—Esto no es necesario—dijo Reiki de manera baja mirando la mesa. Escuchaba los murmullos y eso lo llenaba de pánico.

Y era obvio que todos hablarían cuando él, estaba sentado en la mesa de Gryffindor siendo un Ravenclaw.

—El profesor Karvagiannis dijo que debes comer más alimentos que solo dulces, estás en recuperación—y el omeguita dejó caer su cara contra la mesa de manera algo sonora.

—¡Por Merlín, Reiki!—exclamó Fred levantando la cabeza del japonés para revisarlo.

—No lo vuelvas ha realizar, te puedes lastimar—regañó George y, Reiki quería desaparecer al ver más miradas en ellos.

—¿Qué hace Reiki en esta mesa?—preguntó Harry al llegar y tomar asiento frente al japonés, cosa que lo dejó muy confundido. Literalmente despertó hace una hora y sus neuronas aún no funcionaban por completo.

—Le dieron de alta en la enfermería anoche, y Fred y George no lo quieren perder de vista—soltó Ron antes de tomar jugo—. Hermione está molesta porque los gemelos no quieren que nadie se acerque a Reiki.

—Técnicamente tus hermanos están de posesivos con el pobre de Reiki.

—¿Qué?—dijo Harry antes de enfocar sus ojos en el omega que estaba muy pálido y lucía asustado— Hola Reiki.

El omega levantó su mirada y se encontró con Harry, al cual le sonrió levemente.

—Buen día, Harry—saludó. El de lentes se levantó de la mesa para rodearla y acercarse al omega japonés, lo tomó de la mano y lo levantó de la mesa.

—¿Qué estás haciendo?—preguntaron los gemelos a la vez.

—¿Acaso no notan que Reiki está nervioso?—preguntó algo molesto. Los pelirrojos se mantuvieron en silencio comprendiendo el regaño.

Tomó también un plato con varios muffins, y le dijo al omega que lo siguiera al saber que el Ravenclaw estaba a nada de desmayarse del pánico.

—Gracias, Harry—exclamó Reiki de manera baja cuando estuvieron fuera del gran comedor.

—No hay de que, es mejor que salieras, o ibas a tener un ataque de pánico y no queremos que pierdas el control.

El japonés asintió y el mayor lo guío hasta el jardín, lugar en el que tomaron asiento en una banca para seguir desayunando.

Reiki mordisqueó un panecillo antes de mirar a Harry.

—¿Cómo pudiste controlar a los gemelos Weasley?—Harry lo miró sin comprender— Son alfas intimidantes, o por lo menos para mí.

—Son dos alfas cabeza hueca, además recuerdas a mis hermanos—y Reiki asintió recordando a los mellizos Riddle, los dos estudiantes de Slytherin de primer año— Mis hermanos son más testarudos que ellos, y fue verdad lo que dije, estabas entrando en pánico y eso hubiera sido peligroso.

—He tratado de controlarme, pero no funciona—susurró lleno de vergüenza y bajando la mirada.

—¡Ey!—exclamó Harry colocando su mano sobre el hombro del Yamamoto— No hay nada de malo en que no puedas controlarlo, ¿recuerdas lo que mi mamá te dijo? Además has pasado por muchas cosas.

—Pero si no me controló, habrá siempre alguien como Flint que se...

—¡No! Lo de Flint no fue tu culpa, él era un alfa bastardo que se merecía más que la expulsión, no estabas en tus cinco sentidos, Reiki, eso no fue tu culpa—Harry tomó las manos de Reiki para que lo mirase—. Eres solo un omega, un cachorro de cierta forma, eres muy dulce aún para enfrentarte a cosas así.

—Yo, solamente no quiero sufrir más de esta maldición. Quiero ser como los otros omegas de mi edad, como tú. Quisiera incluso aceptar estar con los gemelos Weasley por lo menos en el mismo lugar sin tener tanto miedo y ansiedad.

—Algun día, cuando aprendas a controlarlo podrás no tener miedo, Reiki, pero por el momento aún debes aprender a...

—No matar—susurró con la voz ahogada.

Y Harry le dió una mirada de tristeza antes de sin pedir permiso abrazar al omega Yamamoto. Reiki no devolvió el gesto, recordando aquellas reglas que se mantenían en su mente.

❝Nunca crees un lazo afectivo,
porque él los matará frente a ti❞

Reiki se encontraba en el invernadero, completamente solo. Al principio estaba con Neville pero cuando el beta se distrajo una planta lo hirió, provocando que corriese hacia la enfermería.

El japonés empezó a revisar las plantas de acónito. Cortaba las ramas de una cuando sin querer el polen de la planta se dispersó.

No le prestó atención hasta que apartó su cabello que molestaba sus vistas notando algo que lo heló. Corrió hacia el vidrio para que le sirviese de superficie reflejante y se tambaleó al ver su reflejo.

No podía estar pasando. Su cabello era de un rosado pálido, sus ojos tenían un destello dorado y... ¡No podían verlo así! Debía ir con el profesor Dumbledore para que le ayudase.

Se colocó la capucha de la túnica para que cubriese su cabeza y salió del invernadero.

Caminó con mucho cuidado de no toparse con algún estudiante.

En el pasillo cerca de donde estaba la entrada a la dirección, se detuvo al ver al grupo de quidditch de Gryffindor. Apretó su túnica con fuerza para que no notasen quien era, aunque era inútil por sus feromonas.

—La estrategia contra el equipo de Hufflepuff es fácil, solamente debemos practicar mañana y pasado, y la dominaremos por completo—la voz de Harry apresuró los pasos de Reiki.

Fred miró a George al sentir el aroma de manzanas tan conocidos por ellos. Ambos empezaron a buscar hasta que se encontraron con un estudiante de Ravenclaw completamente cubierto.

—¿Reiki?—exclamó George en voz alta cuando el omega paso por su lado. Sin embargo el japonés ni quería mirarlo.

—¡Reiki!—llamó Fred. Ambos querían disculparse por lo ocurrido en la mañana, no habían pensado en los sentimientos del Yamamoto y eso los atormentaba.

Harry dió una mirada a los Weasley sin comprender, y luego miró al chico cubierto que caminaba a rápidos pasos.

George trotó hacia el menor antes de sujetarlo por la túnica, sin querer bajando la capucha. Ahogó un jadeó cuando vio al menor, que se dió la vuelta asustado.

Fred dejó caer su escoba al no creer lo que veía.

—¡No!—gritó Harry corriendo hacia el omega menor para tomarle la mano y salir corriendo por el pasillo lejos de las miradas sorprendidas del equipo de quidditch.

—Él tenía...

—...orejas de zorro—terminó de decir Fred aún sin creer lo que había visto.

Reiki Yamamoto era un cambiaformas.

El omega era un kitsune.

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[Capítulo Corregido]