16.
FELIX
El incesante sonido de mi móvil me hizo levantarme del sofá en busca del aparato que se podía escuchar al interior de mi habitación. Hyunjin se había ido a París hace solo un par de horas para un viaje de negocios mientras yo me quedaba en Corea para más grabaciones y sesiones. Prefería terminar con mi trabajo antes de las fiestas decembrinas.
Tomé el aparato entre mis manos para ver el nombre del contacto de quién me estaba llamando; mi mánager.
─ ¿Diga?
─ Felix, estoy afuera de tu edificio.
─ Claro, en seguida bajo ─guardé el móvil en mi bolsillo y tomé un abrigo de junto a la entrada de mi departamento donde rápidamente me coloqué mis zapatos para salir al encuentro de aquel que esperaba por mí.
Al subir a la camioneta negra nos saludamos con un breve movimiento de cabeza sustituyendo a la reverencia.
─ El jefe convocó a una junta importante, no dijo para qué pero nos espera en su oficina.
Una de las estilistas que siempre viajaba con nosotros se encargó de acomodar mi peinado en caso de que nos topáramos alguna cámara al salir del auto pues nunca se sabía quién estaba mirando.
Fue esta misma razón la que nos obligó a Hyunjin y a mí a ocultar nuestra relación, aunque era agotador y triste.
Cuando llegamos a la agencia, seguimos a la secretaria del jefe hacia el interior de la oficina de Dong Wook, el CEO.
Las puertas de cristal opaco se abrieron de par en par dejándonos ingresar en la amplia habitación donde el hombre de ya edad avanzada, pero apariencia joven, se levantó de su lugar detrás de un elegante escritorio. Una cabellera larga y castaña nos daba la espalda, sentada frente al presidente.
Dong Wook se acercó a ella haciéndola girar en su lugar para que pudiéramos verla a la cara, era una chica de aspecto bastante juvenil, si usara uniforme escolar podría jurar que tenía doce años. Aunque era casi de mi altura.
─ Chicos, bienvenidos ─el dueño de la agencia tomó a la castaña del brazo haciendo que caminara junto a él hasta los silloncitos de la oficina donde nuestro equipo esperaba sus indicaciones. Nos inclinamos para saludar, solo la chica nos devolvió el gesto─. Ella es Wang Yiren, fue elegida como ganadora de la audición internacional de nuevos talentos ─contó con una sonrisa, se acercó para susurrarnos un detalle más─, viene desde China.
El gerente se hizo a un lado para que la chica pudiera presentarse apropiadamente, inició nuevamente con una reverencia de casi noventa grados, su cabello se movió de tal forma que cubría su cara. Cuando se reincorporó tomó unos segundos para arreglar su imagen y hablar por primera vez.
─ Mucho gusto, soy Wang Yiren, modelo novata. Espero con ansias trabajar con ustedes, daré mi mayor esfuerzo ─movió sus manos en forma de puño a la altura de su pecho en señal de ánimo. Lo que más me impresionó fue su dominio del idioma, lo hablaba tan natural que nadie dudaría que fuera coreana.
Los tres invitados nos presentamos ante ella, contagiados por su ánimo.
─ Espero que se lleven bien ─Dong Wook la tomó de los hombros dando pequeños empujones hacia nosotros─, porque quiero que seas su mentor y la prepares para su modelaje debut el próximo año. No tenemos muchos modelos jóvenes disponibles en la agencia y confío en que harás un gran trabajo.
Mi equipo y yo no pudimos evitar abrir los ojos con sorpresa, como si fuéramos personajes de alguna caricatura.
Los quejidos por parte de mi mánager y estilista no tardaron en aparecer, el CEO se alejó de la chica para llevarse a mis acompañantes fuera de la oficina donde seguramente hablaría con ellos hasta convencerlos de ceder ante sus demandas. La chica se quedó estática en su lugar, algo nerviosa pues su mirada estaba clavada en el jugueteo de sus dedos. Me aclaré la garganta para llamar su atención, di un par de pasos para acercarme a ella y al acortar la distancia me di cuenta de la razón de su elección.
Su cara no tenía imperfección alguna, ningún lunar, peca o relieve estaba a la vista. No negaré que sentí celos por un momento pues recordaba que al llegar al país mucha gente les decía a mis abuelos que sería difícil para mí modelar con tantas imperfecciones en la cara.
─ Wang-ssi ¿verdad? ─pregunté cuando tuve su atención.
─ Sí, pero puede llamarme Yiren, sunbaenim.
─ Hablas muy bien el idioma ¿cuánto tiempo llevas practicando?
─ Poco más de un año.
Seguí buscando temas de conversación que la hicieran sentir cómoda hasta que pude ver sus hombros relajarse. También deseaba saber más de ella pues si íbamos a pasar casi todo el tiempo juntos era necesario saber con quién estaría conviviendo. Descubrí que su cumpleaños sería en un par de días y la invité a celebrarlo con el equipo, después de todo mis ratos libres los pasaba con Hyunjin, pero él no regresaría a la ciudad hasta la próxima semana.
A los pocos minutos, nuestros sunbaes regresaron de su reunión improvisada con una meta en común; entrenar a Yiren.
Dong Wook nos pidió un último favor. Debíamos asegurarnos de que la chica no fuera vista por la prensa hasta que se programara su primera campaña de modelaje. Todos estuvimos de acuerdo.
Yiren nos acompañó durante los cuatro días de sesiones y grabaciones para los promocionales de año nuevo del Grupo Bang, siempre servicial y atenta. Era una gran chica y excelente aprendiz. También sentía que sería una gran amiga.
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