Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18.

HYUNJIN

Me pasé las manos por el cabello en desesperación ¿qué hacían ellos aquí? No éramos precisamente la clase de celebridad que ellos suelen perseguir.

Jeongin sacó del bolsillo de su abrigo la libreta que llevaba a todos lados, un pequeño bolígrafo y empezó a buscar una página en blanco para escribir algo.

Felix se levantó del sillón y se acercó a mí para observar lo que mi asistente hacía.

─ Bien, lo que podemos hacer es inventar una excusa convincente. Si alguien pregunta estuvimos aquí para negociar la participación de Felix en el próximo desfile de H&H en marzo. Hyung, la gente sabe que siempre lo acompaño a sus reuniones importantes así que puede funcionar.

El chico empezó a dibujar un pequeño plano del lugar y se acercó para mostrárnoslos.

─ Felix y yo podemos salir por el frente. Ellos están esperando a una celebridad y no se irán hasta ver una ─comenzó trazando la ruta principal─, hyung, deberás salir por la parte de atrás. Sin que nadie te vea. Bajo ninguna circunstancia los pueden ver a ustedes juntos ─finalizó mirando a mi pareja.

El rubio asintió y tomó mi mano para darle un apretón en forma de apoyo. Volvió a la sala de estar para despedirse de Kkami mientras yo seguía hablando con el chico de cabello negro.

─ ¿Crees que funcione? ─me crucé de brazos para esconder mi nerviosismo.

─ Hyung, confíe en mí ¿cuándo le he fallado? ─el chico posó su mano en mi hombro y me sonrió, su sonrisa me transmitió confianza y me relajó.

─ Debemos irnos antes de que alguno logre entrar al edificio ─interrumpió Felix volviendo a mi lado, Jeongin se incorporó en su lugar y guardó su libreta. Yo asentí.

Felix y Jeongin tomaron sus abrigos de junto a la entrada de mi departamento, pero antes de salir tomé al rubio de la muñeca para acercarlo a mí y darle un fuerte abrazo. Yo no era una persona muy afectuosa a comparación de él, pero sabía que de esta forma podría mostrarle mi apoyo.

Al separarnos, mi asistente lo esperaba en el pasillo. Los acompañé hasta el ascensor para pasar el mayor tiempo posible con mi novio.

─ Nos encontraremos en su estudio en treinta minutos. Llame a un taxi para que lo recoja en la puerta trasera, el señor Park tiene la semana libre ─comentó el pelinegro presionando el botón para bajar hasta el lobby.

Hice un sonido de afirmación y, antes de que las puertas se cerraran, les deseé suerte.

No podía creer que esa gente haya arruinado nuestra primera navidad juntos.

Regresé a mi departamento con los puños apretados del coraje, me acerqué a la ventana que me permitiera ver hacia las puertas del edificio, pero solo podía ver la acera y la calle. Sin embargo, a los minutos pude reconocer las cabelleras de mis acompañantes siendo perseguidos por flashes de cámaras y hombres sin algún respeto por el espacio personal. No me separé del vidrio hasta que los vi subir a un taxi y alejarse de ahí. Aunque los paparazis no se fueron.

Cambié mi suéter navideño por uno más elegante, tomé un abrigo que combinara con el atuendo y le dejé algo de comida a mi mascota antes de salir por la puerta del departamento, asegurándola detrás mío.

Tomé el ascensor para bajar hasta el lobby del condominio hasta que recordé que las puertas del elevador se abrían frente a la entrada principal. Si no quería que los reporteros me notaran saliendo por la puerta trasera tampoco debían notarme saliendo del ascensor.

Cuando la pequeña pantalla marcaba el quinto piso, presioné el botón para bajarme en el piso tres. Al llegar, caminé por el pasillo hasta encontrar las escaleras de emergencia. Un piso después escuché una puerta abrirse sobre mi cabeza seguido de unas voces masculinas discutiendo entre ellas.

Me alejé de la orilla para que no pudieran notarme y yo poder escucharlos.

─ Estoy seguro que lo vi salir por aquí.

─ ¿Cómo estás tan seguro que es una pareja?

─ La jefa dijo que una fuente confiable muy cercana a la pareja le comunicó que estaban aquí.

─ ¿Te dijo quiénes eran?

Mi corazón iba a mil por hora, mis manos sudaban y yo traté de escapar del lugar sin ser descubierto.

Pero fallé.

Resbalé antes del siguiente escalón causando un chillido con mi zapato, me tomé fuertemente del barandal para evitar caer.

Lo siguiente que escuché fueron los pesados pasos de dos hombres bajar por las escaleras. Yo corrí hasta salir de la puerta de emergencia de la planta baja, con cada paso que daba parecía que los de ellos se acercaban más. Antes de declararme libre escuché un par de disparos de cámara.

Maldije por lo bajo y recé por que un taxi pasara rápido por el lugar.

Afortunadamente mis plegarias fueron escuchadas. Le di la dirección al conductor y me dejé caer en el asiento mirando por la ventana trasera como los dos hombres que antes trabajaron para mí ahora peleaban entre ellos por no lograr atraparme.

Me llevé la mano al pecho soltando un suspiro en un intento de tranquilizar mi agitado corazón.

Cuando llegué al estudio, Felix y Jeongin ya estaban esperándome dentro de mi oficina. Éramos las únicas tres personas en todo el lugar.

Apenas me vio, Felix corrió a abrazarme suspirando aliviado.

─ Creí que nos descubrirían ─acaricié su espalda para reconfortarlo.

─ Tranquilo, no lo harán ─dejé un suave beso en su cabeza antes de separarnos.

─ No mientras yo esté aquí ─dijo Jeongin guardando las manos en los bolsillos de su abrigo.

Mi mirada se clavó en la suya mientras las palabras de aquel fotógrafo resonaban en mi mente.

"Alguien muy cercano a la pareja".

Mi cabeza repasó todas las personas que sabían mi secreto.

¿Changbin? Sabía que me gustaban los chicos, pero no éramos tan cercanos como para contarle sobre mi relación.

¿Chan? Sabía sobre nuestra relación, pero él también tenía que ocultar sus citas a ciegas arregladas por su abuelo.

¿Jeongin? ¿Habría sido él? Ha estado actuando muy extraño el último mes. Tal vez he dejado demasiado trabajo en sus manos por pasar tiempo con Felix y esto le molestó.

Lo tomé de la muñeca y lo obligué a seguirme hasta la sala de juntas del estudio cerrando la puerta detrás de mí. Aunque todo a nuestro alrededor era cristal, no quería que Felix escuchara la conversación.

─ Jeongin...

─ ¿Qué sucede? ─comentó con preocupación.

No sabía si debía continuar mi cuestionamiento. Él no podría hacerme algo así, era mi mejor amigo.

Pero ya no estábamos seguros en Seúl. El secreto de nuestra relación peligraba y con ella nuestros empleos. Lastimosamente el país no se iba a tomar muy bien la revelación de una pareja de chicos.

Sabía que teníamos que alejarnos para poder sentirnos un poco más seguros, por lo menos algunos días y así descartar cualquier persona que podría estar espiándonos.

Confié en mi corazonada, la cual me decía que el chico no podía ser capaz de traicionarme de una manera tan cruel. Aunque ya no sabía quién podía estar observándonos. Así que tomé una apresurada decisión que esperaba calmara las aguas.

─ Necesito pedirte otro favor ─me giré para mirarlo recargado en la larga mesa de la sala─, sé que recién regresamos de París pero necesito tres boletos de avión.

Su cara perpleja y ceño fruncido me pedían a gritos una explicación. Miré rápidamente a Felix por la pared de vidrio que nos separaba. Él esperaba sentado en el escritorio de mi asistente.

─ ¿Boletos de avión?

─ Tenemos que salir de Seúl. Los empleos de los tres peligran, no podemos dejar que nos descubran ─lo tomé de los hombros mientras le susurraba─. Sabemos cómo trabaja Dispatch, investigan hasta el más mínimo detalle. Debemos planear bien esto.

El pelinegro acomodó sus gafas antes de hablar.

─ ¿No deberíamos incluir a Felix en esta conversación? Es algo que también lo involucra a él.

─ Tienes razón, dile que pase por favor.

Jeongin salió de la sala de juntas mientras yo me dejaba caer en la silla de la cabecera de la mesa donde dejé correr mis pensamientos.

Podríamos ir a Australia, seguramente a Felix le gustará pasar el año nuevo con su familia.

Pero él también es reconocido en Australia, al igual que yo. Australia no podía ser una opción para ambos.

Debíamos ir a destinos separados y luego volver a reunirnos.

Jeongin y yo podíamos ir a Italia, simulando otro viaje de negocios. Eso era fácil. Felix podría tomar un vuelo a Australia para despistar. No creo que Dispatch pueda investigar las salidas de vuelos en el país natal de mi novio.

Luego podríamos reunirnos en algún lugar donde fuera menos posible que nos reconociera...

Un lugar como... como Noruega.

Eso era, ese sería el plan.

Ambos chicos se sentaron en las sillas a cada lado de mí y les conté el plan que había armado rápidamente en mi mente. Los dos me miraron pensativos hasta que Jeongin habló.

─ Puedo acompañarlo a Italia. Pero no a Noruega. Le prometí a mi madre visitarla en Busan para recibir el año nuevo junto a mis hermanos.

Un remordimiento y nostalgia me atacó de repente. Sería la primera vez en un tiempo que no recibiría el año con la familia Yang, quienes me habían acogido como un hijo más.

─ Ah, es verdad. Una vez lleguemos a nuestro primer destino iremos por regalos para tu familia de mi parte ─el chico se levantó de su lugar suspirando.

─ Está bien, déjeme a mí el resto. Ustedes disfruten lo que queda de su día. Feliz navidad por cierto ─lo vimos salir de la sala de juntas para dirigirse a su escritorio donde se concentró en su computadora.

Me estiré para tomar las manos de Felix que descansaban sobre la mesa y acaricié el anillo de su índice que contenía mi inicial.

─ Todo saldrá bien ─dije para intentar calmar la situación, se veía tenso y cansado. Suspiró antes de mirarme y hablar.

─ ¿Te avergüenza nuestra relación?

Su pregunta me tomó por sorpresa, de todas las cosas que podría imaginar que preguntaría en definitiva eso no era una opción.

─ ¿Por qué preguntas eso?

─ Contéstame ─dijo girándose un poco en mi dirección

─ Claro que no. No digas tonterías ─sentí como separó sus manos de las mías y las bajó para ocultarlas en su regazo.

─ Lo estuve pensando durante el camino y no me gusta escondernos así. No quiero huir de paparazis ni tener todas nuestras citas en casa, quiero decir orgullosamente que somos pareja.

─ Felix... ─pellizqué el puente de mi nariz soltando un suspiro antes de volver a mirarlo─, no tienes idea de cómo es la gente aquí. No has convivido con ellos lo suficiente.

─ Pero sí contigo ─su tono de voz se volvió rasposo, se estaba enojando.

─ Eso es diferente.

─ Hyunjin, he seguido tu trabajo desde hace años. Compré cada revista donde hablaban sobre tus diseños, asistí a eventos en tu honor. Yo sí te conozco, pero tú...

─ Yo también te conozco ─bufó burlándose de mí─, sé que fue poco el tiempo en el que verdaderamente convivimos pero el tiempo es relativo. Sabes, he sentido más cosas contigo en estos meses que con otras personas en años. Sabes que no es el tiempo, es la conexión con esa persona. ─pude ver como su ceño fruncido se iba relajando poco a poco─ Te lo he dicho muchas veces y te las diré las veces que sean necesarias. Haces que mi corazón baile de felicidad cada vez que estoy contigo, cada que pienso en ti. Solamente porque eres tú.

Me levanté para mover su silla y ponerlo junto a mí antes de volverme a sentar. Acaricié su mejilla con el pulgar causando una sonrisa en la cara del rubio. Le devolví la sonrisa.

─ Lo siento. Esperaré hasta que te sientas cómodo en hacer público nuestra relación ─posó su mano sobre la mía─, no quiero que tu carrera peligre por mi culpa.

─ Estaremos bien ─me separé de mi asiento para plantarle un delicado beso en la frente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro