FELIX

Bajé del taxi cerca de la entrada a Namsan donde ya me esperaba Jeongin, el asistente de Hyunjin.

Se acercaba navidad y quería aprovechar mi día libre para buscar un regalo para mi novio.

Si hace años me hubieran dicho que mi ídolo de la moda terminaría siendo mi pareja, me hubiera reído en su cara de lo ridículo que era y las pocas, por no decir inexistentes, probabilidades de que eso sucediera.

─ Jeongin, gracias por venir ─lo saludé con un movimiento de cabeza. Le había pedido que me acompañara en mi búsqueda del regalo ideal, al ser su asistente y amigo debía conocer lo que Hyunjin necesitara y usara todos los días pues yo quería que me tuviera presente en todo momento.

─ No es nada, es bueno pasar tiempo con el hombre más guapo del país.

─ No digas tonterías ─respondí riéndome.

─ Solo estoy repitiendo las palabras de Jisung ─una sonrisa se plasmó en su rostro al momento que acomodó su mochila.

Nos quedamos en silencio por un momento, sin Hyunjin de por medio era un poco difícil mantener una conversación entre su asistente y yo.

─ ¿A dónde iremos? ─pregunté comenzando a caminar hacia el interior de Namsan con el pelinegro siguiéndome los pasos.

─ ¿Qué tenías pensado para su regalo? ─dijo al llegar a mi lado.

─ Consideré en conseguirle una gabardina como la que usa todos los días pero de otro color ─miré a mi acompañante quien hizo una mueca─ ¿no crees que le guste?

─ Sé que le gustará, está loco por las gabardinas. Tiene una de cada color en su armario, pero siempre usa el mismo abrigo que le regalé cuando abrimos H&H ─su mirada estaba clavada en el piso pero su sonrisa crecía con cada palabra que decía como si en su mente estuviera recordando algún escenario en específico.

Un pensamiento invadió mi mente, sacudí la cabeza para tratar de deshacerme de él, aunque fuera por un momento. Me detuve en seco y miré al pelinegro.

─ ¿Una corbata?

─ Nunca las usa.

─ ¿Un traje para sus eventos importantes?

─ Le gusta revisar minuciosamente cualquier prenda antes de comprarla.

─ ¿Qué tal algo que pueda usar en su trabajo?

─ Eso podría servir. Casi se termina el material para bocetos ─sonreí victorioso, al fin sentía que servía de algo─, por aquí cerca hay una tienda de suministros, podemos buscar allí.

Caminamos en silencio por unos minutos. El chico, quien era más alto que yo, estuvo admirando el cielo nublado durante casi todo nuestro recorrido. No sabía que tema de conversación usar sin Hyunjin aquí y no me sentía cómo estando en silencio con alguien más.

─ Entonces... ─dije para llamar la atención de mi acompañante─ ¿Hyunjin y tú se conocen desde hace mucho?

Una sonrisa se dibujó en la cara del pelinegro, la duda que antes rondaba por mi mente volvió a aparecer. Tal vez podría aclararla mientras conversaba con Jin, pero no debía ser demasiado obvio.

─ Casi cuatro años. Nos volvimos muy cercanos al trabajar juntos. Él dice que soy su mejor amigo, aunque siempre trata de guardarse sus problemas para sí mismo. Cree que me molesta ─se inclinó un poco hacia mí con una expresión triste.

─ Se ve que lo conoces bastante bien ─mi corazón estaba acelerado por las rápidas teorías que mi mente estaba creando.

─ Bueno, después de convivir diariamente sería raro que no lo hiciera.

─ Es verdad ─dimos un par de pasos más antes de que yo volviera a hablar─ ¿tienes planes para navidad?

Me giré para mirarlo de frente, quería estudiar su lenguaje corporal con la respuesta que estaba por darme.

─ Lo mismo de todos los años ─repitió mi acto y se encogió de hombros, restándole importancia a su contestación como si yo pudiera leer su mente.

─ ¿Lo cual es...?¨

─ ¿Hyunjin no te ha dicho nada? ─negué con la cabeza y el chico soltó un suspiro─ Cada año desde que nos conocemos Hyunjin y yo pasamos las fiestas con mi familia en Busan para que él no se quedara solo en Seúl.

─ ¿Por qué estaría solo? ¿No visita a sus padres? ─sabía que, siendo de culturas diferentes, Hyunjin era mucho más reservado que yo, pero, igual dolía el hecho de que no me contara nada.

─ Hyunjin no habla con sus padres desde hace años.

─ ¿Por qué?

─ Creo que no soy la persona indicada para contártelo y tampoco creo que debas preguntárselo, él te lo contará a su tiempo. Solo... Solo sé paciente ─Jeongin dio un par de palmadas antes de seguir avanzando sin mí. Sacudí mi cabeza para volverme a concentrar en mi objetivo principal.

Troté un poco para alcanzar al chico quien ya se había adelantado bastante y, juntos ingresamos a nuestro destino.

Adentro, Jeongin me llevó de un lado a otro explicándome para qué servía cada cosa, siempre emocionado y con un brillo en los ojos cada que mencionaba a Hyunjin.

Podía verlo perfectamente, por más que mi mente quisiera negarlo, siempre volvía a la misma conclusión.

Cuando encontramos el regalo perfecto para mi novio, el pelinegro dijo algo con una sonrisa tal que daba confirmación a lo que ya tenía claro.

─ Lo conozco bien, sé que le encantará.

Le dediqué una sonrisa algo forzada mientras asentía.

Al final, apareció otra pregunta a la que no sé si me gustaría conocer la respuesta...

¿Hyunjin sabrá sobre los sentimientos de Jeongin hacia él?