Epílogo
JEONGIN
3 meses antes
El ambiente en el trabajo se volvió más tranquilo desde que las ventas subieron hasta el cielo hace ya un año. También llegó más personal para ayudarnos a crecer nuestra pequeña pero prestigiada marca.
Ya no era el simple asistente del diseñador más famoso del país, era el segundo al mando de H&H y socio principal. Un título que portaba con orgullo.
Claro, la paga también era bastante buena.
Habíamos renovado la estructura de la empresa, ahora yo tenía mi propia oficina y mi propio asistente.
¿Lo pueden creer?
Hyunjin y Felix habían salido del país para un viaje de negocios al que habían sido invitados en París, dejándome a mí a cargo de nuestra pequeña empresa.
Salí de mi oficina con un par de carpetas en mano, pues en unos meses se festejaría el tercer aniversario de la marca y debíamos preparar un evento que estuviera a la altura de la celebración
En el pasillo que conducía a la sala de juntas me tomé con un hombre bien vestido, usaba un impecable traje gris y observaba detenidamente uno de los cuadros que adornaban el lugar. Aquel pedazo de papel que movilizó a casi todo el país.
Era una ampliación enmarcada de la portada de revista donde Hyunjin y Felix oficializaban su noviazgo.
Changbin observaba el cuadro como si él mismo no hubiera estado ahí el día que se tomó la fotografía.
─ ¿Hyung? ─lo llamé apenas lo reconocí, se giró para mirarme y pude ver como sostenía un ramo de rosas.
Estaba por pregúntale que lo traía aquí, pero llevaba visitando la empresa casi todos los días con una excusa más boba que la anterior.
─ Jeongin, siempre es un placer verte.
─ Literalmente trabajo aquí ─abracé las carpetas de archivos a mi pecho y rodé los ojos.
─ Toma ─dijo al mismo tiempo que entregaba el ramo, mismo que recibí por respeto a su gesto.
─ Hyung, le he dicho un millón de veces que no estoy interesado en una cita
─ Estas no son para ti ─mencionó burlón, sentí mi cara arder por la vergüenza.
─ ¿Entonces para qué me las entrega a mí?
─ Es verdad, ya no eres el asistente de Hyunjin.
─ Que yo lo rechace no significa que pueda ir detrás de mi amigo.
─ Muy gracioso, Jeongin ─entrecerró los ojos y guardó sus manos en los bolsillos de su costoso pantalón gris─, son una felicitación para tu socio.
─ Aún faltan más de cuatro meses para el aniversario.
─ ¿En serio aún no te enteras? ─se detuvo en seco después de su pregunta, como si se diera cuenta de algo─ creo que arruiné la sorpresa ─se pellizcó el puente de la nariz y yo lo miré confundido.
Antes de que pudiera interrogarlo, mi móvil interrumpió con su ruidoso tono de llamada. Era Hyunjin.
Rápidamente maniobré con todo lo que mis manos cargaban. Changbin, al verme peleando con los artefactos, me ayudó a cargar un poco de las cosas que casi resbalaban hasta el suelo.
─ ¡Jeongin! ─lo escuché gritar del otro lado de la línea.
─ ¿Pasó algo? ¿Están bien?
─ Sí, sí. Estamos bien ─su voz se escuchaba lejana y otra voz masculina se intentaba hacer notar al fondo, seguramente era Felix─, llevo una eternidad enviándote mensajes y no contestas ninguno ¿Cómo va todo por allá?
─ He estado algo ocupado, todo va muy bien.
─ Me alegra escuchar eso, tengo grandes noticias que contarte. Felix y yo volveremos a Seúl mañana temprano, pero ya hemos avisado a un par de revistas sobre el asunto así que probablemente recibas un par de llamadas.
─ No estoy entendiendo.
─ Le pedí a Felix que se casara conmigo... Y dijo que sí.
Sentí como si un balde de agua fría cayera sobre mí.
No.
Más bien, sentía como si estuviera nadando en las frías aguas de algún glaciar.
Sabía que ellos eran felices juntos y no haría nada para impedir su felicidad, pero aun así me dolía. Traté de erradicar estos sentimientos que llevaban conmigo años, aunque trabajar tan cercanos no estaba ayudando.
Estaba feliz por ellos, desafortunadamente un año no había logrado desvanecer el sentimiento que tardó años en crecer.
─ ¿Jeongin? ¿Sigues ahí? ─escuchaba la voz de Hyunjin pero fui incapaz de responder ─, creo que hay mala señal ─lo último parecía decírselo a Felix. Y con eso terminó la llamada
Yo estaba estático en mi lugar.
Changbin se acercó a mí y pasó su mano un par de veces frente a mis ojos intentando hacerme volver a mis sentidos.
─ ¿Todo bien? ─automáticamente asentí, pero el hombre no parecía creerme. Me tomó del hombro y me llevó con él hasta mi oficina donde me sentó en uno de los silloncitos individuales que adornaban el lugar.
Solté un suspiro pesado al dejarme caer en mi asiento, mirando por las enormes ventanas.
─ Veo que ya te enteraste, será mejor que te deje solo. Sabes que puedes llamarme si necesitas algo.
A duras penas asentí. Changbin dejó el ramo y mis carpetas en la mesita frente a los sillones antes de irse.
Sentía unas ganas inmensas de llorar, pero simplemente las lágrimas no lograban salir.
¿Eso era una buena señal?
***
Cuando Hyunjin volvió no quise toparme con él, lo cual es bastante imposible siendo socios de la misma empresa.
Había llegado más temprano de lo normal a mi oficina para no tener que verlo hasta que fuera absolutamente necesario, pero él fue a verme apenas y llegó al estudio.
Tomó asiento frente a mi escritorio después de saludarme para contarme un poco de su viaje a Francia.
─ Sé que es algo difícil de digerir después de todo lo que hemos pasado pero de verdad me gustaría que fueras el padrino de argollas en mi boda ─mencionó después de un rato─, si no quieres puedes decírmelo. Tu bienestar también es importante para mí y no quisiera que te sintieras incómodo, es lo que menos quiero. Pero, como era mi mejor amigo y una de las personas más importantes en mi vida quise ser algo egoísta y pedírtelo. Espero que...
─ Hyung, está bien. Para mí sería un gran honor.
Se levantó de su asiento para acercarse y abrazarme brevemente dando dos palmadas en mi espalda antes de dirigirse a la salida.
Se detuvo al sostener el picaporte de la puerta y me volvió a mirar.
─ Sabes, tú también mereces ser feliz con alguien que te ame tanto como amas tu trabajo.
─ Lo sé. Solo no he encontrado a la persona correcta.
─ ¿Cómo sabrás que es la correcta si no le das una oportunidad a nadie? ─hice una mueca antes de que siguiera hablando─, además, necesitas alguien que te acompañe a la boda.
─ Estaré bien solo.
─ Changbin me pregunta todos los días por ti. Tal vez deberías aceptar una de sus salidas. Quien sabe, puede que llegue a sorprenderte.
Al cerrar la puerta detrás de él, me dejó en soledad con mis pensamientos.
Tal vez Hyunjin tenía razón.
Tal vez ya era tiempo de que me diera a la oportunidad de ser feliz con alguien más.
Recargué los codos en mi escritorio para encerrar mi cabeza entre mis manos, pensando.
Miré una de las fotografías enmarcadas sobre la mesa.
Estábamos los cuatro fuera del edificio de H&H. Hyunjin y yo cortábamos el enorme listón rojo mientras Felix y Changbin estaban detrás de nosotros. Todos con enormes sonrisas.
Tomé mi móvil de junto a las fotografías y tecleé el número del jefe de la revista, quien contestó al primer tono.
─ Jeongin ¿a qué debo el milagro? ─podía jurar que estaba sonriendo, se notaba en su forma de hablar.
─ ¿Esas citas de las que tanto hablaba siguen vigentes?
─ Siempre dispuestas para ti.
─ Me gustaría ir a alguna.
─ Perfecto ¿Te parece si paso por ti a las nueve esta noche? ─hice un sonido de confirmación con mi garganta para que siguiera hablando─. Bien, te veo esta noche.
─ Nos vemos ─dejé caer el aparato en mi escritorio una vez más, dudando un poco de lo que había hecho.
Quién sabe, quizá Changbin sea la persona correcta para mí.
Fin.
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