HYUNJIN

La cabaña que Jeongin había conseguido para nosotros era tan tranquila y cómoda que casi me sentía en casa. Aproveché el haber llegado antes que Felix para adornar el lugar con artículos que encontré en el mercado más cercano.

Por las ventanas de la casita se podía observar la nieve por todos lados, un blanco paisaje que transmitía tanta paz era el lugar perfecto para perderse unos días de la locura de Seúl.

A pesar de que la chimenea estaba encendida, el frío se hacía presente en el interior. Traje un par de cobijas de la habitación y las acomodé en el enorme sofá cama de la sala de estar donde estaba sentado dejando mi tensión salir por medio de dibujos.

Miraba como el boceto tomaba forma en la página en blanco cuando escuché un auto estacionarse fuera de la cabaña. Rápidamente me acerqué a la ventana para ver la rubia cabellera de mi pareja salir del auto con un abrigo donde posiblemente cabíamos los dos de lo grande que era.

Le abrí la puerta dejándolo escapar del invernal frío del exterior. Se sacudió las botas y las dejó frente a la puerta al igual que su abrigo. Al verme me abrazó recargando su cabeza en mi pecho. Siendo yo unos centímetros más alto esperaba que escuchara los latidos que él provocaba.

─ Te compré unas cosas ─rompiendo nuestro abrazo le tomé la mano para llevarlo a la cocina donde los gabinetes estaban llenos de ingredientes para postres─, podemos cocinar algo después de que descanses un poco.

─ Dormí durante todo el vuelo ─se ha reído mirándome─, iré a lavarme y podemos empezar a cocinar. Calienta el horno mientras tanto.

Asentí haciendo caso a su orden luego de llevar su maleta a la habitación compartida. Cuando volví, Felix estaba atando su cabello en una cola de caballo que apenas alcanzaba a amarrarse. Sacó una libreta de su mochila y ella se salió una hoja de muestras de colores, la tomé en mis manos alzando un poco más la mirada hasta que nuestros ojos se toparon.

─ ¿Qué es esto? ─pregunté con la paleta de colores en mano.

─ Son muestras de tinte para cabello ─respondió recargándose sobre la encimera de la cocina.

─ ¿Te teñirás? ─señalé al nacimiento de mi propio cabello simulando que era el suyo.

─ Tal vez. Mi manager dijo que debería probar un estilo diferente para el próximo año ─mencionó buscando una bolsa de harina en la alacena.

Nos dedicamos unas horas a cocinar diferentes postres dejando la cabaña con olor a chocolate y hogar. Felix se encargó de casi todo, tuve miedo de quemar la cocina.

Al terminar, nos acurrucamos bajo las cobijas del sofá frente a la chimenea mientras veíamos la televisión sobre ella. Bueno, Felix veía la televisión mientras comía galletas. Yo lo miraba a él.

Lo admiré por tanto tiempo que no noté cuando empecé a dibujarlo.

El hombre tenía un perfil tan perfecto que a veces no podía creer que fuera un ser humano real.

Cuando me sentí satisfecho con el resultado, firmé mi propio dibujo antes de cerrar el libro y dejarlo en una mesita junto al sofá. Pude ver como el rubio empezaba a cabecear junto a mí, la imagen me dio ternura. Miré la hora en mi móvil, faltaban pocos minutos para la media noche y con mi dedo índice di un toque a su mejilla para tratar de despertarlo.

El chico se incorporó y me miró.

─ ¿Quieres algo de chocolate caliente? ─con voz adormilada murmuró un "sí" antes de estirar sus brazos sobre su cabeza.

Una vez terminé de preparar nuestras bebidas tomé ambas tazas con malvaviscos flotando con la intención de volver junto a Felix en el sofá, pero el chico estaba junto a la ventana con una cobija alrededor de su cuerpo. Me acerqué a él y le entregué su taza mientras él abría la cobija permitiéndome cubrirme del frío junto a él.

─ Escogiste este lugar a propósito ¿no es así? ─preguntó entrecerrando sus ojos con suspicacia.

─ ¿A qué te refieres?

─ Para que tuviéramos que estar así de juntos por el frío ─sentí como su mano izquierda abrazaba mi cintura y me acercaba a él mirándome orgulloso. Una sonrisa no pudo evitar aparecer en la cara de ambos.

─ Tal vez ─me acerqué a su rostro hasta que nuestras narices se tocaron, la suya estaba fría. Su aliento olía a chocolate y una luz roja alumbró la mitad de su rostro que estaba frente a la ventana.

De reojo pude notar los fuegos artificiales alumbrando el cielo.

─ Feliz año nuevo, Felix ─dije antes de romper la distancia restante y juntar sus labios con los míos. Sentía escalofríos por todo mi cuerpo y podría jurar que se me puso la piel de gallina.

Su agarre en mi cintura se apretó y sentí su sonrisa por encima del beso.

