Año 2022.

En un departamento vivía ese niñito que alguna vez estuvo con la demonio napolitano.

Keith Hatsune, o como lo llamaban artísticamente Boyfriend.

El había soñado un recuerdo de la niñez que para el solo era muy borroso y no entendía el significado.

El ahora mismo tiene 20 años y se dedica a las batallas de rap.

No quería levantarse debido a que fue rechazado sentimentalmente por eso se sentía cansado de haber estado triste y logro conciliar el sueño a las 3 de la madrugada.

Vio que eran las 11 de la mañana y decidió hacerse su propio desayuno.

Pero antes fue para el baño para asearse y así estar más cómodo a la hora de comer.

Una vez que terminó de bañarse se puso su habitual ropa junto con la gorra roja que alguna vez le regaló Sarvente.

El no recuerda quien le había regalado dicha gorra, solo que su madre le había dicho que esa gorra se lo regaló una "amiga especial".

Pero el ya no recuerda quien era esa amiga, pero la conserva con mucho cuidado.

Bajo hasta su cocina para así comer lo último que quedó del cereal.

El estaba comiendo tranquilamente hasta que se acordó de algo.

Reviso su celular y vio el fondo de pantalla que tenía, era de la hija de los Dearest Cherry o conocida artísticamente Girlfriend "La rompe corazones".

El había intentado varias veces en tener la oportunidad de conocerla y cuando finalmente lo hizo pudo tener una amistad con ella.

Aunque claro, los padres de ella enviaban a todo tipo de cazarrecompensas para asesinarlo, pero siempre terminaba saliéndose con la suya.

Su sueño en si era ser un rapero, pero le dió más motivación al querer impresionar a la hija de los Dearest.

El pensaba que si demostraba su talento podría impresionarla, de hecho lo hizo pero no de la manera que el quería.

Cuando llego el día de que se declaró a ella pues... No fue bonito para el.

─ Cherry ¿Quieres ser mi novia? ─ ahí se encontraba el con un ramo de rosas para ella.

Solo que ella no correspondió a sus sentimientos.

─ Keith... No puedo aceptarte, te veo más como un hermano que como pareja, lo siento pero no puedo aceptarte.

Recordó esas palabras y decidió cambiar el fondo de pantalla cuando Pico y el se tomaron una foto cuando lograron robar una tienda de videojuegos.

Así no tuvieron que gastar dinero para la consola de última generación, lo bueno es que Pico logro disparar las cámaras y así no tenían evidencia de que fueron ellos.

Se rió de ese recuerdo y decidió terminar con su desayuno.

Sintió que hoy era uno de esos días que le lloverá suerte.

[...]

Por otra parte la demonio que nunca crecía finalmente ahora es una adulta.

Ella tampoco recuerda nada de su infancia, pero lo único que logra recordar es que hizo un amigo y la hizo llenar ese vacío que sentía desde hace años.

Si ella logra saber quién era con gusto le agradecería.

Después de haber crecido ella intento convencer a Dios para que la volviera a dejar entrar al reino de los cielos, cosa que obviamente no sucedió.

Ella también había desobedecido ante las órdenes de Dios en no ayudar Adán y Eva.

Así que para evitar que alguien le ocurra lo mismo que a ella decidió crear su propia iglesia.

En alguna parte de la ciudad de Funkycity ella logro comprar un lugar abandonado para poder construir una iglesia.

El dinero no fue problema para ella, ya que tenía sus métodos para conseguirlo.

Solo paso 2 años para que la iglesia estuviese terminada y tardo otro año para tener un jardín tan llamativo que haría que la gente indagara para ver qué era el lugar.

Su esfuerzo dió frutos porque había gente que si se unieron a la religión para tomar el camino de Dios.

Aunque hubo excepciones porque luego estaban los morbosos que la insultaban o quería aprovecharse de ella de la manera +18.

Pensaban que solo por ser una monja sería un objetivo fácil pero estos terminaban huyendo del miedo debido a que ella les mostraba su verdadera forma para que así no volvieran a pisar la sagrada iglesia.

No que le guste transformarse en su forma demonio de hecho le desagrada, pero como no tiene a nadie quien la defienda entonces tuvo que aprovecharse de ser un demonio para que así no la molestasen.

Pero quitando lo malo, ella ha tenido una satisfacción para que la gente siguiera por el camino correcto y no cometan el mismo error que ella alguna vez hizo.

Y la vemos cerrando con seguro a la iglesia para así irse a comprar al super porque se quedó ya sin comida.

─ Tuve suerte de que alguien se unió, esto merece una buena comida. ─ se dijo a ella misma con un tono feliz.

Le gusta hablar sola, porque no ha tenido amistad verdadera desde hace mucho y por algo la gente la mira rara cuando hace eso, pero ella los ignora.

Cuando entro al super fue a comprar suministros para tener comida para todo el mes.

Compro ingredientes para prepararse un pastel, ella iba a pagar por lo que compro, pero luego miro en la zona de refrigeración que habían helados.

Uno de sus sabores favoritos es el napolitano debido a que tiene 3 sabores en 1.

Cuando iba agarrar la cubeta de helado resulta que otra mano también tocó el mismo helado.

Cuando Sarvente observo de quién le pertenecía esa mano vio a un chico de pelo azul con una gorra.

─ Oh, lo lamento, si quiere tome el helado. ─ dijo el peliazul mientras se iba.

La monja sintió que lo conocía, pero no habían recuerdos con el.

Ella agarro la última cubeta de napolitano y decidió seguir al peliazul.

Ella agarro el hombro del rapero y este volteo a mirar algo confundido, aunque tuvo que mirar para arriba debido a que ambos tenían una clara diferencia de altura.

─ Disculpe ¿Lo he visto antes? ─ preguntó la pelirosa.

Keith por su parte también tuvo ese sentimiento de que la conocía antes, pero no tenía recuerdos con esa chica vestida de monja.

─ No, lo siento. Es la primera vez que la conozco. ─ afirmó el rapero.

Ella se desilusionó un poquito, así que se levantó a su altura máxima para no quitarle más tiempo al rapero.

─ Lamento haberlo interrumpido. ─ se disculpo la monja.

El la miro confundido ─ No se preocupe señorita.

Después de un silencio incómodo decidieron irse por caminos separados para hacer sus respectivas compras.

Aunque al momento de estar algo lejos sintieron un leve empujoncito en su dedo meñique.

Ambos miraron extrañados su dedo pero no le tomaron importancia.

El hilo rojo se había encogido después de tantos años, pero otra vez se estaba alargando debido a la distancia que se encontraban.

Fue su primer reencuentro sin que supieran, pero los recuerdos se desbloquearan si es que se acercan lo suficientemente.

[...]

Paso 1 semana de lo sucedido y Keith estaba jugando en su consola que habían robado.

Estaba jugando a un juego de disparos en solitario debido a que Pico tuvo que irse debido a que lo contrataron para matar a alguien.

Se rió de un recuerdo que se le vino a la cabeza, ya que Pico fue contratado por Daddy Dearest para matarlo.

Es obvio que al final de cuentas no paso a mayores pero recuerda que por intentar ligar a Girlfriend se le venían encima a muchos contrincantes peligrosos.

Como el decidió cortar toda comunicación con ella los encuentros cesaron y ya podía continuar con su meta de ser el rapero más sonado de la ciudad sin que su vida peligre.

Aunque de tantos recuerdos se le vino a la cabeza cuando se encontró con esa monja.

Debido a que se distrajo mucho lo terminaron matando y perdiendo la partida, para mala suerte quedó en #2 lugar.

Decidió salir del juego y sentarse en la cama para pensar sobre ella.

─ Disculpe ¿Lo he visto antes? ─ esas palabras resonaron en la mente del rapero.

En todo lo que ha vivido nunca había conocido a una monja con bastante estatura, intento recordar su infancia pero tampoco la recordaba.

Aunque muy en el fondo sintió que la conocía y por alguna extraña razón se le ruborizo sus mejillas al solo recordarla.

Rápidamente negó con la cabeza, ya que fue un pensamiento estúpido en el que pueda tener oportunidad con ella. Así creyó que el tendría posibilidad con Girlfriend y al final termino siendo bateado

Con pensamientos así no podría concentrarse en jugar ─ "Tal vez una batalla de rap pueda despejar mi mente" ─ pensó el mientras apago la consola.

Agarro su micrófono y su gorra para salir a la calle, lo bueno de vivir solo es que puede hacer lo que quiera.

El vive lejos de sus padres y su hermana esta dando una gira por el mundo por lo cual esta solo.

buscaría un oponente sin pensar que se volvería a encontrar con la monja que pensó antes.

[...]

La monja tenia mucho tiempo libre porque ninguna persona ha llegado hoy a la iglesia, así que pensó en cantar un poquito para matar el tiempo.

Gracias a ser parte demonio no tuvo problemas en poner algunas bocinas a un lado, conecto su micrófono y estuvo pensando en que cantar.

Pero antes de seleccionar la música sintió una jalada en su dedo meñique, otra vez miro su dedo y no vio absolutamente.

Miro para afuera y presintió que vendría alguien, así que dejo el micrófono es las bocinas y salio.

Al salir al exterior solo vio algunos transeúntes pasando del otro lado de la calle pero no vio a nadie.

Creyó que solo era un falso presentimiento pero sintió que choco con alguien y ambos cayeron al suelo.

Unos minutos antes...

Keith estaba caminando en un lugar donde no había pasado antes, por lo general siempre transcurre en los lugares donde el siempre se encontraba con alguien retándolo, pero para su mala suerte no había nadie para unas batallitas.

Así que decidió cambiar un poco el rumbo, el pensó que si iba algún lugar que nunca ha ido entonces podría encontrar a alguien que quiera una batalla.

Con ese pensamiento fue a una de las calles desconocidas para el y decidió explorar para buscar algún contrincante.

En toda la acera de la calle no encontró a nadie que tuviera pinta de que fuera algún retador, incluso le pregunto algunos de los transeúntes si querían batalla pero estaban muy ocupados como para cantar como mínimo.

El estaba a punto de rendirse cuando su dedo meñique sintió un pequeño jalón, miro con extrañes su dedo y no vio nada.

Al estar viendo en su dedo no se fijaba por donde iba, es por eso que le sorprendió cuando choco con alguien y terminaron cayendo al suelo.

─ Lo siento no me fije donde iba. ─ dijo el rapero aun con aturdimiento.

─ No, yo lo siento. No debí estar parada en medio de la calle. ─ respondió la monja.

Tardaron en reaccionar cuando ambos reconocieron sus voces, sus miradas se habían encontrado cuando ambos ya no tenían el aturdimiento.

─ Eres tu. ─ contestaron ambos al unisono.

Fin del Acto II.

¿Que tal les parecio el capitulo?

¿Bien o mal?

Espero que les haya gustado y si tienen alguna pregunta no duden en ponerlo en los comentarios.

Esto lo termine ayer desde que publique el primer capítulo, ya que el primero fue terminado desde hace 1 semana pero no lo publicaba por falta de portada.

Bueno no les pierdo su tiempo y nos vemos en el siguiente capítulo.