no estuvieras, te arrastrarán a lugares sin tu consentimiento y te harán avergonzarte hasta morir. Hay probabilidad de que terminemos en la cárcel.

Chanyeol le regresó la mirada algo sorprendido, pero terminó por bufar.

—Estoy preparado mentalmente.

Con un jadeo, se dejó caer al suelo, sin importarle si su pants se ensuciaba con el asfalto. Faltaba todavía una hora para que las taquillas se abrieran, al menos no había tanta gente, pero sí la suficiente como para que no consiguieran los boletos que querían.

—Dejando en fuera las bromas... —Baekhyun jugó con su celular, quitándole la carátula para limpiar el teléfono y volversela a poner—. Creo que ya estás más adentro que afuera. En realidad el obstáculo más común es Luhan, rara vez acepta a alguien tan fácil y mucho menos los integra él.

—No sabía que su club era tan solicitado.

Baekhyun rodó los ojos y se rio. Sintió del otro lado cómo Sehun se acomodaba en su hombro, posiblemente exhausto. Sin pensarlo mucho, bajó la voz.

—¿Te sientes mal?

Sehun negó con la cabeza, frotando su flequillo sobre él. Baekhyun volvió con Chanyeol.

—Al contrario, por si no te habías dado cuenta, estamos más del lado a quienes evitan. Por eso es más peligroso cuando alguien quiere unirse, pareciera que tienen algo entre las manos y Luhan es el primero en saltarle encima. Además dicen que estamos malditos —terminó eso casi en un soplido. No se extrañaría que Chanyeol ya hubiera escuchado todo tipo de rumores sobre ellos.

Chanyeol se lo pensó durante unos segundos.

—Bueno, yo creo que son graciosos.

Baekhyun enarcó las cejas.

—¿Eso es todo? —dijo casi sin creérselo—. ¿Seguro que no eres un espía?

—El mundo de las demás personas no ha de girar en torno a ustedes.

Baekhyun sabía que de algún modo debió haberse ofendido con eso, pero lo dejó frío. Chanyeol miró de nuevo hacia él, y cambió su rostro a uno de preocupación porque sin quererlo, la boca de Baekhyun se convirtió en una línea recta.

—Es verdad.

Otra pequeña sorpresa llegó por el otro lado, escuchando eso por parte de Sehun. Pensaba que se había quedado dormido, y no se movió para nada, pero podía hablar.

—En realidad a las personas les ha de importar una mierda si cojemos entre nosotros o no, o si provocamos incendios, o si copiamos en alguna tarea, o si somos unos asesinos. —Sehun se acomodó, viendo a lo lejos a Junmyeon y Luhan en plena discusión. Después volvió a Baekhyun con los ojos cansados—. ¿No está todo eso en tu cabeza?

—Pero nos lo han dicho a la cara... —Baekhyun susurró sin querer, todavía pasmado.

Sehun le sostuvo la mirada, lo suficientemente cerca como para tocarse las narices y verle los ojos rojos por las esquinas mientras que una pequeña pero dolorosa cicatriz sobresalía por su labio superior.

—¿Cuándo?

Baekhyun quería contestar eso con rapidez, pero nada vino correctamente en su cabeza. Sehun no lo estaba intimidando, más bien nunca lo hacía, y la pregunta había sido tan natural. Como cualquier otra que le haría en la escuela, o en su casa o tal vez en el parque. Pensó sobre Jongdae, y lo que le llegaba a decir tiempo por tiempo, pero aquello no salió de la estupidez que podía emanar.

—No es el mundo contra ti, Baekhyun —murmuró Sehun, volviendo a esconderse en su hombro—. Eres tú contra ti mismo.

Asustado, Baekhyun se empujó hacia un lado.

Chanyeol fue el único en soltar un pequeño sonido al verlo moverse tan rápido, mientras que Sehun solo logró meter las manos antes de caer de cara al suelo. Baekhyun miró directamente hacia Sehun, sentía su propio rostro completamente rojo, ardiendo de inicio a fin. Exhaló, sintiéndose algo menos tenso, pero eso solo dio pie a sentirse terriblemente abrumado.

—Voy a dar una vuelta —dijo, poniéndose de pie y acomodándose la sudadera.

—Te acompaño —Sehun se puso de pie.

—¡No! —Su voz lo suficientemente fuerte como para que las personas alrededor lo miraran.

Había sonado molesto, casi irónico al momento de decirlo.

—¿Por qué estás enojado? —preguntó Chanyeol. Los miró a los dos—. ¿Se están peleando?

Ignorándolo, Baekhyun se dio la vuelta. Comenzó a caminar directo por la calle empinada, logrando una mirada por parte de todas las personas quienes estaban allí, en medio de la madrugada, haciendo fila para comprar los boletos. Captó, pocos pasos alejado, que estaba haciendo un total ridículo. Llegando allí se dio cuenta que se había enojado de la nada, que exageró por completo y que no tenían ningún sentido su comportamiento.

Se pasó la mano por el pecho y se golpeó dos veces con fuerza. Su corazón no podía calmarse.

—¿Qué ocurre contigo? —Junmyeon le llegó por detrás.

—¿Qué? Sehun está siendo un idiota, como siempre.

Junmyeon levantó las cejas.

—Bueno, sé que es idiota, pero pensé que estabas acostumbrado. ¿Estás de mal humor porque te despertamos?

Baekhyun estaba consciente que la mueca en su cara era mala.

—Puede ser.

Sin saber qué más decir, ahora Baekhyun se encontraba avergonzado, había hecho una escena por nada. Junmyeon solo soltó palabras al azar, tomándolo por los hombros y llevándolo de vuelta a donde estaban todos. Iba prácticamente arrastrado, ya que mientras los veía a la lejanía su propio cuerpo trataba de huir de nuevo.

Baekhyun odiaba cuando Sehun decía cosas al azar, tan serio como si su vida dependiera de ello. No deberían ser serios, no tendrían porqué decirse las cosas frías y con fuerza, porque no lo vio venir y casi parecía que se habían puesto de acuerdo todos como para aventarle un golpe en el orgullo uno detrás de otro.

—Bastardos, Baekhyun solo está teniendo un mal día —ironizó Junmyeon, dejándolo plantado frente a los demás quienes había vuelto a su posición inicial. Su amigo intentó que se sentará junto a Sehun de nuevo, pero se negó casi con un mohín—. Está saliendo su lado infantil, toma nota Chanyeol, a este chico se le debe de conocer cada faceta para saber cómo tratarlo. Al comprar los boletos iremos por un café, verás cómo se contenta con eso.

—¿Por qué? ¿Ya lo aceptaste en el grupo? Qué poco mantienes tus ideales.

Junmyeon hizo una mueca hacia Chanyeol, interpretándose algo como "No le hagas caso, no está en horas."

—Más bien soy un hombre que acepta si perdió la lucha. Sigo pensando que tiene dobles intenciones, pero le daré el beneficio de calarlo algunos días. Además, Sehun ya votó en su favor así que me queda resignarme.

Baekhyun miró hacia Sehun quien parecía todo menos afectado por lo ocurrido.

—¿Y tú qué? —bramó Baekhyun.

—¿Qué de qué?

Baekhyun lo maldijo un par de veces, pero terminó por sentarse dos pasos más alejado que de costumbre.

—Hace unos minutos estaban acurrucados, no lo entiendo. —Chanyeol susurró hacia Luhan, confundido.

—Consideralo un amor-odio, en realidad todos aquí estamos jodidos.

Luhan palmó un par de veces el hombro de Chanyeol, quien todavía estaba impresionado con el giro de los hechos.

—Y sensibles —secundó Junmyeon.

—Sólo debes ser buen observador y lo sabrás de pronto. —Sehun arrastró su cuerpo hacia Chanyeol, para que lo escuchara solo él—. Con Baekhyun se debe de tomar el sartén por el mango. Dile directamente lo que sucede, y actuará como si nada. Repíteselo una vez más, y volverá a actuar como si nada pasara. Hacia la tercera vez, se pondrá bastante nervioso. En la cuarta, se asustará como un cachorro. Y en la quinta... —Sehun se encogió en hombros—. Nunca hubo alguien quien lo hiciera llegar a la quinta.

--


Con dos tazas de cappuccino Baekhyun volvió a sonreír de oreja a oreja mientras escuchaba la increíble historia de Junmyeon hospitalizado cuando una medusa se le pegó en el tobillo hace unos años.

Era la típica historia que nunca faltaba entre amigos, recordándola una y otra vez hasta exprimir los últimos detalles, donde Baekhyun se reía a carcajadas hasta caer de sentón al suelo fuera tan absurdo o no. Descubrieron que Chanyeol era del tipo que también hacía un escándalo al reírse —los moretones en sus hombros lo comprobaban— y fue para las nueve y media del día que se dieron cuenta que iban tardísimo a la escuela.

—De todas maneras hay auto estudio desde las once hasta la salida. —Luhan tomó el último sorbo de su malteada, pasando su mirada de ratos hacia atrás de la cabeza de Baekhyun—. Lo feo empieza la próxima semana, pobre de ustedes.

—No estamos tan mal, nadie aquí baja de siete. Incluso el novato está en el top de su clase. —Junmyeon levantó una ceja.

—Pero apesto en historia —Chanyeol puchereó, recargándose mejor en la silla—. No puedo retener tanta información al mismo tiempo. Las matemáticas son más sencillas, es un resultado y ya está.

Baekhyun terminó por escuchar otra historia por parte de Chanyeol, sobre su experiencia entre escuelas y cómo la gente lo veía ahora que era millonario. Al parecer, realmente se habían sacado la lotería, su padre compró un boleto así como lo había hecho todos los años, por pura cotidianidad. No eran pobres, realmente eran muy estables en ese momento, pero un golpe de suerte hizo que de la noche a la mañana vivieran en una zona increíble, pagaron todas sus deudas y su padre pudo descansar de su trabajo. Siendo ahora dueños de un restaurante, podían ser flexibles y vivir bien hasta el final.

—Bien, suficientes antecedentes aburridos —dijo Luhan, agradeciendo al camarero quien trajo otra ronda de bebidas para todos—. Para que puedas integrarte bien, hay reglas y, ¡tienes que responder unas ciertas preguntas importantes!

Baekhyun rodó los ojos, llevándose la pajilla a la boca. Luhan había estado tranquilo durante toda la mañana, definitivamente no debió dejarle tomar tanta azúcar.

—Luhan, estamos en público —sentenció Junmyeon.

—Oh vamos, solo somos nosotros y los universitarios en la otra esquina —movió su cabeza en dirección a ellos. Baekhyun no pudo verlos, estaba de espaldas y no iba a verse tan obvio—. Muy bien Park, iba a preguntarte si salías con alguien pero acabo de recordar tu horrenda experiencia con Minjoo, ¡Agh!

Baekhyun pateó por debajo a Luhan, quien le mandó un fea mirada y solo le dijo en silencio que se tranquilizara. Había pasado tiempo, pero probablemente no el suficiente, y Baekhyun todavía recordaba esa vez que se encontró con él y no parecía del todo bien tampoco.

Obviamente Luhan no le hizo caso. Observando la expresión de Chanyeol, pudo detectar algo de asombro en ella, pasando luego por la pena para finalmente terminar en una risa.

—Sí, bueno, no puedo negar que fue horrible. —Todos menos Luhan entendían que podría ser algo personal, pero no podían evitar pegar oreja a lo que decía. En realidad, ya estaban aburridos de las planas historias de amor de todos en esa mesa—. No sé si fue una pregunta como tal, pero creo que es obvio que no salgo con nadie. ¿Ustedes?

—Solteros hasta la eternidad, hermano. —Luhan se tiró sobre la mesa—. En la friendzone desde hace dos años.

—¿En serio? —Chanyeol abrió los ojos—. ¿Quién...?

—¿Primer beso? —Junmyeon lo interrumpió, trayendo otra pregunta controversial antes de que las cosas se pusieron tensas. Baekhyun levantó los pulgares en su dirección.

Chanyeol lo pensó un poco, aprovechando para tomar de su bebida. Por suerte no siguió su pregunta.

—¿La primaria cuenta? Fue en una obra de teatro.

—No. Tiene que durar más de cinco segundos y con lengua, ¡ahg! —Baekhyun volvió a golpear a Luhan—. ¡¿Cuál es tu problema?! Yo no tengo la culpa que prefieras encerrarte en tu habitación mientras te besas con la pared fantaseando que es Capitán América.

Ante eso, Baekhyun le soltó una maldición.

—¿A qué viene ese asunto a la conversación? Estás hablando con Chanyeol —bufó.

—Por eso mismo, deberías entonces dejar de golpearme. No te metas con mis macetas, gracias.

—¿Realmente haces eso pensando en Capitán América? —molestó Sehun con los labios fruncidos en señal de risa.

Baekhyun abrió los ojos hacia su dirección.

—¿Qué? ¿Por qué habría de hacerlo? Para empezar no es mi tipo entre todos los personajes.

—¿Quién es tu tipo entonces? —preguntó Sehun.

—Apuesto que es Doctor Strange.

—¡¿Podríamos.... —Baekhyun elevó la voz cuando todos empezar a sacar sus teorías. Se estaba mareando— seguir con Chanyeol?! Estoy seguro que me conocen lo suficiente, yo ya pasé por estas preguntas tiempo atrás, ¿sí?

Sus amigos cerraron la boca de inmediato. Por lo menos eran inteligentes, no quería que Baekhyun tuviera otra escenita como la de hace horas. Con el silencio reinando por varios segundos, Junmyeon habló.

—Yo solo sé que te besaste con Sehun durante el primer año de preparatoria.

Baekhyun enfureció.

—¡Hey, hey! ¡¿Qué demonios?! —chilló Luhan.

—¡Prometiste guardar el secreto! —Baekhyun se levantó.

—Fue asqueroso —añadió Sehun.

—¿Qué no había sido con Jongdae? —Ahora era Chanyeol.

—¡¿Te besaste con Jongdae?! —Gritaron los otros tres al unísono.

Arrastrando la silla hacia atrás, Baekhyun no podía soportar otro golpe de calor. Su primera mirada mortal fue hacia Chanyeol, quien se veía claramente mortificado por lo que acababa de soltar porque creyó haberse asegurado de que se lo susurró solo a él, pero fue un momento donde hubo silencio y retumbó casi en todo el restaurante.

—De los creadores de 'Voy a dar una vuelta' viene... —susurró Sehun.

—Voy al puto baño.

Tanto Sehun como los otros asintieron sin rechistar. Se habían percatado poco después de que tal vez se pasaron de la raya, llenándole la cabeza a Baekhyun al punto de hacerlo estallar por segunda vez antes del mediodía. Carraspeando, le otorgaron el permiso como si de ellos dependiera, y salió con pasos fuertes hacia la puerta, ya que para ir a los baños tenía que subir al último piso del establecimiento.

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