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Capítulo 2: Exiliado

Narra: El Autor

El castaño había llegado al Claro mientras cargaba todas sus cosas en una gran cesta, en todo el camino él nunca levantó la mirada, aunque ya se había prometido irse de Berk sentía que estuviera olvidando todo, su padre, sus únicos amigos y su hogar natal

Pero tenía que hacerlo o de lo contrario tendría que matar a un dragón en la prueba final y peor, matarían a Chimuelo, no tenía elección

Hipo: Nos vamos amigo! Creo que tú y yo tomaremos unas vacaciones... para siempre - dijo revisando su cesta brevemente para después ajustar su traje de vuelo - ay dioses…

Cuando se levantó soltó un gritó de susto al ver a Astrid sentado en una roca mientras está afilaba su espada

Hipo: ¡¡Ay dios!! ¡¿Qué estás haciendo aquí?! - exclamó muy nervioso y asustado

Astrid: Quiero saber qué pasa - respondió bajando de la roca - nadie se vuelve tan bueno cómo, en especial tu

Hipo: Bueno...yo…- tartamudeo retrocediendo al ver cómo la rubia se le acercaba

Astrid: ¿Entrenas con alguien más? - siseo moviendo su hacha para después sujetarlo de su hombrera - ¡¿más vale que no sea por esto?!

Hipo: Se que esto se ve mal pero déjame explicarte…- dijo dejando de caminar

El crujir de una rama llamó la atención de Astrid mientras está arrojaba a Hipo al suelo para después acercarse para ver qué fue el misterioso sonido

Rápidamente el castaño se puso de pie y se puso enfrente de Astrid intentando hacer que se detuviera

Hipo: ¡Si, tienes razón! Fabrico ropa, así que ya lo sabes, ve y cuéntaselo a todos - dijo con una mano en su hombrera metálica

En un rápido movimiento, la rubia dobló con fuerza el brazo de Hipo haciendo que esté se arrodillara de dolor

Hipo: ¡¿Por qué me estás lastimando?!- gritó en el suelo solo para recibir como respuesta una patada en el estómago

Astrid: ¡Esto es por las mentiras! - gritó para después golpearlo con el mango de su hacha - y ésto...por todo lo demás

Un gruñido captó toda la atención de la rubia, cuando levantó la vista vió un dragón con escamas tan negras como la noche y unos brillantes ojos verdes que la miraban atentamente

Los ojos de Astrid no podían creer lo que estaban viendo, frente a ella estaba el dragón más temible de todo el mundo, el Furia Nocturna

Astrid: ¡¡Al suelo!! - gritó obligando al castaño a agacharse con ella

Al ver esto, Chimuelo soltó un rugido para después correr hacia ellos, saltó en el aire listo para atacar a la intrusa

Girando en el suelo, Astrid se puso de pie y tomó su hacha lista para pelear contra el dragón pero antes de que el filo de su arma pudiera tocar a Chimuelo, Hipo la apartó del camino impidiendo que hiriera a su mejor amigo

Hipo: ¡¡¡No!!! - gritó poniéndose en medio de ambos - tranquilo amigo, no la lastimas

Chimuelo se tranquilizó un poco al escuchar las palabras de su jinete, esté se giró para ver a la rubia

Hipo: ¡Lo asustaste! - dijo con un semblante firme

Astrid: ¿¡¡Yo lo asusté a él!!? - exclamó indignada - ¿quién...es él?

Hipo: Ah…Astrid…Chimuelo - dijo viendo a la rubia para después mirar a su amigo - Chimuelo...Astrid

El dragón bramó con una expresión furiosa haciendo que la rubia diera unos cuantos pasos atrás

Astrid miró a Hipo con furia y rencor para después comenzar a huir del lugar rápidamente

Hipo: ¡Ja! ¡Es el fin! - dijo sin poder creerlo

A Chimuelo no le importa en absoluto y decidió regresar a dormir pero se detuvo cuando escuchó que lo llamaban

Hipo: ¡Oye! ¡¿Y tú a dónde crees que vas!? - gritó corriendo hacia él

Narra: Astrid

¡No lo podía creer, ese maldito enano aliado con un dragón! ¡Y lo peor, con un Furia Nocturna! Además de que le puso un nombre!

Pero lo que las me dejó sorprendida fue ver una silla en el lomo de esa bestia, eso solo podía significar una cosa:

Hipo montaba al Furia Nocturna

Lo sabía, sabía que había algo raro, eso explica cómo sabía lidiar con los dragones en el entrenamiento, estudio a ese monstruo y lo usó para superarme en las pruebas

¡No es un guerrero! ¡No tiene talento para matar dragones! ¡No es un vikingo! Es un traidor que se alió con los dragones!

¡Y se lo diré a todo el mundo!!

Corría lo más rápido que podía sin voltear atrás mientras saltaba sobré las rocas y los troncos de árboles derribados

Me detuve cuando escuché un sonido que le era muy familiar, era el chillido que liberaba la cría maligna

Mirando a mí alrededor, me escondí detrás de un gran árbol intentando no causar el menor ruido

Hipo: ¡Astrid! ¡Por favor espera! ¡Tienes que escucharme! - escuché gritar al traidor en las alturas acompañado de su dragón mascota - ¡¡Astrid!!

Cuando escuché que se alejaban del lugar, me levanté lentamente para luego mirar a mi alrededor para ver si podrían estar cerca

No vi señales de ellos, así que volví a correr en dirección a ver hasta qué finalmente vi el pueblo

Astrid: ¡¡Oigan!! - grité llamando la atención de algunos, afortunadamente entre ellos estaba Estoico - ¡¡Hipo nos traicionó!!

Vi cómo los aldeanos se me acercaban y al escuchar lo que dije algunos se sorprendieron de mis palabras pero otros solo se rieron como si hubiera dicho una broma

Sin embargo, Estoico pareció enojarse de mis palabras y comenzó a acercarse a mí

Estoico: ¡Qué fue lo que dijiste Astrid!? - exigió con severidad mirándome con ojos que aterrarian a cualquiera que los viera

Astrid: !Dije que Hipo nos traicionó! ¡Se alió con los dragones, monta un dragón! ¡Un Furia Nocturna! - respondí enojada al recordar la cara de ese maldito enano

La mayoría comenzó a reírse pero solo unos pocos mantenían su expresión sería, entre esos pocos estaba Estoico

Vikingo 1: Mirenla, los celos la volvieron loca - dijo uno de ellos con barba

Vikingo 2: ¿Pero y si está diciendo la verdad? Es Astrid Hofferson, ella es la mejor guerrera de su edad - dijo otro que no tenía cabello

Vikingo 3: ¡Por todos los dioses! Estamos hablando de Hipo, el hijo de Estoico El Vasto, nuestro heredero y el mejor en el entrenamiento de dragones, está claro que ella solo está inventado ésto - dijo otro en tono de burla

Cerré los puños por la irá que sentía, jamás me había sentido así de impotente mientras muchos se reían de mí

Estaba por decir algo hasta que escuche al jefe de nuestra tribu hablar:

Estoico: Está bien Astrid, llévanos con Hipo y ese dragón - dijo dejando en shock a todos

Bocón: ¡¿Es en serio Estoico?! ¡¿De verdad le vas a creer sin tener prueba de lo que está diciéndonos?! - dijo el herrero de Berk

Estoico: Claro que no, pero cómo jefe de Berk debo encargarme de cualquier posible problema que surja en la isla - respondió haciéndome sentir aliviada pero eso se esfumó cuando ví como él se me acercó de forma intimidante - pero si ésto resulta ser una broma o algún intento de hacer ver mal a Hipo, yo personalmente me encargaré de que recibas un severo castigó Astrid

Yo asentí rápidamente sin ninguna pizca de temor, porque yo estaba diciendo la verdad

Estoico reunió un grupo de exploración, cada uno de ellos armado con espadas, escudos y lanzas

En el grupo se encontraban Estoico, Spitelout, Bocón, Gothi, Abono, Cubeta, Patán, Patapez, Brutacio, Brutilda juntó con menos de 10 vikingos de Berk

Astrid: ¡Siganme! - grité enseñándoles el camino al escondite de Hipo

Guíe el camino sin prestar atención a las conversaciones que se daban detrás de mí

Yo solo estaba concentrada en Hipo y en el Furia Nocturna, cada vez que pensaba en ellos mi rabia aumentaba mucho más

Después de una rápido caminata, llegamos al Claro dónde todos se detuvieron en secó al ver lo que estaba frente a ellos

Cuando ví sus expresiones de sorpresa y terror, supe que ellos ahora sabían que estaba diciéndoles todo el tiempo la verdad

Frente a ellos estaba Hipo subiendo una cesta al Furia Nocturna, debíamos detenerlo antes de que escapará con el dragón

Astrid/Estoico: ¡¡¡Alto!!! - gritamos al unísono

Narra: Hipo

Cuando ví a Astrid irse corriendo, me subí a Chimuelo para después cambiar la posición de la cola haciendo que esté despegará con rapidez

Hipo: ¡Astrid! ¡Por favor espera! ¡Tienes que escucharme! - grité mirando por dónde se había ido ella pero no la encontraba por ninguna parte - ¡¡Astrid!!

Seguimos volando por varios minutos intentando encontrarla pero los enormes árboles me impedían ver hacía abajo, habían muchos lugares para que ella pudiera ocultarse con facilidad

Cada vez que nos acercamos más a Berk, volamos más bajo para evitar ser vistos por alguien

Finalmente la encontramos pero por desgracia, ya era demasiado tarde, Astrid estaba frente a mi padre y muchos miembros de la tribu, no podía escuchar lo que decían pero no necesitaba hacerlo, sabía exactamente de lo que estaban hablando

Hipo: Vamos amigo, debemos irnos ahora - le dije a Chimuelo mirándolo a sus ojos esmeralda

En respuesta, me dio un leve gruñido amistoso, entendí que estaba de acuerdo conmigo

Chimuelo comenzó a correr lejos de donde estábamos para después emprender vuelo en dirección al Claro

Una vez que llegamos, aterrizamos en el césped y rápidamente me baje de Chimuelo para tomar la cesta donde puse mis cosas

Subí todo a Chimuelo, afortunadamente el peso no era demasiado para él, por lo tanto podría volar con normalidad

Estaba por subirme hasta que escuché unas voces detrás de mí

°°°: ¡¡¡Alto!!! - escuché dos voces detrás de mí

Cuándo me volteé, me sorprendí mucho al ver a tantas personas, entre ellos estaba mi padre mirándome con irá y decepción

Hipo: ¡Papá, puedo explicarlo! ¡Sólo déjame…! - dije antes de ser interrumpido

Estoico: ¡¡Atrapenlos!! - ordenó mi padre corriendo hacia mí y Chimuelo acompañado de todos los demás, excepto Bocón, Gothi, Abono y Cubeta

Sin perder un segundo más, me monte en Chimuelo lo más rápido que pude para después cambiar la posición de la cola haciendo que ambos nos eleváramos en el aire de golpe

Spitelout: ¡Trata de escapar! - gritó lanzandonos su lanza

Chimuelo dio un giro en el aire hacia la derecha esquivando la lanza pero no antes de que pudiéramos hacer algo más todos comenzaron a lanzarnos sus armas y redes en un intento por derribarnos

Hipo: ¡Por favor! ¡Escúchenme! - suplique observando

Astrid: ¡¡Cierra la maldita boca hijo de troll!! - gritó enfurecida lanzándome su hacha

Una vez más, mi dragón lo esquivó pero desafortunadamente la hoja de la hacha logró darme un leve corté en mi hombro izquierdo

Tomé la herida con mi mano sintiendo algo de humedad en ella, cuando la miré me sorprendí al ver un poco de sangre

Volteé a ver a Astrid, la chica de la que había estado enamorado, realmente intentó matarme

¿Solo porque me hice amigo de un dragón? ¿Solo por eso? Muchos dirían que sí pero yo sabía que había algo más

Fue sacado de mis pensamientos cuándo escuché a mi padre gritarme:

Estoico: ¡¡Hipo!! ¡¡Te ordenó que bajes de esa bestia en este instante!! - gritó enfurecido mi padre

Hipo: ¡Papá, por una vez en tu vida escúchame! - dije intentando ignorar el pequeño dolor de mi herida

Vikingo 1: ¡¡¿Te atreves a desobedecer a tu jefe?!!

Vikingo 2: ¡¿Te alias con un monstruo y ahora le das la espalda a tu propia sangre!?

Hipo: ¡No soy un traidor! Los dragones no son lo que creíamos, no tenemos que matarlos, puede haber paz con ellos - dije a cada uno de ellos desde las alturas

Lo único que recibí fueron más insultos y maldiciones, ninguno quería escucharme, se aferraban a sus ideas barbaricas de matar a unas maravillosas criaturas que solo se defendían de sus atacantes y buscaban comida para sobrevivir

Estoico: ¡Ya escuché suficiente de ti, elegiste a los dragones sobré tu gente, no eres un vikingo...no eres mi hijo! - escuché sin poder creer lo que decía mi padre

Hipo: Papá... por favor…- dije derramando lágrimas

Estoico: ¡¡Quedas exiliado de Berk para siempre, vete de está isla y no vuelvas nunca o no saldrás vivo de aquí!!

Al escuchar ésas palabras de mi padre no fuí el único que se sorprendió, Bocón se acercó a su amigo para intentar hacerlo cambiar de opinión

Pero yo no estaba prestandoles atención, era cómo si todo el sonido si hubiera ido y solo podía escuchar las últimas palabras de mi padre repitiendo en mi cabeza una y otra vez

Cuando me recuperé, vi cómo los vikingos volvían a tomar sus armas y sogas para volver a atacarnos

Sin perder un segundo más, cambié de posición la cola de Chimuelo y en un rápido aleteo de sus alas nos fuimos de Berk

Giré la cabeza para ver cómo la mayoría me miraba con desprecio hasta que ya no alcance a verlos debido a la altura que alcanzamos en unos segundos

Finalmente perdí a Berk de vista, mi hogar, todos mis recuerdos, todo lo que anhelaba, todo lo que yo era de esfumó en un abrir y cerrar de ojos

Sentí que más lágrimas caían de mis ojos, me limpie rápidamente para después mirar hacía adelante el atardecer

Chimuelo: Gruuu…- escuché a mi amigo lamentarse por mí

Hipo: Estoy bien amigo, verás que todo estará bien - dije palmeando su cabeza

Después de unos minutos de vuelo, me sentí un poco mejor, mi dolor aún estaba presente pero tenía que encontrar un hogar al cuál pudiéramos pertenecer Chimuelo y yo

Y presiento que pronto lo encontraríamos

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Muchas gracias por leer! Hasta pronto!

👆No se ustedes, pero a mí me mata de la risa ver eso XD👆

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