4.
HYUNJIN
Cuando llegó el medio día, ya me encontraba saliendo del elevador en el séptimo piso del centro comercial Bang, donde estaba la oficina de Chan. Saludé a Seungmin antes de que él entrara en la oficina anunciando mi llegada.
El lugar estaba impecable, como siempre. Al entrar en el lugar vi como Bang Chan se levantaba de su escritorio para acercarse y saludarme con un apretón de manos para luego invitarme a sentarme en uno de los silloncitos que adornaban la habitación.
Nos sentamos a discutir sobre la distribución de la colección en los puntos de venta disponibles, cuando, después de un rato, mi vista se perdió en un recipiente gris que descansaba en el escritorio del castaño.
Chan notó mi ausencia de atención y siguió mi mirada para encontrar lo que me distraía.
─ Son los brownies de Felix, están deliciosos ─hice un sonido con mi garganta en forma de afirmación─, él está aquí.
Mi atención volvió a el dueño de la oficina.
─ ¿Quién?
─ Felix.
─ ¿Aquí en el edificio?
─ Sí, está en el tercer piso, en una sesión de fotos para la temporada navideña ¿quieres ir a ver? ─Chan se levantó de su asiento sacudiendo su traje. Yo asentí lentamente tratando de ocultar mi ansia por correr al elevador. Copié su acto al levantarme de mi asiento y lo seguí hasta el ascensor.
Al llegar al tercer piso el lugar estaba lleno de luces y utilería navideña. El guardia que protegía el lugar de personal no autorizado nos abrió la banda dándonos paso a donde estaba el fotógrafo y un chico rubio que reconocí inmediatamente.
Felix estaba concentrado en su trabajo siguiendo las instrucciones del fotógrafo que no notó nuestra presencia. Llevaba un gorro de Santa Claus junto con un conjunto rojo y blanco para la época. El hombre de la cámara le pidió sonreír después de tomar un par de fotografías con cara seria y en ese momento me paralicé.
La calidez que había sentido con anterioridad al verlo reír se volvió más intensa esta vez. Los latidos de mi corazón empezaron a acelerarse tanto que hasta podía sentir como palpitaba en mis oídos, tuve miedo de que alguien más los escuchara.
No tenía idea de que era lo que estaba sintiendo, pero estaba seguro de que solo Felix lo estaba provocando. No podía de dejar de pensar en las estrellas que adornaban su cara.
─ Hyunjin ─Chan chasqueó sus dedos frente a mi cara, sacándome de mis pensamientos─ Cierra la boca, se te va a meter una mosca ─reprochó entre risas. Reí con él para ocultar mi vergüenza.
De repente la voz de una mujer nos hizo girar, sostenía una tableta en una de sus manos, donde pude notar gráficas en distintos colores y tamaños.
─ Señor Bang, al fin lo encuentro ─dijo con su mano libre en el pecho tratando de recuperar el aliento. Como si hubiera corrido un maratón─. Tenemos que hablar sobre las acciones de la empresa.
Chan asintió y la acompañó hasta el elevador donde subió con ella. Antes de que las puertas se cerraran me dijo con una sonrisa:
─ Cuando terminen aquí ven con Felix a mi oficina.
Al volver mi vista hacia el set, el rubio bajaba del ostentoso trineo de utilería y me miró. Sacudió sus manos para saludarme, acto que repetí.
Me hizo una seña para que lo acompañara junto a la pequeña pantalla conectada a la computadora del fotógrafo donde se podían apreciar las docenas de imágenes del chico en ellas.
─ Sunbae, que sorpresa verlo aquí ─sonrió haciendo una leve reverencia como saludo. Noté que en su maquillaje llevaba pequeñas estrellas como accesorios por sobre sus pecas.
─ Chan quiso pasar a ver como estaba todo pero tuvo un imprevisto y tuvo que volver a su oficina ─contesté señalando al elevador a unos metros de nosotros─. Me pidió que te acompañara a su oficina cuando terminaras.
El chico de las pecas asintió apretando los labios, lo que hizo que sus mejillas se levantaran. El fotógrafo interrumpió el momento para pasar a saludarme. Me pidió que lo ayudara a elegir fotografías pues ya había trabajo con él un par de veces con los modelos de anteriores colecciones. El hombre me mostró más de veinte fotografías de las cuales mis favoritas fueron donde se mostraba la enorme sonrisa del rubio.
─ ¿Qué tipo de publicidad harán con las fotografías? ─pregunté aún con los ojos pegados a la pantalla.
─ De todo. El director Bang mencionó que habrá pancartas dentro y fuera de los centros comerciales, anuncios en paradas de autobús e incluso figuras a tamaño real. Están tirando la casa por la ventana con esta nueva promoción.
Pues claro, era la primera navidad en la que Chan estaba al frente de la compañía y seguramente quería demostrarle a su abuelo de lo que era capaz de lograr.
Cuando su padre se retiró antes de tiempo y volvió a Australia el año pasado, el abuelo de Chan lo nombró el nuevo director.
Lo admiraba mucho, a sus 26 años ya estaba al frente de una de las empresas más ricas del país y yo estaba dispuesto a ayudar a mi amigo en lo que necesitara, así como él me ayudó a mí hace años.
─ Tomando en cuenta que es para la época navideña, creo que las mejores opciones son estas diez ─comenté señalando diez fotografías del sonriente chico apuntando hacia la nada, supuse que en la edición se encargarían de colocar el promocional.
─ Lo tendré en mente. Gracias, Hyunjin ─contestó el fotógrafo volviendo su atención a su computadora.
─ Un placer ─ dije mirándolo antes de girarme hacia el modelo─ Entonces, Felix ¿Estás libre?
─ Sí, solo necesito cambiarme ─interrumpió el rubio caminando rápidamente hacia un pequeño probador.
Yo me quedé admirando la escenografía del lugar, el trineo, la nieve falsa, incluso la pancarta con un cielo azul dibujado en el fondo. Lo único que hacía falta eran unos villancicos y entonces podría jurar que ya estábamos en diciembre.
A los pocos minutos, Felix salió del vestidor con el atuendo que usaba cuando fue a visitarme esta mañana─. Todo listo, ya podemos irnos.
Cuando ambos subimos al elevador solo podía escucharse la música de fondo, miré a mi acompañante quien estaba quitándose las estrellas del maquillaje de su cara.
─ Son lindas ─me miró sorprendido por la repentina conversación.
─ Gracias. El maquillaje me hace ver guapo ─soltó una risilla por su propio comentario mientras cubría su boca con una de sus manos.
─ Incluso sin el maquillaje te ves guapo.
De golpe se giró a mirarme, fue ahí que me di cuenta de que lo había dicho en voz alta. Abrí mis ojos en sorpresa y evité su mirada, deseando que el elevador llegara pronto a su destino. Podía ver en el espejo junto a mí como mis orejas se volvían de un rojo carmesí.
Me apresuré a salir el encerrado lugar apenas y las puertas se abrieron en el séptimo piso, encaminándome hacia la oficina de Bang Chan, con Felix pisándome los talones.
Seungmin nos dio entrada a la oficina y ambos nos inclinamos para saludar al jefe del lugar quien repentinamente se levantó de su asiento detrás del escritorio para darnos un fuerte abrazo a ambos.
─ Gracias, gracias, gracias ─al separarse de nosotros nuestras caras confundidas le pedían explicaciones─, las acciones subieron tres puntos. Cinco más y sobrepasaremos las estadísticas del año pasado cuando mi padre aún estaba a cargo. Y fue gracias al desfile de anoche. Todos están ansiosos a que salga la colección al mercado.
La sonrisa del castaño nos contagió a Felix y a mí, quienes levantamos los pulgares en apoyo a nuestro amigo antes de que continuara hablando.
─ Despejen su agenda unas horas, los invitaré a comer carne para celebrar.
Llamé a Jeongin para avisarle que no volvería al estudio y pasara todos mis pendientes para mañana. El chico me regañó con un tono de preocupación, pero cuando le dije que saldría con Chan y Felix se excusó y cortó la llamada para volver al trabajo.
Aunque noté su voz más fría de lo normal.
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