017
La mañana llegó, tan resplandeciente como siempre, me levanté en contra de mi voluntad y me di un baño caliente para desayunar algo, moría de hambre.
Baje las escaleras, como siempre todo estaba muy solo e incluso la cocina, algo muy extraño pues Mía siempre estaba en ella, decidí no darle importancia y empecé a revisar la alacena buscando algo delicioso para comer.
Pan.
Busque en el gran refrigerador.
Queso.
Jamón.
Tomates.
Mostaza.
Ketchup.
Mayonesa.
¡Bingo!
Empecé a prepararme un sándwich emocionado, hace mucho no comía uno ya que Mia acostumbraba a hacer comidas más profesionales, una vez listo lo puse en un plato no sin antes ordenar todo el desastre, era mi cocina, si, pero otra persona la mantenia limpia y yo debía respetar su trabajo, tomé el plato junto a un vaso de jugo y me dirigí a la mesa.
Me senté y di el primer mordisco ¡Dios! Estaba demasiado delicioso, por alguna razón me sentía muy feliz.
- ¡Señor! ¿Que está haciendo? - Mire a Mia sus ojos estaban muy abiertos y su actitud detonaba nervios.
- ¿Comiendo? - Pregunte con obviedad.- No te preocupes Mía no me hará daño.
- Pero,el señor Jeon...
- El no está..- Mía miró detrás de mi con horror, trago grueso y se fue.
- Entonces haces lo que quieras cuando yo no estoy...
¡Mierda!
Voltee a mirarlo dejando el sándwich en el plato lentamente, ¿Que hacía aquí?
- ¿Que mierda estás comiendo? ¿Eso es comer saludable para ti Jimin?
- Solo se me antojo.- Dije sin más, dando otro mordisco al sandwich.
- A mí se me antoja golpearte ahora, por irresponsable ¿Debería hacerlo?- Mi cuerpo se tenso ante su tono de voz.
Tanto me atemoriza.
- Solo es un sándwich, no me hará da...- Las palabras quedaron en el aire cuando unas fuertes náuseas se apoderaron de mi, tape mi boca y corri al baño ignorando a Jungkook enojado, llegando al primer bañó que ví expulse lo poquito y en realidad casi nada que había comido, la sensación de vomitar era horrible, aún y cuando ya no tenía más que expulsar la ganas de vomitar seguian ahí.
Sentí unas manos grandes y calidas acariciar mi espalda, apenado baje el inodoro y me aleje de él, pero el me tomo fuertemente del brazo levantándome del piso.
- Te lo dije.- Gruño mientras apretaba mis brazo.- Contrataré a alguien que esté pendiente de ti todo el día todos los días de lo que comes, haces o dejes de hacer.
No podía permitir eso, si contrataba a alguien que me vigilará entonces no podría pintar, ni salir, ni hacer nada por mi mismo sin que el lo supiera, sería un completo problema.
- No,te prometo que no comere nada que no sea saludable te lo prometo, pero no hagas eso por favor.- Le pedí mientras lo miraba angustiado, sin pasar desapercibido como sus ojos parecían detallar mi rostro.
- ¿Por qué no?
- Porqué no me siento cómodo si alguien me vigila o está pendiente de mi, yo... Necesito mi espacio.
- Una más, una más y te juro que lo hago.
Asentí.
- Si Jungkook...
Me soltó sin ser demasiado brusco y se fue del baño dejándome con un nudo en la garganta, controlaba mi vida, lo que hacía y ahora lo que debía comer es como si el también viviera mi vida.
Lave mi boca y me mire en el espejo.
¿Cuando dejaras de ser tan patético Jimin?
❤️
Jungkook.
- ¿Por qué llegaste tarde hoy?
- Me quedé dormido Tae, además Jimin...
- No me interesa, nada de lo que tenga que ver con el.- Rodee mis ojos y aparte mis manos de sus caderas para tomar los papeles en mi escritorio.
- ¿Cuando me darás mi departamento?- Empezó a besar mi cuello, cerré los ojos por la satisfacción que me daban sus besos.
- Aún el papeleo no está listo, lo tendrás cuando esté listo...
Empezó a mover sus caderas encima de mi entrepierna.
- Está bien..- Murmuró en mi cuello, sus besos se intensificaron volviendose casi succiones.
- Tae... Estamos en la oficina.- Gemi en un tono bajo.
- ¿Y ? Que todos escuchen como me hace gemir el gran jefe ¿No te gustaría, mi amor?
Aún que la sensación era demasiado placentera yo tenía una imagen que proteger, y esa era la de un esposo fiel y un buen empresario, Taehyung lo sabía perfectamente y parecía no tener problemas con eso, pero ahora empezaba a actuar de una manera muy molesta al respecto.
- No.- Lo aleje para que dejara de besar mi cuello.- Si quieres esto lo haremos dónde nadie nos vea o nos escuche,sabes que tengo una imagen que mantener.
- Es por el...
- ¿Que dices Tae?
- No quieres que nadie sepa de mi por el...
- No se cuántas veces debo explicarte esto.
- ¡Explicar que!- Se levantó enojado de mi regazo.- Que seguiré siendo el maldito amante porque eres incapaz de dejarlo ¡¿Eh?!
- Ya basta, deja de gritar y vete a trabajar Tae.
- Lo quieres...
- ¡Eso no es cierto!
Tae me miró con ojos acuosos y salió de la oficina pegando un portazo, romperá el cristal un día, cerré los ojos con frustración y masajee mi cien, esto era tan estresante e intenso para mí, pero debía soportarlo por qué lo quería ¿No? Si eso debía hacer porqué solo eran celos y nada más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro