En la ciudad de Seúl existen diferentes tipos de personas, están las que viven su vida cotidianamente creando su futuro y las que viven su vida al máximo sin saber si habrá un mañana, sin miedo a nada y dispuestos a lo que sea por lograr lo que desean.

Y cuando hablamos de alguien que no le teme a nada, hablamos de Jeon Jungkook, un importante diplomático acostumbrado a tener a todos a sus pies y también hablamos de su hermano Jeon Yoongi una persona cruel y calculadora.

-Hermanito tengo mil llamadas tuyas- hablaba por teléfono algo enojado con JungKook -relájate, estoy entrando a tu oficina.

-Eres imbécil- se levantó de su silla al verlo llegar -o que fregados pasa por tu cabeza Yoongi, por tu culpa casi perdemos millones de wones.

-Ya-se sentó -tampoco dramatices, solucioné el problema, los malditos que nos traicionaron están mil metros bajo tierra.

-No solucionaste nada, si mi cargamento esta a salvo, y tu libre idiota, es por mi, por el poder que tengo en este país- golpeó la mesa con furia.

-Eres un exagerado-Yoongi sacó uno de su cigarrillos.

-Cuando yo habló no fumas- caminó hacia él y le retiró el cigarrillo de la boca -ni haces nada más, solo me escuchas.

-Oye no eres mi jefe, yo estoy a cargo del negocio.

-No te equivoques, te deje a cargo para mantener mi fachada, pero yo siempre seré tu jefe.

-El negocio era de papá- lo miró serio, -los dos lo heredamos, por lo cual los dos somos jefes, pero ok, prometo que tendré más cuidado.

-Mira hermanito, soy tu jefe y punto y es la última vez que te salvo, la próxima te pudres en una puta cárcel, ¿me escuchaste? te pudres y me va valer una mierda dejarte ahí. además si tú te acuestas con media ciudad y con el imbécil enano ese que tienes como novio no es mi problema, pero cuando tenemos un cargamento tan grande te dedicas a cuidarlo.

-No estaba con él- se defendió -que sea mi novio, no lo convierte en él único en mi vida, eres un neurótico, a ti te hace falta una noche como la que tuve ayer y deberías probar con un hombre, te lo recomiendo, es delicioso, -se lamió uno de sus labios recordando la rica noche que pasó.

-Yo no soy homosexual- lo miró con fastidio -no soy un enfermo como tú, mejor ya vete a trabajar y no cometas más errores.

-Ok, tu te lo pierdes- se levantó de la silla -me voy, pero antes de preocuparte por mi vida, preocúpate por la tuya, te recuerdo que debes formar una familia para mantener el puesto ese que tanto presumes- le guiñó un ojo -debes casarte ya hermanito.

-Lo sé, no me lo tienes que recordar, estoy buscando una mujer que se merezca a alguien como yo.

-Eso dices hace tanto tiempo, y nunca consigues a alguien que este a tu altura, a este paso te vas a quedar sin trabajo, mejor ve con la bruja de la que te hablé hace meses, vive a pocas horas de aquí, es muy reconocida, mucha gente habla maravillas de ella, dicen que puede ver tu hilo rojo, y eso te servirá mucho porque así sabrás a quien debes elegir.

Jungkook cruzó sus manos sin decir nada, ladeó su cabeza, estaba harto de ese tema, solo le abrió la puerta para que se vaya.

"Hilo rojo" - regresó a sentarse mientras pensaba en esas palabras que quedaron sonando en su cabeza, él no cree en eso, no cree en la fuerza del destino, piensa que es una estúpida leyenda de esas que solo hablan los ancianos.

-Aah- movió sus manos restándole importancia al asunto -todo eso es una mierda, una mentira creada para los imbéciles- sin decir más empezó a trabajar y a ocupar su mente en cosas que según él si eran importantes.

Mientras Jungkook vivía en su mundo perfecto, en un lugar muy alejado de la ciudad vivía un chico trabajador, soñador, que ama sus raíces, su trabajo, pero sobre todo ama su pueblo.

Kim Taehyung un hermoso granjero que vive una vida tranquila y feliz, pues se considera muy afortunado de haber nacido en un lugar tan hermoso como el campo, por lo que todos los dias va con gran alegría a cumplir su rutina de trabajo.

-Kim eres un excelente empleado- le felicitaba su jefe, -todo lo que siembras siempre da los mejores frutos, eres mi mejor trabajador.

-Gracias jefe- sonrió -me gusta mucho mi trabajo, soy muy feliz aquí.

-Jefe- interfirió Bogum que estaba cerca de su amigo apoyándolo como siempre-eso es porque Tae hace las cosas con amor, por eso siempre le he dicho que él es el mejor, si usted lo viera como canta y baila cuando siembra frutas y hortalizas, se lo ve tan lindo.

-Cállate Bogum- hacia una seña con sus manos mientras se sonrojaba un poco -no le digas eso al jefe, me avergüenzas, además era un secreto.

-No tienes de que avergonzarte Kim- le respondió el jefe, mientras le tocaba sutilmente el hombre -al contrario es admirable el amor que le pones a tu trabajo.

-Gracias jefe- le sonrió -pues si es verdad lo que dice Bogum, pienso que la naturaleza nos da lo que recibe, y yo solo le doy amor mientras canto y bailo, le doy el amor que guardo mientras espero a mi alma gemela.

★★★

Los Jeon son gente de temer, Jungkook es el mismo diablo en persona, pues no se tienta el corazón nunca cuando se trata de hacer lo que él considera que es justo, y Jeon Yoongi su hermano no se queda atrás, pero si hay algo que caracterice a Yoongi es que la paciencia es la menor de sus virtudes.

-Ok, empecemos otra vez- hablaba mientras estaba sentando con su pistola frente a uno de sus empleados -escúchame, te recomiendo que hables por las buenas, porque cuando pierdo la paciencia, me enojó y suelo volverme loco y ser un poco violento.

-Jefe- le respondió el chico temblando diente con diente al ver a su jefe acercarse a él -yo no sé nada de esa mercancía, le juró que no, ya mató a los traidores, yo le soy fiel.

-¿Me crees idiota? tú sabías la hora de llegada del cargamento, que casualidad que justo la policía apareció en ese momento, habla di todo lo que sepas ¿Quién mierda llamó a la policía? ¿fuiste tu?

-Jefe- agachó su cabeza-le juro que yo sé nada, perdón pero no se nada.

-Colmaste mi paciencia- tomó su pistola y le apuntó -ve a pedir perdón al infierno, maldito traidor- disparó sin contemplaciones y vio el cuerpo del chico caer desangrado ante sus pies  -¿crees que soy idiota?- empujó su cuerpo inerte de una patada -sé que fuiste tú, mordiste la mano que te daba de comer y esto es lo que le pasa a los traidores mal nacidos como tú.

Miró el cadaver una vez más y llamó a uno de sus hombres para que limpie ese desastre, luego el salió de ahí de lo más tranquilo, pues cada vez que mataba a alguien se sentía bien, era como si eso le sacaba el estrés que tenía.

-Y así Jungkook dice que no cuido el negocio- salió del edificio donde tenía una oficina para planear los envíos y entregas de la mercancía de droga, si no fuera por mi, tendríamos traidores en nuestras narices, pero bueno ya fue, muerto el perro se acabó la rabia, cuanta razón tiene ese dicho-  tomó uno de sus cigarrillos y se lo llevó a la boca.

-Se puede saber que haces aquí?-Yoongi no podía creer a quien tenía al frente.

-Hola guapo

-Dije que haces acá

-Honey no te enojes- se acercó -vine porque te extraño, anoche te estaba esperando y nunca llegaste, te llamé y tampoco me contestas las llamadas, entonces más o menos recordaba que me dijiste que tu oficina queda por acá.

-Si, mi oficina es por aquí, pero vámonos, tú no tienes nada que hacer en este lugar, este sitio es peligroso, como se te ocurrió venir, ven- lo tomó de la mano -en la casa hablamos.

Jimin se mostró un poco confundido pero accedió a seguir a su novio, se dejó llevar y juntos caminaron hacia el auto de Yoongi, el rubio iba feliz dando saltitos, y aplaudiendo con sus pequeñas manitas, estar con su novio lo ilusionaba, abrió la puerta del auto para subirse en el pero en ese momento, algo lo detuvo.

-Hey- lo tomó de la mano y lo atrajo a su cuerpo -espera bonito, tú sabes como son las cosas cuando vamos a mi casa.

-Amor- se quejó Jimin -otra vez vamos a jugar a la gallinita ciega, no me gusta mucho ese juego honey.

-Exacto lindo- sacó una venda de su bolsillo y se la enseñó a Jimin -bebé si ya sabes las reglas para que te haces el sorprendido, mejor sé un buen niño y colabora, ya sabes que nadie debe conocer donde vivo, yo no confió ni en mi sombra.

-Esta bien- sonrió -ponme la venda en mis ojitos, pero algún día me gustaría saber donde vive mi amado.

