[EXTRA]
JiMin dejó escapar un bostezo cuando abrió perezosamente sus ojos y divisó la escasa luz solar entrar por el pequeño espacio libre que dejaba la cortina, poco a poco fue orientándose en donde estaba hasta que logró distinguir la habitación de su apartamento.
Sin pensarlo mucho se levantó de la cama y se calzó las pantuflas que días atrás le había robado a YoonGi. Fue rápidamente hacia el baño en donde se ocupo superficialmente de su higiene personal y salió hacia la sala del pequeño departamento.
El tan solo pensar en el pálido lo hizo sonreír como lo que era y seguía siendo: Un tonto enamorado. La noche anterior había tenido que irse del apartamento ya que YoonGi tenía un serio retraso con todos los trabajos que tenía que revisar y JiMin sabía muy bien que la causa de ese retraso era él. No podía evitarlo, era como si algo explotara cada vez que se veían y la necesidad de tenerse y sentirse los llamaba a caer en las profundidades del deseo que solía brillar con intensidad en ellos.
Sorprendentemente había pasado un largo año y JiMin podía decir, que seguía sintiendo lo mismo por Min YoonGi. Incluso llegaba a pensar, que el amor que sentía hacía el mayor, no tenía límite alguno. Se sentía como un cursi sin remedio, pero no podía evitarlo. Era feliz, lo estaba siendo plenamente y ni porque los amigos de YoonGi se encargaran de restregarle en cara siempre la presencia de BaekHyun, podía dejar de serlo.
Cuando el sonido del timbre llegó a sus oídos, no dudó demasiado en llegar hasta la puerta para averiguar de quién se trataba. Su curiosidad no dudó demasiado cuando abrió la puerta y se encontró con el rostro de YoonGi.
— ¿No puedes vivir sin mi? — Cuestionó el menor divertido. El pálido rodó los ojos mientras fruncía el ceño.
— Te llevaste mis llaves contigo. — Susurró el pálido adentrándose al apartamento. — Puedo pasar veinticuatro horas sin ti. — Aseguró. JiMin asintió sonriendo mientras cerraba la puerta.
— Solo di que me extrañaste ayer en el apartamento y ya. — Mencionó con simpleza encogiéndose de hombros. YoonGi negó mientras se acercaba a JiMin y desordenaba juguetonamente su cabello negro.
— Duermes pegado a mi como una sanguijuela, di gracias a Dios por poder moverme en la cama a mi antojo. — JiMin rió. — ¿Desayunaste?
— ¿Viniste a ofrecerte como desayuno? — Indagó en tono sugerente. YoonGi rió dejando su maletín en el mueble más cercano para posteriormente, acercarse al menor.
— Justamente venía a proponer un desayuno afuera, pero si insistes. — Mencionó encogiéndose de hombros. Cuando JiMin iba a replicar, el pálido tomó posesión de su boca. JiMin no protestó. ¿De todas formas, por qué lo haría? Sus brazos se enredaron entre la curvatura del cuello del pálido y sus manos fueron directamente al cabello vino tinto que aún seguía llevando el mayor.
— ¿No puedes vivir sin mi? — Cuestionó nuevamente el menor, divertido ante la desesperación del otro por quitarle la camisa.
— Quizás me tienes embrujado. — Respondió con sencillez el pálido.
— Tal vez solo estás demasiado enamorado de mi. — Concluyó JiMin mientras sus manos vagaban por los botones de la camisa del pálido y los desprendían poco a poco. — Tanto como yo de ti.
...
JungKook negó divertido cuando vio a TaeHyung tocar con desesperación el timbre del apartamento de JiMin. El mayor de los tres le había prometido una mañana juntos y tal parece, se le había olvidado.
— YoonGi no está en su departamento, ¿en serio piensas que JiMin-Hyung te abrirá? — Indagó el menor de los dos. — Es obvio que están juntos.
— Primero fue lunes que martes. — Negó TaeHyung. — Derechos de antigüedad se le llama. — JungKook rodó los ojos mientras tomaba bruscamente de la camisa al mayor.
— Deja de hacer dramas, pareces un bebé. — Bufó el menor. — Vamos a comer helados, así alcanza más. — TaeHyung observó a su pareja y no pudo evitar reír.
— Esa es una excelente idea.
...
Cuando YoonGi y JiMin regresaron al apartamento del mayor, ya había caído la noche por completo. Al ser el día libre de ambos, YoonGi había pensado en salir junto a JiMin todo el día, quizás comprar algunas cosas que necesitaban y poder pasar más tiempo fuera de las cuatro paredes en las que siempre se encontraban.
No obstante, no pensaba que los planes de JiMin fueran completamente diferentes a los suyos.
— Ya quita esa cara de amargado. — Se quejó JiMin empujándolo juguetonamente. YoonGi bufó. — A la próxima si hacemos lo que tú quieres.
— Me preocupa tu apetito sexual. — Mencionó el pálido. JiMin rió.
— ¿Ya estás viejo y no puedes seguirme el ritmo dices? — Preguntó con aquel brillo juguetón que JiMin sabía, provocaría al mayor.
— Eres un estúpido. — Negó saliendo del ascensor. JiMin se encogió de hombros.
— Soy el amor de tu vida, eso querrás decir. — Susurró deteniéndose junto al mayor y observando a la persona que estaba en frente de la puerta del apartamento. JiMin sintió el pinchazo de la incomodidad en su pecho cuando observó a BaekHyun esperando. YoonGi por su parte, salió de su leve asombro para terminar de caminar hacia el contrario.
— ¿Cuándo llegaste Baek? — Cuestionó curioso. JiMin le siguió en silencio, un tanto incómodo por tener a la persona responsable de algunos de sus malos sueños frente a él.
— Llegué hace una semana atrás. — Sonrió. — Te extrañé pero no vine a hablar contigo. — Mencionó desviando su mirada hacia JiMin. — Necesito hablar contigo.
— ¿Conmigo? — Indagó desconcertado JiMin. BaekHyun asintió mientras sacaba una tarjeta del bolsillo de su chaqueta y se la daba al menor de los tres.
— Llámame cuando estés seguro que puedes reunirte conmigo. — Mencionó. — Nos vemos Yoon, saludos a Gukkie.
...
Por más que estuvo observando la tarjeta en mano, JiMin seguía sin entender porque BaekHyun se la había dado, quizás era otra trampa del chico o simplemente necesitaba hablar de algo que no tenía que ver con YoonGi.
El pensamiento le provocó reír mientras negaba. Todo lo que rodeara a BaekHyun tenía que ver directamente con YoonGi, lo sabía a la perfección y le había quedado claro durante todas las cenas con los amigos de YoonGi en donde salían comentarios de lo genial que había sido BaekHyun como pareja de YoonGi.
— ¿Te pasa algo? — Cuestionó JungKook tomando asiento. JiMin le observó confundido. — Parece que quieres tener poder rayos láser y desaparecer esa tarjeta.
— BaekHyun me la dio. — Mencionó con simpleza.
— ¿Ya regresó? — Cuestionó con emoción. JiMin le observó arqueando la ceja y el menor no pudo evitar sentirse nervioso ante la fija mirada del mayor.
— Tengo mucho tiempo sin verlo y juró que me traería algo, así que... — JiMin negó.
—No estoy para escuchar otra anécdota más de súper BaekHyun. — Cortó por lo sano el mayor. — Ni siquiera sé para que quiere verme.
— Nunca sabrás si no lo ves. — La voz de TaeHyung se escuchó detrás de ellos y el recién llegado no tardó en tomar asiento. — Quizás solo quiere enmendar sus errores. — JungKook asintió.
— Entonces lo pensaré. — Susurró.
...
¿No se esperaban esto verdad? Porque yo tampoco JAJAJAJAJA.
Gracias por leer si están aquí.
¿Qué querrá BaekHyun con JiMin? Lo sabremos en el próximo extra.
¡Hasta pronto!
Lean Nothing Compares y se llevaran todo mi amor, si que sí.
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