Capitulo 20
Capitulo dedicado a natythvkook mi bebé hermosa feliz cumpleaños. 🎊🎉🎊🎂 Espero pases un lindo día. Sabes que te amo y como no amarte si eres mi omega😏😁. Te dedico este capitulo con mucho cariño espero te guste😘
–¿Qué dijiste? –Jungkook no podía creer lo que escuchaba, caminó por la habitación, pasando sus manos por su cuello, su cuerpo se tensó al escuchar al rubio. Definitivamente tenía que ser una maldita broma porque de ninguna manera pudieron infiltrarle a alguien en sus propias narices y el no darse cuenta. –Repite eso –se acercó a Taehyung, su mente estaba descontrolada, en ese momento solo tenía ganas de tomar al rubio de los pelos y arrastrarlo por todo el maldito lugar.
–Sé que me escuchaste –levantó la cabeza, resistiendo con todas sus fuerzas las ganas que tenía de llorar por el ardor que sentía en su espalda.
–Dije que lo repitas –tomó el pedazo de metal y sin el menor aviso lo acercó a la piel de Taehyung, presionando justo donde le hizo la marca anteriormente.–¡Maldita sea repítelo!
El rubio soltó un gritó enorme, describir con palabras el dolor que sintió no era posible. Porque jamás en la vida había sentido algo parecido. Ese dolor no se lo deseaba ni a su peor enemigo.
–Nooo –su voz era débil, de tanto gritar estaba seguro que se quedaría afónico. –por favor no.
Jungkook retrocedió al ver su rostro, se veía tan patéticamente indefenso, nunca conoció a alguien que en lugar de maldecir y jurar venganza se ponga a llorar y a suplicar que no lo lastimen.
–Por favor no más. –Dijo sus últimas palabras con la poca fuerza que le quedaba.
–Hay fantasmita –soltó una fuerte carcajada. –Te ves tan miserable. No aguantas nada, no entiendo como eres el jefe de una organización. Das pena ajena.
Taehyung quiso ser fuerte pero no estaba preparado para algo así, en su vida jamás pensó que alguien lo podía lastimar con un hierro caliente. El dolor cada vez era más fuerte, ya no era consciente de las lágrimas que caían sin parar por su rostro.
–Mira imbécil –Jungkook se acercó y lo tomó de los pelos. –Si veo una lágrima más que caiga de tu condenado rostro, te juro que te cortaré los dedos y el dolor que sentiste con el hierro te parecerá un juego de niños. Ahora habla, explícame lo que dijiste.
Taehyung sintió que el corazón le dejó de funcionar por unos segundos, ese hombre no estaba bromeando. Su piel se erizo al sentir el fuerte agarre. Por lo que con toda su fuerza de voluntad sorbió la nariz y se obligó a calmarse.
–Habla maldita sea –lo sacudió –Dime que lo que dijiste de ese enano fue..
–Fue verdad –levantó la mirada. Sentía tanto miedo pero necesitaba seguir con su mentira. A ese punto haría cualquier cosa para que esa pesadilla termine. –Lo infiltré porque necesitaba saber sobre ustedes. Al regresar a Corea pensé en hacer negocios con los Jeon y debía saber que estaban limpios, que no tenían a la policía encima y que tus rutas daban buenos ingresos. Por eso cuando lo confirmé le pedí a Jimin que se aleje. Mi plan no era más que conseguir información.
"Mierda, mierda, mierda"
La mente de Jungkook era un completo caos, lo que ese maldito infeliz decía coincidía con las cosas que han pasado. Jamás confió en ese enano y sabía que su inteligencia no lo podía haber engañado. Maldecía internamente por no investigarlo más, por no ponerle seguridad las 24 horas del día y por no descubrir que era un maldito infiltrado.
–Solo fue una manera de cuidarme –volvió hablar –no lo tomes personal. –Su voz cada vez se apagaba más pero debía tener el valor para no morir de dolor, no mientras siga presente ese demonio que estaba frente suyo.
–Que no lo tome personal –lo soltó con tanta fuerza que Taehyung rebotó sobre la cama, soltando jadeos de dolor pero obligándose a no llorar. –Metiste a un infeliz descerebrado a mi familia, le pediste que enamorara a mi estúpido hermano y claro como Yoongi es un imbécil cayó redondito en la trampa. Y quieres que no lo tomé personal. Acaso me viste la cara de estúpido.
–¡Puta madre! –gritó con todas sus fuerzas, el coraje que sentía era demasiado grande, sus venas estaban a punto de colapsar, se acercó al mueble donde Taehyung tenía sus cosas y de un solo manazo tiró todo al piso. No contento con eso pateó las cosas que tenía, la puerta del baño. Los cuadros que colgaban en las paredes los destrozó.
Taehyung agachó su cabeza, quería taparse los oídos pero sus manos atadas impedían que se proteja de ese ruido tan horrible que había en su habitación. Su corazón latía a toda velocidad. Lo que estaba viviendo era una verdadera historia de terror.
–Maldita sea, me lleva el demonio. Ahhhhh –gritó con toda su fuerza para sacar algo del coraje que tenía dentro. –Y tú –miró a Taehyung que tenía cerrado sus ojos, se acercó y lo tomó bruscamente de la mejilla, apretándolo con fuerza. –Eres un maldito desgraciado, quien mierda te crees para meter a tu gente en mi familia.
Taehyung intentaba hablar pero el agarre que el azabache le hizo era demasiado fuerte por lo que solo salía de su boca pequeños sonidos. Ninguna palabra completa. Y eso lo frustraba mucho. Por que no poder defenderse lo dejaba en una situación mucho más vulnerable. No sabía que esperar de ese chico. Solo sabía que su ira era tan grande que no se sorprendería si lo mataba en ese mismo momento.
–Asi que me investigaste –Lo tomó del hombro y con fuerza le dio la vuelta, dejando al rubio acostado mirando al techo. –Entonces ya sabes con quien te metiste.
–Jungkook espera –fue lo único que pudo decir porque sintió que el azabache se trepo sobre el él y sin pensarlo un solo segundo se lanzó a su cuello. Apretándolo con ambas manos. Taehyung ni siquiera pudo reaccionar y ya estaba sintiendo como la vida se le iba en ese momento,
–Maldito hijo de puta –lo apretó con más fuerza, quería matarlo pero estrangularlo era demasiado fácil y Jungkook no acostumbra matar a la gente así, a él le gusta el sufrimiento. La tortura es algo que le encanta. –Ni siquiera tuviste el valor de venir de frente. Tenías que mandar a ese enano estúpido a meterse en mi familia. Tu no tuviste los huevos para investigarme. –Su agarre cada vez era más fuerte. Ver al rubio ponerse morado le hacia sentir tan bien, tan lleno de vida. Lo apretó un poco más sintiendo como Taehyung daba su último respiro y cuando sintió que ya no soportaría más lo soltó con fuerza. Escuchando como ese maldito infeliz recobraba el aliento y jadeaba en busca de oxigeno.
–Maldito cretino –resopló enojado. –Yo te voy enseñar lo que es meterse conmigo. –Sacó la correa que tenía sujeta en sus pantalones, apretó su dientes con fuerza y sin dudarlo tomó a ese maldito rubio y lo volteó otra vez.
Taehyung sabía lo que venia cuando vio que ese chico se acercó a el con una correa, sus instintos se encendieron y sabía que el dolor que sentía se iba incrementar. No tenía fuerzas para hablar, recién estaba equilibrando su respiración. Pero ante ese peligro intentó defenderse.
–Jungkook no.
–No que –tomó la correa y en un pequeño movimiento la acercó a la herida que el rubio tenía, pasando el frio metal por su marca –no quieres que te golpee, eso debiste pensar cuando se te ocurrió meterte en mi vida.
–Por favor –aguantó sus lágrimas con tanta fuerza que los ojos le dolían, –si te investigué fue solo por seguridad. Lo hago con todos. No lo tomes personal.
–Otra vez esa maldita frase, Yo también investigo a la gente pero nunca he infiltrado a nadie. Sabes lo que lograste con eso. Mi estúpido hermano se enamoró de ese enano con cara de hámster. De ese maldito idiota que solo lo usó. ¿Sabes cuantas veces ha llorado por ese infeliz?
Taehyung no dijo nada, solo cerró sus ojos y escondió su rostro entre la almohada.
–Responde maldita sea, ¿sabes cuantas veces ha llorado y se ha emborrachado por despecho? ¿sabes? ¿Y sabes quien ha tenido que soportar su patético llanto?
–Esa no fue mi intención –fue lo único que pudo decir. –No quería lastimar a tu hermano. Solo quería información.
–¿No querías? –soltó una fuerte carcajada –yo tampoco quiero lastimarte –tomó la correa la levantó y con toda la fuerza le dio un correazo. Escuchando como el rubio gritaba y se retorcía de dolor.
–Upss –habló calmado y con su mano tocó la piel que quedó roja luego del golpe –se me fue, pero no quería lastimarte. Esa no fue mi intención.
Taehyung agachó su cabeza, hundió su rostro en la almohada y con todas sus fuerzas la mordió. Sintiendo como los golpes fueron más fuertes.
Cuando era niño nunca recibió un correazo, sus padres jamás pensaron que la violencia era parte de la educación, quien iba a pensar que conocería ese dolor de esa manera. Sus mente se desconectó, el dolor que sentía era tan fuerte porque cada golpe era peor que el anterior y cuando tocaba la herida era mil veces más doloroso. Cerró los ojos y pidió a Dios que todo termine. En su mente intentó contar los golpes pero cuando llegó a 20 sus fuerzas se acabaron. Ni siquiera podía soltar un gemido más.
Jungkook notó que el chico estaba a punto de morir, su cuerpo ya no daba más. Por lo que a pesar que su coraje seguía ahí. Se obligó a detenerse. Se levantó. Se colocó la correa y sin decir palabra se alejó. Desamarró al rubio y lo miró como a pesar de ya no estar atado no se movia.
–Esto te enseñará a pensar dos veces antes de meterte conmigo. Ah y dile a ese maldito enano que se esconda como la rata que es, pero que se esconda muy bien porque cuando lo encuentre lo despedazaré con mis propias manos.
Taehyung no emitió sonido alguno, quería llorar pero todo eso lo tenía retenido. En su mente todavía estaba las amenazas de Jungkook por lo que cuando vio que el chico se fue. Un gran suspiro salió desde lo más profundo de su ser. Levantó la cabeza para cerciorarse que de verdad estaba solo y cuando lo confirmó soltó todo el dolor que tenía dentro. Su cuerpo estaba inmóvil. Sus lágrimas no dejaban de caer, se arrastró hasta el pequeño teléfono que estaba tirado en el piso, al tomarlo escuchó que a pesar de estar en el suelo si funcionaba, necesitaba ayuda pero no pensaba llamar a Jimin ni a su jefe. Luego de lo que le pasó solo necesitaba un abrazo y alguien que le de fuerza para no lanzarse de un puente y definitivamente esas personas no eran ellos.
–Maldito hijo de puta, maldito infeliz –Jungkook seguía maldiciendo mientras llegaba a su auto, La noche lo acompañaba pero ni siquiera el viento frio lo ayuda a relajarse. –Infiltrarme a alguien a mi. Ahhh debería volver y matarlo. –Sacudió su cabeza para alejar esas ideas asesinas de su mente. Sin embargo la idea de matar al rubio sonaba tan bien pero no debía ser tan fácil, ese infeliz merecía sufrir una agonía muy grande y dolorosa.
Entró al auto, tomó su teléfono y sin perder tiempo buscó el contacto de su hermano ya que si alguien era culpable de toda la mierda que tuvo que vivir era él. Lástima que al ser su hermano y tener su sangre no lo pueda golpear como lo hizo con el rubio porque el imbécil se merecía eso y más. Pero debía calmarse, Yoongi era alguien a quien amaba y el no maltrata a los que ama así sean unos completos estúpidos.
Le escribió un mensaje y en cuestión de segundos vio como apareció en su pantalla que su hermano estaba escribiendo.
Jungkook lo último que soportaría ese maldito día son las idioteces de su hermano, lo que debía hablar con él era muy serio y a parte aprovecharía para sacar unas dudas que quedaron en su mente luego de la visita a ese condenado rubio. Golpeó su lengua con fuerza al ver que su hermano no le respondía, estaba a punto de llamarlo para mandarlo al mismismo infierno pero retrocedió sus impulsos cuando vio que un mensaje saltó en su pantalla.
Jungkook maldijo al ver la respuesta de Yoongi, golpeó tan fuerte el volante que hasta le dolió la mano, unos segundos después guardó su teléfono y encendió el auto.
El camino hasta su casa le tomaría aproximadamente una media hora por eso Yoongi tenía tiempo suficiente para llegar. Pero si por algún motivo no estaba ahí. Jungkook le enseñaría a respetarlo y aunque sea se hermano lo colgaría de cabeza en una viga para que sepa que con el no se juega.
El tiempo pasó muy rápido y Jungkook llegó a su hogar en menos de 20 minutos y no se sorprendía para nada porque manejó tan rápido que era normal que haya llegado antes de lo previsto, al estacionar su auto, respiró tranquilo porque vio el auto de su hermano. apresuró su paso y al entrar a su casa su hermano le recibió con una gran sonrisa que se le borró al instante al ver al cara del azabache.
–Me dijiste 5 minutos –lo miró de pies a cabeza, la ropa de su hermano estaba muy arrugada y su cabello muy desarreglado –¿Dónde estabas? ¿Por qué luces como si vinieras de una guerra?
–Cállate –fue lo único que dijo –no tienes permitido hablar. Cállate de una maldita vez el condenado hocico porque por tu culpa estamos como estamos.
–Ok –Yoongi asintió sin dudarlo. –¿Qué pasó?
–Te dijes que te callaras maldita sea. Estoy harto que quieras pasarte mis ordenes por el culo.
Yoongi ya no dijo nada, solo se sentó y agachó la cabeza. Jungkook se acercó a él, lo miró detenidamente, definitivamente ganas de golpearlo le sobraban pero no podía hacerlo. Ese idiota era su hermano. A parte antes de decirle que es un estúpido que se dejó infiltrar necesitaba sacarse una duda. Por lo que se sentó frente a él, cruzó sus manos y habló sin dudar.
–Desnúdate.
Yoongi no podía creer lo que escuchaba, no iba hablar ni loco pero su reacción no pudo pasar desapercibida, sus ojos estaban abiertos como si hubiese visto un fantasma.
–No seas estúpido –Jungkook gritó –no te voy a violar ni nada parecido. Pero necesito ver algo. Desnúdate ya. Quédate solo con tu ropa interior.
Hola hola gente bonita, Wow que capitulo. Sé que fue algo fuerte, no sé porque pero amo a este Jungkook. Es un Jungkook malo y cruel pero muy leal y cuando se enamoré no se quieren imaginar como es.
Espero les haya gustado el capítulo. Nos leemos pronto. Cuídense
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