-No seas curioso muñequito- se acercó cuidadosamente al rostro de su novio y le vendó los ojos, luego lo ayudó a subir al auto -Jimin, no intentes saber eso, no trates de meter tu naricita donde no te llaman, porque puedes quedarte sin ella y no queremos eso verdad.

-No- llevó sus manos a su rostro y se mostró tímido -mi naricita no por favor, yo amo mucho mi naricita, es muy bonita.

-Eres muy tierno- lo miró y se subió al auto, -me encanta tu inocencia, muero por llegar a la casa, y consentirte bebé.

Jimin se acercó a su novio, buscando su boca, Yoongi lo ayudó ya que el rubio estaba vendado y no podía ver nada, se acercó a él y lo besó, luego se apresuró en manejar y asi poder llegar lo más  rápido a su casa.

Mientras Jungkook iba a ver a su jefe, el trabaja directamente con el presidente de Corea, el respetado Kim Namjoon, pues es uno de sus diplomáticos, pero esta vez iba algo preocupado ya que lo mandó a llamar con carácter de urgencia.

-Señor presidente, aquí estoy- lo saludó Jungkook con una reverencia.

-Hola Jeon siéntate, 

El azabache asintió e hizo lo que su jefe le pidió.

-Te mandé a llamar para hablar sobre tu cargo, en mi partido político todos deben tener familia, según la gente eso nos convierte en buenas personas, así que si no te casas olvídate de tu puesto.

-Lo sé- le respondió -no se preocupe, ya me estoy encargando de eso, en menos de lo que piensa estaré casado.

Namjoon asintió -eso espero, tienes 6 meses para demostrarme que ya tienes una familia, de lo contrario no puedes seguir trabajando para mi.

Jungkook hizo una reverencia mientras asentía con su cabeza, luego salió de la oficina muy preocupado por ese temita, aunque ya lo sabía, le enojaba mucho que deba casarse, por lo que caminó de muy mal humor hacia el parqueadero donde le esperaba su chofer.

-Buenas noches señor Jeon- lo saludo cuando lo vio subirse al auto -¿a donde lo llevo?

-Jin necesito que me consigas compañía para esta noche y llévame a mi departamento, no quiero ir a mi casa.

Jin asintió y se apresuró en cumplir la orden de su jefe, minutos después el azabache, llegó a su departamento, aquel lugar lo usaba solo cuando quería divertirse y tener sexo, entró a su habitación, y se dejó caer en la cama, necesitaba relajarse, y no pensar en nada, pero eso era bastante difícil.

-Maldita sea, que voy hacer ahora, debo casarme lo más rápido, pero con quien- llevó sus manos a su rostro y un recuerdo llegó a su cabeza -y si busco a esa bruja que dijo Yoongi, igual, que podría pasar- se levantó de la cama algo confundido -no pero que estoy diciendo, mejor solo debería seguir mi instinto y conocer más mujeres.

-Hola guapo mucho gusto- una chica entraba a su departamento y dejaba sus cosas mientras era observada por el azabache -mi nombre es IU, es un placer acompañarte esta noche y las que tu quieras-caminó hacia Jungkook -¿nos tomamos una copa?

-Hola linda, a mi no me gusta perder el tiempo- se acercó a su boca -quítate la ropa y espérame en la cama.

La chica asintió y minutos después Jungkook fue desnudo hacia la cama, y se lanzó a IU con desesperación, besando y mordiendo su cuello.

-Muñeca- gimió -a mi me gusta el sexo salvaje, no me importa si estas de acuerdo, tu viniste a complacerme.

Jungkook no esperó una respuesta y entró en ella con fuerza, tomándola como quiso, la embistió varias veces mientras gruñía de placer, y luego de divertirse, y llegar al clímax se corrió, dejándose caer en la cama.

-Muy rico linda, ahora vete y olvídate de la dirección de este departamento, por tu bien.

-Eres muy violento, pero me gustó, no quieres que regresé otro día- se acercó a su boca e intentó besarlo.

-No me hagas repetir las cosas 2 veces- la fulminó con la mirada mientras con su mano la empujaba -lárgate y para tu información yo nunca he estado 2 veces con la misma persona.

La chica se levantó de la cama, y sin decir una palabra tomó sus cosas y se fue, Jungkook al verse solo se relajó y se acomodó para dormir.

★★★

Yoongi llevó a Jimin a su casa, al bunker donde a vivido por años, pues la casa de Jungkook como la casa de Yoongi son bunkers que los protege de cualquier ataque de sus enemigos.

Ahí se sienten cómodos pero sobre todo seguros, el rubio entró vendado los ojos como siempre lo hacía cada que su novio lo llevaba, Yoongi lo ayudó a caminar y al ya estar dentro del lugar le quitó la venda, Jimin sabía perfectamente que estaba en un bunker pero no sabía en donde, no tenía idea en que dirección estaba ubicado.

Yoongi tomó a su novio y lo  sentó en sus piernas, estaba listo para besarlo y pasar un buen momento con él, pero una llamada interrumpió sus planes, al ver que se trataba de uno de sus hombres, se alejó para contestar.

-Como que no me quieren pagar- gritaba por el teléfono -son unos hijos de puta, pero mañana me encargo de eso.

Jimin se arreglaba su cabellito frente a su espejo de mano mientras escuchaba a su novio maldecir y romper lo que tenía cerca.

-Honey, ¿estas bien?- le preguntó y se acercó abrazándolo por la espalda, -no grites, me asusto.

-Perdón- colgó la llamada abrazó a su novio -tengo problemas de trabajo muñeco, discúlpame por asustarte, pero ya te dicho que no debes escuchar mis conversaciones.

-Pero amor- hizo un puchero -yo solo arreglaba mi cabellito para verme muy bonito para ti y te escuché gritar, y no sé ni porque, por eso me acerqué a abrazarte y darte besitos, pero no escuché tu conversación.

-Muy bien muñequito, en mi casa ya sabes que eres, sordo, ciego y mudo. solo debes preocuparte por verte lindo para mi ¿mejor dime, quien es mi bebe?- lo miró.

-Yo- Jimin le abrió sus brazos y le sonrió -yo soy tu bebé.

-Amorcito eres tan precioso- lo besó 

-Tu también honey pero hablando de otra cosa, ¿hasta cuando vas a vivir aquí?, no me gusta estar tantos metros bajo tierra, ¿Por qué vives en un bunker?. Esta casa parece como en esas películas de pistoleros, a mi me gustaría que vivas en una casa hermosa así como tú.

-¿Porque?- lo miró serio -piensas que soy un matón o un mafioso por vivir aquí? ¿eso piensas?

-No- agachó su cabeza-no mi amor, yo no quise decir eso, solo me preocupo por ti, porque te amo mucho honey- limpió con sus manos las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

-Ya bebé- se acercó abrazarlo-no llores, tú sabes que no me gusta, mejor te voy a consentir, ¿Qué se te antoja comer?

-Cualquier cosa amor, pero cocínala tú.

-No muñequito, sabes que no me gusta cocinar, para eso tengo empleados

-Amor por favor- hizo un tierno puchero-tú bebé quiere que su novio le cocine.

Yoongi lo miró y no pudo resistirse -esta bien, ya lo hago-caminó hacia la cocina -pero quiero que sepas que ok, lo aceptó pero me ofende mucho que no valores a mis empleados

Jimin lo vió y le sonrió.

-Con lo que odio cocinar- se quejó Yoongi que se acercó a tomar una cebolla y la empezó a picar, cerrando un poco sus ojos al sentir el aroma tan fuerte-pero luego en la cama me tendrás que pagar este gran sacrificio.- sintió sus ojos lagrimear.

-Que graciosas caritas haces honey, parece que estas sufriendo por cortar una cebolla, voy a grabarte- sacó su celular y empezó a enfocar a su novio mientras este solo lo miraba.

-Aquí con mi bello hombre- hablaba Jimin, mientras seguía grabando a Yoongi-me esta cocinando y esta sufriendo a la vez, se ve tan tierno, pero luego le daré besitos.

Jimin lo seguía grabando y molestando pero el sonido del teléfono de su novio lo interrumpió, se acercó a ver de quien se trataba pues el teléfono estaba en la pequeña mesa de la cocina.

-Amor- lo llamó mientras veía el nombre de la persona en la pantalla -te llama tu hermano.

-gracias bebé- se acercó y tomó el celular -¿que pasó Jungkook?- contestó -estoy ocupado.

-Yoongi después de pensarlo mucho he tomado una decisión, dame la dirección de esa bruja que me dijiste, mañana iré a verla, necesito saber quien es mi alma gemela, pero eso si, espero que sea una buena bruja y no vaya a perder mi valioso tiempo, porque sino los mataré a los dos, a ella por mentirosa y a ti por imbécil.

Hola aquí les traigo el primer capitulo de hilo rojo, confieso me dio emoción recordar estos primeros momentos de la historia, me gusto escribirlos por acá, espero que a ustedes también les haya gustado.

Nos leemos pronto

Los quiero

Ale