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JiMin no pudo evitar la sonrisa tonta que se dibujó en su rostro cuando despertó aquella mañana y lo primero que vio fue el rostro dormido de YoonGi a su lado. Su mirada vagó sin decoró alguno por la pálida piel expuesta ante él, un deseo casi insano se apoderó de él, como si aún no tuviera suficiente de Min YoonGi.
— Eres un idiota. — Susurró el menor levantándose de la cama. Una leve punzada de dolor se hizo presente cuando se estiró pero JiMin supuso que pronto aquello desaparecería. Sentía el cuerpo tan resentido, pero sabía que nunca se arrepentiría de lo que lo había causado. Con una mirada superficial recorrió toda la habitación tratando de ubicar sus pantalones o ropa interior, cuando por fin dio con esta no dudó en ponerse los bóxer mientras salía de la habitación en busca de su camisa.
Cuando su mirada chocó contra la pared contraria, no pudo evitar incomodarse al ver nuevamente la foto de aquella vez, quizás era tonto, pero sentía tantas ganas de romper la foto en mil pedacitos, pero decidió ignorarla para concentrarse en las demás. Su mirada simplemente recayó en una que no había visto aquella vez y una sonrisa no tardó en dibujarse en su rostro cuando se reconoció a él en ella.
— ¿Cuál es tu bendita obsesión de dejarme solo en la cama cuando te quedas conmigo? — JiMin no pudo evitar reírse cuando se dio la vuelta y consiguió el ceño fruncido del mayor. — Y nuevamente aquí. — Susurró el pálido casi con fastidio.
— Solo quería ir a la cocina y terminé descubriendo una foto mía aquí. — Rió divertido al notar los nervios en el mayor. — ¿Cuándo la sacaste?
— Un día que estabas durmiendo, creo que fue en tu apartamento. — Comentó el pálido distraído mientras se acercaba al lugar en donde se encontraban las fotos. — Quería tener una foto tuya y en esos momentos no sabía como pedirlo. — Rió divertido mientras recordaba aquella mañana. — Entonces simplemente la tomé y la guardé hasta que supe en donde ponerla. — Mencionó encogiéndose de hombros.
— Simplemente decidiste sacarme una foto como si fueras un acosador. — Mencionó divertido el menor. YoonGi le observó con pocos ánimos.
— Jódete Park, quitaré tu foto y pondré la de un cerdo. — Jimin empezó a protestar detrás del pálido y aquello para YoonGi no pudo sentirse más hogareño. Realmente le gustaba mucho estar al lado de Jimin. — Será el cerdo más importante del mundo.
— ¿Esa foto que tienes con BaekHyun significa algo para ti? — La pregunta lo sacó de su ambiente hogareño. Su mirada curiosa recayó sobre Jimin. El menor se mordía el labio inferior levemente mientras su mirada estaba enfocada en cualquier lugar menos que en YoonGi. El pálido suspiró mientras se acercaba al menor de ambos y tomaba su rostro entre sus manos.
— Todas las fotos que están ahí tienen su historia. — Mencionó viéndole fijamente. — Esa en especial, fue del día de mi graduación en la universidad. — JiMin asintió. — En ese tiempo eramos una pareja bastante consolidada. — Mencionó soltando un suspiro. — No te negaré algo, de todas las relaciones que he tenido, con quién mejor me he llevado a sido con él. — JiMin asintió. — Puedes notarlo porque incluso aún sigue a mi alrededor, él no es un mal tipo, incluso cuando a veces suele ser un poco inmaduro. — Mencionó recordando la foto y todos los comentarios fuera de lugar que había dicho. — Es alguien muy único a su manera. — Suspiró. — Y no es necesario que tengas que conocerlo. — JiMin asintió, completamente de acuerdo con ello. — Pero... Baek es tan importante para mí como lo es NamJoon, HoSeok y SeokJin. — JiMin asintió sin saber bien quien era la última persona. — Y aunque quisiera enfadarme con él, siempre será parte del grupo de personas que no me dejó solo cuando lo necesité.
— Bueno, eso es entendible. — Suspiró el menor. YoonGi sonrió dejando un casto beso en los abultados labios del menor quién, inconsciente había hecho un mohín.
— También espero que sea entendible que te amo. — JiMin sonrió viendo a los ojos del mayor. — ¿Tú no tienes algún ex que sea así? — Preguntó curioso. JiMin negó.
— Si llegamos a terminar, tú serías ese ex. — Rió divertido. — Ahora prepara el desayuno, tengo guardia dentro de unas horas y me distraes.
...
YoonGi suspiró un tanto cansado cuando entró a la habitación de la paciente que tenía que visitar, casi de inmediato a la mujer se le iluminó la mirada y el pálido olvidó todo el cansancio que tenía encima para tomar asiento al lado de esta.
— Hoy tienes semblante cansado. — Mencionó la mujer. Su cabello negro estaba levemente moteado con algunas hebras grises. YoonGi se encogió de hombros mientras le veía.
— Tengo un grupo de residentes a mi cargo y prácticamente siento que trabajo el triple bajo el mismo sueldo. — Mencionó sinceramente. — Pero no por ello iba a dejar de pasar a visitarte. — Sonrió al ver la emoción en el rostro de la mayor.
— Debo ser muy afortunada. — Canturreó la mujer. — El temible doctor Min está confesando que quiso venir a visitarme. — YoonGi rió viendo los monitores que estaban conectados a la mujer. — Deja de verlos tanto, no moriré hoy. — Mencionó. — Prometí a mi hija que saldría de esto, ademas te tengo a ti jovencito. — Mencionó divertida. — Y tus visitas de cada día son muy motivadoras cuando estoy sola.
— A veces solo vengo y no digo nada. — Mencionó el pálido un tanto incrédulo. La mayor de ambos sonrió cariñosamente.
— En ocasiones solo necesitamos la compañía de alguien para sentirnos bien y menos solos. — Sonrió. — Además, estoy seguro que mi bebé llegará pronto, ayer recibí su llamada y dijo que pronto tendría el nuevo pasaporte y estaría aquí a más tardar el fin de semana. — Anunció con ánimo. — Quisiera que la conocieras, te caerá muy bien y ella está muy agradecida porque no me has dejado sola. — YoonGi sonrió.
— Cuando esté por aquí vendré a verte.
— Lo malo es que no te puedes enamorar de ella, ya tienes a tu chico, ¿no? — YoonGi bufó mientras veía la emoción en los ojos de la mujer. — ¿Ya solucionaste tus problemas con él?
— ¿En que momento te conté tanto? — Cuestionó YoonGi. La mujer negó encogiéndose de hombros.
— Hagamos de cuenta que yo te amenacé hasta lo último y que no llegaste buscando consejo como si fueras mi hijo. — YoonGi bufó. — Lo último es cierto jovencito, tenías cara de niño amargado y tuve que usar mis dotes de madre chismosa, tú caíste. — Le señaló.
— Me voy a ir y te dejaré sola. — Gruñó el pálido. La mujer negó.
— Vendrás mañana a la misma hora, no puedes odiarme porque me gané tu corazón desde que entré por esa puerta. — YoonGi sonrió mientras veía la hora en el reloj que adornaba la pared.
— Sí arreglé los problemas con JiMin. — Comentó de forma natural. — Y ahora tengo que irme.
— ¡Eso no se hace Min YoonGi! — Se quejó la mujer. YoonGi negó rodando los ojos. — Tienes que terminar de contarme, me entretengo con tus problemas.
— Ahora menos. — Mencionó haciéndose el ofendido. La mujer rió.
— Te pareces tanto a mi hijo menor. — Sonrió la mujer tristemente. — Cuando te veo siento que lo veo a él, tan afanado por alejarse del contacto humano pero a la misma vez, tan necesitado de este. — YoonGi le observó en silencio. — Incluso cuando yo me vaya de aquí, sabes que siempre puedes buscar en mí lo que necesites, ¿no? — YoonGi asintió.
— Lo sé muy bien. — Correspondió YoonGi. — Iré a supervisar mi último turno y a dejar al residente que cuidará de ti tus datos. — La mujer asintió. — Vendré mañana, hasta luego señora Sora.
— Hasta luego jovencito, para la próxima me traes a tu chico. — Sonrió ante el gesto molesto del pálido. — Y saludos a tu hermanito.
...
JungKook se dejó caer en la cama de su habitación mientras tiraba el teléfono por algún lado de esta, desde la puerta SunMin le observó con cariño mientras recordaba los días en los cuales el menor solía llegar tan casado de la escuela que no podía ni con su alma.
Una pequeña parte de su ser se sintió un tanto triste por también recordar aquellos días en los cuales YoonGi aparecía de la misma forma, con aquella mirada tan cansada pero animosa en lo que su padre lo sacaba a jugar en las tardes.
Ahora que lo pensaba bien, había perdido tanto de su hijo mayor por buscar no sentirse sola después de la muerte de su esposo, y aunque sentía que había actuado mal en muchos aspectos, jamás se arrepentiría si eso significaba el no tener en su vida a JungKook.
— ¿Viste a tu hermano hoy? — JungKook asintió con la cabeza enterrada en la almohada. — ¿Estás muy cansado?
— Estamos en las últimas semanas, el tutor de mi tesis finalizó las correcciones y ya puedo exponerla, supongo que todo el cansancio de esos días en donde duré muchas horas despierto está haciendo efecto hoy. — Mencionó el menor vagamente.
— ¿TaeHyung y JiMin también están en lo mismo? — JungKook asintió.
— TaeHyung y JiMin terminaron con el doctor Jung, YoonGi-hyung había tomado sus trabajos pero cuando tuvo aquel incidente con el loco ese. — SunMin asintió. — Tuvo que entregar todos a algunos de sus colegas, igual hace unos días los tomó prestados dio sus revisiones y por lo que sé todos fueron aprobados. — Musitó.
— ¿Crees que si voy a su apartamento me reciba? — Aquello llamó la atención del menor casi de inmediato. Todo cansancio desapareció de su rostro mientras tomaba asiento en la cama y veía a la mujer. — ¿Crees que me recibiría?
— Es difícil saberlo. — Mencionó con sinceridad JungKook mientras palmeaba un lugar al lado de él para que la mujer tomara asiento. — Es que YoonGi-hyung no tiene tanto apego contigo, mamá. — Comentó con pena. — Y eso es algo que lamentablemente no podrás solucionar de la noche a la mañana.
— Siempre seguiré siendo su mamá. — JungKook asintió.
— Pero quizás mamá, es muy tarde para que intentes forzar un vinculo con él. — Comentó con algo de incomodidad. — Aunque nada pierdes con intentarlo.
...
JiMin observó con duda al mayor, desde que habían salido del hospital el pálido había ido por todo el camino un tanto distante, y aunque JiMin intentara recordar algo que pudiera haber inquietado a YoonGi, nada lograba venir a su mente.
Llevado por su curiosidad sin embargo, se encontró preguntando.
— ¿Te pasa algo? — YoonGi alzó la mirada buscando verle. — Tienes rato sumido en tus pensamientos y es extraño de cierta forma.
— Nunca he sido conversador. — JiMin asintió.
— Lo sé, pero hoy estás más callado de lo normal. — Sonrió al ver el gesto ofendido del mayor. — Y me inquieta un poco, ¿te dijeron algo?
— Durante estos días que estuvimos alejados, llegó una mujer. — JiMin asintió. — Es algo mayor, pero siento una gran conexión con ella, son de esos pacientes a los cuales le tomas cariño sin darte cuenta. — JiMin comprendió por donde venía el asunto.
— ¿Ella está mal? — YoonGi asintió.
— Llegó luego de haber sufrido un infarto pero pudimos normalizarla, es solo que a veces pienso que ella sabe que va a morir pronto por la forma en la que me habla, cuando la veo no puedo evitar recordar a mi papá. — Mencionó desviando la mirada. — Siento que cuando era joven no podía entenderlo, pero ahora que estoy con ella o cuando estaba con el papá de NamJoon, comprendí tantas cosas que vivía con mi papá, y yo no quiero que ella se muera. — Confesó dejando escapar un suspiro. — Me sentiré verdaderamente inútil si eso pasa, ella confía en mí y no quiero defraudarla.
— No digas eso. — Susurró Jimin llevando su mano a la mejilla del pálido y buscando que le viera. — Todo va a salir bien. — Animó acercándose al mayor. — No pasará nada. — Volvió a repetir ante la duda reflejada en los ojos del mayor. YoonGi sonrió antes de unir silenciosamente sus labios contra los del menor. JiMin sostuvo el rostro del mayor entre sus manos mientras se entregaba al beso que este había impuesto.
— Por fin encontré mi lugar seguro, después de tanto tiempo. — JiMin sonrió ante aquello mientras el mayor se aferraba a él en un fuerte abrazo que no tardó en ser correspondido.
— Supongo que yo también lo encontré. — Concluyó en un susurro, sintiéndose cómodo de aquella forma, bajo el tranquilo silencio que no resultó ser incomodo para ninguno de los dos.
...
¡Hola!
Gracias por leer Him.
No quiero hacerlas sufrir, pero ¿adivinen qué? Him finalizará dentro de tres capítulos.
Muchas gracias por todo el cariño que le han dado a esta historia, realmente me hicieron muy feliz durante cada actualización.
Disculpen cualquier error.
¡Nos leemos próximamente!
Pd: ¿Ya están leyendo Nothing compares? Es el fic que queda por este, así que lo recomiendo con la intensidad de mil soles.
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