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Capítulo 18: Una peligrosa sensación nostálgica...

—¡Pero no lo metas así!

—Joder, ya casi —susurró empujando aun más.

—¡Vas a romperla!

—¿¡Acaso piensas que no sé donde caben las cosas o qué!? —expresa el pelirrojo hacia de el de hebras violetas frunciendo el entrecejo—. Ya deja de parlotear que casi lo logró.

—No va a entrar —responde cuando por fin suelta un suspiro lleno de fastidio al ver como el más alto seguía de terco intentando que aquella enorme bolsa negra llena de sabrá qué cosa se esforzaba por negarse a entrar completamente en el bote de basura, y en efecto, como había predicho, dicho material comenzaba a desgarrarse dejando a relucir varios residuos de papeles o alguna que otro empaque de comida cayendo al piso—. Estas ensuciando todo.

—¿Podrías cerrar la boca? —enuncia con aquella voz ligeramente cansada al solo recibir las contentas de Bonnie sobre que no lo iba a lograr como lo estaba haciendo, es que ese chico solo podía ver el vaso medio vació de cada situación. Finalmente le dio un puñetazo con mucha fuerza a aquella bolsa enorme que con el impulso pareció irse hasta el fondo del bote de basura, claro que, algunas cosas volaron al rededor pero al menos ya había logrado su cometido—. ¿No qué no?

Bonnie rueda los ojos y simplemente se agacha a terminar de ayudarle con lo que había quedado —aunque no le era obligatorio hacerlo—, y observa cómo el contrario también limitaba su acción a la vez que soltaba un suspiro aliviado después de varios extensos minutos intentando meter la bolsa de forma inútil. Ellos estaban ahora en el modulo del receso y apenas había sonado la campana el pelirrojo le pidió muy a su estilo que fuese a la cafetería con él, porque por más que no quisiera y se lo siguiese negando, aquello se había vuelto completamente rutinario y hasta normal en su día a día de preparatoria... Cuando iban por los pasillos se encontraron a varias estudiantes intentando llevar aquello afuera y para sorpresa de Bonnie, e incluso de las mismas chicas, el pelirrojo se ofreció a ayudarlas con una expresión completamente desinteresada.

Aunque Bonnie pensó de inmediato que aquellas chicas o, estaban realmente fascinadas con él al tener encanto tipo Badboy, o simplemente le tenían un profundo pavor al aire atemorizante que desprendía apenas lo mirabas. Sin hablar ni una sola vez también se vio involucrado en ayudarlas pues cargaban más de una bolsa.

—El receso está a punto de terminar y no he comido nada gracias a ti —expresa, refiriéndose a lo que duraron porque el más alto andaba de cabeza dura con que tenía que ser ese bote de basura porque sí. Ve como el alza los hombros restándole importancia y sencillamente sonríe de lado—. ¿Ahora qué te parece chistoso?

—Oh, nada, solo pensé en que eras un...

Sus palabras quedan en suspenso tras escuchar el breve rezongo viniendo de su parte, da media vuelta y emprende camino, sin embargo nota que no le está siguiendo y al voltear la vista ve como el chico de enormes gafas lanza una lata adentro de la cesta de metales que tenia a un lado de los botes de basura y luego se dispone a alcanzarlo.

—¿Aquí no hacen reciclaje? —pregunta recordando como en su secundaria prácticamente era obligarlo. Escucha como suelta un bufido.

—Hombre, que eso ya le toca al club de reciclaje.

—¿Hay un club de reciclaje?

—Aquí hay un club para malditamente todo.

Inquiere como si fuese lo más obvio del mundo y Bonnie no puede evitar sentir como una pequeña gota de sudor le pasa por detrás de la cabeza. Sin dudas aquella institución tenia formas muy variadas de hacer trabajar a los estudiantes a su máximo rendimiento. No pasó mucho para que ambos chicos se sumergieran en un profundo silencio con nada más que el sonido de sus pasos por el patio. Bonnie se dedicaba a pensar en que tal vez si se apresuraban lograrían comer algo en la cafetería, porque estaba seguro de que escuchaba a su estomago gruñir de la misma forma en la que él se quejaba entre murmurios, una de las penas que tuvo al haber olvidado desayunar. Sin embargo el pelirrojo se hallaba completamente sereno como si no tuviera algo que le perturbara los pensamientos. ¿Es que no tenía hambre?

«Si fuese martes estarías corriendo, maldito poste»

¡Qué más daba! Se compraría un dulce en la máquina expendedora. Grande fue su sorpresa al ver como ahora es que los dos estaban parados frente a ésta, Foxy se hizo a un lado permitiendo que observara mejor a la dicha que le quitaría el apetito de momento, de seguro estaba esperando que comprara primero, porque como era de suponer el de orbes ámbar no traía dinero o al menos no lo gastaba cuando estaba con él.

—Estas cosas se ven nuevas, de seguro las cambiaron hace poco —dice Fox tras obtener la golosina que Bonnie le había otorgado sin decir nada para degustarlas sin rechistar—. ¿Qué te imaginas que hacen con las que nadie compra?

—Tirarlas —habla, comiendo también de las pequeñas gomitas de mora que traía a la mano. Voltea a ver al pelirrojo y éste parecía observarle con una mirada cómplice... ¿pero qué rayos...?— No voy a revisar la basura, das asco.

Tal cual sus actos sus palabras salieron firmes quitándole el entusiasmo a Fox que solo se dedicó a llamarlo aguafiestas en toda la regla. Es que con esa cara ese chico parecía siempre estar de broma en broma.

—Estropajo si me ayudaría.

—¿Me importa?

No se podía negar, sus palabras eran como cuchillas cortando cada vez el ánimo del contrario sobre qué hacer ante aquello, sin dudas Bonnie estaba catalogado como un borde de primera.

—Eres igual a Tom, súper aburrido —pronuncia rodando los ojos y habiendo terminado de comer su pequeño bocadillo se cruza de brazos y emprende rumbo junto al más bajo que parecía no seguir prestándole atención a sus palabras—. Bah, porque tiene que dar el ejemplo no quiere hacer nada divertido, ¿qué es? ¿Un robot que siempre sonríe? Antes de seguro si aceptaba, pero ahora parece juguetito.

—¿Antes? —cuestiona con sincera curiosidad que pase a no haber salido intencional no pasa desapercibido por Foxy que tras observarlo de reojo asiente.

No es que estuviese muy interesado en lo que era Bon o lo que aquel chico de extraño aura inquiría, pero aun así... La terminología que utilizó en pasado se hizo resonar en su cabeza como un lejano eco haciendo la pregunta que posteriormente saldría de su boca;

—¿Puedo preguntarte...? —Fox se detiene unos instantes y gira en dirección del contrario, pues el tono que utilizó se le había hecho un tanto extraño. Bonnie alza la mirada y sin estar seguro de que cara traía notó como pasaba saliva, de seguro dudando de si seguro en sus cuestiones o no—. ¿Desde cuándo conoces a... Bon?

Lo tomó por mucha más sorpresa de lo que se imaginó aunque ya lo veía predecible. Dudó unos instantes en lo que mordido su labio inferior y continuó camino. Bonnie al notar esto pudo asimilarlo como si fuese una respuesta diciendo que se abstendría de responder, pero su idea fue descartada cuando lo escuchó aclarar de mejor forma su garganta.

—Pues yo lo conozco desde hace mucho tiempo, pero él creo que solo me recuerda desde que inició la preparatoria —divaga entre sus palabras antes de ladear un la cabeza y soltar un pequeño suspiro—. Sé que te la pasas con él ahora, pero... No se lo digas.

Bonnie arqueó una ceja sin comprender.

—¿Me ves cara de chismoso?

—No, te veo cara de borde.

El de hebras violetas rueda los ojos antes de chasquear la lengua sin demostrar su interés y escuchar la breve risa con sorna del más alto. Si que le gustaba sacar de las casillas a las personas.

—Vale, ya paro —afirma, aun burlándose en voz baja y siguiendo camino—. Pero sí, nos conocemos desde hace mucho en realidad. Jugábamos juntos hace años, de niños, incluso me iba a visitar al orfanato con sus padres... Al parecer su mamá era muy cercana a la mía desde antes o algo por el estilo...

Bonnie se sorprendió al escuchar la añoranza con la que soltaba esas pocas palabras, de seguro, recordando aquello como algo tan lejano que alguna vez fue y que incluso con el fugaz viento parecía borrarse al irse volando poco a poco. Asintió intentando decirle de esta forma que podía continuar hablando y entendió.

—La diferencia entre esa mujer y mi mamá es que a pesar de todo si fue buena madre, o que al menos para ella no fui un pésimo hijo —era increíble como las nostálgicas palabras llenas de melancolía pasaron a sentirse ásperas y con cierta profunda antipatía. Bonnie comenzaba a comprender que aquel pelirrojo era alguien trasparente en lo que va de emociones fuertes, así que lo mejor sería no sacar aquellos temas a relucir muy a menudo—. Pero en fin, me desvíe...

Pasa una mano por toda su cara viendo de a poco como en unas cuantas oraciones sentía que perdía la compostura.

—Si te incomoda no tienes que seguir hablando... —se apresura a decir el peli-morado de forma serena sin parecer intranquilo por la actitud que estaba tomando el contrario—. Pensar mucho en el pasado puede resultar doloroso, y más cuando creías que lo habías superado y ves que no es el caso.

—Ya lo superé, no te estoy hablando de eso. Hablo de Bon —Al escuchar como lo había llamado por su nombre supo que ahora hablaba en serio. Sentía que esa era la medida de cambiar el tema pero aun así conservar aquella nostalgia que le carcomían la mente. Bonnie decidió dejarlo pasar, pues suponía que era su propia forma de tranquilizarse, lo escuchó suspirar con cansancio antes de volver a mirarle—. En el pasado era un niño frágil en lo que iba de ira y terminaba por enojarme con todo y con todos... Bon en esos momentos era el único que se quedaba a mi lado. Nunca le di miedo o se escapaba, era muy fiel a su estilo como el idiota que es, y nunca me dejó de lado en ese tiempo. Incluso antes de conocer a Meg, o a Estropajo, lo podría considerar mi primer amigo.

—¿Y qué pasó después? —ve como alza los hombros para posar una diminuta sonrisa. Ese chico sí que dejaba a relucir bastante sus emociones cuando se lo proponía.

—Un día dejó de venir a visitarme... Como los amigos que fuimos alguna vez ahora nos convertimos en extraños —expresa como si nada para detenerse frente de uno de los edificios de la preparatoria—. Cuando ingresó a la HS yo lo reconocí fácilmente, no cambió nada, seguía sonriendo como un baboso.

—Ya veo... ¿Desde pequeño sonreía así? —pregunta alzando la mirada y nota como el mayor arquea una ceja como cuestionándolo.

—Supongo que sí... Aunque con el tiempo notas que se esfuerza mucho por mantenerla o que parezca la misma que antes —dice desviando su vista del peli-mora y observando un punto fijo en el alrededor antes de sentir brevemente el viento rosándole para llevar su vista al más bajo—. No es algo que todo el mundo pueda notar, pero se ve obvio cuando conviven tanto con él, o al menos comprendes ciertos aspectos que muchos suponen pero no confirman.

—¿Que quieres decir con eso?

—Pues... —se lo piensa un tanto, concentrándose de si seguir continuando hablando la conversación o darle fin en ese momento. No sabía la razón por la que Bonnie parecía estar tan interesado pero al parecer tocó un punto que si bien no era de las cuestiones del mas bajo incluso podría decir que era algo que también notó por la forma en cómo se altercó—. No me malentiendas, desde siempre fue un chico que intentó complacer a todos y lo veías enérgico así. Es genial... Pero a veces cuando te fuerzas por caerle bien a todo mundo habrá personas a las que simplemente no les caerás bien por eso. No es como si él lo supiera, pero varios, aunque son muy pocos, han tomado su actitud como...

—Falsa —completa al entender que quería decir con ello y ve como le apunta con el índice para luego asentir dándole la razón—. ¿Ya no te cae bien por eso? ¿Por eso lo tratas así?

Ya no iba a mentirse, si quería saber qué opinaba el más alto, cuáles fueron sus pensamientos al todo el brusco cambio repentino que tuvo en si pasado con respecto al de aura gris. El pelirrojo abre ligeramente los ojos.

—¿Así cómo? No es que no me caiga bien ahora, no te equivoques... Si te refieres al hecho de que lo llamo por otros nombres que no son su nombre es simplemente porque quiero molestarlo —asegura, y aunque no lo puede observar certeramente podría suponer que el más bajo arqueó una ceja pensando que eso ya era algo a parte dentro de su actitud—. Es como una mini venganza por cada día que iba a ver al registro y no encontraba en la lista de visitante el nombre de "Bon J. Smith" —confiesa, con las manos en los bolsillos de su pantalón y una sonrisa de lado, no lo sabía pero Bonnie estaba muy sorprendido—. ¿Puedes creer el montón de nombres que suenan como ese?

Bonnie quería preguntarle más acerca de eso pero tras meditarlo exhaustivamente y que los engranajes de su cabeza comenzaron a girar al hallarse bien aceitado se dio cuenta de algo y de que... Fox había conocido a los padres de Bon, significaba que tuvo contacto directo con ambos y a su vez ellos tuvieron un contacto cercano con él. No obstante, no veía a su caso hacerle la pregunta ahora porque no era correspondiente pero aun así, significaría que por lo menos en algún punto Fox había visto al padre del chico gris y eso quería decir que...

—¿Por qué estamos en la piscina? —Preguntó tras ver como ambos se internan en el edificio y era nada y nada menos donde se encontraba la piscina techada de la HS—. No me digas que quieres darte un clavado con este frío.

—En primera, no hace frío. Y en segunda, solo quería tomar un atajo por aquí —explica enumerando con sus dedos. Bonnie rueda los ojos y procede a sacar de su bolsillo a otro bocadillo que se dio el tiempo de comprar en la maquina. Gira su vista por el alrededor se dio cuenta de que no eran los únicos en el lugar y estaba otra persona preparándose para entrar a nadar—. Esto es una mala sorpresa.

—Vaya, vaya, miren a quién tenemos aquí —al escuchar esa voz Bonnie dirige su vista hacia uno de los extremos de la piscina en donde se hallaba otro estudiante nada más que con traje de baño del equipo. Era un chico más alto que él, moreno de orbes zafiros, no podría decir exactamente como tenía el cabello ya que se hallaba cubierto por un gorro de natación junto con sus lentes especiales arriba de su cabeza. Observó a ambos con una mirada obstinada y sonrió de lado—. No esperaba verte aquí justo ahora, Fox.

Bonnie ahora se preguntaba si ellos dos mantenían una relación cercana de algún tipo. No lo creía, ya que con lo que había visto solo pudo notar que el más alto o se la pasaba con los del club de teatro o sus amigos de la infancia, no le veía con esa clase de popularidad que cierto ser de tonos grises si tenía. Mordió el dulce que tenia sin prestarle importancia a la presencia de esos dos con su reto de miradas.

—Y yo no esperaba verte en la HS con lo vago que eres —expresa con sorna escuchando la protesta de este—. Pero en fin, sigue nadando. Cuidado te ahogas por no tocar el piso.

—Claro, lamentablemente no obtuve la virtud de ser un chico jirafa —expresa seguidamente que se cruza los brazos y nota como es que el pelirrojo avanza unos pasos hasta acercarse más a él—. Ya piérdete, no puedes estar aquí.

—¿Y a ti quién te nombró dueño de la piscina? —expresa de forma tosca al cruzar los brazos y observarle desafiante—. No sabía que los demás estudiantes tenían prohibido el paso solo porque tú lo dices.

—No te andes con jueguitos, poste. La competencia es muy importante y la presencia de ustedes dos esta demás —inquiere con el mismo tono a los dos, observando al pelirrojo que cada vez está más cerca pero aun así el más bajo de los tres se restringía a soltar palabra manteniendo su mirada al frente—. ¿Por qué no sacas a tu amiguito y se largan de aquí de una vez?

