Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epilogo.

Originalmente esto no lo iba  a hacer, pero como el final no me termino de convencer y aquí en Venezuela es el día del padre, decidí hacerlo. Un pequeño extra. Lo hubiera alargado... Imaginar a Cid como un padre es de las cosas mas difíciles que he hecho, debido a lo seco que es. 

En fin espero les guste.

-------------------

Ya en su mente no se permitía tener dudas, su hijo estada recién nacido, no hace mucho que nació. El mismo se negada a otro pensamiento, o inseguridad que no sean su mujer y su hijo.

Estada seguro que solo tuvo suerte a que su suegro no deseara matarlo, negarse a la petición de Mine o algo de ese estilo, mas bien, lo ayudo, se preguntada si este pensada que la estada dejando en buenas manos. Como figura importante, puede que le moleste algo de esa decisión, pero se quedada en dudas. Pensada mejor preocuparse por el trabajado, a la final no fue fácil de conseguir y la exigencia era mucha, sumado a que había un gran tabú sobre la magia en esta región.

- Mi amor... - Cid no traía camisa, debido al fuerte tipo de entrenamientos que realizada en ese momento, lo que hacía que Mine pudiera abrazarlo sin problemas, pegando su cuerpo al de él.

- Mine... - Susurro. - ¿Y nuestro hijo?

- Se quedo dormido. No hemos podido hablar solos hace tiempo... - Pícaramente hablo, ambos sabían la insinuación de parte de eso. - Te tono algo estresado.

- Lo entiendo. Si lo he estado, desde que nos casamos no dejo de pensar en todo. Me es algo extraño aun.

- Pareces no cambiar, siempre fuiste de ese modo. - Desde que entrenaba como guerrero y se conocieron, cuando hablaban, hasta no hace mucho cuando concedían a su pequeño niño. - Ahora estamos casados no tienes que ponerte de ese modo. - Sutilmente se separo, sujetando sus manos de forma suave, pidiendo permiso para quitarle la espada. - En las tierras de mi padre nunca me hubiera permitido portar una espada. - Cid sabia a que quería llegar, ya que ella se lo llego a proponer algunas veces, mas nunca fue capaz de darle una respuesta, ni negárselo o permitírselo. Quedaban como leves insinuaciones o una situación a la imaginación de los 2.

- Bueno... - Ligeramente sonrió, lo cual era poco sabiendo que era Cid, pero que la chica frente suyo conocía bien. Cid la rodeo por la espalda sujetando sus manos que sostenían la espada, moviéndola sus manos de forma suave indicándole como usarla.

- Siempre soñé con hacer esto. - Le confeso, siempre tuvo esa pequeña fascinación que nunca pudo explorar.

- Te puedo enseñar si quieres, ahora solo estamos los 2. - Susurro en su oreja de forma seductora, haciendo sonreír a la mujer, moviéndose para robarle un pequeño y rápido beso.

- Mejor Luego. Arthur puede despertar dentro de poco.

- Como digas. ¿Quieres ir a descansar un rato? - Ella sintió, al momento de Cid quedar de espaldas a ella, ahora ella era quien lo rodeo por la espalda, susurrando en su oreja;

- Nunca cumplimos con lo pedido.

- ¿A qué te refieres?

- ¿No recuerdas? Cuando estábamos en el palacio, dijiste que tu elegirías la siguiente vez. Puede cumplirlo ahora.

- Lo pensare. - Dicho esto se voltea, mirándola directamente a los ojos, sujetando su mano, y besando un momento sus labios antes de volver con su hijo dormido en el cuarto de los 2. Era plena tarde por lo tanto tendrían algún momento libre.

El pequeño de cabellos negros no tardo en despertar, moviendo sus pies y manos buscando la cara de sus padres.

Contemplando Mine, el rostro sereno de su esposo en ese momento, acariciando con adoración la mano a su descendiente. Aunque Cid era hombre de pocas palabras, podía estar segura de lo presenciada en ese momento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro