29.
HYUNJIN
Levanté el menú que sostenía para tapar mi cara, Jeongin notó mis acciones y se giró para averiguar la razón de mi cobardía, encontrándose con la pareja de modelos.
Escuché unos pasos acercarse a la mesa y la voz de una chica llamándome.
─ ¿Hyunjin sunbaenim? ─lentamente bajé el menú para dejarlo sobre la mesa, ella me saludó con una leve reverencia y una sonrisa en su rostro. Repetí su saludo, pero mis ojos estaban plasmados en el chico junto a ella.
Felix miraba fijamente a Jeongin, su mandíbula se marcaba más de lo habitual por la fuerza que ejercía en ella. Segundos después exhaló por la nariz mofándose antes de mirarme a mí, yo miré a Yiren para evitar los ojos de su novio.
─ ¿Qué los trae por aquí? ─pregunté concentrándome de nuevo en la chica.
Seúl era una ciudad muy grande, de todos los lugares a los que pudieron haber entrado tuvieron que venir aquí.
─ Es nuestra cita de San Valentín ─sentí un nudo en el estómago, esta debía ser nuestra cita─, nos dijeron que Sook-Soo es de los mejores restaurantes de la ciudad.
Escuché a mi acompañante aclarar su garganta para hacerse presente cuando ella terminó de hablar.
─ Cierto, lo siento ─giré mi cabeza para ver a cada uno mientras los presentaba─. Yiren, él es Jeongin, mi mejor amigo, asistente de negocios y acompañante de hoy ─ambos se saludaron agachando un poco la cabeza.
─ Ya debemos ir a nuestra mesa─era la primera vez que oía al castaño hablar desde que llegaron.
─ Claro ─Felix empezó a caminar con ella de la mano, casi arrastrándola con él. Yiren trató de despedirse lo más rápido que su acompañante le permitiera─ Un gusto verlo de nuevo sunbae, un placer Jeongin.
─ Que incómodo ─susurró el pelinegro volviendo a mirar en menú que aún sostenía una vez la pareja estuvo lo suficientemente alejada de nosotros como para no escucharnos.
─ Y que lo digas.
Durante la cena no pude evitar mirar en la dirección en la que se encontraba su mesa, tal vez miré más de una vez. Para mi sorpresa, todas esas veces mis ojos y los de Felix coincidieron por unos cuantos segundos.
Cuando volvimos a mi departamento para entregarle sus cosas a mi amigo, hubo un momento que regresó a mi memoria gracias a la campanilla del elevador.
Recordé a la perfección el fuerte agarre en mi muñeca que Felix dio cuando fui a su departamento, cuando le dije mi nuevo acompañante a la boda de Chan y el inesperado secreto que me había soltado. Las palabras de Felix resonaron como el eco de una cueva en mi mente.
"Él está enamorado de ti".
Creí que eso solo había sido una pesadilla provocada por el exceso de alcohol en mi cuerpo.
Tuve que recargarme en una de las paredes del pasillo una vez fuera del ascensor ya que mi dolor de cabeza estaba volviendo y el patrón de la alfombra del piso no ayudaba mucho a mis mareos.
─ Hyung ¿está bien? ─preguntó tomándome del brazo para ayudarme a mantenerme de pie por mí mismo.
"Iré con Yiren a la boda...".
Es verdad, había dicho que Jeongin sería mi acompañante, pero ya no sabía si preguntárselo.
Seguía sin entrarme en la cabeza la idea de que él, específicamente él de todas las personas a mi alrededor, estuviera enamorado de mí.
Durante los metros restantes para entrar a mi departamento tuve dudas que no me dejaban coordinar mis extremidades. Tenía que apoyarme en mi amigo para no caer ante la migraña.
¿Desde cuándo tenía estos sentimientos hacia mí?
¿Se lo contó a alguien más?
¿Cuándo dejó de verme como su mejor amigo y comenzó a verme como el tonto al que no le podía confesar sus sentimientos?
El chico abrió con facilidad la puerta de mi hogar para dejarme caer sobre el sofá de la sala mientras él se alejaba para buscar su ropa ya limpia guardada en un plástico transparente.
Regresó para entregarme mi libro de bocetos.
─ Estaba en el suelo, debajo de la mesa del recibidor ─tomé la libreta entre mis manos para recargarla en mi pecho, sosteniéndola con fuerza.
─ Gracias ─fue lo único que pude murmurar.
Tomé aire para hablar de nuevo, pero él se me adelantó.
─ Yo... ─se aclaró la garganta para obtener tiempo de conectar sus ideas─. Supongo que ellos irán juntos a la boda.
─ Con 'ellos' te refieres a...
─ Yiren y Felix.
─ Oh... Sí, supongo que sí.
─ Yo podría acompañarlo, como en los viejos tiempos, cuando íbamos a todas partes juntos ─me miró con sus ojos de cachorrito, a esos que nunca podía decirles que no.
─ Creo que es una maravillosa idea.
***
Mi mirada recorría todas las entradas del salón de fiestas donde Chan y Tzuyu unirían sus vidas. Al final del largo pasillo adornado por brillantes flores blancas ya estaban los padres de ambos con los trajes representativos de sus países manteniendo las tradiciones. Del otro lado del escenario, junto al podio y el micrófono se encontraban los padrinos del novio; Seungmin y Felix.
No podía apartar los ojos del ahora castaño con el flameante esmoquin negro. No hasta que escuché mi nombre a mis espaldas.
Me giré para encontrarme con un chico pelinegro de gafas, ambos nos saludamos rápidamente.
Por primera vez vi a Jeongin usar aquel traje azul que le había regalado en Milán.
En retrospectiva, y sabiendo lo que ahora sé, tal vez no debí hacerlo. Actué de muchas maneras qué probablemente lo confundieron y lo que menos deseaba era lastimarlo.
Tomamos nuestro lugar en una de las mesas un tanto alejadas del escenario, afortunadamente compartiría lugar con uno de los tíos de Chan al que ya conocía por lo que el tiempo no se me pasó incómodo.
Seungmin hizo las presentaciones de las familias que ya estaban esperando la llegada de los novios y cuando las luces bajaron supimos que había llegado la hora.
Yiren y Sana, una cantante japonesa amiga de la pareja, entraron primero. Ambas usaban el mismo diseño de un vestido rosado caminando hacia los chicos de esmoquin junto al pódium.
Detrás de ellas entraron de la mano dos chicos que habían compartido conmigo varios momentos muy importantes de mi carrera, sin ellos creo que no estaría donde estoy ahora.
Sostenía firmemente su ramo y sus ojos estaban casi cerrados por la fuerza con la que sonreía. Llevaba un pomposo vestido blanco que brillaba al contacto de las luces del salón, me contagió de su sonrisa al comprobar el diseño. Mi diseño. Exposición de novias, dos años atrás.
Casi lloro de la emoción.
La boda se ofició tranquilamente y sin imprevistos, estaba tan feliz por el gran paso que mis amigos tomaban, pero mis ojos no podían apartarse del chico de las pecas con ese impecable traje negro y su radiante sonrisa.
Cuando la ceremonia terminó la pareja se adentró en la pista de baile para su primer vals como marido y mujer. Eligieron una canción hermosa interpretada por su amiga Sana, miré como los labios de Chan se movían cantándole en susurros a su ahora esposa mientras tomaba su cintura y daban suaves vueltas por el lugar.
Busqué a Felix con la mirada encontrándolo del otro lado de la pista observando detenidamente a los novios bailando al son de la melodía. Su cara se iluminaba con los diferentes colores de las luces y la letra de la canción me ponía nostálgico pues las frases cercanas al final de la canción solo me hacían pensar en él.
"Te amo"
Mis ojos no podían apartarse de su rostro, los colores en su suave piel eran todo un espectáculo digno de un museo.
"Nuestro amor es verdadero"
Se limpió una lágrima que escapaba de sus ojos mientras sonreía como si nada hubiera pasado. La chica que lo acompañaba le susurró algo al oído y ambos se perdieron entre la multitud, dejándome con un vacío en el pecho.
"Por favor, abrázame"
Cuando la canción terminó todos aplaudían a la pareja quien nos invitaban a iniciar la fiesta.
Yo fui de las primeras personas en acercarse a felicitarlos. Abracé a Chan, dando un par de palmadas en su espalda.
─ Me alegra saber que tu abuelo no te metió en algún matrimonio arreglado ─comenté en forma de broma lo que provocó que ambos soltaran una carcajada.
─ Créeme, lo intentó ─dijo Tzuyu risueña.
Me acerqué para felicitarla y también darle un abrazo.
─ Te ves hermosa con ese vestido. Cuando lo usaste en aquel desfile jamás imaginé que lo usarías en tu boda ─agregué al separarme de ella.
─ Quedé encantada con el diseño y le prometí a mi madre usarlo cuando llegara a casarme.
─ Le dije que podía conseguir cualquier vestido qué se imaginara, pero siempre fue este ─me llevé la mano al pecho murmurando un "ouch" burlesco fingiendome ofendido.
─ Cuídala bien, es de las mejores modelos de la industria y una gran chica ─amenacé a Chan a modo de juego─, me alegro muchísimo por ambos.
Me alejé del lugar para volver a la vacía mesa donde solo estaba Jeongin jugando con uno de los vasos de cristal que estaban a su alcance.
Verlo en ese estado, cabizbajo y con la mirada triste me hizo darme cuenta que ya no podía seguir alargando esto. Debía hablar con él. Tomé su hombro haciéndolo dar un saltito del susto. Me miró y vi su expresión cambiar por completo, una sonrisa apareció por unos segundos, pero se borró inmediatamente después de lo que le dije.
─ Tengo que hablar contigo, por favor acompáñame.
Ambos caminamos hasta salir del salón de fiesta y luego nos alejamos un poco más para que nadie pudiera escucharnos.
─ Jeongin, necesito tu consejo, ya no quiero seguir así. Extraño muchísimo a Felix y estoy cansado de negarlo. Me duele verlo de la mano de alguien más ─empecé a hablar una vez estuve seguro de que no nos escucharían.
─ Hyung, fue usted quien terminó con él.
─ Lo sé pero lo hice porque tenía miedo. Tenía miedo de que alguien nos descubriera y todo se saliera de control, no quisiera que Felix pasara lo mismo por lo que pasó Jisung ─me pasé la mano por el cabello con frustración. Mismo sentimiento que empezaba a correr por mis venas.
─ ¿Por qué no le dice eso a él? ─su tono de voz era calmado, arrastraba un poco las palabras pero se mantenía firme con lo que decía. Escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón de vestir azul sin dejar de mirarme.
─ No creo que sea tan fácil, él está oficialmente con Yiren. Y estoy seguro de que me odia.
─ Entonces ríndase, si no está dispuesto a luchar por lo que quiere; ríndase. El amor no es fácil ─se encogió de hombros y me miró despreocupado. Debía ser una broma. La facilidad con la que lo decía me provocaba rabia.
─ Es que no lo entiendes, Jeongin. No sabes lo difícil que es estar enamorado de alguien y no poder estar con él por miedo a ser rechazado, miedo al qué dirán ─dije alzando mi voz entremezclando el coraje que recorría por mis venas al no ser lo suficientemente valiente para poder afrontar a la prensa y no tener miedo de tomar la mano de Felix, junto con la tristeza que me causaba verlo de la mano de alguien más. Una persona que seguramente no lograba sacarle una sonrisa como yo estaba seguro que podría hacerlo.
Pero apenas y esas palabras salieron de mi boca, me arrepentí. Como siempre mis labios se movían más rápido que mi cerebro.
─ No tiene ni la más remota idea. A pesar de los años que llevo trabajando para usted jamás se dio el tiempo de notar las innumerables señales que daba para demostrarle mis sentimientos, para decir que estaba enamorado... ¡Estoy enamorado de ti! Tan profundamente que no importa cuanto llegue a dañarme, aún sea sin intención, yo seguiré a su lado de manera incondicional ─su tono de voz iba disminuyendo al mismo tiempo que esta se quebraba.
─ Jeongin...
─ No diga nada. Yo supe que no tenía oportunidad con usted en el momento que lo vi llegar. Hyung, jamás te había visto sonrojarte tanto como el día en que se conocieron ─se tomó unos segundos antes de seguir hablando pues vio la expresión atónita que tenía mi cara─ No puedo obligarte a que me ames como yo lo hago. Sé que solo me mantuviste tan cerca porque te sientes solo. Estás enamorado, sí, pero no de mí.
Vi como sus ojos empezaron a soltar lágrimas a diestra y siniestra antes de que él se cubriera la cara ocultando sus sollozos. Me acerqué a él para abrazarlo en un intento de reconfortarlo.
─ Créeme que quisiera intentarlo, Jeongin. A lo largo de estos años siempre te vi como una persona especial para mí pero no con otras intenciones más allá de la amistad. Simplemente no podría porque mi corazón le pertenece a él. Prefiero hacértelo saber ahora antes de seguirte lastimando y levantar falsas esperanzas. Siempre voy a quererte y protegerte como si fueras mi hermano, y siempre voy a desear por que encuentres a alguien que te mire como tú me miras a mí.
Rompió el abrazo de una manera brusca y golpeó mi pecho de la misma forma con su puño cerrado, haciéndome retroceder un paso.
─ Más le vale volver con él. Sino yo me enojaré con usted.
Sonreí ante su respuesta y asentí.
─ Lamento causarte todo esto.
─ Tranquilo ─limpió sus lágrimas con el pañuelo en la solapa de su saco─, no es nada que no supiera ya. Lo importante ahora es arreglar el desastre que causó.
Suspiré aliviado y volví a asentir.
─ Esto lo debo resolver solo. Debes estar cansado de limpiar mis desastres. Tómate unos días libres para que descanses y deséame suerte que debo ponerle orden a mi vida de nuevo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro