Capítulo 12: Ser libre
Narra: El autor
Era de noche y las olas golpeaban con fuerza la playa generando un gran estruendo acompañado de una fuerte brisa con el olor característico del océano. Dentro de las celdas se encontraban varios guardias caminando por los tenebrosos pasillos iluminados por antorchas mientras tenían una postura firme y atenta ante cualquier situación
Hace un par de horas Hipo y sus amigos habían capturado a una invasora desconocida para luego llevarla ante ellos con instrucciones muy claras de no perder de vista a la prisionera. Por lo tanto se habían asignado turnos para vigilar toda está sección de las celdas con el fin de que nadie escapara
Un guardia vestido con armadura griega caminaba con firmeza mientras tenía su espada y escudo sujetados en sus brazos listó para lo que sea. De repente escuchó un gemido de dolor haciendo que detuviera su pasó y centrará la vista en la celda donde se encontraba la prisionera
Se acercó lentamente con la guardia arriba hasta llegar a la puerta de la celda. Su expresión fría se torno a una de asombro al ver a la chica de cabello blanco tirada en el suelo boca abajo con su muñeca izquierda sangrando mientras en su otra mano sujetaba un collar manchado de sangre
Guardia: ¡No puede ser! - exclamó preocupado dejando caer sus armas
Temiendo por la vida de la prisionera se olvidó de sus órdenes de no acercarse a ella para luego sacar un manojo de llaves de su bolsillo para abrir rápidamente la puerta y dar un par de pasos hacia ella
Guardia: ¡¡Necesito ayuda aquí inmediatamente!! - gritó con todas sus fuerzas haciendo que el sonido de su voz generará un eco en los pasillos
Al no obtener respuesta se arrodilló en el suelo para luego tocar suavemente su hombro pero sin obtener ninguna reacción por parte de ella. Decidió comprobar si seguía respirando y una vez que confirmó que seguía con vida soltó un suspiró aliviado pero su preocupación permaneció al ver su muñeca ensangrentado
Guardia: Por los reyes...¿pero qué fue lo que te hiciste? - dijo mirando el rostro de la joven con lástima
Tomó su mano con delicadeza para revisar la gravedad de la herida pero se confundió al notar algo extraño. No había ningún corte en su muñeca, ni siquiera un rasguño, y esa sangre parecía estar manchada sobre la muñeca
Guardia: ¿Pero que...? - exclamó confundido apartándose rápidamente de ella
En un instante los ojos de la prisionera se abrieron al darse de cuenta de que su plan había funcionado. Se puso de pie rápidamente sin darle la oportunidad al guardia de hacer lo mismo para después patear su cabeza contra la celda haciendo que cayera al suelo adolorido pero afortunadamente seguía consciente
La joven de cabello blanco corrió hacia la salida para luego cerrar la puerta con seguro detrás de ella y retirar las llaves de la cerradura dejando atrapado al guardia, quién pudo ponerse de pie pesé al dolor
Guardia: ¡¡Abre la puerta!! - exigió moviendo los barrotes con mucha fuerza
°°°: Enserio lo lamento, pero no me quedaré a ser la prisionera de nadie...nunca más - dijo limpiando la sangre de su muñeca con su ropa desgastada para luego colocarse el collar en su cuello
Con un poco de fuerza arrancó un pedazo de tela para después envolverla en la palma de su mano derecha donde se podía apreciar una herida ligeramente grande pero no demasiado profunda. Su plan para hacerle pensar al guardia que se había cortado en una zona peligrosa había sido un éxito y ahora era el momento de largarse de ahí
Guardia: ¡¡Jamás lograrás salir de aquí!! - gritó frustrado golpeando su puño contra la puerta
°°°: Ya he escuchado eso antes - respondió con frialdad la peliblanca
Unos gritos resonaron en el fondo del pasillo provocando que la joven mirará en esa dirección viendo desde lo lejos como un grupo de guardias corrían hacia ella con intenciones de capturarla. Y sin perder un segundo más la chica de cabello blanco emprendió su huida por los oscuros pasillos de está prisión
Corría con todas sus fuerzas por los laberínticos pasillos sin poder encontrar una salida mientras que los guardias empezaban a cortarle el paso haciendo que tuviera que regresar por algunos caminos. Sabía que no podía hacer esto por siempre, no había comido ni descansado bien en días, sus fuerzas estaban por los suelos junto con sus esperanzas de poder escapar
Se recargo contra una pared para recuperar el aliento pero hizo lo posible por no hacer ningún sonido al escuchar a los guardias corriendo por un pasillo ubicado detrás de ella. Una vez que se fueron soltó un fuerte suspiró sintiendo sus piernas temblar por el cansancio al mismo tiempo que el sudor en su frente se deslizaba dentro de sus ojos provocando una leve irritación que le dificultaba la vista
Se limpio los ojos con su mano logrando recuperar un poco la visibilidad para después dar un par de pasos exhaustos pero se detuvo en seco al ver dos enormes puertas de acero con un poco de luz de la luna se filtraba por los orificios
°°°: ¡Una salida! - exclamó aliviada corriendo con sus pocas fuerzas hacía las puertas
Faltaba poco para llegar, estaba apunto de lograrlo pero desafortunadamente para ella un guardia apareció frente a ella pero éste no pareció darse cuenta de su presencia hasta que fue demasiado tarde. La joven se estrelló con fuerza contra él haciendo que ambos cayeran al suelo generándoles un poco de dolor
La primera en recuperarse fue ella, se tocó la cabeza por el fuerte impacto para luego darse cuenta de que estaba sobre él, mientras que el guardia aún continuaba sacudiendo su cabeza adolorida con los ojos cerrados pero éste rápidamente comenzó a abrirlos haciendo que la chica se alarme
Empezó a buscar una espada o una daga para poder defenderse pero dichas armas habían terminado muy lejos de ellos por el choque y no podía arriesgarse a ir por ellos con el guardia apunto de levantarse. Pero afortunadamente no todo estaba perdido, ya que observándose entre su cinturón la jovén pudo encontrar un lanzadardos para después tomarlo rápidamente y ponerse de pie
Guardia: ¡¡Oye, quieta ahí!! - gruñó tratando de ponerse de pié
Sin perder la oportunidad, la jovén sopló el extremo del arma logrando disparar un dardo que terminó en el cuello del guardia haciendo que éste se detuviera en seco e intentará quitarse el objetó punzante pero desafortunadamente para él su cuerpo dejó de responderle haciendo que cayera boca abajo frente a la chica
