Jimin salió de la bañera despues de unos minutos, se coloco una bata de baño y se dirigió a la cama sentandose en el borde, con su cabeza perdida miro el diamante entre sus dedos, ese que dejaba claro que estaba casado y que el era el Señor Jeon, aun que no le gustaba que lo llamarán así, su apellido era ese al estar casado con Jungkook.

Suspiró porqué sabía que ese matrimonio estaba mal, sabía que su corazón sufría por cada cosa que pasará entre ellos dos ¿Acaso Jungkook no veía lo mucho que Jimin lo quería? Claro que no, el solo tenía ojos para una persona y esa persona era Kim Taehyung, los ojos de Jimin se cristalizaron ¿Cómo podía ser tan tonto? ¿Cómo podía aceptar que el hombre que era su esposo compartiera su corazón con alguien más que no era el?

El fue primero que tú

Era lo que se repetía constantemente en su cabeza pero, ¿Era cierto? Recordaba a Jungkook estar junto a el cuando eran niños, cuando Taehyung no existía en la vida de Jungkook, muchas veces el le dijo a Jimin que lo quería y lo abrazaba ¿Realmente Taehyung fue el primero estar en su corazón? Jimin sacudió su cabeza, necesitaba despejar su mente por eso se levantó de la cama y se fue hacia su pequeño estudio, porqué el tenía un pequeño estudio de arte en la mansion, a escondidas de Jungkook.

Estaba mal ocultarle cosas, el lo sabía, pero también sabía que Jungkook podría burlarse de sus sueños y minimizarlos como si no fueran gran gran cosa, y eso le rompería aún más el corazón al rubio.

Miro todas sus pinturas y una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios, solo ellas sabían lo que el sentía, solo ellas expresaban mucho más de lo que el podía hacer, sin dudar tomo un pincel y empezó una nueva pintura con emoción y pasión, olvidando los augurios de su corazón.

Las horas pasaron y Jimin parecía completamente perdido en su pintura, con su bata y cara sucias de pintura, olvidando por completo un detalle...

La reunión

Los toques desesperados en la puerta llamaron su atención poniéndolo inmediatamente nervioso, Jungkook no sabía de ese lugar, solo Mía sabía, así que se levantó y se acerco a la puerta cautelosamente.

- Señor Jimin soy yo.- Mía susurró en la puerta, entonces Jimin suspiró y abrió con cuidado.- El señor Jeon ya viene en camino para recogerlo y usted no está listo...

Jimin abrió los ojos con sorpresa y salió cerrando la puerta con llave, corrió a su habitación mirándose en el espejo, estaba sucio de pintura así que corrió al baño y tomo un baño muy rápido, empezó a buscar en el closet que ropa ponerse cuando la puerta principal fue cerrada con fuerza, Jimin se puso nervioso y corrió a ponerle seguro a la puerta, Jungkook y el no compartían habitación, pero Jungkook podía entrar libremente a la suya cuando el quisiera, volvió al closet y buscó algo no tan elegante y más casual, optó por unos Jeans negros ajustados y una camisa manga larga del mismo color un poco suelta la que metió un poco por su pantalón dejando un poco por fuera y se puso unas botas, secó rápidamente su cabello dejándolo brilloso con su color dorado y apenas alcanzó a ponerse un poco de maquillaje.

DC cómics deberia contratarlo para interpretar a Flash si tan solo vieran la destreza del rubio.

La puerta fue tocada con fuerza, el solo se miró al espejo y suspiro, para luego abrir la puerta encontrando a su esposo parado allí, vestido realmente elegante,sexy y rudo.

- ¿Por qué estaba cerrada la puerta? ¿Que estabas haciendo?

- Nada...solo..me estaba peinando- Jungkook lo miro de arriba a abajo alzando una ceja, no esperaba menos de Jimin, el sabía el buen gusto y lo lindo que era.

- Vamos.- Jimin asintió y cerró la puerta soltando un suspiro de alivio caminando detrás de Jungkook hasta salir de la mansión y finalmente llegar a su auto.

Mientras Jungkook conducía el iba en el asiento del copiloto mirando atentamente la carretera, su teléfono en su bolsillo empezó a vibrar, un mensaje de un número desconocido había entrado.

Pronto nos volveremos a ver Jiminie, te extraño mucho

Jimin miró el mensaje extrañado algo que no pasó desapercibido por Jungkook, más no quiso preguntar nada al respecto no es como si le importaba¿O si?

El camino fue silencioso y un poco incómodo para Jimin, quien se sentía como un pequeño conejo acorralado por un gran lobo, porqué su esposo era más grande y fuerte que el, se permitió respirar tranquilamente Jungkook no se veía alterado ni molesto, por eso empezó a controlar el leve temblor de sus manos producto del temor que sentía por el hombre que estaba a su lado.

Llegar a la mansión de sus abuelos no lo ayudaba mucho a controlar sus nervios, Jungkook se giró y lo vio un poco pálido.

- ¿Que te pasa? ¿Estás bien?- Jimin lo miró a los ojos, Jungkook nunca se preocupaba por su estado, por eso  asintió desilusionado.- Solo sonríe y dame tu mano.- su voz volvió a ser dura y tosca de siempre.

Jimin respiró profundo antes de salir y sonrió bajando del auto para rodearlo y tomar la mano de Jungkook.

Entraron a la mansión como si fueran la pareja perfecta y feliz que existiera en el mundo, llevándose varias miradas con ellos, sonrientes y tomados de las manos, vieron al  abuelo, Jimin soltó la mano de Jungkook y corrió a abrazar a su abuelo quien recibió el abrazo gustoso y con una gran sonrisa.

- Mi muchacho, estás más grande.- Jimin rio y escuchó las palabras de Jungkook muy cerca de el...

- En realidad Jimin parece no crecer demasiado.-  El rubio se alejó de su abuelo para que esté pudiera saludar también a Jungkook.

- Tienes razón, no sera de gran estatura pero mírate a ti, eres lo suficientemente alto como para protegerlo, ven aquí.- El abuelo abrazó a Jungkook con cariño y una gran sonrisa.- Mis nietos y nuestro más grande orgullo, la abuela nos espera en la sala ¿Vamos?

Ambos asintieron, mientras Jungkook tomaba la mano de Jimin para seguir al abuelo, la abuela los esperaba sentada con elegancia en su sofá color crema mientras bebía una taza de te, tan pulcra y reluciente como siempre.

- Oh, ya están aquí.- dejo la taza en la pequeña mesa en el centro.- ¡Dios mío! Jiminie mírate que hermoso eres cariño, como un lindo muñequito, si yo fuera joven como tú te juro que te aprisionaria para que te casarás conmigo.- Jimin rio y ella lo abrazó gustosa y feliz, para después abrazar a Jungkook y susurrarle algo al oído que cambio el semblante de Jungkook a uno más serio- Vengan tomemos asiento.

Ambos hicieron lo que la mujer dijo sin refutar.

- Bien tenemos varias cosas que decir.- El hombre empezó la charla.- Empezando por felicitarte Jungkook estás haciendo un buen trabajo en la empresa, es increíble lo estabilizados que están los gráficos me siento muy orgulloso de ti...

- Sin embargo - está vez la abuela interrumpió con su característica sonrisa.- No veo que Jiminie tome acciones en ninguna de las dos empresas ¿Que pasa cariño? ¿Acaso no quieres hacerlo?

- He ayudado a mi padre en la empresa del abuelo pero...

- Jimin aún no se siente preparado para tomar ese puesto.- Lo interrumpió el peli negro con su voz neutra mostrando ninguna reacción ante aquello.

- No digas la empresa del abuelo, no es mi empresa, es tuya está en tus acciones debes hacerte cargo de ella, yo trabajé muy duro para llevarla a dónde está y la puse a tu nombre porqué quería que tú la tuvieras Jimin.

- Lo siento abuelo.- El rubio bajo la cabeza ante aquellas decepcionadas palabras.

- No presionemos a Jimin cariño, mejor hablemos de lo que queremos hablar.- La mujer los miró con una sonrisa en sus labios.- Sus herencias...

Para quienes ya leyeron la historia, les voy a agradecer que no den spoilers a las nuevas lectoras.

También si se han dado cuenta la historia está cambiando, porque tenía ciertos errores y escenas con los que no me sentía cómoda, así que está historia está siendo |Corregida y actualizada.

Tenkiu