—Porque ahora no quiero —dice. Bonnie suelta un bufido a la vez que le daba otra mordida a aquel dulce pensando que de seguro tendría que detenerlo ya que la opinión infantil del más alto había quedado reluciendo de forma campante. Nunca había visto al pelirrojo peleando, pero estaba seguro de que era capaz de hacerlo... O simplemente podría irse y dejarlo que se metiera en problemas él solito... Pero sabía que no sería capaz de hacer lo segundo, así que reinado se acercó un poco para efectuar lo primero—. Adelante, finge que estas en práctica y hay un montón de personas viéndote, ¿qué más da que solo estemos nosotros dos al frente? O será que estas nervioso...

Foxy alza los hombros para después notar como éste lo mirada incrédulo y luego procedía a ladear el rostro hacia todos los asientos con una sonrisa burlona.

—Oh, imagínate que justo allá está tu grupo de bandidos —apunta a uno de los lugares vacíos para escuchar como él chasquea la lengua sabiendo que estaba logrando muy bien su cometido—. Mira como te ven esas chicas, de seguro le encantaste —expresa nuevamente apuntando hacia otro lado escuchándolo gruñir. Bonnie se preguntaba a que quería llegar con todo eso, pero estaba seguro de que ya lo descubrió cuando vio la media sonrisa que posaba en el rostro—. Wow. No me la creo, ahí también esta Meg... Pero qué pena, ni siquiera voltea a mirarte, es una lástima, pero ya has estado acostumbrado desde hace bastante tiempo ¿cierto?

Y ese podría decirse que fue el punto quiebre de aquel moreno antes de verlo apretar fuertemente los dientes se contiene de decir algo, y aprovechando que el pelirrojo estaba cerca de donde se topaba, se acercó más al borde de la piscina y en vez de lanzarse como normalmente lo haría al estar en el equipo de natación, hizo un clavado que si bien no resultó muy estrepitosos fue lo suficientemente intenso como para que empapara al mayor y le salpicará también al peli-morado.

—¿¡Que mierda!? —Inquirió frunciendo el entrecejo observando consecutivamente como el chico salía del agua y procedía a limpiarse el rostro—. Esta me la pagas.

—Oh, disculpa, pensé que tal vez así llamaría la atención del público, ¿fue demasiado? —musito con falso arrepentimiento viendo como el de cabellera rojiza empañada gruñía y le daba un punto a su orgullo. Desvió la vista de él para concentrarse en el chico que a pesar de que también el agua le tocó no había puesto queja y solo terminaba de comerse el dulce—. ¡Saca tu trasero y a tu estúpido amigo de aquí antes de que las cosas se pongas feas, rarito!

Bonnie alzó la vista con aquellas enormes gafas dirigiéndose al contrario, sin dudas dicho nombre le había hecho recordar situaciones muy mal vista de lo que alguna vez fue su pasado. No esperaba para nada encontrarse nuevamente con alguien que parecía tener tan mala actitud, y sobre todo que a pesar del tiempo que llevaba en la institución nunca le había tocado encontrase con alguien así hasta ese preciso instante.

—¡El único que lo puede llamar así soy yo! no me hagas partirte la cara —sale defendiendo el más alto y Bonnie sorprendido gira su mirada a él—. Mira que yo si entro sin importar el agua.

—Ah, no sabía que andabas en esas —hace una mueca de desagrado— ¡Me das aumento a las razones para creer que eres una porquería!

—Deja de decir tanta mierda...

—¿O si no qué?

Sí, Bonnie comprendía ya para ese instante que si no se interponía las cosas no terminarían para nada bien. Se iba a acercar al pelirrojo pero al ladear la mirada se topó con la vista curiosa de cierto chico al que solo se le pasaba por la mente lo mucho que se arrepentía de haber cruzado camino en aquel momento. El chico miró con pavor sabiendo perfectamente la relación que aquellos mantenían y como sus actitudes normalmente rozaban entre sí, el castaño giró un tanto su vista y notó que no solo estaban ese par si no que también había otro chico acompañando al más alto.

Bonnie pudo sentir por breves como este le miró, no lo aseguraba pero sabía que lo había observado con duda por alguna razón, solo podía notar uno de sus orbes azulados mientras que su otro ojo era cubierto por su flequillo, y el montón de pecas que le abundaban en la cara se le hicieron inusuales. Entrecerró los ojos a través de sus anteojos cuando ambos llevaron la vista hacia el par de conflictivos que nuevamente soltaron un grito ahora que el pelirrojo fue mojado de nuevo por el moreno.

—¡Me vale mierda! yo te mato.

—¡Atrévete, imbécil!

A pesar de que Deuz había soltado eso no iba a negar que si se estaba pasando de la raya pero, sabía que estaba a salvo dentro de la piscina, sin embargo no esperó para nada que Fox verdaderamente cumpliera su palabra de entrar, porque si entró a medias, gritando y llamándolo de mil y un formas que estaba seguros solo se considerarían como insultos infernales. Nadó más rápido retrocediendo y viendo como el más alto iba bajando por el borde internando los pies en el agua.

El peli-morado abrió los ojos impactado y ni cuenta se dio cuando el joven castaño había salido corriendo del lugar, seguro para avisarle a alguien de la situación. En ese momento Foxy estaba cegado por el enojo así que sin retrasarlo más y antes de que se internara completamente en la piscina posó sus manos en los hombros de más alto y lo sostuvo echándolo para atrás impidiéndole seguir.

—¿¡Qué haces!? —reprochó Bonnie frunciendo las cejas al notar la misma forma en la que lo miraba.

—Planeo darle una paliza acuática ¡suéltame, enano! —inquirió antes de hacer un movimiento dispuesto a seguir cuando notó que el de hebras violetas hizo que de golpe su espalada quedara posada en el suelo de forma brusca.

—Fox, no sabía que tu nuevo noviecito también tenía que meterse por ti en tus batallas ¿hasta para eso eres inútil? —Escuchó el gruñido de su parte y no pudo evitar formar una sonrisa en su rostro al ver cómo es que el mayor se contenía de dar la siguiente acción—. Sabía que eras un inútil, lo que tienes de jirafa lo tienes de...

—¿Qué esta pasado? —antes de que pudiese concluir su frase aquel chico de orbes zafiros se ve interrumpido por un ser bien conocido pata el peli-mora. El de mirada verdosa observaba la escena con duda notando como Bonnie impedía que Foxy siguiese en su acción de meterse completamente a la piscina... ¿En qué líos de metían esos dos?

—Bon, estos imbéciles piensan que pueden estar aquí mientras practico —empieza por hablar aquel moreno con toda la indignación posible, como si de verdad su comportamiento no hubieses meritado que tomara aquella medidas—. Fox estaba de conflictivo e intento buscarme pelea.

—¡No te hagas la víctima, gilipollas! —empieza a contraatacar el aludido después de apartar un tanto al contrario y recuperar la compostura en su sitio. El pelirrojo mira a Bon con el enojo todavía en él—. Solo pasábamos por aquí para llegar más rápido y él nos salpicó agua a propósito.

Y allí el aludido pudo cerciorarse al ver el estado en el que aquel par se encontraba. El de hebras violetas no estaba muy afectado por lo ocurrido pero era completamente contrario a como estaba el pelirrojo que justo ahora tenía la parte de sus pantorrillas hacia sus zapatos escurriendo agua al intentar meterse.

—¿Qué fue lo que pasó? —cuestiona Bon al único chico del trío que había estado allí y que estaba seguro podría darle una respuesta certera sin alterarla. Se veía clamado, como si no le viera mínimo de relevancia al estar en aquella situación.

—Lo que dijo Fox, pasábamos y discutieron cuando ese chico nos mojó —expresa y Bon lleva su mirada hacia el apuntado que simplemente chasquea la lengua antes de rodar los ojos.

—¿Qué? ¿Tienes mayor punto lo que diga el niñato? —se queja el Nightmare viendo como el de mirada jade niega un par de veces. Pensó que la situación iba a estar mucho más complicada que lo que se encontró, así que no sabía si sentía alivio u otra cosa.

—Ya son dos contra uno. Deuz, deja de meterte en problemas —inquiere como si nada para después alzar los hombros viendo como este fruncía el ceño y se quejaba en silencio—. No quieres que te prohíban la competencia ¿o sí?

—Tsk —suelta antes de ver como el pelirrojo se levanta de su sitio satisfecho, pero obviamente él no se encontraba de ese modo. Así de una manera para echarle leña al fuego, Deuz con su mano palmeó el agua con fuerza viendo como le salpicaba nuevamente al dúo. El peli-mora no se quejó, sin embargo el pelirrojo estaba que echaba humo de las orejas. Definitivamente se estaba ganando una sentencia. Bon mira esta acción desaprobatoriamente—. ¿Qué? Después de todo mojados ya estaban.

—Te crees muy valiente porque andas allí nadado, eh. Solo esperaré a que salgas y ruega por qué no nos cruzamos —sentencia con una mirada filosa hacia éste que simplemente se eriza en su sitio sabiendo hasta que punto llegaba el contrario, aunque sabía que sus promesas de hacerle algo eran vacías en ese instante por como el pelirrojo se había mantenido al margen de problemas.

Bon mira por breves instantes a Bonnie y parece notar esta acción porque ladea su cabeza hasta concentrase en él... No sabía con qué punto se imaginaba los orbes del más bajo resplandecientes aun a través del cristal de sus anteojos, con una de esas miradas dudosas que siempre le daba por algún motivo. Se sentía tan imprudente, inquieto, no sabría explicarse aparentemente el por qué esa sensación se apoderaba de él, no negaría que se le hacía chocante, después de todo él había soñado con el peli-morado. Desvía la vista hasta otro lugar al sentir como sus mejillas por alguna razón comenzaban a calentarse tenuemente.

Sí, tal vez lo estaba observando demás por ese raro sueño.

—Vámonos —El más alto guía su vista al de lentes y los dos chicos se van de escenas para ver como se podían secar.

Bon suelta un suspiro cuando ya no los nota en el lugar y con una mirada baja se agacha de cuclillas en el borde de la piscina viendo cómo es que el único que estaba en el agua se le acercaba.

—Si quieres evitarte problemas ya deja de provocarlos —dictó y ve como éste rueda los ojos—. No es la primera vez que me llaman para evitar que te castiguen, si no quieres que un día de estos no sea yo el que llegue a ver tus batallas será mejor que dejes de iniciarlas.

—Ellos comenzaron... Ese poste —murmura con enojo antes de desviar la vista hacia otro lado. De verdad el pelirrojo con simples palabras lograba sacarlo de sus casillas, él también conocía sus puntos y no planeaba quedarse callado, no le iban esas cosas. Levanta el rostro y por breves recuerda al acompañante del más alto que a pesar de todo el drama provocado su interacción en la situación fue casi nula, a excepción de cuando detuvo a Fox. Mordió su labio inferior vagando entre sus recuerdos—. Oye...

Llama la atención del menor que parecía sumido en sus pensamientos sin razón aparente.

—¿Qué pasa?

—... El chico que lo acompañaba era nuevo ¿cierto?

—Así es... ¿Por qué? —cuestiona cuando ve como el contrario desvía la mirada de él desde su posición y alza los hombros.

—No sé, se me hizo familiar... Creo que lo vi en algún lado, no recuerdo donde —Bon arqueó una ceja cuestionándolo internamente y queriendo saber que quería decir con ello pero a pesar de eso solo lo escucho soltando un bufido —. Tal vez me lo estoy imaginando...

Apenas concluye esto se sumerge en el agua, sin saber que esas simples palabras habían dejado con muchas preguntas al de orbes color esmeralda.

Bonnie suspiró aliviado cuando ya se halló junto a la puerta del baño dispuesto a ingresar. Como apenas había sido tocado por el agua no era mucho problema o algún impedimento estar dentro de la institución, el pelirrojo dijo que en breves lo vería pero tampoco estaba seguro de si eso sería posible.

—Hola, pequeñín —saluda en susurro cerca de la oreja del peli-morado que como reflejo se aparta completamente erizado desde su sitio observando como el albino lo mira con una vista divertida—. ¿También vas al baño? Te acompaño.

Bonnie asiente no muy seguro y nota como el de corta cabellera sonríe justo a su lado y avanza, pero ya cuando estaba dispuesto a pasar primero se ve detenido por una mano que azota la puerta y le impide seguir avanzando. Ambos alzan la mirada sorprendidos para encontrase con la imponente perspectiva de la directora de la institución. Hasta que se aparecía.

—¿Señorita Puppet, qué cree que está haciendo? —Enuncia la directora hacia el albino que no cede a cambiar su mirada divertida—. Ingresar con un chico al baño de hombres esta estrictamente prohibido en la institución.

No hacía falta explicar lo pasmado que había quedado el peli-morado tras escuchar a la superior. ¿¡Que Puppet era qué!? Volteó a mirar al albino con los ojos abiertos de sobre manera. ¿Cómo que era una chica?

—Puppet a secas suena mejor viniendo de sus labios, querida directora —asegura con galantería antes de ver ladear la cabeza y suspirar brevemente—. Solo acompañaba a mi amigo que no se acordaban donde estaban los baños, de este pasillo.

La directora desvía su mirada hasta concentrase en el peli-morado y recuerda de forma efímera que aquel chico acababa de integrarse como nuevo en la preparatoria. Sin creerle completamente quita su mano de impedir el paso y ve como la chica marioneta sonreía de forma gatuna ante la situación.

—Vale, pero no quiero escuchar quejas de su comportamiento, Puppet —el nombrado asiente y observa por última vez como ésta se aleja de ellos dos siguiendo su camino por los largos pasillos.

Finalmente el de platinada cabellera se ve libre de soltar un suspiro y dejar a relucir brevemente su inquietud, porque a pesar de todo la había tenido. Forzó una pequeña sonrisa antes de voltearse a mirar al más bajo que parecía no comprender la situación, pero mejor así...

—Parece que ya estamos pagos con los secretos —dice a modo de broma intentado aligerar el ambiente pero lamentablemente no lo estaba logrando y solo ve como el de hebras violetas no soltaba nada y le miraba con duda—. Ha, algo raro, pequeñín. Olvido que estando aquí tengo que fingir ser chica, lastimosamente mucho no entienden lo importuno que se me hace, podría haberse referido de otra forma...

Su tono de completamente animado pasó a convertirse en algo carente de alegría y solo sonaba melancólico, que pase de no demostrarlo en su rostro sus ojos reflejaron una profunda tristeza. Antes de que el mayor pudiera preguntarle lo vio internarse en el baño de chicas que había a un lado.

Bonnie pestañeó varias veces luego de que su cabeza hubiera terminado de procesar dicha información. Dios, que cosas pasaba en esa preparatoria, sintió un sabor amargo al ver como Puppet a pesar de hablar animado se veía triste... «O mírame a mí que no tengo "definición"»... ¿Eso quería decir que identificaba como chico? Sinceramente no le veía problema, cada quien con su vida, pero aun así lograba notar ese sentimiento de rechazo que demostraban la persona, la directora lo miro como si estuviese jugando tercamente todo el tiempo, y no era el caso.

Negó un par de veces intentando quitarse esas palabras de la cabeza. Dedicó ya no darle más vueltas y se internó en baño y seguido se dirigió a uno de los cubículos, en realidad no tenía ganas de ir al baño solo se quitó los lentes y se quedó quieto en su sitio. No pasó más de un minuto cuando otra persona se encontraba ahora también ingresando en el baño abriendo la llave de uno de los lavabos. Bonnie no era chismoso, era curioso.

Bon se encontraba restregando su cara contra el agua, intentando que fuese como un golpe fijo que lo trajera de nueva cuenta a la realidad, estaba demasiado cansado y su mente quería jugarle en contra, no sabía por qué, pero su situación no lo ayudaba en nada.

—Ya no pienses en eso —seguía murmurando cosas así mientras se echaba más y más agua al rostro, como si eso pudiese traspasar su cabeza y sumergir sus pensamientos en otra cosa que no fuese aquel chico de hebras violetas. Suspiró cuando ya se halló con la cara mojada y el cabello que tenia al frente estaba húmedo debido a que le había salpicado. Levantó la mirada para encontrase con su reflejo en aquel espejo y frunció el entrecejo. Él no iba a perder contra los propios pensamientos de su cabeza, no lo haría—. Ahg, ¡Deja de pensar tanto en...!

Antes de concluir su oración escuchó como uno de los inodoros fue activado por lo que se contuvo de decir palabra al deducir que no estaba solo. Abrió los ojos aun mas, internamente aliviado de haberse abstenido de seguir hablando porque justamente lo que el reflejo del espejo mostró a continuación fue a cierto chico de carismático cabello violeta saliendo de uno de los cubículos. Sus lentes los tenía en la mano y lo miraba con duda con aquellos orbes de tono escarlata tan intenso el espejo en donde era reflejado.

¿Por qué sentía que toda aquella era demasiado similar? Solo faltaba que la puerta no quisiera abrirse.

Volteó la mirada al más bajo y pudo disimular su sorpresa al verlo acercarse justo a uno de los lavabos a su lado dejando los lentes a un lado y comenzar a abrirlo lavándose las manos. Al notar que ambos estaban sumidos en un profundo silencio no creyó conveniente decir algo y precisó a secarse el rostro para luego tratar de arreglar su cabellera húmeda.

Bonnie notaba que el chico gris estaba inquieto por alguna razón, no lo engañaba, no sabía porque motivos pero por lo que escuchó lo más probable es que se debiera hacia una persona y ahora se hallara avergonzado tras darse cuenta de que él estuvo allí todo el tiempo. No pudo seguir escuchando y creyó que de esta manera alertaría al más alto, al parecer si funcionó. Agitó sus manos y luego procedió sacar su liga del bolsillo de su pantalón para proceder a hacerse su ya tan característica coleta ya que no creía que debería andar con el cabello de aquella forma al estar húmedo, tampoco debía atársela, pero así le incomodaba menos.

Esos cortos segundos se hicieron eternos, y Bonnie no pudo evitar observar como el menor se peinaba los cortos mechones de su melena también intentando darle alguna forma en donde siguiese luciendo bien. Aquellas hebras de tono gris se le hicieron singulares y sumamente atrayentes a su vista, mucho más al pensar que ese era el tono que él veía pero que el contrario no observaba, su cabello no era de ese color pero aun así tenía que verlo de aquella manera por alguna razón.

¿Cómo es que ese chico se le veía el cabello tan bien? A pesar de solo notarlo en tonos grises seguía dándole un brillo poco característico y se le hizo inusual distinguir como se lo peinaba hacia atrás, le recordó al peinado del padre de éste.

—Tu cabello esta mojado —dice llamando la atención del menor que deja la labor con su melena de lado y lo mira con una diminuta sonrisa.

—El tuyo también —expresa a la par y el peli-morado desvía de inmediato la mirada de él... Estaba seguro de que por un momento podría haber jurado sentir una sensación que no experimentaba desde que había convivido con aquel chico... Sí, hablaba de esa punzada, esa estúpida y pequeña inquietud que de laguna manera le alteraba los sentidos estrepitosamente—. Ya le aclaré las cosas a Deuz y él no les causará problemas, por favor avisarme si de alguna forma pasa algo ¿de acuerdo?

El de hebras moradas asiente y parece no querer decir nada y solo intercambian miradas a través del espejo, Bonnie de esta forma sentía la necesidad de seguirlo mirado a pensar del asentamiento en su frente, le recordó a lo terco que fue y como quedó luego de su primer encuentro. Los dos chicos se ponen alerta cuando la puerta del baño es abierta de pronto dejando a la vista a cierto pelirrojo ahora cambiado con un uniforme de deportes y en el cuello traía una toalla, parecía haberse salido de un refrescante baño aunque no fuera el caso.

Rápidamente Bonnie reacciona como reglamentariamente lo haría en los momentos de presión absoluta y de forma rápida gira sobre sus eje quedando de espalda tomando de paso los lentes y cayendo al piso tras haberse enredado con sus propios pies, provocando que los dos chicos voltean a mirarle.

—No te recomendaría acercarte mucho al suelo del baño de hombres, estas cerca de los orinales —suelta una burlesca risa el pelirrojo y ve como rápido arregla de mejor formas sus lentes ya puestos y se levanta de su lugar mientras le restaba importancia como normalmente lo hacía—. Niño borde, hay que irnos rápido antes de que nos dejen fuera de clase.

—Deja de llamarme borde —expresa cruzado de brazos a modo de reclamo.

—Vamos —le jala por la muñeca y a pesar de que se queja no le hace caso y se lo saca del baño. Mira al menor y sonríe de medio lado—. Hasta luego, Bob.

Tras decir eso, ambos emprenden rumbos por el pasillo dejando a Bon incrédulo. Sin duda esos dos chicos ya mantenían una cercanía envidiable de dos mejores amigos a pesar de todo.

Finalmente el día había concluido para nuestro querido Bonnie sintiéndose mentalmente agotado de todo el ajetreo de un día. Ahora por estar en el club de teatro tenía que quedarse gran parte de la tarde practicando en el auditorio junto a los demás. A pesar de que todo se sentía extrañamente complejo, aquello pero no le era tan molesto como se había imaginado en un principio, hasta podría decir que le resultaba entretenido.

Suspiró con cansancio cuando ya se halló a punto de pisar fuera de la preparatoria, pero en eso el silbido de una persona llamó su atención y volteó la mirada con duda preguntándose de quién podría tratarse.

—Oye tú —comenzó a hablar aquel chico dirigiéndose a él, pues al parecer por más que miró a los alrededores era el único cerca— ¿Eres nuevo aquí verdad?

Preguntó aquel mismo chico que se había encontrado nadando en la piscina de la institución, ahora traía el mismo uniforme de la preparatoria solo que mas desordenado y su mirada atemorizante no cambiaba para nada, era diferente a las que alguna vez le otorgó el pelirrojo, pero aun así se le hicieron demasiado inquietantes.

—Depende, ya va más de un mes en el que estoy aquí, si eso sigue contando como alumno nuevo, entonces sí —indica de forma indiferente observando cómo lo miraba decididamente—. ¿Necesitas algo?

—Pues no... ¿Bonnie, cierto?

El nombrado se desubicó un poco tras escucharlo...

—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó aun se forma monótona sin demostrar que tanto lo había impresionado para luego ver como éste sonreía de lado... Ese chico no le traía buena espina.

—Yo también vengo de la ciudad de aquí al lado ¿sabes? Hace unos años fui el nuevo aquí —aclara y el de hebras violetas seguía sin comprender que indicaba con aquellas palabras—. Me es raro verte después de tanto tiempo.

Aprieta los labios antes de tomar aire y mirar fijamente al moreno.

—¿Uh? ¿Nos conocemos? —notar como aquel chico sonrió aun mas lo puso de nervios y esta vez sí fue ligeramente evidente para él porque en seguida soltó una baja carcajada. Sentía sus pulsaciones continuar de forma veloz, cuestionando la situación y sintiendo la inminente mala situación que se avecinaba por ello.

—No lo sé... ¿Eres el mismo chico a quien todos llamaban niño monstro? —y fue allí cuando el Bonnie pudo sentir que su corazón se detuvo por un instante de la sorpresa que le había tomado aquella cuestión... ¿Acaso aquel chico había estando con él? ¿Lo conocía? ¿Por qué lo miraba de esa manera? ¿Que pretendían inquieta no lo de esta forma? No fue capaz de soltar ninguna de sus interrogantes y solo se limitó a mantener la mirada gacha, joder—. Recuerdo que siempre hallabas la forma de ser la comidilla de tus compañeros con cada cosa que hacías... —seguía hablando de forma precisa. El peli-morado en ese instante no podía compara los nervios vividos desde que se mudó comparable a nada que hubiese sentido hasta ese momentos. El de más oscura piel al ver como simplemente no reaccionaba siguió hablando—. Tus ojos fueron de que hablar por mucho tiempo. El monstro chico de último de primaria que salía con una de secundaria, el que se “creía” un Cupido... Luego las peleas, el desastre en la promoción...

Seguía nombrando aquellas cosas y Bonnie sentía como sus propias palabras quedaban atoradas en su garganta. Todas las imágenes vividas de su pasado se reproducían velozmente en su cabeza haciéndole resonancia una y otra vez tocado y transcribiéndose en cada esquina, haciéndole ver que por más que no quisiera recordarlas seguían allí, intactas. Definitivamente aquel chico había convivido con él de cerca de alguna forma... ¿que pretendía sacando a relucir todo esto ahora? No lo entendía.

—Veo que aquí ya estas mucho más animado que hace años... —vuelve a hablar antes de acercarse unos cuantos pasos a él, antes de tomarlo del mentón para que lo mirara en alto y de frente para así extender sutilmente la mano hasta quedar justamente frente a sus opacos lentes—, pero veo que sigues escondiendo estos, es una pena.

Cuando notó como ese chico estaba dispuesto a tomarlos, apresuradamente de forma brusca separó la mano del chico y movió el rostro apartando el contacto que tenia para que por cuenta propia alzar la mirada desafiante dejando aquellas inquietudes y sus miedos de lado al saber perfectamente que si no media lo que iba a decir terminaría con una paliza después de tanto tiempo, porque ese chico podía parecer lo que fuera, pero indefenso no estaba en el término, se notaba de unas forma que de seguido relucía como siendo esos pocos del que habla muerde, y él lo parecía, aunque no sabio si estaba en lo cierto.

—No te metas en mis cosas que no es problemas de nadie si me sigo escondiendo o no —suelta toscamente y comienza a comprender porque el pelirrojo tenía esa actitud con él. Bonnie observa como lo mira sin expresión alguna para luego rodar los ojos—. Ya yo me olvidé de todo lo que esa maldita ciudad me dejó, y si allí te conocí, y para ti sigo siendo un monstro me vale mierda, no te conozco ahora y no pretendo hacerlo, por mí desaparece.

El castaño vio eso antes de soltar un bufido con desgano y luego poner ambas manos en los bolsillos de su pantalón.

—No pensaba decir nada, ratito —asegura entrecerrando su mirada viendo a través de los lentes de aquel chico como a penas si se podían percibir sus orbes, nota que el retrocedió unos paso pero la expresión de su rostro seguía sin doblegarse—. Parece que ahora si tienes voz para desafiar, eh.

Aun al especificar esto Bonnie no lo escuchó pues regresó sobre sus pasos y comenzó una rápida caminata de recorrido hasta su casa sin notar que con cada pisada apresurado que daba, mas rápido se hacia su andar terminando simplemente por correr y alejarse los más posible de allí. Sentía su respiración agitada cada que avanzaba, su cabeza se hallaba hecha líos intentado rebuscar en lo más profundo de sus recuerdos si alguna vez se había cruzado con aquel chico.

No lo recordaba, ¿Cómo es que sabía tanto? ¿Que pretendía haciendo relucir todo lo que sabía? ¿Acaso era alguno de los abusadores que tuvo?

Gruñó completamente frustrado luego de unos minutos corriendo y de ahora haberse detenido justo a unas pocas cuadras de su casa. Intentaba regular su respiración y estaba seguro de que sus mejillas estaban telillas de rojo tras haberse exaltado de la manera en la que lo hizo. ¿Cuál era su problema?

—¿Por qué me pasan estas cosas? —se dijo a sí mismo con desgano y levantó la vista hacia el cielo viendo lo opaco de su alrededor a través de sus anteojos.

Ya cuando se sintió menos agitado decidió emprender nuevamente el camino viendo como el atardecer pintado de tonos cálidos comenzaba a ser remplazado por los escasos tonos oscuros de la noche, aun si quería sentirse sereno con aquella escena simplemente no podía tras todo lo que iba pensando, de algún modo las cosas se iban complicando mas. Ya comprendió que no tenía que preocuparse de si en algún punto los gemelos marionetas hablando o Cami... Incluso Bon ya le había demostrado confidencia, pero ahora tenía que enfrentarse a un nuevo desafío del cual no estaba seguro de si seria rival o si este en serio tampoco soltaría palabra.

Tras caminar junto a una parada de Bus levantó la mirada encontrándose con que el vehículo estaba estacionado recogiendo pasajeros, pero lo que más llamó su atención no fue eso, si no ver a cierto chico de tan característica aura gris en uno de los asientos con vista hacia la ventana. Bon no pareció notarlo ya que andaba muy animado platicando junto a su bien conocida amiga rubia y la albina que se hallaba un asiento más hacia atrás.

Bon y el no vivían en la misma dirección... ¿A dónde iría?

—Sabes... —habla el pelirrojo desde su asiento tras notar que por mucho que intentara se cotila con el más bajo simplemente lo ignoraba y se concentraba en cambiar apuntes en su libreta a pesar de no estar viendo clase en ese momento—. Me vi esa cosa que me recomendaste.

Bonnie ladea la cabeza un poco tras escucharlo y voltea para encontrase con el más alto. En realidad nunca espero que siguiera sus recomendaciones o que tan siquiera se molestara en buscarlas, así que fue una gran sorpresa viniendo de su parte, ¿y para que mentir? Le emocionaba saber la opinión del pelirrojo al respecto.

—Sí, y siendote sincero tengo una cosa que decirte —asiente antes de posar una de sus manos en el hombro del peli-morado que al inste arquea una ceja al verlo tomar aire—. Estas enfermo, asqueroso.

El peli-mora parpadeo un par de veces tras escuchar el tono que utilizo y como luego hacia como si de verdad sintiese asco, aunque no sabio que fuese el caso. No pudo evitar soltar una pequeña risa tras ver esa reacción y no se dio cuenta de que Fox lo miro impresionado.

—He he, luego te acostumbras —asegura y ve como el más alto le saca la lengua antes de negar—. Te puedo recomendar otro si quieres...

—Por el bien de mi salud mental y de no volver a tener nauseas rechazo tu oferta —indica antes de tomar una hoja de su libreta y escribir algo allí para extenderse la al de mechones violetas que sin comprende toma dicha hoja—. A partir de ahora solo me recomendaras películas, no voy a soportar ver eso. Pena siento por tus ojos.

Bonnie con una ligera sonrisa asiente antes de leer en el papel como decía «Solo modo peli» Rodó los ojos y arraigo la hoja haciéndola una bola antes de lanzarla directo al bote de basura como una canasta, por suerte si le atinó y con esto daba el mensaje de que podía poner sus palabras en ese cesto. El más alto lo miro ofendió y el volvió a su sitio como si nada mirando hacia el frente.

El día de ayer luego de llegar a casa no había parado de pensar en las palabras de aquel chico, y para ese punto tenía algo de inquietud del pensamiento de encontrarlo en la institución ahora que su existencia era clara para su entorno. Inspiró cuando saco su teléfono y noto como faltaban pocos minutos antes de salir de clases a pase de no estar viendo clases.

—¿Que traes allí? —Pregunta el más alto apuntando hacia una bolsa que se hallaba al lado de su asiento—. La estabas cargando todo el día.

—La ropa que me prestaron —expresa sin añadir otra cosa y simplemente el escucha el «Ahh» de parte del más alto.

Y así su rutinario día de clases se vio visto nuevamente sin mucho que añadir en realidad. De un momento a otro ya se hallaban comiendo y luego todos junto en el auditorio practicando, a pesar de no considerarse a si mismo bueno actuando según los efectos que le daban el resto decían que estaba haciendo un gran trabajo, pero no es como si pudiese calificarse a sí mismo. Su compañera era una chica sumamente centrada y hasta en aspectos igualmente encantadora, no era muy buena improvisando, pero si cuando se traba de estudiarse el guión tal cual estaba escrito.

—Bien, chicos. Es todo por hoy, pronto iniciaremos la recaudación de los demás participantes, ya va siendo hora —asegura con su típica sonrisa gatuna el de cabellera albina antes de despedirse con un ligero movimiento de mano—. ¡Nos vemos mañana!

Todos le correspondieron la despedida a los gemelos que iba saliendo y nuestro peli-morado solo se dedicaba a organizar las cosas de su mochila mientras observan como a su lado seguía aquella bolsa con el uniforme que el de orbes jade le había prestado hace dos días en la tormenta. En todo el día no se lo había topado ni una sola vez así que no tuvo la oportunidad ese momento, o al menos eso creía...

—Adiós, Bonnie —se despide la morena de cabellos azulados y ojos violeta siguiendo el camino directo hasta la puerta tracería del auditorio.

Desde que comenzaron sus prácticas ella se había vuelto más abierta en lo que va de platica, de parecer simplemente alguien retraída y con una especifica labor de memorizar todo, pasó a notarse más como una chica con porte que sabia sacar una buena conversación inteligente de la nada y discutía de temas de pronto, que si bien un par de veces se disculpó al hablar tanto de temas que de seguro ni le interesaban al resto en sus momentos de descaso pasó a naturalmente contarlos por diversión, y era sumamente entretenido para él oírla, ahora entendía como ella y Bon lograron congeniar tan bien, incluso las escenas que tenia con ella se había vuelto más fáciles de hacer al verse mas adaptada y eso hacía que él se sintiera más comodos al respecto.

—¿No te vas? —preguntó cuando observó a la distancia al pelirrojo en el escenario, más específicos, en unas esquina organizando todo.

—Nop, hoy tengo que ver que esta cosa no se caiga en tu cabeza el día de mañana.

Asiente al escucharlo y se dedica a salir por la puerta principal que daba salida dentro de las instalaciones de la preparatoria. Recorrió por breves los pasillos ahora escasos de estudiantes en su totalidad mientras observaba de un lado a otro cuales salones se hallaban cerrados y cuáles no. Cuando se sintió seguro de estar solo vagando por los pasillos se quitó los lentes unos breves instantes... Por algún motivo en esos últimos días su vista comenzaba a sentirse forzada y era un gran impedimento para él, aquellos lentes ni aumento tenían ¿entonces a que se debía esto?

Justo cuando iba a dar la vuelta para cruzarse con el pasillo en dirección a la salida uno de los salones que estaban justo allí se hallaba con la puerta abierta y dentro de ella una de las ventanas de igual forma.

Porque su curiosidad puede más que otra cosa se acercó quedando justo al borde la puerta y allí dentro notó a un estudiante durmiendo tan serenamente que no estaba seguro de si debía acercarse porque tal vez se despertaría al notar su presencia despertarle. Allí estaba, el chico gris con la cabeza pegada a la mesa utilizando sus brazos de soporte para su rostro mientras un montón de hojas se encontraban esparcidas a su alrededor. Se veía tan agotado y tan tranquilo de aquella manera, que no estuvo seguro de cuantos segundos fueron los que pasó de esa forma mirándole desde la puerta.

Inconscientemente sus pasos siguieron camino a dentro de aquel salón cerrando la puerta tras él, y con duda observó el lugar preguntándose qué hacia aquel chico todavía allí si hace rato debió haber salido del Comité. Miró curioso los papeles que tenía a un lado al acercarse más y darse cuenta de que parecían cuentas de presupuesto o algo por el estilo... Ese chico de verdad que le ponía empeño a las cosas, él también estaría agotado tendiendo que terminar con todo lo que estaba mirando.

Dejó una de las hojas que tomó a un lado y se inclinó sutilmente para observar de mejor forma el rostro plenamente tranquilo del menor mientras mantenía su sueño. Su vista vagó un poco entre las facciones que el chico tenia, y hasta tenía que admitir que el menor era atractivo hasta durmiendo. Arruga el entrecejo al sentir un ligero pinchazo en su frente que comenzaba a asentarse, antes de depositar su mirada luego en uno de los mechones de cabello escasos de tono que le quedaron junto en la frente, su melena revuelta se veía brillante a con el toque de luz del ocaso atravesando por la ventana, se presenciaba tan suave... ¿Se sentiría de esa misma forma también?

Se enderezó en su sitio y quedó frente al chico escaso de tono alguno, ahora se mantenía rondando en su cabeza aquella duda y quería darle respuesta. Entrecerró los ojos sintiendo el pequeño pinchazo haciéndole presión en su cabeza pero de igual manera no despego o desvió la mirada y solo dudó de su propio rozamiento desmedido ¿En serio lo estaba considerando? Así parecía, después de todo el menor estaba dormido, no se daría cuenta de un toquecito rápido para aliviar la curiosidad ¿verdad?

«No es acoso si no se da cuenta ¡Hazlo

Y haciéndole caso a la parte irracional de su cabeza, con su mano libre la acercó muy detenidamente a la cabellera del menor, fue un toque meramente superficial, no pretendía verse más impropio de lo que ya era. Tal como se lo había imaginado la cabellera de más cortos mechones de Bon era sumamente suave, estaba revoltosa pero manejable, y se sentía muy bien al tacto. Abría seguido rozando esta de esa forma si no fuese porque a momentos de haber iniciado este contacto tras unos segundos sintió un escalofrío recorrer toda su espalada de pronto para finalmente ver como los mechones que había tocado comenzaba a adquirir color ascendente hasta finalmente estar apropiándose de toda la melena del menor.

¿¡Pero qué rayos!?

Bon comenzó a abrir los párpados desde su sitio al sentir una breve caricia pero no esperó que lo siguiente que sintiera fuese como alguien le jalaba el cabello de pronto luego de despertarse.

—¡Auch! ¿¡Eh!? ¡Ya para! —Se quejó cuando alzó la vista y procedió a tomar de la muñeca a aquel chico que no era nadie más que el peli-morado—. ¿Qué fue eso?

—Tu cabello es turquesa —fue lo único que dijo viendo como los ojos esmeraldas del chico lo miraba con una duda creciente. El peli-morado sentía que de alguna manera a la emoción desmedida que se apoderaba de él no era razonable. ¿Por qué se sentía tanto agrado? Aquella minúscula punzada de pronto ceso y su cabeza quedo serena al no sentir nada solo concentrándose en la agradable sensación que le daba ver la cabellera celestina del contrario— ¡Tienes el cabellos turquesa!

Ya para eso punto Bon simplemente no lograba comprender las reacciones que tenía el mayor, ¿qué quería decir con eso? Le era difícil asimilar aquellos cambios de actitud.

—¿Qué? Siempre ha sido así ¿por qué te sorprendes tanto? —le hizo recordar al momento en donde estuvieron en la biblioteca y de la misma forma el peli-morado actúo demasiado extraño repentinamente. Alzo la mirada con una ligera preocupación al recordarlo— ¿Te sientes mal?

—Es tan lindo.

El de mechones turquesa adquirió un tono mucho más oscuro en el rostro de pronto al escuchar esas palabras. ¿¡Que le pasaba a Bonnie!? ¿Por qué actuaba de esa extraña manera tan de repente? Esa eran las cuestiones que iban a salir de sus labios pero se fijó en como seguía sosteniendo la muñeca del mayor y no pudo evitar recordar la sanción cálida que había sentido en su cabeza hace tan solo un momento... ¿Bonnie había acariciado su cabello?

—¿Qué? —pregunta al ver como el chico le miraba con duda mientras quedaba en silencio unos instantes haciendo comprensión de todo.

—Bonnie... ¿Acaso tú hace un momento mientras dormía me...? —antes de concluir la oración una bolsa fue estampada contra su cara.

—¡Yo vine a devolverte esto! —aclara de forma veloz tras haber recuperado casi completamente la lucidez de sus actos y ya no sentir de forma tan intensa aquella tan repentina emoción mientras procedía a romper el contacto que mantis el control con él. Escucha como el chico se queja en murmuro por ser tan brusco en acciones de pronto, antes de tomar la bolsa entre sus manos y observarla—. Es la ropa que me prestaste, ya está limpia así que no tienes que preocuparte por nada.

Expresa, recordando brevemente su conflicto con la lavadora al apenas conocer lo básico de ese modelo, pero no era como si le fuese a comentar al menor aquello. Bon abre la bolsa y ve como el uniforme estaba tal cual como lo dijo, soltó un suspiro antes de a asentir y sonreír por estas tan poco comunes acciones del más bajo.

—¿Por qué estabas durmiendo aquí? —se aventura a preguntar viendo como el chico suspiraba y guiaba sus esmeraldas a él—. Y tenias todo eso aplastado, no eres muy profesional.

—Eh, digamos que últimamente no he podido dormir en la noche —fue lo único que se atrevió a decir, no podía especificar los motivos y menos si aquel chico vendría siendo el motivo principal—. Meg y Joy me están ayudando con la formación de unas cosas y juntos nos estamos yendo a casa de Meg al final de clases...

—Oh, vale. Por eso te vi en el trasporte ayer —murmura comprendiendo la situación viendo como se limitaba a asentir guía sus escarlatas.

—¿En serio? ¿Vives por esa zona —Bonnie afirma a su pregunta sin decir nada, suelta ligero bostezo—. Bueno, creo que ellas dos ya se fueron, supongo que me iré a casa de Meg cuando termine esto... Si no me sido dormido.

Expresa volviendo a fijar su mirada en todo lo que tenía que organizar y sin importar que no lo estuviese observando sentía la mirada fija del mayor sobre él. Alzó la vista y noto como tenía razón y Bonnie parecía percibirlo con indecisión. Apenas se estaba dado cuenta de que ni siquiera le restaba dando relevancia al hecho de no traer los anteojos puestos y eso lo hizo sentir bien, porque quería decir que ya comenzaba a estar cómodo al respecto.

—Yo puedo quedarme a ver que no te duermas...

—¿Eh?

Cuestionó incrédulo al darse cuenta de sus palabras y ver como volvía su mirada indiferente desviado de observarlo...

—No te equivoques, no es porque quiera —se apresuró a hablar viendo como el menor arquea una de sus cejas—. Esto es un tipo de agradecimiento por haberme ayudado en la tormenta, así que me quedare hasta que termines y así nos ahorramos el trote ya que vamos en la misma dirección.

Bon no pudo contener la risa tras ver la forma en la que decía todo aquello, como si quiera que sonara desinteresado pero sabia que muy en el fondo estaba siendo compresivo. Bonnie lo mira inexpresivo para luego rodar los ojos al escuchar su ligera risa.

—Bien... ¿Te quedaras solo por hoy?

—¿Por “hoy”? ¿acaso vas a seguir así mas días? —el contrario se lo pieza antes de asentir. Eso le ponía un entorno distinto a la situación pues no estaba en sus planes repetirlo—. Apenas sabiendo eso tu vida se me hace agotadora.

—Ja, estoy haciendo algo que te aseguro te beneficiara a ti —el de hebras violetas lo mira de reojo con interés dándole paso a que siguiese explicándose—. En realidad es de interés de todos los de ultimo año. Mis amigas se ofrecieron a ayudarme si iba a casa de Meg luego de clases, pero se que no todo el tiempo se quedaran a esperarme, y no quiero molestarlas demás.

Explica brevemente y el de orbes rubíes escucha atentamente cada una de su palabras. Muerde su labio inferior antes de meditarlo unos instantes dándose cuenta de que no le tomaba casi nada hacer un esfuerzo, pero no quería que el menor pensara que de alguna forma buscaba tener mas cercanía con él, sentía lastima al verlo de aquella manera, durmiéndose mientras hacia sus labores, por poco y se quedan hasta que cerraran los salones y se quedara dentro como idiota.

—¿Te vas a seguir durmiendo cada que te encuentre aquí? —interroga y nota como recarga su brazo en la mesa son teniendo su mejilla para alzar los hombros desde esa posición.

—Lo mas probable, el sueño no me quiere ayudar últimamente, y descanso apenas aquí, pero de seguro a la próxima me quedo encerrado en la HS como idiota —soltó exactamente lo que había pensado el mas bajo. Entrecerró los ojos mirándolo viendo como Bon se enderezaba en su lugar al sentir su inexistente vista por algún motivo—. Pero puedo salir por la ventana, así que no preocupo. Voy a estar así por un tiempo, mejor me acostumbro...

—Esta bien —dice de pronto.

—¿Esta bien qué?

—Si con todo lo que estas haciendo voy a obtener algún beneficio mínimo tendría que custodiar que asegurarme que terminaras todo correctamente —explica sin cambiar su expresión y notando como los orbes esmeraldas del menor se habrían de sobremanera—. Entonces termina eso para irnos.

—¿Me estas diciendo que desde ahora te quedaras a esperarme luego de terminar aquí para irnos? —inquiere todavía sin creer lo que estaba escuchando para fijarse en la mirada rojiza del mayor expectante.

—¿Quieres que te lo deletree o qué?

Negó efusivamente y de inmediato se concentró en terminar lo más pronto posible las cosas que tenia que agregar aprovechando que están en el salón y lo demás lo culminaría estando en casa de la albina mucho mas tranquilo y sin preocuparse de que tanto durar.

Bonnie miraba como él arreglaba los papeles rápido poniendo las cosas en su respectivo lugar, mientras mantenía una pequeña sonrisa animado ahora de saber que no se iría solo. Las cosas no habían salido como las planeó, pero observar al chico de ahora cabellera turquesa de esa manera se le hizo sumamente entretenido y para nada sofocante como la punzada que sintió en breves... Se preguntaba que significaba y por qué solamente pasaba cuando miraba al moreno. Suspiró poniendo de nueva cuenta los lentes que tenia en la mano y que se había olvidando durante esos pocos instantes que todavía tenia que utilizarlos.

Y ahora nuevamente contaba con una singular rutina agregada que no estaba seguro de cuento tiempo iba a durar, pero a pesar de todo, y para su enorme alivio podía afirmar que no le incomodaba... Al menos no tanto.

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El capitulo de hoy esta dedicado a: LuliTanBxB HatsukoFHS Fnafhs_love Keilen-can 
No olviden comentar a millón para que les dedique capítulo
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Nota de la autora:

¡Hello My star's!

¡Aquí esta cosa divina que soy yo, viviendo del espacio sideral a traerles un nuevo Capítulo! UvU

Me pareció que agregué cosillas interesantes ¿les gustó?

Y algo que quiero aclara es que uno de los motivos por los que Foxy explotó con Deuz fue porque andaba inestable al andar recordando cosasitas tristes :c

Normalmente esta aprendiendo a atenerse y no meterse en peleas por insultos, idk. Su reivindicación se iba a ir alv.

Ahora que Deuz apareció, las cosas se pondrán interesantes... Tal vez(? ¿Quien se lo superaba? Ni yo we kajsjqjbsa

Bonnie ya nota el color del cabello de Bon akdbqjjshq, ahora lo que le ve gris es todo lo demás menos los ojos y el pelo porque haya la ropa jsjsjs

Diganme que les gustó --->

Algo que agregar (teoría, nota, grosería, lo que gusten) --->

Notaron las referencias(? --->

#ReferenciasVrgas #BonnieNoLeJalesElPeloABon #MiCabelloIdita #FoxyEsMiAmor #ElCabelloDelNeneEsTurquesa #DejenAMiPuppet

Y que alguien diga a la escritora que los # así no sirven en wattpad JAJSJAJS

Si están ansiosos de siguiente actualización pueden pasarse por mis otras historias pa' distraerse, no digo que las vaya a actualizar pronto pero así las tienen guardadas y les dan lo ve del bueno con sus comentarios chingones, ya saben, el Spam ever

No olviden que la historia la pueden conseguirán con el #HiloRojoBxB y seguirme en mi cuenta de twitter como @CmCimi, allí subo dibujitos a veces y todo eso. Si quieren mandar algo y no tienen twitter pueden mandar lo que sea a mi cuenta de gmail lilitamartinez05@gmail.com

Espero hayan comentado y votado mucho.

¡Nos vemos la siguiente semana, viernes! Jsjs

¡Enjoy!

Att: Cami <3

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