[38]
Semanas después.
...
YoonGi no se sorprendió cuando vio al padre de JungKook en el auditorio, después de todo era la graduación de su único hijo, su mirada neutral no hizo más que observar a lo lejos a su madre junto con él y simplemente ignoró todas las ganas que tenía de irse del lugar solo porque no podía soportar la presencia de ambas personas tan cerca de él.
Quizás era un rencor infantil, tal vez era algo con lo cual batallaría toda su vida, pero YoonGi no podía olvidar el hecho de que su padre había perdido todo antes que él. Comenzando con un matrimonio fracasado.
— Las heridas en algún momento deben sanar, YoonGi. — El pálido observó a la persona a su lado. JiSoo observaba lo mismo que el pálido mientras un suspiro algo corto escapaba de ella. — A la final, quién carga con el rencor es la persona más afectada. — Mencionó ella. — Yo nunca perdoné a mi hermano por tantas cosas que hizo en la adolescencia, tú lo sabes. — YoonGi asintió recordando al fallecido hermano de la pelinegra. — Y él se fue y siento que me faltó tiempo para comprender lo que él necesitaba, lo que tanto añoraba en sus arrebatos de desacato.
— ¿Crees que me sentiré mejor si dejo ir el pasado? — Cuestionó.
— Creo que sentirás un peso menos sobre ti. — Sonrió la pelinegra. — Independientemente si quieres hablar con tu mamá hoy, mañana, el siglo que viene. — Mencionó encogiéndose de hombros. YoonGi rió ante la naturalidad de la pelinegra. — Tienes que saber perdonar para que esto no duela más y cuando veas el pasado, lo veas de una forma diferente. — Susurró.
— Yo perdoné a mamá por abandonarme hace mucho tiempo. — Mencionó con un corto suspiro. JiSoo asintió.
— Lo que nunca perdonaste es que dejara a tu papá solo. — JiSoo susurró dando en el clavo cuando sintió la tensión emanar con fuerza del cuerpo del contrario. — Y de que después de ello, tuviera un hijo el cual ocupó todo lo que tú necesitabas cuando tu padre se fue.
— Yo no odio a JungKook. — Negó.
— Y eso lo sé. — Mencionó la pelinegra. — Odias a tu mamá. — YoonGi iba a negar pero JiSoo lo interrumpió. — El niño de años atrás sigue odiando a su mamá, por eso te digo que tienes que dejarlo ir. — Susurró. — Y no es por ella, lo digo por ti. — Animó. — Porque no mereces seguir haciéndote daño con cosas del pasado.
...
JiMin no sabe como expresar lo que siente cuando observa entre sus manos el título que por fin lo acreditaba como un profesional, su mirada emocionada va desde su madre hacia su hermano, y no puede evitar sentirse como la persona más afortunada del mundo al poder compartir ese logro con las dos personas que más apoyo le mostraron durante aquel largo camino.
— Estoy orgullosa de ti, JiMin-ah. — El pelinegro sonrió cuando escuchó las palabras de su madre. Sin dudarlo ni un segundo la apresó en un fuerte abrazo al cual no tardó en acercarse JiHyun.
Como hermano menor, sentía que todo lo que necesitaba como ruta a seguir estaba ahí. Su hermano JiMin le había demostrado que a pesar de lo mucho que pudiera presentarse en el camino, si crees con fuerza algo, eso se logrará.
Después de todo, lo que está destinado a pasar, pasará. Incluso cuando todo se vuelva dificil.
— ¿Entonces donde está tu novia? — La pregunta de JiHyun lo hizo rodar los ojos. — Andas muy blandito, supongo que por fin te enamoraste de alguien.
— Si me enamoré. — La mujer sonrió. — Pero... — JiMin calló cuando vio a YoonGi a pocos pasos de él junto a JungKook. El pálido parecía estar regañando al menor mientras que JungKook asentía con aquella cara de no entender para nada lo que le estaban diciéndole. Una sonrisa tonta se dibujó en su rostro mientras negaba. La mujer a su lado observó con curiosidad aquello.
— ¿Pero? — Presionó convencida de que algo había ahí. Sumado al brillo en la mirada de su hijo mayor.
— Estoy enamorado de alguien diferente. — Susurró cuando su mirada se encontró con la del mayor y este pareció saludarle en la distancia. — Mamá, en realidad...
— No puede ser JungKook. — Mencionó JiHyun. JiMin parpadeó confundido mientras veía a su hermano y mamá cuchichear a un lado. — Reviso las redes sociales de ellos cada vez, está en una relación con TaeHyung.
— Yo pensaba que era TaeHyung, pasaron toda su adolescencia juntos. — Comentó la mujer curiosa. — Entonces... Tiene que ser ese. — Señaló. JiMin profirió un jadeo asombrado mientras escuchaba las deducciones que hacían su madre y hermano.
— ¿De qué están hablando? — Cuestionó nervioso.
— ¿Cómo se llama el hombre que está al lado de JungKook? — Cuestionó la castaña.
— ¿Mamá? — Cuestionó confundido.
— ¡Yo lo he visto en fotos con JungKook! — Exclamó el menor mientras sacaba su teléfono. — Espera mamá, revisaré rápido. — JiMin negó.
— ¿Qué están haciendo? — Cuestionó tratando de disimular lo alteradamente nervioso que se encontraba. JiHyun rió acompañada de ShinHye.
— Tardas mucho en decir de quién estás enamorado y tus ojos brillaron cuando vieron a ese doctor. — Señaló la mujer. — Las madres tenemos un sexto sentido, ¿Lo llamas tú o...
— ¡Se llama YoonGi! — Exclamó JiHyun llamando la atención de las personas a su alrededor, entre ellas la de JungKook y YoonGi.
— ¿O lo llama JiHyun? — Completó la mujer divertida.
...
YoonGi observó confundido a las dos personas frente a él. JiMin a su lado no parecía estar mejor que el contrario mientras veía el silencioso escrutinio al cual el pálido estaba siendo sometido por su madre y hermano. Estuvo a punto de hablar para detener aquel incómodo momento cuando su madre sonrió avanzando hasta donde se encontraba el mayor y lo aferraba en un abrazo. YoonGi observó confundido a JiMin mientras que JiHyun imitó la acción de la mujer un tanto divertido por que le encantaba avergonzar a JiMin.
— Bienvenido a la familia. — Sonrió la mujer mientras se separaba y observaba al pálido. — Sabía que algún día alguien tenía que ayudarme con este muchacho. — Expresó sinceramente mientras fingía un gesto cansado que ofendió a JiMin. YoonGi parpadeó confundido mientras veía a JiMin.
— ¡Mamá! — Se quejó el pelinegro sintiendo el bochorno colorear sus mejillas. JiHyun rió divertido.
— JiMin tiene novio, JiMin tiene novio. — Se burló el menor. JiMin gruñó apretando los puños mientras se acercaba al menor. YoonGi sonrió divertido ante la escena que presenciaba.
Aquello se sentía realmente bien.
...
Aquellos días dentro del hospital serían algo que la mujer sabía, nunca olvidaría. Había encontrado demasiado en un lugar en donde solo esperaba deprimirse más de lo que estaba o en dado caso, desaparecer como tanto había pensado. Ahora que tenía que irse, sentía que todo estaba realmente mejor que antes, que había encontrado una especie de consuelo hacía el dolor que sentía, y que había conseguido más fuerza para ver de una forma diferente al mundo.
Sora estaba feliz después de tanto y no iba a ocultarlo, mucho menos cuando observó a YoonGi acercarse a ella. A su lado ChaeYoung observaba con curiosidad a quién identificó como el doctor que estuvo al lado de su madre mientras que ella estuvo fuera del país.
— Estoy muy agradecida contigo oppa. — Expresó la pelinegra menor permitiéndose tutear al pálido. — Cuidaste a mi mamá cuando eso era mi responsabilidad y yo... — YoonGi negó.
— Tu mamá es un pegoste que no pude sacar de mi vida. — Chae rió mientras escuchaba las quejas de la mujer.
— ¡Eso es mentira Chae! — Exclamó la mujer. — Todos los días estaba visitándome con su cara de gatito amargado. — Alegó. — Y me tocó adoptarlo. — Aseguró. — ¡En realidad él es muy insoportable!
— ¡No soy un gatito amargado! — Gruñó el pálido. Sora le observó arqueando la ceja. — ¡Tampoco soy insoportable! — Se quejó.
— Lo eres, lo eres. — Aseguró acercándose al hombre. — Y te voy a extrañar mucho. — Expresó sinceramente. YoonGi sonrió.