Por fin tuve la valentía de darle nuestro primer beso.

Nos separamos por falta de aire, él juntó su frente con la mía antes de plantar un beso en ella.

─ Feliz año nuevo, Hyunjin.

Tomé su mano para observar los fuegos artificiales por nuestra ventana antes de ir a dormir.

A la mañana siguiente mi sonrisa se volvió más grande al ver rubio entre mis brazos. Su cabello despeinado lo volvía más guapo de lo normal. Me moví un poco para acomodar el brazo donde él recargaba su cabeza mientras la luz del sol ya entraba por la ventana.

A tientas busqué mi móvil en la mesita junto a la cama para ver la hora y decidir si dormir un poco más o prepararle el desayuno a mi novio.

Apenas eran las ocho de la mañana cuando recibí una notificación cuyo titular me hizo abrir los ojos casi por completo y olvidarme de lo somnoliento que estaba.

"Dispatch revela una nueva pareja de famosos compuesta por dos chicos".

Sentí como si un hueco se abriera en mi corazón y mi respiración comenzó a agitarse. Abrí la boca para tratar de que más aire llegara a mis pulmones y calmara la sensación de ahogamiento que me sofocaba.

No podía apartar los ojos de la pantalla de mi móvil. El miedo me carcomía desde adentro, pero la curiosidad me susurraba que abriera el artículo.

Sentí a Felix moverse a mi lado, giré mi cabeza para observar cómo se tallaba los ojos antes de abrirlos. Su sonrisa mañanera desapareció cuando vio mi cara de preocupación.

─ ¿Qué tienes? ─se incorporó en su lugar dejando todo su peso en sus codos. Giré el aparato para que pudiera ver la notificación.

Contuvo su respiración un segundo antes de soltar un suspiro pesado.

─ ¿Ya lo abriste? ─negué con la cabeza, no podía pronunciar palabra alguna. El pulgar de mi mano tembló un poco antes de presionar aquel tenebroso titular.

Mientras la página cargaba, lancé mi teléfono a la cama y me alejé de él. Mi novio lo tomó en sus manos mostrándome como lo primero que se veía era una fotografía de mi edificio.

─ No puedo. Léelo en voz alta ─pedí cubriendo mi cara con mis manos. Sentía el pecho pesado y unas nauseas como si hubiera corrido un maratón después de comer.

─ "La primera sorpresa del año ha llegado y que mejor forma de empezarlo que con una historia de amor..." ─empezó a leer, mis nervios aumentaban con cada palabra que iba mencionando.

─ "En exclusiva estamos felices de anunciar a la nueva pareja de la televisión.

El actor Lee Minho, quien tras el éxito de su más reciente drama 'Keeping On Track' se ha tomado un breve descanso de la actuación, fue visto vacacionando al lado de su pareja: el carismático presentador de programas matutinos; Han Jisung. Ambos fueron vistos saliendo juntos del departamento del actor en Cheongdam, Seúl, la mañana de navidad.

Fuentes confiables cercanas a la pareja nos han informado y confirmado que la relación ha pasado por alto del foco público desde hace más de un año.

Las agencias y representantes de ambas estrellas se mantienen en silencio sobre la relación de los chicos".

Al terminar de leer, Felix y yo nos miramos. Lentamente las comisuras de nuestros labios se levantaban para formar un par de sonrisas. No nos habían descubierto.

Salté de mi lugar para envolver a mi pareja entre mis brazos, di un largo beso en su mejilla antes de mirarlo brevemente.

Estábamos recostados en la amplia cama con la vista al techo apreciando como la nieve del exterior se reflejaba él con la luz solar. De la nada escuché como el chico a mi lado soltó una carcajada, lo miré desconcertado, pero su risa era contagiosa y los dos terminamos riendo hasta que nos dolió el estómago.

─ Entonces esa era la razón de los reporteros en tu edificio.

─ No sabía que ese actor vivía ahí.

Estiré mi brazo para que él pudiera colocar su cabeza ahí, disminuyendo nuestra distancia.

─ Quisiera quedarme así el resto de la vida ─dije haciendo al lado uno de los largos mechones de su flequillo.

─ Tenemos que volver pronto ─contestó haciendo un puchero. Con un quejido oculte mi cara en su pecho mientras el rubio acariciaba mi cabello.

─ Déjame disfrutarlo, antes de regresar a la realidad.

─ Hyunjin ─volvió a hablar Felix después de un rato en silencio, cambié mi posición para poder mirarlo─, después de esto ¿Crees que podamos hacer público lo nuestro?

Me quedé pensativo por unos momentos. Si el país se tomaba bien esta noticia tal vez no habrá más necesidad de escondernos.

─ Deberíamos esperar un poco, analizar la situación de los chicos y después tomar la decisión.

El rubio asintió antes de volver a su posición recostado junto a mí disfrutando de nuestra soledad un poco más.