La claridad empezaba a filtrarse por las ventanas, seguramente apenas empezaba a amanecer, quizás eran al rededor de las seis de la mañana, Jimin muy lejos de haber dormido miró a su alrededor la poca la luz le permitió ver el rostro dormido de su esposo, sus perfectas facciones, lo atractivo que era, su brazo aún lo abrazaba con fuerza, Jimin con mucho cuidado quitó el brazo de Jungkook de su abdomen saliéndose de la cama, tomo su ropa y se la puso rápidamente sin hacer ruido, antes de salir lo vió por última vez porqué sabía que quizás está sería la última vez en verlo de ese modo,tan tranquilo y sereno, todo esto sería solo un recuerdo y nada más.

Solo un momento.

Salió de la habitación sin hacer mucho ruido directamente a la suya, al llegar miro el lugar, se sintió solo, como si acostarse con Jungkook hubiera sido un error, sintiendo ese nudo en su garganta,se tiró en su cama y lloro una vez más, se sentía el ser más imbécil del mundo como si hubiera cometido un error cuando en realidad lo que había hecho no era pecado alguno, el era su esposo legalmente ¿Cómo podía sentirse tan miserable por acostarse con su esposo?

El sueño empezó a consumirlo después de haber llorado tanto y el solo se entregó, cerró sus ojos aún escurriendo lágrimas y durmió.

❤️

Jungkook.

La luz del sol caliente entraba por las ventanas, me removí entre quejas, sentí el frío en la cama, sin abrir los ojos mis manos empezaron a buscar a alguien en ella, al darme cuenta que no habia nadie más que yo me levanté de golpe importandome poco que estuviese desnudo m y me dirigí a la puerta, pero antes de abrirla un pensamiento invadió mi mente. N

¿A quien buscas?

Me voltee y mire hacia la cama, los recuerdos de la noche anterior golpearon mi mente, camine hacia la cama y me senté en el borde pasando las manos por mi cabello con frustración, no estaba mal,no hice nada malo Jimin era mi esposo, además si quería conseguir mi herencia necesitaba tener un bebé con el, debía hacerlo ¿No?

Traicionaste a la persona que te ama

Taehyung...

Suspiré y pensé en alguna manera de compensarle lo de anoche, había intentado hablar con el esa noche, pero era imposible tantas personas que saludar, la abuela encima de mi y eso sin contar a Jimin junto a su amiguito.

Me levanté y tome un baño para irme a la oficina.

Salí de casa sin importar nada más, pare antes para comprar un ramo de flores y enviárselos a Taehyung.

Sabía que ya había llegado, era cuestión de tiempo para...

La puerta de la oficina fue tocada

Adelante

Taehyung entro haciendo una leve reverencia así el personal chismoso que había afuera no sospechaba absolutamente nada, cerró la puerta detrás de el acercándose lentamente a mi.

- Gracias por las flores, estaban muy bonitas.- Le sonreí y estire mi mano para que pudiera tomarla y llevarlo hacia mi regazo.

- ¿Te gustaron?

- Si.- Bajó su mirada e hizo un puchero.

- ¿Que pasa?

- Nada...

- ¿Es por lo de anoche?- Pregunté pues su actitud era extraña.

- ¿Por qué no me dijiste nada? Ahora no solo estarás casado con el, si no que tienes planes de hacerlo el padre de tu primer hijo...¿Que quedará para mi eh?

- Tae sabes que todo es una farsa bebé, el matrimonio, el bebé, todo es por la herencia.

- ¿Y después que? ¿Lo dejaras con su hijo y te vendrás conmigo?

- No es tan fácil Tae ¿Cómo podría abandonar a un hijo mío? No soy tan despiadado.

- Todo se ira a la mierda, si llegas a tener un hijo con Jimin todo se irá a la mierda, lo sabía.- Se cruzó de brazos haciendo una rabieta.

- Tae,buscare la manera de estar contigo¿Bien?pero no abandonaré a mi hijo es todo.

- El se aprovechará de eso...

- No lo dejare.- Suspiró y pasó sus manos por mi cuello.

- ¿Cómo lo harás? ¿Inseminación artificial?

- Yo...Si, obviamente haré eso.

- Por lo menos me alegra que no lo toques, estaría muy enojado contigo si lo hicieras.- Se acercó y me beso.- Te amo.

- Y yo a ti bebé, ahora tenemos que trabajar.- Le di una palmada para que se levantara de mi regazo, haciendo que se quejara.-Te tengo una sorpresa...

- ¿Enserio?

- Si.- Sonrió de esa manera hermosa en la que lo hace y me miró.

- Estoy muy feliz, me haces tan feliz.

Correspondí a su sonrisa, sabía que debía complacerlo, después de todo el merecía lo mejor de mi.

1 semana después

Jimin.

- ¿Cuándo llegara ella?- Pregunté a Taemin mientras comía mi helado de chocolate.

- Mañana.- Sonreí y hice una pequeña celebración con mis manos - Pareces más emocionado por conocerla que por mi presencia.- Dijo con una sonrisa mientras limpiaba mi mejilla que se ensució del helado.

- Eso es porque ya te conozco sin embargo a ella no, además me emociona tener a alguien nuevo... últimamente me siento un poco solo.

- ¿Que hay de Jeon?

- Lleva una semana de viaje de negocios, no se cuándo regresará.- Baje mi vista al helado que casi acababa, tratando de disimular mi tristeza.

- Oh ya veo...

- ¿Cuando vas a casarte?

- En dos meses, ¿Ya te dije que serás mi padrino?- negué sorprendido.- ¡Sorpresa!- Rei y le di un golpe en el brazo

- Tonto- Un trueno se escuchó muy fuerte, el clima parecia dar indicio a una fué lluvia - Creo que es momento de volver, si no queremos enfermarnos.

- Volveremos a vernos y la próxima vez te presentaré a mi prometida.- Aseguro orgulloso haciéndome sentir feliz por el.

- Será todo un placer, además me debes otro helado.

- ¿Que? ¿Por qué?

- Porqué este se acabó muy rápido y no lo disfrute.- Le sonreí antes de llegar a mi auto y el al suyo- Adiós Taemin- lo abrace, tenerlo nuevamente me hacia sentir feliz y de alguna manera protegido.

- Te quiero Minie.

- Y yo a ti, no sabes cuánto. - le guiñe el ojo y me metí en mi auto emprendiendo camino a mi solitaria y gigante casa.

Toda una mansión, para pudrirme en ella yo solo.

Al llegar no ví otro auto estacionado más que el que Choi usaba cuando tenía que llevarme a algún lugar, a excepción de hoy y aquella camioneta negra, Jeon no había llegado, suspiré con tranquilidad, estacione y me baje de mi auto para entrar a la mansión.

Escuche como la lluvia empezaba a caer, era tan agradable la paz y el frío que el clima causaba, me sentía inspirado y feliz así que me dirigí a la habitación que solo yo y Mía sabíamos de su existencia, quite mi chaqueta, saque mi teléfono revisando mis mensajes para responder algunos y luego dejarlo a un lado empezando a pintar un nuevo retrato, como siempre esto me hacía tan pero tan feliz.

A decir verdad como siempre el tiempo se me pasó y no me di cuenta en qué momento me quedé dormido en el pequeño sofá de la habitación un poco fría, los pocos rayos de sol entraban por la ventana, frote mis ojos y miré a mi alrededor sonriendo por todos los retratos que habían en aquella habitación, retratos que simbolizaban sentimientos míos, retratos que simbolizaban lo feliz que era a la hora de pintarlos con amor y mucha paciencia, los mismo que me llevaron a tomar una decisión que hace días se formulaba en mi cabeza, tomé mi teléfono y salí de la habitación directamente a la mía para tomar un baño, era hora de que me atreviera a hacer algo que quizás sería riesgoso pero sin duda era algo que necesitaba hacer.