— Yo también voy a extrañarte mucho, pero me alegra que te vayas de aquí. — Mencionó viendo con cariño a la mujer. — Ya estás bien.
— Pensé que no me soportabas ya. — Rió divertida. — Pero vendré a visitarte. — Sonrió. — No te librarás tan rápido de mí. — Chaeyoung rió divertida al ver al pálido rodar los ojos. — ¡Te traeré almuerzo todos los días!
— No es necesario. — Negó.
— Podemos hacer su plato favorito como agradecimiento. — Agregó Chaeyoung pensativa. Sora asintió.
— ¡Y al fin me presentarás a tu chico! — Exclamó. Ya para ese momento, YoonGi deseaba que la tierra se lo tragara mientras sentía la mirada de todos sobre ellos.
— Ya vete a tu casa. — Pidió casi arrastrando a la mujer hacia la salida. Sora rió.
— Y espero que tengas una bonita navidad. — Deseó sinceramente mientras apretaba la mano del pálido. YoonGi la observó fijamente.
— Yo también espero que tengas una bonita navidad, Sora. — Deseó de la misma manera, sintiendo una especie de calidez adueñarse de su pecho mientras veía el rostro de la mujer sonreírle animada.
...
Cuando YoonGi llegó a su apartamento, lo primero que notó diferente fue que tenía esa especie de deseo de llegar a casa. Antes odiaba regresar a aquel lugar en donde se sentía más solo de lo que estaba, pero ahora que estaba al lado de alguien más, sentía que al fin tenía un lugar a donde llegar, tenía lo que muchas veces había deseado.
Descubrirlo a él entre tanta gente, había sido una bonita casualidad. Había sido como un soplo de vida a su existencia. Y verlo ahora dentro de su casa, sonriéndole cada vez que lo veía llegar o refutándole cualquier cosa que pasaba a su alrededor, lo hacían sentirse completo.
— ¿YoonGi? — Llamó el menor viendo al pálido con interés. — ¿Pasa algo? — Cuestionó JiMin acercándose a él. El pálido negó.
— Te amo. — Susurró viendo fijamente al menor. JiMin sonrió.
— Yo no. — Negó divertido mientras tomaba entre sus manos el rostro del pálido. YoonGi arqueó la ceja. — Bueno, puede que un poquito. — Confesó divertido. YoonGi le siguió observando y JiMin rodó los ojos. — ¿Qué más quieres que te diga?
— Que lo digas me parece un precio razonable. — Mencionó encogiéndose de hombros. JiMin rió mientras se acercaba lentamente a los labios del mayor y presionaba un efímero beso sobre ellos.
— Te amo, tonto idiota que se empeñó en meterse en mi vida. — Gruñó. — No te soporto.
— Pero me amas. — Rió el pálido. JiMin Sonrió.
— ¿Por qué no? Eres lo mejor que pude encontrar en mi vida, incluso cuando te pones como un dictador. — Aseguró. — Una bonita casualidad. — YoonGi asintió apresando la cintura del menor entre sus manos y acercándolo hasta él.
— Es curioso, pensaba lo mismo de ti hace poco. — Sonrió. — Tú eres lo mejor que pude tener. — JiMin le observó confundido mientras veía los profundos ojos del mayor.
— ¿Por qué siento que es como una despedida? — Rió con temor oculto. YoonGi negó. — ¿Estás tratando de decirme algo? — YoonGi rió mientras veía al menor.
— Nunca será una despedida. — Aseguró observando con ferviente anhelo al menor. — Tú eres mi para siempre y esto es solo el inicio. — Concluyó antes de aferrarse con fuerza al menor y sentir la misma intensidad por parte de JiMin en aquel beso que no hacía más que unir a dos almas que habían encontrado su razón de ser en el otro. Pasando de ser un simple él a ser un nosotros, y siendo un para siempre, porque así lo querían y así lo serian.
...
Him.✔
...
¡Oficialmente finalizamos Him!
Cuando empecé sentí que no podía hacerlo jaja, pero al final de todo, me encontré cerrando de esta forma y siento que es el momento perfecto para poner un punto final. Muchas gracias por la oportunidad que le dieron a este libro de robarse un poco de su tiempo durante cada actualización.
La familia de JiMin son bien loquitos jajaja. Me gustó mucho la interacción que hubo entre ellos con YoonGi.
Nos leemos en el epilogo.
¡Hasta la próxima!
Disculpen cualquier error.
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