Corrió sobre el cuerpo inconsciente del guardia para finalmente llegar a la salida pero al intentar abrirla descubrió que estaba cerrada haciendo que soltará una maldición en voz alta. Hizo todo lo posible por intentar abrirla pero se detuvo al recordar que aún conservaba el manojo de llaves con las que encerró al otro guardia
Las sacó de sus prendas para después comenzar a utilizar cada una de ellas pero su frustración crecía al ver qué ninguna de las que estaba colocando era la correcta hasta que finalmente sólo quedó una llave. Sin demorarse más insertó la llave dentro de la cerradura para hacerla girar haciendo que el sonido del seguro retirándose se escuchará en todo el lugar
Empujó con todas sus fuerzas una de las puertas debido a su gran peso consiguiendo abrirla lo suficiente para que pudiera escapar. Sus ojos se enfocaron en el cielo repleto de estrellas y en el hermoso bosque haciendo que una sonrisa se dibuje en su rostro al haber logrado su libertad
Sin embargo ese sentimiento no duró mucho tiempo, ya que un guardia la atrapó del brazo para luego arrastrarla de vuelta al interior de la prisión y finalmente volver a cerrar las puertas provocando que la joven peliblanca gritara con todas sus fuerzas sintiéndose muy impotente y furiosa
Guardia: Está en graves problema - dijo sujetando su brazo con fuerza
La joven peliblanca tomó el lanzadardos para después dispararle uno directo en su barbilla haciéndolo caer para el gran asombro de sus compañeros
Guardia: ¡Ahora sí está graves proble...! - dijo otro antes de recibir un dardo en su nariz haciéndolo caer de lado
Guardia: ¡¡Ahora sí en serio está en graves proble...!! - dijo antes de recibir un dardo en su dedo terminando como los otros
Guardia: ¡Soy nuevo! - dijo el último luciendo mucho más joven y temeroso
La joven intentó disparar otro dardo pero bufó molesta al ver qué se le habían acabado y justo antes de que saliera huyendo fue abordada por el resto de los guardias, quienes la sujetaron con fuerza en el suelo para finalmente colocarle unas esposas
La pusieron de pié usando un poco más de fuerza al sentirla forcejear hasta que se resignó. Uno de los guardias se abrió paso entre sus compañeros quedando frente a frente con la peliblanca haciendo que ella lo reconociera al instante, era el guardia que había engañado para escapar
Guardia: Te dije que no saldrías de aquí - dijo con un tono firme - revísenla y quitenle todo lo que pueda usar para escapar otra vez
Rápidamente comenzaron a revisar en cualquier lugar de su ropa y sus botas donde pudiera esconder algo pero únicamente le arrebataron el lanzadardos junto con una pequeña daga oculta dentro de su bota derecha
Finalmente terminaron de revisarla pero antes de llevársela de vuelta a su celda el mismo guardia que la vigilaba se acercó a ella para después quitarle su collar con un fuerte tirón
°°°: ¡Hey! ¡Eso es mío, devuélvemelo! - exigió intentando alcanzarlo pero siendo sujetada por el resto de los guardias
Guardia: ¡Llevensela! - ordenó quitándose del camino permitiendo a sus compañeros arrastrar a la peliblanca por los oscuros pasillos
Mientras se alejaban la joven se giró para observar al hombre sujetar su objetó más preciado entre sus manos provocando que forcejee más pero sin conseguir nada al mismo tiempo que gritaba con ira y tristeza
Guardia: No puedo creer que casi se escapa, somos parte de los guerreros más experimentados en todo Furia y una niña pequeña nos burló a todos - dijo sintiéndose asombrado por las habilidades de la peliblanca para después mirar con detenimiento el collar que tenía grabado un símbolo que jamás había visto - ¿Quién eres y de dónde vienes, pequeña?
Sin tener nada más que hacer ahí todos decidieron volver a sus puestos mientras que algunos se llevaron a sus compañeros aún inconscientes a un lugar donde pudieran recuperarse hasta que se les pasara el efecto
Devuelta con la peliblanca, está fue arrojada al interior de su celda escuchando como la puerta se cerraba con fuerza detrás de ella. Inmediatamente se giró observando cómo los guardias que la escoltaron se colocaron frente a ella para mantenerla vigilada
°°°: ¡Déjenme ir ya! ¡Yo no hice nada malo, ¿por qué estoy aquí?! - exclamó enojada sujetando los barrotes con fuerza pero sin obtener respuesta de ellos - ¡Hey, les estoy hablando!
Pero ambos guerreros de Furia no se inmutaron por el tono de su voz, ahora su única prioridad era mantener a la prisionera en su celda hasta que Hipo y sus amigos regresarán al amanecer
La peliblanca se resignó para finalmente derrumbarse en la vieja cama de la celda sujetando con fuerza su rostro con sus manos en un intento por contener las lágrimas que amenazaban con caer
°°°: No puedo creer que esté pasando otra vez - murmuró con tristeza retirando sus manos permitiendo que un par de lágrimas bajarán por sus mejillas
Sin tener más opciones se quedó mirando el techo de la celda por un par de minutos hasta que el agotamiento la alcanzó haciendo que cayera en un profundo sueño
El sol comenzaba a salir haciendo que su luz iluminará a todo el pueblo al mismo tiempo que cada persona y dragón empezaban a salir de sus hogares listos para empezar este nuevo día
Narra: Hipo
Anoche fue un fiasco, todo había salido absolutamente terrible. Primero una chica extraña apareció, luego nos patea el trasero y lo peor, no pude decirle a Emma lo que sentía por ella. La oportunidad perfecta y la eché a perder
Si tan solo tuviera la misma suerte que Chimuelo, a él parece irle de maravilla con Fiona mientras que a mí aún me cuesta mostrarle a Emma cuánto significa para mí. Diablos, ésto de estar enamorado es más complicado de lo que creí
Decidí dejar eso para después y concentrarme en el asunto más importante de este momento, averiguar quién es esa chica y de dónde había salido. No dejaba de pensar en eso, deseaba respuestas
Lo que más me intrigaba de ella era su cabello tan llamativo, era único y admito que hermoso. Dudo mucho que alguien pueda olvidar haberla visto alguna vez en su vida. Y no se porque, pero ahora que lo pienso su aspecto me resulta muy...familiar, no solo por el hecho de que me recordaba mucho a Erika, había algo más, aunque no consigo saber que es
Fuí sacado de mis pensamientos al escuchar la voz de mi madre llamándome haciendo que regrese a la realidad. Nosotros 3 estábamos sentados en los sofás de la sala, y Chimuelo junto con Svart se mantenían cerca de nosotros muy atentos a nuestra conversación mientras que Ikaros descansaba en su jaula
Antíope: Hipo, ¿Estás bien? - preguntó mirándome con preocupación estando sentada delante de mí - pareces distraído
Hipo: Lo siento mucho, me distraje por un momento - respondí sacudiendo la cabeza - ¿Que decían?
Arin: Es sobre esa chica que nos mencionaste, ¿Cómo dices que llegó aquí? - preguntó con su sobre su barbilla
Hipo: No estamos del todo seguros, vimos un bote en la playa junto con un rastro de huellas, las seguimos hasta perderlas y decidimos separarnos - explique recordando los eventos de anoche - nos tomó mucho tiempo hasta que apareció atacandonos uno por uno pero afortunadamente pudimos capturarla
Antíope: ¿Pero cómo es posible? Incluso sin la niebla y los dragones acuáticos rodeando el archipiélago no hay forma de que pudiera haber pasado los arrecifes sin haber muerto - dije con un semblante serio
Arin: Sin duda venía a bordo de ese barco, debió escapar antes de hundirse - agregó con una expresión pensativa
Hipo: Eso mismo pensamos nosotros pero ella no parecía querer matarnos, parecía más centrada en alejarse de nosotros - dije mirando a ambos mientras tenía mis manos juntas - ¿Y si no es una pirata? Tal vez nos equivocamos con ella
Arin: No lo sabremos hasta preguntárselo - dijo poniéndose de pié - debemos interrogarla para estar seguros de que no es una espía de Drago o algún mercenario
Antíope: Entonces vayamos ahora mismo - dijo poniéndose de pié al igual que él para después mirarme con una sonrisa - vamos Hipo, estoy segura de que también tienes preguntas que hacerle
Hipo: Si, ya voy - dije levantándome rápidamente para luego dirigirme a la salida con ellos
Ellos se montaron en Svart y despegaron en el aire al ver qué yo ya estaba sobre Chimuelo pero antes de despegar mi mente volvió a divagar hacía esa chica. No podía evitarlo, como herrero siempre prestó atención a los detalles y los llevo en mis recuerdos después de tanto tiempo. Y sin importar cuánto lo intente no consigo sacarla de mí cabeza, cómo si inconscientemente mi memoria me estuviera tratando de hacer recordar algo
De repente sentí un fuerte tambaleó que me hizo aferrarme con fuerza a mí silla. Al mirar hacia adelante vi a Chimuelo mirándome con preocupación, parece que llevaba rato tratando de llamar mi atención
Hipo: Perdoname amigo, no quise preocuparte, es solo que no se que me está pasando hoy pero creo tengo un extraño presentimiento - dije acariciando su cabeza recibiendo un gemido de esté - algo me dice que hay algo más en esa chica de lo que aparenta
Inmediatamente ajusté la cola de Chimuelo y con fuerte aleteo de su parte ambos despegamos en el cielo en dirección a las celdas. Después de unos minutos alcanzamos a mis padres y luego de otro rato finalmente llegamos a las celdas donde me sorprendí de encontrar a mis amigos junto con sus dragones
Al aterrizar mi vista se centro en Emma para después apresurarme hacía ella mientras que mi mejor amigo saludo a la Furia Luminosa
Hipo: ¿Qué están haciendo aquí? - pregunté confundido
Emma: No creíste que te íbamos a dejar toda la diversión, ¿verdad? - dijo mirándome con una sonrisa burlona
Hipo: Claro que no, debí imaginar que llegarían antes que yo - respondí con felicidad
Arin: Me alegra mucho que todos estén aquí, las acciones de todos una vez más me llenan de orgullo - dijo mirándonos a todos con una sonrisa haciéndome sentir muy feliz
Egil: Buenos días, jefes - dijo haciendo una leve reverencia al igual que Hans y Sigrid
Antíope: Que gusto verlos a todos, pequeños - dijo con una sonrisa generosa
Sigurd: Viejo, la reina es muy hermosa e imponente, ¿No lo crees? - susurró a su Niels haciéndome negar mi cabeza con una sonrisa
Antíope: Y también tengo un excelente oído, joven Styrbjörnsson - respondió mirándolo con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos
Lo ví quedarse en shock al escuchar a mi madre hablarle haciendo que se empezará a esconder detrás de Blue discretamente sacándonos una risa a todos
Arin: Muy bien, ahora vayamos con esa chica de la que tanto nos han hablado - dijo caminando hacia la entrada siendo saludado respetuosamente por los guardias
Sin embargo, mi madre se quedó quieta mirándonos a Emma y a mí haciéndonos sentir algo incómodos
Hipo: ¿Ocurre algo, mamá? - pregunté sintiéndome muy pequeño ante su mirada
Su vista se volvió a centrar en Emma para después girarse hacía a mí dándome una mirada extraña acompañada de una sonrisa burlona
Antíope: Ella me agrada - dijo dándose la vuelta para alcanzar a mi padre
Hipo: Eh...bueno...eso fue...ella solo estaba...ya sabes - tartamudee sintiéndome muy avergonzando por eso
Emma: Si, claro...no te...preocupes - dijo riéndose colocándose un mechón de su cabello detrás de su oreja
Los demás se adelantaron mientras que nosotros seguíamos aún nerviosos hasta que reaccionamos al darnos cuenta de que éramos los últimos. Inmediatamente nos apresuramos adentro pero me detuve en las escaleras para decirle a Chimuelo que me esperara aquí pero eso no fue necesario, ya que él juntó con los demás dragones empezaron a jugar con una oveja en el césped viéndose muy feliz mientras que la pobre oveja estaba paralizada de miedo pero estaba seguro de que no se la comerían, bueno...eso creo
Emma y yo caminamos rápidamente para después colocarnos adelante quedando detrás de mis padres. Caminamos por un largo pasillo y luego tomamos otro par de rutas haciendo que algunos de mis amigos se sintieran algo desorientados
Finalmente llegamos a la celda en donde se encontraba esa chica peliblanca. Ahora mismo se encontraba sentada en la esquina de la celda abrazando sus piernas mientras su rostro estaba enterrada en estas pero aún podía verse claramente ese color tan peculiar de cabello haciendo que por un momento mi mente vuelva a divagar pero afortunadamente pude recuperarme
Guardia: Mis reyes, les damos la bienvenida - dijo un hombre usando un atuendo muy parecido al de mi madre, sin duda era griego
Arin: Se lo agradezco, dígame, ¿Hubo algún inconveniente con la prisionera? - preguntó con sus manos en la espalda
Guardia: ¡Anoche casi se escapa y puso a dormir a varios de mis hombres! - exclamó frustrado mirando a la chica encerrada
Ante esa respuesta mis amigos y yo nos sentimos asombrados, por lo poco que sabía de este lugar nadie había logrado escapar o si quiera acercarse tanto a la salida
Hipo: ¡¿Cómo pudo salirse?! Les dije que era peligroso acercarse a ella - dije con un semblante serio
Guardia: Me engañó, me hizo creer que se había herido de gravedad pero solo fue una distracción para escapar y por poco lo consigue - respondió desviando la mirada con enojo
Emma: ¡¿Qué?! ¡¿Con que pudo haberse lastimado para hacer eso?! - exclamó luciendo muy sorprendida
Guardia: Con ésto - respondió extendiendo un collar hacía nosotros ganándose la atención de todos
Repentinamente escuché unos pasos acercándose y cuando me giré me encontré cara a cara con la peliblanca sujetando los barrotes con fuerza haciéndome saltar hacia atrás a mi y a mis amigos
°°°: ¡¡Denme mi collar!! - gritó apretando con fuerza los barrotes - ¡¡Ahora!!
Guardia: ¡Silencio! - ordenó firmemente haciendo gritar de frustración a la peliblanca - ha estado así desde que despertó pero afortunadamente ya no puede hacerse más daño
Mientras él hablaba mis ojos estaban fijos en ese collar que no paraba de girar en la mano del guardia al mismo tiempo que todo parecía volverse más lento a medida que me perdía una vez más en mis pensamientos
Hipo: Ese símbolo...lo he visto en alguna parte...- pensé entrecerrando mis ojos hacía el collar
Arin: Si no te molesta quisiéramos hacerte un par de preguntas - dijo dando un paso hacia adelante al igual que mi madre
°°°: No tengo nada que decir - siseo sin inmutarse por la presencia de ambos
Antíope: Por supuesto que sí, arribaste en un barco repleto de piratas, pusiste en peligro nuestro hogar, lastimaste a muchos miembros de nuestro pueblo junto con sus dragones, y lo peor de todo...- dijo con una voz amenazante dando otro paso hacia adelante -...amenazaste la vida de nuestro hijo, considerate afortunada de estar en una celda y no en un nido de Susurros Mortales
Ante las palabras de mi madre la chica de cabello blanco retrocedió con un leve rastro de temor en su expresión indiferente pero rápidamente se recompuso
Arin: ¿Quién eres tú y de dónde vienes? - preguntó con cortesía
°°°: Eso no les incumbe - gruñó desviando la mirada con firmeza
Antíope: Entonces, ¿Porque venías a bordo de un barco pirata? - preguntó cruzándose de brazos
°°°: Eso tampoco les incumbe - respondió fríamente la peliblanca
Arin: ¿Al menos puedes decirnos tu nombre? - preguntó mi padre esperando aunque sea una respuesta pero sin obtener suerte
Continuaron haciéndole preguntas pero claramente ella no se veía muy cómoda con ésto haciendo que se aleje de nosotros. Trate de ver las cosas a su manera, estaba en una isla repleta de extraños que montan dragones y ahora está en una celda, era fácil entender el por qué desconfiaba tanto de nosotros
De cierta forma me recordó a mi cuando llegue a Furia, a pesar de lo cautivado que estuve por el pueblo en mi corazón aún sentía inseguridad, dudas y temor hasta que mis padres y mis amigos nos ayudaron a mí y a Chimuelo a sentirnos en un entorno lleno de amor y confianza, como estar en casa
Pero sea quién sea está chica estaba tan cerrada y temerosa por todo lo que ahora la rodeaba, y por la forma en cómo se abrazaba a sí misma con la cabeza baja era una clara señal de su inseguridad
Debía hacer algo. No solo porque era necesario obtener algunas respuestas a todas mis dudas sobre ella, sino porque eso era lo correcto
Caminé hacia la celda colocándome entré mis padres logrando captar la atención de todos los presentes
Emma: Hipo, ¿Qué pasa? - preguntó acercándose un poco a mí con preocupación
Hipo: Abran la puerta, quiero hablar con ella - dije mirando al guardia, el cuál se sorprendió por mis palabras al igual que todos
Niels: Con todo respeto hermano, no creo que eso sea una buena idea - dijo estando de pie juntó a los demás
Hipo: Lo se, pero es algo que tengo que hacer - respondí mirándolos con determinación
Emma: ¿Por qué? No es necesario que te pongas en peligro - exclamó temerosa colocando su mano en mi hombro
Coloqué mi mano sobre la suya para después sonreírle con seguridad haciendo que su preocupación disminuyera un poco y bajará retirará su mano de mi hombro pero aún seguimos tomados de la mano. Luego miré a mi padre a los ojos sin soltar a Emma logrando captar su atención
Hipo: El día en que desperté aquí me sentía como un completo extraño, era un forastero en una tierra que no conocía, solo en compañía de mi amigo, estábamos abandonados...exiliados y sin saber cómo sería nuestra nueva vida aquí - dije con una expresión tranquila - hasta que ustedes nos acogieron, me enseñaron que Furia es un refugio para aquellos que lo han perdido todo en su tierra natal y buscan una vida pacífica, todos me guiaron por el camino correcto y ahora yo quiero hacer lo mismo por ella
Mis padres me observaron por un momento sin saber que decir hasta que me regalaron una cálida sonrisa al mismo tiempo que Emma apretó ligeramente su agarre en mi mano haciéndome girar la cabeza para ver a todos mis amigos mirándome con orgullo
Arin: Muy bien hijo - dijo asintiendo con la cabeza para después mirar al guardia y ordenarle que abriera la puerta
Lentamente solté la mano de Emma para luego ingresar al interior de la celda y escuchar cómo se cerró detrás de mí mientras que la peliblanca estaba de espaldas pero inmediatamente se giró con una mirada fría y penetrante
°°°: Tú...- siseó apretando sus puños de forma amenazante
Hipo: Empecemos de nuevo, ¿de acuerdo? - dije dando un paso hacía adelante y extender mi mano - mi nombre es Hipo Abadejo lll, soy el hijo adoptivo de los jefes de éste pueblo y un jinete de dragón, es un placer conocerte
Por alguna razón esperaba que ella reconociera mí nombre pero en cambió solo observó mi mano con desconfianza por un breve instante para luego regresar su mirada hacia mí haciéndome sentir un poco nervioso
°°°: Todo ésto es su culpa, después de mucho tiempo finalmente era libre y ustedes me encerraron aquí - gruñó mirándome con odio
Hipo: Lamento mucho eso pero recuerda que fuiste tu la que nos atacó primero - dije con seriedad retirando mi mano
°°°: ¡Estaba asustada y no sabía dónde estaba! - exclamó a la defensiva
Hipo: Está bien, está bien, eso ya no importa - respondí tratando de calmarla - nadie te hará daño, contraría a la idea que debes tener de nosotros, los Furianos somos un pueblo que solo quiere la paz
°°°: ¿Paz? Ustedes montan bestias voladoras que escupen fuego, se hacen llamar "Furianos" y me encierran en esta maldita celda, ¿dónde encuentras la paz en eso? - dijo con severidad mirándonos a todos
Hipo: Es algo más complicado de lo que parece pero no es la verdad, y si no me crees déjame mostrártelo y tal vez podamos ayudarnos mutuamente - dije dando un paso hacia adelante
°°°: ¿Y si me rehúso? - preguntó entrecerrando sus ojos con desconfianza
Hipo: De todas formas trataremos de ayudarte a volver a casa - respondí con una sonrisa amable
Su expresión fría cambió repentinamente a una de tristeza mientras se abrazaba a sí misma con la mirada en el suelo haciéndome sentir confundido
°°°: Mi hogar ya no existe...al igual que mi familia - dijo con un semblante muy triste
La culpa me inundó al ver su expresión reflejando todo el dolor y sufrimiento por el que había pasado. Al mismo tiempo que escuchaba a los demás murmurando detrás de mí igual de atónitos
Hipo: Lo lamento mucho, no quería...- dije con empatía intentando acercarme a ella pero rápidamente se alejó dando un paso hacia atrás
°°°: Olvídalo, no debí decirlo - dijo desviando la mirada recuperando su semblante frío pero pude ver sus ojos rojos luchando por no llorar
Hipo: De acuerdo...- respondí no presionando más el tema
°°°: Si de verdad quieres ayudarme solo déjame ir, he vivido mucho tiempo oprimida pero eso se terminó - dijo bajando sus manos para después mirarme con determinación - quiero navegar a la tierra más lejana que encuentre para iniciar una nueva vida, quiero sentirme viva una vez más, quiero ser...libre
Sus palabras me conmovieron cómo pocos lo han hecho, su deseo de vivir como ella lo deseé y encontrar su libertad era algo con lo que podía identificarme
Hipo: Te ayudaremos con eso pero antes debes ayudarnos primero a decirnos todo sobre ti - dije con delicadeza intentando no parecer grosero
Ella me miró por unos segundos para después avanzar hacía mi hasta quedar a pocos centímetros de distancia. Trague saliva debido a la incomodidad de su cercanía pero eso se desvaneció al verla extender su mano hacia mi. La observé por unos segundos hasta que finalmente la estreche con mucho alivio
°°°: Lo único que debes saber sobre mí es esto...- dijo con frialdad apretando su agarré en mi mano poniéndome alerta -... nadie me impedirá irme de está isla
Antes de que pudiera reaccionar, ella me tiró del brazo con fuerza hacia su dirección, me hizo girar y me colocó frente a todos. Luego, me quitó la daga del cinturón y me la puso en mi garganta poniendo en alerta a todos
Emma: ¡Suéltalo! - grito alterada tomando su arco y flecha
Egil: ¡Ahora! - grito tomando sus hachas al igual que él resto
Arin/Antíope: ¡Hipo! - exclamaron preocupados para después abrir la puerta rápidamente
Rápidamente los guardias arribaron al lugar listos para rescatarme pero antes de que pudieran entrar la peliblanca acercó más la daga a mí cuello
°°°: ¡No se muevan! - amenazó presionando el cuchillo contra mí deteniendo sus movimientos - ¡Realmente no quiero herir a nadie pero no pasaré un solo minuto más en este lugar, así que haré lo que tenga que hacer!
Emma: ¡Si te atreves a hacerle algo...! - siseó tensando más su arco con ira en su rostro
La peliblanca acercó aún más mi daga pero en su agarre fuerte sentí sus dedos temblar. Ella en verdad no iba a lastimarme pero debía aparentar que sí para escapar y sabía que sí ésto se ponía peor alguien acabaría muerto, no importa si amenazaba mi vida, no podía permitir que eso pasara
Hipo: Bajen las armas - pedí moviendo mi mano lentamente
Emma: ¡Pero Hipo...! - exclamó mirándome con ojos suplicantes
Hipo: Confíen en mí - dije con mucha tranquilidad
Sin despegar la vista de la peliblanca, uno por uno bajaron sus armas al mismo tiempo que ambos caminábamos a la salida haciendo a todos retroceder
Una vez afuera, la peliblanca tomó las llaves de la cerradura y caminó hacia atrás conmigo aún bajo su firme agarre
°°°: Mi collar, lo quiero devuelta - dijo con firmeza extendiendo su mano hacia él guardia
El mencionado miró a sus jefes esperando recibir órdenes. Cuando ambos le exigieron darle lo que quería, tomó el collar en su mano y lanzo hacia ella
La peliblanca lo atrapó con facilidad para después seguir retrocediendo siendo seguidos lentamente por todos
°°°: Anoche pude memorizar el camino a la salida, no quiero que nadie nos siga - dijo acercando más la daga a mí haciéndome sentir incómodo
Hipo: Escucha por favor, nuestras intenciones no son...- dije antes de ser silenciado por la punta afilada de mi daga en mi cuello
°°°: Me importa una mierda sus intenciones - siseó fríamente hablándome en el oído
Seguimos caminando hacia la salida aún siendo seguidos por mis amigos y los guardias hasta que finalmente la puerta estaba a la vista. Parecía que estaba por obtener lo que quería, de no ser porque una rata que pasó corriendo sobre su pie la distrajo dándole el momento justo a Emma para disparar
Emma: ¡¡Cúbrete Hipo!! - gritó levantando su arco para apuntarle a la peliblanca
Con un fuerte empujón me libere de su agarre para rápidamente agacharme permitiendo que Emma lanzará su flecha pero desafortunadamente la peliblanca la esquivó ágilmente moviéndose hacía la derecha estrellándose contra la pared. Se logró recomponer y luego lanzó el cuchillo hacía mis amigos poniéndome en alerta pero mi padre lo detuvo fácilmente con su mano antes de que pudiera llegar a su objetivo
Al verse superada la peliblanca huyó del lugar siendo perseguida por los guardias mientras que los demás se acercaron a mí
Arin: Hipo, ¿Te encuentras bien? - dijo con preocupación al igual que mi madre
Hipo: Si, lo estoy - respondí tocando mi cuello sintiendo una leve cortada
Niels: ¡Te dije que no era buena idea! - exclamó irritado mi amigo
Emma: ¡Cuiden a Hipo, el resto iremos tras ella! - grito corriendo en la dirección por dónde la peliblanca huyó siendo seguida por los demás
Arin: ¿Seguro que estás bien? - preguntó mirándome con preocupación
Antes de que respondiera mi vista se centró en un objeto pequeño tirado en el suelo. Acercándome un poco más pude encontrar el collar de la peliblanca. Lo levanté para después mirarlo detenidamente, ahora que lo tenía de cerca podía ver una especie de escudo o bandera de algún pueblo lejano
Volví a sumirme en mis pensamientos. Ya había visto este escudo antes pero aún me cuesta trabajo recordar dónde fue. Aún necesitaba una pista para descubrirlo, solo así obtendremos respuestas
Antíope: Debió habérsele caído cuando Emma le disparó - dijo observando el objeto con curiosidad - ¿Ya lo habías visto antes?
Quería responderle pero mis labios no se movían. En este momento mi concentración estaba absolutamente en este collar. Lo mire más de cerca notando un pequeño seguro en la parte superior. Mis dedos se acercaron a éste para lentamente retirarlo haciendo que el collar se abriera revelando algo que me dejó en completo shock
Era una imagen de una familia conformada por un padre, una madre y dos hijas, pero una de ellas destacaba más que la otra por el color blanco de su cabello
Hipo: No...no puede ser...- murmuré sin palabras mirando el interior del collar
Arin: ¿Qué pasa, hijo? - preguntó tocando mi hombro haciendo que los miré a ambos con la misma expresión
Hipo: Ya se quién es ella...- respondí haciendo que ambos me miren con sorpresa y confusión - debemos encontrarla...debemos ayudarla
Antíope: ¿Ayudarla? Pero ella trató de herirte - dijo confundida
Hipo: Eso no importa más, deben confiar en mí - dije mirándolos con súplica - nosotros ayudamos a quien lo necesite y ahora mismo ella nos necesita
Se miraron el uno al otro por un momento antes de asentir con la cabeza para luego mirarme con determinación. Sin perder un solo segundo abandonamos este lugar para alcanzar a los demás
Mientras corríamos mi mente divagaba en recuerdos del pasado. Finalmente todo estaba regresando, cada detalle. Pero incluso ahora no lo podía creer
Hipo: No puedo creer que seas tú...pensé que nunca te volvería a ver - pensé con seriedad sin parar de correr
Narra: El autor
La chica de cabello blanco salió rápidamente empujando la puerta con sus manos poniendo en alerta a los dragones que estaban descansando afuera
Al ver a la persona que había atacado a sus jinetes, los dragones se pusieron de pié listos para lanzarse contra ella mientras que la joven miraba a su alrededor buscando una ruta de escape
Encontró una cerca de ella que terminaba en las profundidades del bosque, pero no podría pasar a los dragones tan fácilmente, por lo que optó por buscar una forma de distraerlos. Al ver a la misma oveja con la que los dragones estaban jugando ideó un plan para atraer su atención
Relámpago y Blue fueron los primeros en disparar. La onda explosiva entre ambos ataques levantó una cortina de polvo haciendo que la chica se perdiera de vista por un momento hasta que repentinamente apareció corriendo con su cabeza cubierta por su prenda más grande
Braan detuvo su camino con su cola haciéndola caer y rodar en el césped. Y antes de que pudiera ponerse de pie Furtivo apareció colocando su pata sobre su cabeza para después abrir su boca listo para acabar con ella pero se detuvo al escuchar a Chimuelo rugirle en señal de detenerse
El Arena Fantasmal se apartó del caminó permitiendo que Chimuelo y Fiona se acercarán a la joven. Pero algo extraño estaba pasando, se veía más pequeña de lo que recordaban, se agitaba salvajemente y hacía un ruido que les resultaba muy familiar
Retiraron la prenda de encima con sus garras y se sorprendieron al encontrar a la oveja muerta de miedo mientras se retorcía en el suelo y se alejaba rápidamente
Los dragones estaban perplejos sin saber bien que acababa de pasar pero volvieron en sí al ver a la peliblanca huir del sitio en dirección al bosque haciendo que soltaran un rugido amenazante poniendo en alerta a la joven
Su plan de usar a la oveja como distracción fue todo un éxito pero ahora faltaba la parte difícil, escapar de esta isla
Los jinetes aparecieron en el lugar justo a tiempo para ver a la chica ingresar al bosque haciendo que se suban a sus dragones, con la excepción de Chimuelo y Svart, ya que sus jinetes aún no llegaban
Todos los amigos de Hipo subieron a sus dragones y emprendieron vuelo rápidamente. Al volar sobre los árboles pudieron verla corriendo colina abajo pero está al ver qué la estaban siguiendo cambió de dirección
Los dragones dispararon hacia ella haciendo que perdiera el equilibrio por la explosión y cayera cuesta abajo. Al detenerse se tomó un momento para recuperarse y ver cómo los jinetes se acercaban
Se puso de pie y al ver una zona repleta de grandes árboles se apresuró a ingresar ahí para perderlos
Hans: ¡Si entrá ahí será difícil encontrarla! - dijo volando junto Egil
Niels: ¡Debemos bajar y enfrentarla! - sugirió en el fondo deseando su revancha contra ella
Emma: ¡No, mantendremos nuestra ventaja en el aire hasta el momento oportuno! - ordenó mirando a todos - está vez no nos tomara por sorpresa
Todos estuvieron de acuerdo con su orden y volvieron a volar sobre los árboles pero les resultaba difícil verla hasta que Sigrid la encontró huyendo en otra dirección. Inmediatamente los dragones cambiaron de rumbo para después disparar una serie de ataques que atravesaron por completo los árboles y los hicieron caer pero afortunadamente la peliblanca tuvo que frenarse al ver qué su camino fue bloqueado por un tronco envuelto en llamas
Se giro para encontrarse nuevamente a los jinetes descendiendo en su dirección al mismo tiempo que la Furia Luminosa soltaba un agudo sonido que se volvía más fuerte a medida que se acercaba
Quitándose del camino, la peliblanca se salvó del disparo de plasma de Fiona que hizo pedazos el tronco mientras que la jovén miro esto con asombró y temor para después salir huyendo
°°°: ¡¡Déjenme en paz!! - grito alterada mirándolos por encima de su hombro mientras corría
Emma: ¡A ella! - ordenó a todos con severidad
La peliblanca centro su vista devuelta en el camino al mismo tiempo que se le acababa el aire y las opciones
Devuelta con Hipo
El castaño salió de las celdas encontrándose a Chimuelo muy alterado exigiéndole que subiera a su silla rápido para alcanzar a los demás
Hipo: ¡Vamos amigo! ¡Necesito tu máxima velocidad! - dijo colocándose su equipo rápidamente recibiendo un asentimiento de su dragón
Arin: Busquemos a esa chica - dijo subiéndose en Svart al igual que su esposa
Los 5 dejaron el lugar a una increíble velocidad en dirección a la nube de humo que se veía a lo lejos
Narra: Hipo
¡Es ella! ¡Tiene que ser ella! ¡Sabía que me parecía conocida, pero no pude recordarla porque la última vez que la vi tenía 7 años!
Y aunque solo la ví una vez, jamás olvidaré esa noche. El día en que ella llegó a Berk
Mis recuerdos empezaban a regresar a mi. Eran tan claros ahora. Recordaba cada detalle de esa noche pero aún me faltaba lo más importante: Su nombre
Mientras volabamos murmuraba en voz alta diferentes nombres en un intento por recordar el de ella haciendo que mis padres notarán mi extraño comportamiento
Arin: Hipo, ¿que estás diciendo? - preguntó intrigado
Hipo: Su nombre, trato de recordarlo...- dije en voz baja sin mirarlos
Antíope: ¿Su nombre? ¿Tú...la conoces? - preguntó con un poco de sorpresa pero sin recibir respuesta - Hipo, ¿me estás escuchando?
Hipo: ¡Por todos los dioses, se que lo recuerdo! - grite cerrando mis ojos hasta que algo hizo click en mi mente, finalmente lo que tanto había buscando lo había encontrado totalmente empolvado en las profundidades de mis recuerdos - ya lo tengo...tengo el nombre de ella
Arin: ¿Y cuál es? - preguntó mirándome atentamente
Hipo: Su nombre es...- dije antes de detenerme en seco por lo que paso frente a nosotros
Una fuerte explosión nos hizo detenernos en el aire mientras veíamos a mis amigos en el suelo sobre sus dragones disparando hacía una parte del bosque. Mirando más de cerca pude ver por un breve momento a la peliblanca
Sin perder un segundo ajuste la cola de Chimuelo y ambos descendimos frente a nuestros amigos mientras que mis padres lo hicieron detrás de ellos
Hipo: ¡¡Alto el fuego!! ¡¡Detenganse ya!! - grité alzando las manos haciendo que todos se detuvieran
Emma: ¿Hipo? ¿Que estás haciendo?- exclamó confundida
Hipo: ¡¿Qué estoy haciendo?! ¡¿Que están haciendo ustedes?! ¡Se supone que la capturarian pero parece que tratan de matarla! - grite mirándolos con desaprobación haciendo que algunos desviaran la mirada avergonzandos
Emma: ¡No tratábamos de matarla! ¡ La estábamos dirigiendo a la playa donde no tendría lugar para esconderse! - replicó señalando el lugar con su dedo
Es cierto, miré en su dirección y pude ver un poco del océano junto con el gran espacio abierto. Su idea era muy astuta pero ahora debía ponerle un alto a ésto
Hipo: Ya no la ataquen, no es una enemiga - dije mirándolos a todos dejándolos confundidos
Emma: ¿A qué te refieres con eso, Hipo? - preguntó mirándome sin entender lo que trataba de decir
Hipo: Les explicaré pero deben dejarme manejar esto - respondí bajando de Chimuelo - hablaré con ella
Sigurd: Amigo, ¿te golpeaste duro en la cabeza o que? Esa chica casi te mata, ¡dos veces! - exclamó estupefacto - ¡hasta yo sé que eso es una locura!
Egil: ¿Porque crees que ella siquiera querrá escucharte? - dijo mi amigo herrero - ya viste lo que pasó la última vez
Hans: Eso sin mencionar que está fuera de control, es un peligro para todos y para si misma - analizó siendo apoyado por Relámpago
Emma: Como dijiste, somos un pueblo dispuesto a darle la bienvenida a todos sin importar de dónde vengan, pero está muy claro que ella no quiere estar aquí, lo mejor será capturarla y llevarla fuera de nuestro archipiélago - dijo mirándome con suplicante con sus hermosos ojos
Hipo: Lo se, y tal vez sea lo mejor para todos pero deben creerme, yo la conozco, es una...vieja amiga - respondí dejando en shock a todos - si ésto no funciona usaremos el plan de Emma, si no es feliz aquí entonces debemos asegurarnos de que encuentre la felicidad en otra parte
Todos, incluyendo a Chimuelo, se miraron los unos a los otros analizando detenidamente mis palabras hasta que la chica de la que estaba enamorado hablo:
Emma: Está bien Hipo, lo haremos a tu manera, ¡pero si ella vuelve a ponerte sus sucias manos encima la voy a...! - dijo con firmeza recibiendo miradas de asombro de todos, hasta de mis padres
Hipo: Lo se, lo se...todo estará bien - respondí un poco nervioso por su actitud, ver ese lado sobreprotectora de ella me enviaba un escalofrío por mi espalda
Me giré sobre mis pies en dirección a donde la peliblanca se ocultaba pero me detuve al escuchar una rama crujir al mismo tiempo que me encontré en el centro de un pequeño espació abierto rodeado de césped y árboles
Hipo: Chimuelo, espera aquí en posición defensiva - dije mirando a mi amigo con seriedad recibiendo un asentimiento de él al mismo tiempo que preparo su disparo de plasma en caso de emergencia
Volví a avanzar escuchando cómo el viento arrastraba un par de hojas y la copa de los árboles se movía de un lado a otro hasta que me detuve al escuchar un par de pasos cerca de mí pero decidí no voltear
Hipo: Soy yo de nuevo, no queremos hacerte daño - dije mirando hacía arriba
°°°: ¡Ya deja de decir eso! - grito oculta haciendo que su voz creará un eco en el lugar - ¡Después de lo que hice se que van a querer matarme!
Hipo: Nadie te pondrá un dedo encima, te doy mi palabra, puedes confiar en mí - dije tocando mi pecho con la palma de mi mano
°°°: ¡¿Porque debería confiar en ti?! ¡Yo no te conozco y tú no me conoces! - grito con las fuerzas haciendo que los Terrores Terribles huyeran del lugar
Hipo: En eso te equivocas...si nos conocemos - respondí mirando a mi alrededor
°°°: ¿Qué? ¿De que demonios estás hablando? - exclamó molesta - ¡Nunca te había visto en mi vida!
Hipo: Si lo hiciste, éramos muy pequeños cuando nos vimos por primera vez en mi vieja isla - respondí recordando dichos eventos - yo tenía siete años y tú ocho, nos conocimos en una reunión cuando tú familia vino a Berk, ¿no lo recuerdas?
Escuché más pasos acercándose hasta que se detuvieron detrás de mí. Levanté la mirada con tranquilidad encontrandola de pie sobre una roca mientras que ella solo me observaba con una pizca de asombro y confusión
Hipo: ¿No recuerdas...esa noche en la playa? - pregunté sin apartar la vista
Se mostró muy sorprendida por lo que dije, parece que sabía exactamente de lo que estaba hablando. Se tomó un momento para recomponerse y mirarme con atención
°°°: ¿Cómo...cómo es qué sabes eso? ¿Y cómo es que sabes de mí familia? - murmuró viéndose muy impactada
Ante sus preguntas dibuje una sonrisa nostálgica para después mirar a los demás, quienes estaban escuchando atentamente mis palabras. Tomando una larga respiración decidí finalmente revelar la verdad
Hipo: Te lo diré - dije con un semblante serio
Flashback
Isla de Berk: Hace 8 años
El frío viento soplaba con fuerza en los muelles del pueblo mientras yo me encontraba de pie juntó a mi padre llevando puesto un abrigo.
Nosotros junto con Bocón y algunos miembros de la aldea mirábamos el océano esperando a que algo pasara pero en ese momento yo no tenía idea de que era
Hipo: Papa, ¿qué estamos haciendo aquí? - pregunté mirándolo con confusión
Estoico: Pronto llegarán unos invitados muy especiales y debemos darles una cálida bienvenida - respondió sin apartar la vista
Hipo: Pero está haciendo mucho frío - respondí sin entender eso último
Bocón: Se refiere a que seamos lo más corteses que podamos - aclaró tocando mi hombro con suavidad
Asentí con la cabeza ante su explicación. De pronto un miembro de la aldea alertó a todos de que un barco se acercaba. Conforme más se acercaba pude distinguir un barco muy grande con una bandera que portaba un escudo muy llamativo y elegante
Una vez que se detuvieron, anclaron el barco y unos minutos después los invitados bajaron. Se trataba de un hombre usando un traje muy elegante acompañado de su esposa sosteniendo la mano de una niña pequeña de cabello rojizo, por último bajo una niña de cabello blanco para luego colocarse junto a su padre
Estoico: Sean bienvenidos a Berk, rey Agnar y reina Idun - dijo acercándose a ellos con una sonrisa gentil - es un placer tenerlos aquí
Agnar: El placer es todo nuestro, jefe Estoico - dijo estrechando su mano con respeto - estamos ansiosos de poder formar un tratado con su pueblo
Estoico: Al igual que nosotros, viejo amigo - respondió asintiendo con la cabeza para después hacernos a un lado permitiéndoles pasar - adelante, siéntase como en su casa
Idun: Se lo agradecemos, jefe Estoico - respondió la reina sin soltar a su hija menor
Los invitados fueron guiados por Bocón mientras que yo me limité a mirarlos. Pero de repente, mis ojos se centraron en la chica de cabello blanco, la cuál al verme desvío la mirada hacia el suelo
La observé caminar con curiosidad por unos instantes antes de que mi padre me indicará que los siguiéramos. Las horas pasaron y la noche había caído. Todos nos estábamos dentro del Gran Salón disfrutando de un banquete mientras que mi padre y el rey Agnar firmaban el tratado entre Berk y el reino de Arendalle
Una vez que fue oficial se dedicaron a festejar y a degustar de los platillos. Mientras tanto, yo observaba todo desde la distancia con un platillo de comida frente de mí, aunque no tenía mucho apetito decidí darle un par de mordiscos antes de dejarlo
A lo lejos pude distinguir a Astrid sentada en una mesa con los demás chicos. Ella se giró un momento para verme e inmediatamente la saludé con la mano, pero ella simplemente desvió la mirada para después seguir charlando con sus amigos
Baje mi mano sintiéndome miserable al mismo tiempo que Patán y los gemelos se burlaban de mí desde su mesa. Decidí desviar la mirada lejos de la mesa y tratar de olvidarlo, como siempre lo hacía
Miré a mi alrededor intentando distraerme con algo pero nada funcionaba. Mi padre estaba con los reyes y no me ponía atención, aunque eso no era novedad, los únicos amigos que tenía ahora me tratan cómo basura y nadie aquí parece siquiera notar que existo
Me levanté de la mesa y salí rápidamente de ahí. Todo el pueblo estaba vacío y oscuro, ya que todos estaban dentro disfrutando del festín. Bajé las escaleras y caminé lejos de ahí en dirección a la playa, el sonido de las olas y el olor del agua salada me relajaba siempre en mis momentos más tristes
Pero cuando llegue me lleve una sorpresa al encontrarme con esa chica peliblanca sentada en la arena con la mirada perdida en el océano. Pareció no darse cuenta de mi presencia, por lo que me dí la vuelta e intenté irme de ahí pero me detuve en seco al escucharla llamarme
°°°: Hola - dijo con gentileza mientras me miraba por encima de su hombro - ¿Pasa algo? Lamento mucho si sueno grosera, pero te ves algo decaído
Hipo: No, no, estoy bien...estoy...bien - dije desviando la mirada hacia la arena
°°°: No pareces estarlo - respondió con empatía para después palmear la arena junto a ella - puedes acompañarme si lo deseas, me vendría bien tener a alguien con quién hablar
La miré con duda por un momento hasta que me acerqué a ella y tomé asiento a su lado. Nos quedamos en silencio por un rato mientras las olas golpeaban la playa
°°°: ¿Quieres hablar de lo que te molesta? - preguntó con amabilidad
Hipo: No es importante, sólo son...cosas normales en mi vida - respondí cabizbajo - ya estoy acostumbrado a ésto, así que no hay ningún problema
°°°: ¿Algo te está molestando? - preguntó la peliblanca mirándome con detenimiento - ¿O alguien?
Hipo: Como dije, cosas normales en mi vida - respondí asintiendo con la cabeza
°°°: Deberías tratar de hablar con alguien sobre eso, no es sano que lo guardes en secreto - sugirió cortésmente
Hipo: La única persona que sabe de ésto es el herrero de este pueblo, mientras que mí padre parece no considerarlo importante y el resto de la aldea me ve como una oveja negra a pesar de ser el hijo del jefe - respondí abrazando mis rodillas - no tengo a nadie más, tal vez si mi mamá estuviera aquí...ella...mejor olvídalo, no dije nada
°°°: Está bien, puedes hablar conmigo - dijo con una sonrisa que transmitía seguridad
Me giré para verla mejor. Teniéndola frente a frente ahora puedo ver con claridad que es una linda chica y muy amable. Su cabello blanco brillaba con la luz de la luna mientras que sus ojos eran tan azules como el océano
Hipo: ¿Por qué? No me conoces - dije con inseguridad
°°°: ¿Y por qué no? - dijo con una expresión divertida
Escucharla me transmitió un sentimiento de comodidad y relajación. Era como si estuviera desahogando con mi hermana mayor mientras ella hacía lo posible por consolarme. Solté un suspiro para después comenzar a contarle mi vida en la isla, si es que se le podía llamar vida. La falta de empatía, las burlas, el desprecio, la decepción, la desconfianza y los insultos eran mi día a día en Berk
Una vez que termine sentí un par de lágrimas deslizándose por mis mejillas. Rápidamente las limpie con mi manga para luego seguir mirando el océano. De repente, sentí un par de brazos envolverme en un abrazo consolador y sin oponer ninguna resistencia me aferré a su brazo por unos minutos hasta que finalmente me libero
°°°: Lamento mucho lo que has pasado, nunca imaginé que un pueblo pudiera marginar tanto a alguien - dijo con un semblante triste - eres muy fuerte por soportar eso todos los días
Hipo: ¿"Fuerte" yo? Créeme, soy muchas cosas pero eso no - respondí cabizbajo
°°°: No estoy de acuerdo, otros ya se hubieran ido de aquí hace mucho tiempo pero tú sigues aquí, tratando de mostrar tu valía y buscando una forma de encajar - dijo colocando una mano sobre mi hombro - eres muy valiente por hacer eso
Sus palabras me hicieron sentir un remolino de emociones al mismo tiempo que algunas lágrimas bajaban por mis mejillas pero está vez eran de alivio y felicidad
Hipo: Gracias...en verdad, muchas gracias - dije con amabilidad
°°°: Denada - respondió asintiendo con su cabeza para después ponerse de pie y limpiar la arena de su ropa - por cierto, ¿no te gustaría hacer algo divertido?
Hipo: Eso suena genial - respondí imitando su acción - ¿Qué te gustaría hacer
°°°: Bueno, en mi reino casi no puedo disfrutar de la nieve porque mis padres siempre me están preparando para algún día ser la reina de Arendalle, pero ahora que están ocupados quiero aprovechar esta noche al máximo - dijo con mucha emoción
Hipo: Debe gustarte mucho la nieve y el frío, ¿no? - dije con diversión
°°°: Me encanta, es mi estación favorita del año - respondió alegremente
Hipo: Siendo ese el caso, conozco un buen lugar cerca de aquí, nuestros lagos se congelan tanto que puedes patinar sobre ellos, ¿te gustaría ir? - dije sintiéndome más animado y feliz de por fin tener a alguien de mi edad con quién divertirme
°°°: ¡Por supuesto! - respondió con una sonrisa feliz
Hipo: Entonces sígueme - dije dándome la vuelta pero me detuve después de recordar algo importante - por cierto, nunca nos presentamos formalmente
°°°: Es verdad, los amigos deben conocer sus nombres - respondió asintiendo con la cabeza
Hipo: Mi nombre es Hipo Abadejo llI - dije extendiendo mi mano con confianza - me alegra mucho que podamos ser amigos
°°°: Y siempre lo seremos, Hipo - dijo estrechando mi mano con suavidad - eso te lo prometo
Hipo: Me alegra mucho escuchar eso - respondí aún sin soltar su mano - ¿Y cuál es tu nombre?
°°°: Mi nombre es...
Fin del Flashback
Hipo: ¿Lo recuerdas ahora? - pregunté con una sonrisa segura
La peliblanca abrió sus ojos en estado de shock al mismo tiempo que su respiración se volvió más acelerada
Hipo: ¿Me recuerdas...- dije avanzando hacia ella -...Elsira?
Ella retrocedió un par de pasos sin dejar de mirarme hasta que descendió de la roca y se acercó a mí lentamente
La peliblanca estiró su mano lentamente hacia mí rostro para después comenzar a examinarme. Su suave y fría mano pasó sobre mi cabello hasta llegar a rozar la cicatriz en la barbilla
Finalmente, colocó su mano sobre mi mejilla y observó mis ojos con asombró. Continuó mirándome por un momento hasta que habló:
Elsira: Eres tú...eres...eres tú...- murmuró en shock sin apartar su mano -...Hipo
Hipo: Hola, ha pasado mucho tiempo - dije soltando una leve risa
Elsira: Estás...estás aquí...- murmuró aún impactada para repentinamente abrazarme con fuerza - ¡estás aquí!
Hipo: Si, aquí estoy - respondí devolviendo el abrazo con la misma intensidad
La escuché llorar en mi pecho mientras que yo acaricie su cabello con gentileza. Sin darme cuenta yo también estaba llorando, la emoción de reencontrarme con mi mejor amiga después de tanto tiempo me abrumó
Estuvimos así por un largo tiempo hasta que finalmente nos separamos con lágrimas en los ojos al mismo tiempo que nos reíamos de felicidad
Narra: El autor
Mientras los dos viejos amigos se reían, a lo lejos todos miraban está está escena con asombró. Habían podido escuchar la historia de Hipo a la perfección pero pensar que esa dulce chica de la que el jovén jinete les contó era esa guerrera escurridiza les pareció difícil de creer hasta que vieron la auténtica felicidad reflejada en el rostro del castaño
Uno por uno fueron acercándose a ellos siendo Chimuelo el primero en dirigirse hacía su jinete. Mientras tanto, Emma observaba este inesperado encuentro con un extraño sentimiento inundado su pecho
Ver al chico que amaba sonriendo normalmente la llenaría de felicidad pero por alguna razón al verlo abrazar a esa chica hizo que su corazón se sintiera muy pesado
Sacudió su cabeza ante esos pensamientos e inmediatamente se apresuró a seguir a los demás
-------------------------------------------------------
Muchas gracias por leer mi historia. Lo aprecio mucho☺️
Y disculpen si encuentran errores de ortografía. En el capítulo anterior encontré demasiados😅
Palabras Escritas: 9,400
Saludos especiales a:
@AndersonAlexisGarci6
NIGHTFURY79
LaloTanoBridger
Metrozma125_54
¡Hasta luego! ¡Nos veremos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro