JiMin despertó pasada la media noche buscando el calor del mayor, cuando fue consciente del vacío en la cama, simplemente se levantó de esta mientras salía de la habitación en su búsqueda. El sonido del agua proviniendo del baño llamó su atención por completo, con el ceño fruncido abrió la puerta encontrando al mayor bajo el agua de la regadera.

— ¿YoonGi? — Llamó confundido mientras dejaba las pantuflas en la puerta y cerrando esta. — ¿Estás bien? — Cuestionó acercándose al ver el desconcierto en la mirada del mayor. YoonGi asintió soltando un suspiro mientras veía su pijama totalmente mojada.

— No tenía sueño. — Musitó. JiMin negó mientras se acercaba al mayor para luego cerrar la fuerza del agua que caía sobre este.

— Estás preocupado por esa mujer, ¿no? — YoonGi asintió desviando la mirada. — Porque ella se ganó tu cariño y eso es algo que no debiste dejar que pasara. — Susurró el pelinegro deslizando las manos por los botones de la pijama del mayor para empezar a desprenderlos. — Voy a quitarte esto porque te enfermarás si sigues así... — Susurró preocupado. YoonGi sonrió ante el gesto sincero por parte del menor y no dudó en acercarse a éste para poder besarle. JiMin solo tardó segundos en responder aquel ósculo mientras sus manos se aferraban a la desnuda piel que estaba expuesta a su tacto. — D-Debes i-ir al cuarto. — Susurró entrecortadamente el menor mientras sentía los besos del mayor descender desde sus labios hasta su cuello, enfocándose con especial cuidado en su manzana de adán para luego descender hasta las clavículas. — Y-Yoon.

— Quiero estar contigo. — Mencionó el mayor mientras veía con intensidad al pelinegro. JiMin dejó escapar un gemido al sentir el agarre del pálido en su cintura mientras el agua caía nuevamente sobre ellos, mojando a JiMin en el proceso. — Me siento seguro cuando estoy contigo. — Susurró tan cerca que JiMin pudo sentir la respiración del contrario golpear contra su rostro.

— ¿Dónde está el bribón que me encontré mi primer día de clases de último semestre? — Cuestionó en un susurro. YoonGi rodó los ojos antes de aferrarse de nueva cuenta al pelinegro y tomar posesión de aquello a lo cual se había vuelto adicto. JiMin jadeó en medio del beso mientras sentía el agua mojar sus cuerpos. — E-Espera... — Susurró el menor deteniendo las manos del mayor que amenazaban de forma directa a despojarlo de sus pantalones. YoonGi le observó arqueando la ceja mientras JiMin se separaba de él. — H-Hay algo que... A-Algo que quiero h-hacer.

— ¿JiMin? — Llamó confundido el mayor cuando el pelinegro lo tomó de la mano y lo llevó hasta la habitación. El pálido podía ver un pequeño atisbo de inseguridad en los pasos dados por JiMin cuando prácticamente lo obligó a acostarse en la cama mientras se deshacía de la ropa mojada que este cargaba. — ¿Qué estás haciendo? — Cuestionó el mayor viendo a JiMin despojarse de lo único que le quedaba de ropa mientras se sentaba sobre él.

— Q-Quiero... — Susurró relamiéndose los labios mientras sus manos vagaban de forma superficial por el miembro del pálido. — Q-Quiero probarte.

— N-No s-sabes hacer eso. — Gimió el pálido mientras sentía la lenta exploración de las frías manos del contrario sobre su eje. — J-JiMin. — Llamó al ver la decisión en la mirada del menor.

— Aprendí. — Susurró encogiéndose de hombros restándole importancia. YoonGi frunció el ceño a lo cual el menor negó. — En internet se encuentran muchas referencias hyung. — Mencionó divertido al ver las muecas que estaba ocasionando en el pálido.

— ¿V-Viste v-videos? — Cuestionó el pálido con incredulidad en sus palabras. JiMin rió.

— De algún lado tenía que aprender si tú no te dedicabas a enseñarme. — Comentó como si nada, riendo ante el desconcierto en el rostro del mayor. — ¿Entonces? — Susurró divertido mientras cerraba sus dos manos alrededor del eje del mayor y simulaba embestidas. — ¿Qué te parece?

— I-Idiota. — Susurró el mayor mientras soltaba un jadeo. Para JiMin aquello fue como una dulce melodía que lo invitó a seguir explorando, seguir buscando más de aquella pequeña sensación de satisfacción que lo estaba embargando mientras escuchaba los roncos jadeos del mayor por su simple tacto.

Cuando creyó que era el momento, sus manos dejaron el eje del mayor, YoonGi le observó con deseo en su brillante y negriza mirada y JiMin no necesitó de más para tomar la dura longitud del pálido entre sus labios. Primero siendo lento, con total cuidado mientras saboreaba de forma superficial la punta del miembro y con su lengua recorría la pequeña parte que había decidido tomar.

— J-Joder. — Susurró el pálido cerrando los ojos mientras sus manos iban de forma casi inconsciente a la cabellera negra del menor, solo manteniéndose en esta mientras sus dedos se enrollaban en los negros cabellos, esperando pacientemente ante el próximo movimiento por parte de JiMin. — J-JiMin. — Susurró roncamente cuando sintió su miembro introducirse lentamente de forma profunda en la cavidad bucal del menor. — N-No p-puedes... — Sin embargo; aquello fue ignorado por el menor mientras empezaba a tomar todo lo que pudiera del mayor y ejecutaba un ritmo lento en las engullidas hasta lograr acostumbrarse a la sensación tan nueva y desconocida. — L-Lo h-haces t-tan malditamente b-bien. — Susurró con dificultad. — J-JiMin. — Llamó cerrando los ojos mientras mordía superficialmente su labio inferior. Sentía una tensa presión en su parte baja mientras el menor rodeaba su falo con su lengua y tomaba de él como si fuera una paleta de helado. — P-Park. — Llamó en sonora advertencia intentando hacer que el menor se retirara.

Pero de nada sirvió, no cuando sintió la presión de su orgasmo explotar dentro de la cavidad del menor. JiMin solamente se separó un poco para poder tomar toda la espesa crema en su boca. El pelinegro llegó casi simultáneamente al mayor y aquello solo sirvió para motivar al pálido. Para YoonGi, aquella vista fue tan similar como estar observando una obra de arte, JiMin se veía tan bien con aquellos labios furiosamente rojizos y aquella pequeña mancha blanca que se deslizaba por ellos de forma sugerente.

— Dulcemente amargo, como un caramelo. — Susurró JiMin con una sonrisa lasciva adornando su rostro. YoonGi ignoró todo mientras se acercaba al menor y se adueñaba de su boca, rápidamente cambiando las posiciones en aquella cama mientras JiMin caía sobre ésta y él se colocaba sobre él.

— Tuviste tu turno. — Susurró el mayor. — Ahora es el mío. — Mencionó mientras sus manos vagaban por el redondo trasero del menor y dos de sus dedos se introducían lentamente en la entrada del menor, usando como lubricante la previa eyaculación del menor.

— Y-Yoon. — Gimió el menor de forma ansiosa, casi sintiendo de nueva cuenta la presión de su parte baja. — H-Hyung. — Susurró sintiendo el movimiento de los dedos dentro de él. — V-Vamos. — Pidió de forma ansiosa. YoonGi rió.

— Impaciente como siempre. — Bufó divertido antes de prácticamente salirse de forma apresurada. JiMin gimió en desacuerdo pero poco duró su protesta para cuando sintió la entrada del mayor dentro de él.

— Y-YoonGi. — Jadeó JiMin llevando sus manos a la pálida espalda y clavando sus dedos en esta. — Y-YoonGi. — Llamó de forma necesitada cuando sintió el lento vaivén al cual estaba siendo sometido por parte del pálido. — S-Se siente b-bien. — Susurró.

— S-Siempre. — Garantizó besando de forma casta la boca del menor antes de bajar hacia los pezones de éste y apoderarse de uno de ellos, rodeando con su lengua la pequeña protuberancia y aumentando un poco la velocidad de sus embestidas. JiMin jadeó mientras apretaba con fuerza la cintura del pálido y sus manos seguían fuertemente aferradas a la blanca espalda.

— Mmh, Y-Yoon. — Susurró perdido en la nube de placer en la cual estaba flotando. — M-Más. — Pidió mordiéndose su labio inferior. YoonGi sonrió divertido mientras salía casi por completo y entraba nuevamente en el interior del pelinegro, sintiendo el claro temblor del menor cuando golpeó aquel punto en especifico y sintiéndose tan bien cuando escuchó su nombre ser profesado de forma tan exigente y necesitada.

Incluso cuando se sintió caer en lo profundo, sintió la nueva corriente de excitación que dejó el liberar su segundo orgasmo en aquella noche, mientras la semilla del menor se derramaba entre ellos.

— Estoy en casa. — Susurró el pálido escondiendo su rostro entre la curvatura del cuello del menor. Maravillándose ante la vibración producto de la risa del contrario.

— Bienvenido a casa.

...

JungKook observó con curiosidad a JiMin, sintiéndose un tanto divertido por el empeño del mayor en usar bufanda cuando claramente no era necesario. TaeHyung a su lado solo podía mirarle de forma burlona, casi conocedor del motivo por el cual el mayor de los tres usaba aquella prenda.

— ¿Pueden disimular un poco? — Gruñó el pelinegro ahogando un bostezo. JungKook asintió. TaeHyung negó.

— Tú y el doctor Min llevan media hora bostezando. — Susurró burlón. — Y tu bufanda es muy bonita, solo que no es para esta temporada. — JiMin negó mientras desviaba la mirada.

— Deja de meterte en la vida ajena. — Mencionó JungKook codeando al chico a su lado. TaeHyung negó encogiéndose de hombros.

— Es JiMin de quien hablamos. JiMin y tu hermano, necesito detalles, ¿recuerdas que lo odiaba?

— Nunca dije que odiaba a YoonGi. — Refutó. JungKook rió.

— Creo haberte escuchado muchas veces insultarlo por debajo de la mesa. — Comentó. — Además... — El menor calló cuando observó en la entrada a su madre. JiMin y TaeHyung observaron con curiosidad a la mujer.

— TaeHyung-ah, JiMin-ah. — Saludó animadamente. — Hola bebé. — Sonrió hacia su hijo menor. — Vine a ver a tu hermano, ¿sabes en dónde está?

— Está pasando consulta. — Mencionó JungKook mientras veía la hora en su reloj. — Creo que esta debe ser la última. — SunMi asintió mientras soltaba un suspiro.

— Deséame suerte entonces. — Susurró para emprender su camino hacia los consultorios.

— Suerte en eso, mamá. — Anunció.

...

YoonGi soltó un suspiro cansado cuando observó a su madre frente a él. La mujer tomó asiento frente a su escritorio y YoonGi no supo si reír ante el gesto que adornaba el rostro de la mujer o dejarla sola en aquel lugar.

— Tengo trabajo que hacer. — Musitó de forma desinteresada. — Mi próxima consulta es... — SunMi negó.

— Soy yo. — Mencionó la pelinegra. YoonGi le observó confundido. — Vine a verte y pagué la consulta para que no me corrieras. — El pálido rió divertido mientras negaba.

— ¿Entonces que tienes? — Cuestionó tomando asiento. — ¿Vas a morirte pronto? — Indagó observándola con atención. — ¿Te sientes mal?

— ¡YoonGi! — Exclamó la pelinegra desconcertada. YoonGi le observó sin emoción alguna. — No pongas las cosas más difíciles de lo que son.

