[10]
JungKook observó tristemente el semblante de su mayor mientras le acompañaba en aquel pasillo, a poca distancia se encontraba NamJoon al lado de su esposa. Para el menor, aquello estaba siendo igual de doloroso porque comprendía en carne viva como se sentía YoonGi. Si a su padre le pasara algo, estaba seguro que no podría vivir con el dolor encima durante mucho tiempo.
— Puedes irte a casa JungKook, la gente alrededor se empieza a preguntar que tanto haces aquí a mi lado. — JungKook negó importándole muy poco las miradas curiosas que estaban sobre él y YoonGi.
— Algún día van a saber que tú y yo somos familia. — YoonGi asintió.
— Algún día cuando yo no esté dándote clases y ellos crean que sacas provecho de ello. — Anunció YoonGi alzando la mirada. El menor de ambos inmediatamente se preocupó por el semblante cansado que se reflejaba en el rostro de su hyung. — Ve a casa. — Pidió más como una orden que como una sugerencia.
— Jimin sabe que tú y yo somos familia. — Susurró JungKook encogiéndose de hombros. — Luego lo sabrá TaeHyung y luego todo el mundo. — YoonGi negó.
— No tenías que decir nada. — Gruñó el pálido. — No sé cómo harás pero tienes que decirle que era mentira. — JungKook rió.
— Por eso no te preocupes, el día que se lo dije Jimin estaba más en la luna que en la tierra, estaba más pendiente de que si llegabas a regañarlo por estar riéndose de TaeHyung que de escucharme, hace unas horas mencioné que tenía un hermano y actúo como si no supiera nada. — Mencionó encogiéndose de hombros. — Jimin muchas veces está más pendiente de salir de fiesta que de lo que pasa a su alrededor.
— Igualmente si te llega a preguntar nuevamente, niégalo. — JungKook estuvo a punto de negar pero YoonGi le interrumpió. — Cuando finalice el semestre, puedes presentarme a tus amigos como tu hermano; del resto no. — Prometió. El menor asintió a regañadientes. — Ahora vete a casa, yo me quedaré esperando que pasa con el señor Kim, si necesitan mi ayuda iré de inmediato.
— Ni lo pienses. — Gruñó JungKook conteniendo el bostezo que quería escapar de él. — Estás cansado y no podrás hacer mucho por más que quieras. — Mencionó JungKook. — Estoy seguro que tu amigo te avisará todo sobre el estado del señor Kim, vamos a casa juntos. — YoonGi gruñó molesto.
— Tu hermano tiene razón hyung. — Mencionó NamJoon acercándose a ellos. — JiSoo y yo estaremos aquí todo el día, tú estuviste de guardia toda la noche y debes estar cansado.
— Si necesitan mi ayuda lo puedo hacer. — Nam negó.
— Las cosas están controladas YoonGi, no te preocupes por eso. — Intentó calmar al pálido pero comprendía al mayor. Aunque lo aparentara, él mismo estaba asustado de lo que podía pasar dentro de quirófano. — Ve a casa, te lo pido como un amigo. — YoonGi asintió levantándose de su asiento seguido de JungKook.
— Me avisas cualquier cosa, por mínimo que sea. — Pidió demostrando la sinceridad de su pedido. Nam asintió.
— Papá es un hombre fuerte YoonGi, él saldrá de esto. — YoonGi asintió despidiéndose a lo lejos de JiSoo y observando por última vez la puerta que lo separaba del hombre que había sido como su padre. Cuando el pálido se fue, NamJoon regresó al lado de su esposa mientras esta acariciaba con cuidado la grisácea cabellera del moreno.
— Espero que tú también creas lo que le dijiste a YoonGi-ssi. — Nam asintió.
— Quiero creerlo pero igual tengo miedo.
...
Por más vueltas que le daba al asunto, Jimin no podía comprender la razón de porque se encontraba deseando volver a ver a Min y repetir aquel beso que había tenido lugar entre ellos. Había sentido algo, algo que nunca nadie le había dado a probar y que lo tenía increíblemente confundido y hundido en la inmensidad de un océano lleno de posibles porqués.
Y ahora que tenía tiempo de pensarlo con más claridad, podía decir que siempre que veía a Min había algo atrayente en su mirada, algo que podía compararse a lo profundo e intenso que podía ser el mar, y por ello; algo que podría arrastrarlo sin contemplación alguna si no tenía cuidado.
— Solo estás confundido. — Susurró Jimin para sí mismo mientras se llevaba las manos a su frente y cerraba los ojos. — No hay nada entre tú y Min.
Pero por más que quisiera creer esas palabras, algo muy dentro de él sabía que solo era cuestión de tiempo para que las cosas tomaran el rumbo que tenían que llevar.
...
Horas más tarde, JungKook despertó cuando el cielo estaba oscuro y las primeras estrellas empezaban a poblar el firmamento bajo la luz de la luna. A su lado YoonGi dormía profundamente con la boca semi-abierta. Para JungKook aquella imagen del mayor fue demasiado tierna, nunca antes había tenido la oportunidad de convivir tanto con su hermano y aquellos momentos en los cuales podía estar junto con él era lo más preciado que podría tener.
— La soledad es mala hyung. — Susurró jugando con el llamativo cabello color vino que portaba el mayor. Mientras más observaba el apartamento en donde YoonGi vivía, más podía darse cuenta de lo solo que el mayor estaba. — Espero que algún día puedas tenerme la suficiente confianza y cariño para permitirme estar contigo. — Musitó sinceramente. — Y que algún día encuentres a alguien que pueda hacerte feliz como tanto lo mereces.
Su teléfono vibró en la cama y rápidamente lo sostuvo en sus manos para evitar despertar al mayor. El nombre de su madre brilló en la pantalla y él no dudó en contestar.
— ¿Dónde estás JungKook-ah? Tu guardia terminó en la mañana y ya es de noche, ¿estás con tu hermano? — La voz cantarina de Sunmi se escuchó al otro lado de la línea. JungKook sonrió.
— Estoy con YoonGi, el decano estaba mal de salud y sufrió un paro. No quise dejarlo solo sabiendo lo importante que es ese señor para mi hermano. — Un silencio incómodo se sintió a través de la línea hasta que la mujer volvió a hablar.
— ¿Cómo está YoonGi? — Preguntó. — ¿Está bien?
— Está durmiendo ahora, tuve que obligarlo a comer. ¿Puedes creer que hyung solo tenía comida instantánea en su alacena? — Inquirió divertido. — Lo obligué a que fuéramos a comprar comida y luego de que comió se durmió y no ha despertado.
— No lo dejes solo, no ahora. — JungKook frunció el ceño.
— ¿Por qué dices eso mamá? — Preguntó sentándose en la cama. Un suspiro tembloroso se escuchó desde el otro lado de la línea y JungKook temió lo peor cuando la voz de su madre se escuchó nuevamente.
— NamJoon llamó preguntando por ti porque YoonGi no contesta el teléfono, el decano no está bien, temen que muera. — JungKook negó mientras volteaba a ver a su hermano. — Dile a YoonGi que lo siento mucho. — Cortando la llamada JungKook decidió que lo mejor que podía hacer era levantar a YoonGi y decirle lo que estaba pasando.
...
YoonGi corrió por el pasillo seguido de JungKook bajo la mirada del personal. Todos tenían un semblante triste en su mirada y aquello no hizo más que alterar el vulnerable estado en el cual se encontraba YoonGi.
— Hey. — Saludó NamJoon con su rostro bañado en tristeza. YoonGi negó deteniéndose a mitad de camino. — Ve a cambiarte, él quiere verte.
— ¿É-Él está bien? — Preguntó con la voz temblorosa. NamJoon desvió la mirada. — Nam. — Llamó serio. — ¿E-Está bien? — Exigió saber.
— Solo entra a verlo de una buena vez. — Pidió el moreno alejándose del mayor. JungKook lo acompañó en todo momento y lo esperó pacientemente en el pasillo hasta que YoonGi saliera de aquella habitación.
— No va a salvarse. — La voz de NamJoon rompió el silencio en el cual habían quedado tras la entrada de YoonGi a la habitación. — Papá tiene muchos antecedentes que están jugando su última carta junto al paro que sufrió. — Susurró. — Quédate con YoonGi y no lo dejes solo.
— Lo siento mucho Nam-hyung. — El moreno sonrió tristemente.
— Esto es algo que sabíamos que iba a pasar, solo que no pensé que fuera tan pronto.
...
YoonGi observó con dolor todos los cables que monitoreaban el cuerpo del hombre que había cuidado de él durante tantos años. NamSoo le observó con cariño intentando mantener a raya todo lo que sentía en ese preciso momento.
Él lo sabía muy bien, las fuerzas estaban abandonando su cuerpo y la debilidad estaba tomando terreno.
— E-Esto es mi culpa. — Musitó YoonGi con dolor mientras tomaba asiento al lado del mayor y tomaba su mano. NamSoo negó.
— N-No lo e-es. — Susurró con dolor mientras intentaba llevar su mano a la cabellera brillante del menor. — Te lo d-dije... L-Lo único s-seguro es la muerte. — Susurró en voz baja, muy débilmente. YoonGi negó sintiendo la aglomeración de lágrimas en sus ojos.
— No morirás. — NamSoo negó.
— Q-Quiero q-que seas f-feliz Y-YoonGi-ah. — Pidió el hombre. — P-Perdona y ama, la vida es corta.
— No vas a morirte. — Ordenó YoonGi apretando la mano que estaba sosteniendo. NamSoo rió.
— S-Sé feliz hijo. — Fue lo último que mencionó antes de cerrar los ojos. YoonGi negó mientras las lágrimas caían libremente de su rostro y los sollozos escapaban con libertad de sus labios. No fue consciente cuando los brazos de JungKook lo sostuvieron intentando darle consuelo.
Solo era consciente de que una vez más, perdía a alguien a quien amaba y por la misma razón.
...
Hola mis corazones bonitos. ¿Cómo están?
Leí comentarios que decían: No mates al viejito, y mi mente leyó: Mata al viejito. Y aquí está(? Okno, en realidad esto estaba pensado desde algún tiempo.
Nam es hetero en este fanfic, sorry por las NamJin shippers, pero ya tenía a Hoseok hetero en la mayoría de mis fanfics y decidí cambiar, PERO es casi NamJin porque JiSoo es Jin con peluca. *Huye*
¿Jimin recuerda que JungKook le dijo que era hermano de YoonGi? No, y esto es algo que creará drama muy pronto, no se olviden de este párrafo.
Gracias por leer, votar y comentar. Muchas gracias por el 1k en votos.
No olviden seguirme, igual mi cuenta de respaldo.
Les quiere mucho, Marina.
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