Capítulo 8
No sabe el lobo que caperucita va al bosque solo por él.
(...)
Después de enterarse de que ella no podía hacer nada, en un intento desesperado para hacer recordar a Jungkook. Cada vez que llegaba la noche, ella dejaba un ramo de flores en la habitación de Jungkook, teniendo la esperanza de que, por la mañana al ver esas flores, pudiera recordarla.
Pero solo era eso un intento desesperado.
Los días pasaban y ella seguía haciendo lo mismo, por las noches ella aparecía en la habitación de Jungkook dejando mas ramos de flores y Jungkook al amanecer, los veía. Extrañamente esa mañana, Jungkook se quedó de pie frente al florero, donde se encontraban esas flores, varias imágenes pasaron por su cabeza, aparecían y desaparecían rápidamente, haciendo que le doliera la cabeza.
[...]
Jungkook se encuentra sentado en su trono, había sido avisado de que tenía una visita que parcia querer verlo sí o sí. Taehyung se encontraba a su lado.
Las puertas se abrieron sonoramente, haciendo que el aburrido Jungkook pusiera sus ojos en la persona que entraba con un andar descarado.
─Tiempo sin vernos, mi querido primo ─ Jungkook frunce un poco el entrecejo y suelta un suave resoplido.
Taehyung al escucharlo, decidió hablar.
─Le pido por favor que muestre su respeto a nuestro rey ─
─Pido una disculpa, me deje llevar por la emoción ─ la persona que había entrado al salón sonrió y después hizo una reverencia─. Le doy las gracias por recibirme, mi rey ─
A pesar de que esta vez lo dijo de una manera más educada, se pudo sentir también la burla en sus palabras.
─ ¿Qué es lo que te hizo venir hasta mi castillo, Seokjin? ─ habla Jungkook, realmente no estaba de humor para hablar con alguien quien parecía solo querer molestar ─. Dudo que sea solo para conversar de tonterías ─
─Siempre has sido así, pero tienes razón ─ Seokjin puso sus manos detrás de él─. He escuchado que has enfermado, los rumores de tu enfermedad han empezado a esparcirse como pólvora, y como tu primo, solo quiero el bien para ti y para el reino... por eso decidí venir, estoy aquí para apoyarte a dirigir el reino ─
Jungkook sonrió con amargura al escuchar tales palabras, era obvia la intención que tenía su primo lejano.
─Solo son estúpidos rumores ─ afirma Jungkook─. Quisiera saber quién se ha atrevido a decir tales cosas para arrancarle la lengua ─ su voz se hace dura y su mirada se endurece─. Seré rey hasta el último día de mi vida, así que no tienes que ayudarme a nada ─
Seokjin frunce el entrecejo, molesto por las pobras de Jungkook.
─Solo he venido hasta aquí para brindarte mi ayuda, pero eres demasiado terco ─
─Cuida tus palabras, Seokjin, aunque por nuestras venas tengamos la misma sangre, sigo siendo tu rey y me debes respeto ─ la sonrisa que había parecido en los labios de Jungkook desapareció y solo hubo desdén en sus palabras─. Si en verdad quieres ayudarme tanto como dices, es mejor que te vayas, estoy demasiado ocupado como para tratar contigo ─
Seokjin aprieta sus manos en puño y rechina un poco sus dientes.
─Me iré, pero será mejor que te prepares para lo peor, Jungkook ─
Y sin más, Seokjin se da media vuelta para salir de la habitación.
─Ha soltado una amenaza hacia su majestad, ¿desea que lo encarcele? ─ Taehyung mira a Jungkook, quien tiene cerrado los ojos y acaricia un poco el puente de su nariz.
─No, solo deja que se vaya ─ Jungkook suspira─. Quiero ver si es capaz de morder la mano que le ha dado de comer ─
Taehyung no dice nada, pero claramente está en contra de ello. Claramente ha escuchado tales amenazas hacia su majestad, quien sabe que sería capaz de hacer por su gran codicia.
[...]
Jungkook se encuentra en el jardín mirando las flores que cada día aparecían en su habitación. Extrañamente hay un sentimiento de nostalgia en su corazón al mirarlas.
Detrás de él apareció Lisa, quien había usado teletransportación, pensando que Jungkook estaría dormido, había decidido aparecer en el jardín para recoger las flores y después llevarlas a la habitación de él.
─Rayos... ─ murmura ella, mirando hacia todas partes.
No era parte del plan que él estuviera despierta a altas horas de la noche.
─No te vayas, no te perseguiré, solo... ─ habla Jungkook sin voltearse─. Solo quiero saber quién eras tú para mí, me gustaría saber que buscas al venir todos los días a dejarme esas flores, quiero saber si tiene algo que ver con que haya perdido la puta cabeza al pensar en ti, dime, ¿todo eso tiene respuesta? ─
Lisa no sabe cómo responder o por dónde empezar, por eso ella dio un par de pasos para acercarse a Jungkook, quien extrañamente le estaba dando la espalda a ella.
─Mi nombre es Lisa, trabajaba en una florería. Un día vine a entregar un ramo de flores que habían pedido desde el castillo, al buscar la entrada me perdí al encontrar unas preciosas flores, las mismas que está viendo ─ ella hace una pausa, para observar la reacción de Jungkook, pero no podía ver nada, le estaba dando la espalda; ella prosigue─. Después usted me encontró y me guio a la entrada, de ahí y cada día vine al jardín real, hasta que nos volvimos a encontrar, ambos platicábamos mientras admirábamos las flores, dábamos caminatas en el atardecer mientras el viento soplaba... ─
─Eso parece algo que una pareja enamorada haría... ─ comenta Jungkook dando al fin la vuelta, solo para mirarla.
─...En el baile de primavera, usted me invitó, incluso bailamos juntos, ese día fue cuando todo inicio, me declaró sus sentimientos, pero antes de darle una respuesta, yo fui atacada y el resto ya lo sabe ─
─ ¿Y cuál era tu respuesta? ─
─ ¿Tiene algún significado eso ahora? ─
Ambos se miraron directamente a los ojos, Jungkook sonrió de lado.
─Tienes razón, no tiene sentido que me lo digas ahora, después de todo no recuerdo nada de eso ─
Lisa sintió un nudo en la garganta, pero aguanto las ganas de llorar, no quería parecer débil ahora mismo. No cuando estaba logrando tener una conversación con Jungkook por primera vez en mucho tiempo.
Extrañamente los días después de ese encuentro, ella aprecia frente a Jungkook mas seguido, aun estando él consciente y él, la dejaba estar a su lado.
A veces ella le platicaba sobre unas galletas que había aprendido a hacer, mientras Jungkook escuchaba atentamente y contestaba con un vago "ok". Pero Lisa estaba contenta con ello, esta vez él no quería matarla, solo la dejaba estar.
Fue una tarde cuando se encontraban sentados en el jardín, tal y como solían hacerlo antes del accidente, Jungkook parecía cansado y unas ojeras prominentes habían aparecido debajo de sus ojos. Lisa preocupada preguntó por la razón.
─No parece que estés descansando bien, ¿no puede dormir? ─
─Es difícil hacerlo ahora mismo ─
─ ¿Hay algo molestándolo? ─
─Hay muchas cosas, pero la principal es mi primo lejano, él quiere ocupar el trono y parece que no le importa cómo conseguirlo, ya sea vivo o muerto, me quitara del lugar ─
─Pero eso es... ─ Lisa no sabía que palabras usar, pero decir que era algo preocupante era poco─. ¿Qué es lo que piensa hacer esa persona hacia su majestad? ─
─No estoy seguro, pero sería capaz de muchas cosas ─
─No se preocupe, yo estaré a su lado para apoyarlo, puede confiar en mí ─
Jungkook la mira de reojo y después mira al cielo nocturno, en la comisura de sus labios se forma una sonrisa apenas perceptible. En el fondo del corazón de Jungkook él podía sentir una irresistible emoción por tales palabras, podría decir que se asustó por ello, pero para su cuerpo, parecía sentirlo como algo normal. El que él haya olvidado sus memorias donde Lisa estuviera involucrada, no significaba que su cuerpo lo olvidara.
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