— Entonces vete. — Mencionó sin sentir remordimiento. — Estaba bien sin verte mamá, ¿por qué dañas mi tarde?

— Vine a disculparme por... — YoonGi negó.

— Te perdono, puedes irte. — Animó. SunMi boqueó impactada ante el claro rechazo que estaba recibiendo por parte de su hijo mayor.

— No seas tan duro conmigo, estoy tratando de mejorar las cosas y que tú y yo podamos tener una mejor comunicación, estoy cansada de saber de ti por medio de JungKook y...

— ¿Vienes porque pronto será navidad y sientes el remordimiento de conciencia de cada año porque nunca fuiste una madre para mí? — Cuestionó. SunMin calló. — Vienes con la hipocresía de la época, buscando conciliar conmigo para fingir que somos una familia cuando en realidad, no lo somos. Dejamos de serlo cuando tu prioridad fue buscarte otro esposo y me dejaste de lado.

— No seas egoísta YoonGi, no me iba a quedar sola solo porque te tenía a ti. — YoonGi rió.

— Yo no quería que te quedaras sola, SunMi. — Mencionó. — Solo quería que pasarás tiempo con tu hijo que al igual que tú, estaba mal porque había perdido a su padre. — Gruñó señalándole. — ¿Y qué hiciste tú? ¿Estuviste conmigo? — La mujer le observó en un tenso silencio. — ¿SunMi realmente fuiste mi madre en esos momentos?

— Soy tu mamá, YoonGi, me equivoqué y lo reconozco, es solo que no quería quedarme sola. — Musitó con dolor. — Un día tú te irías y yo... Yo me quedaría sola porque...

— Olvídalo mamá, no intentes forzar algo que sabes muy bien, jamás lograrás ganar, viniste muchos años tarde. — Mencionó. — Hiciste un buen trabajo con JungKook, es un buen hombre. — Sonrió pensando en su hermano. — Pero conmigo no y eso ya es muy tarde para arreglarlo. Ten una buena navidad mamá. — Deseó antes de tiempo. — Saludos al señor Jeon. — Mencionó levantándose de su asiento y acudiendo a la puerta. — Nos vemos luego, cuídate. — Concluyó abriendo la puerta y esperando a que la mujer saliera por ella.

— Realmente lo siento. — Musitó apenada mientras intentaba retener las lágrimas al ver el rostro del pálido. — Lamento haber sido una mala madre para ti. — YoonGi soltó un suspiro mientras veía a la mujer salir del consultorio.

— SunMi. — Llamó. La pelinegra volteó a verle. — Cuida tu salud y sigue las recomendaciones de tu médico, no hagas a JungKook preocuparse por ti.

Cuando estuvo seguro que la mujer se fue, el pálido simplemente cerró la puerta detrás de él y avanzó hacia el área de habitaciones en donde se encontraban los internos. Sora observó con curiosidad al pálido cuando entró en la habitación, la mujer simplemente esperó a que la tormenta reflejada en los ojos del hombre explotara para simplemente hacerle una seña para que se acercara hasta donde ella se encontraba.

— Tranquilo YoonGi-ah. — Susurró acariciando los cabellos color vino del menor mientras escuchaba al pálido llorar entre sus brazos buscando consuelo. — Estoy aquí, puedes contar conmigo. — Fue lo único que dijo mientras intentaba consolar al hombre que había llegado hacia ella llorando como un niño pequeño. Y quizás, así lo era. Porque tal vez, quién lloraba era el niño de años atrás que nunca comprendió porqué de un momento a otro se quedó completamente solo.

...

Chale, lo último me dio sentimiento, lastima que la seño se muere ;;

Ah no, se me salió jajaja.

Gracias por leer, votar y comentar.

Aquí había una referencia a "Chico heterosexual" jajaja, no sé si la captarían.

Y acá entre nos, la mamá de Yoon acá, la de Hunter y la mamá de JiMin en ahorita no, joven, me caen muy mal jajaja.

¡Hasta la próxima! Disculpen cualquier error. 

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