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Capítulo 17: Un dia común, Chico Gris...

Pluviofilia... Esa compleja palabra podría describirse como la fascinación o la atracción hacia lo que es la lluvia en general. Es un término bien conocido para Bon, ya que apenas ingresó a la preparatoria supo que nombre darle a la calmada y regocijante sensación que experimentaba cuando observaba las gotas disiparse en suelo tras su caída del cielo, y como hacían aquel torrencial tono a la par... Sin dudas, era tranquilizante para sí mismo escuchar es sonido.

A pesar de que se encontraba dentro de la HS podía escuchar atentamente aquel sonido viniendo de afuera, le era raro que en aquella época estuviese lloviendo pues no era una cosa que sucediera a menudo, pero aun así lo disfrutaba cuando sucedía, y mucho. Desvió su mirada de los pasillos hasta centrarse en observar la salida de la HS, sabía que la mayoría de los estudiantes estaba en clases, él pensó que estaría en la misma situación cuando salió tan apresurado de su hogar teniendo en mente lo tarde que se había hecho, solo para descubrir al llegar que no tendría materia la primera hora.

Soltó un suspiro y se dedicó solo a quedarse quieto en su sitio, estaba en la entrada observando cómo las pequeñas gotas caían al suelo y el olor inminente a lluvia que formaban... Al menos así tendría una forma de distraerse, por muy poco ortodoxa que fuera. Al abrir sus esmeraldas pudo distinguir como a la distancia se acercaba una figura. Arqueó una ceja extrañado, pensando quién se vendría con aquel despiadado clima, y llegando tarde de paso. Poco a poco pudo distinguir mejor de quien se trataba y solo pudo abrir los ojos impresionado de la imagen que tenia al frente.

—¿Bonnie? —preguntó de forma baja al notar como el chico peli-morado traía una cara tan inexpresiva que le daba la idea de que querer asesinar a cualquiera que se cruzara en su camino, y no era para menos. El nombrado alzó la vista parado justo en la a pocos metros de distancia del contrario, sin internarse, claro está— ¿¡Por qué estas en lluvia!?

—Oh, no sé, pensé que sería una buena idea salir ahora y así saber cómo andaba el clima. Vale, algo animado ¿no crees?

Expresa aquello con puro sarcasmo frunciendo el entrecejo, el de mayor estatura no podía distinguirlo en su totalidad ya que seguía cargando aquellos enormes anteojos. Estaba totalmente empapado de pies a cabeza, sus lentes empañados y su cabello mojado le dieron una vista poco amistosa a Bon que no sabía cómo reaccionar ante la situación.

—No creo que te dejen entrar así... —fue lo único que se le ocurrió decir, completamente nervioso al sentir la mirada furiosa del mas bajo sobre él.

Bonnie gruñó, sintiendo como de su boca solo querían salir palabrotas al escuchar una respuesta tan obvia, no podía descargarse contra el contrario pero no se la dejaba fácil. ¡Claro que sabía que no lo dejaría entrar! Pero ni modo que se quedara afuera mientras se secaba su uniforme.

—Eso ya lo sé, ¿pero esperas que me quede así o qué? —riñe con aquel tono, notando que el chico gris frente a él negaba un par de veces y se disponía a pensar en que hacer a continuación. Suspiró sintiendo como la resignación le ganaba y miró al contrario—. ¿Ahora qué hago?

—Tienes que cambiarte rápido o si no te vas a resfriar —murmura ligeramente preocupado para despeinarse un poco y voltear a mirar hacia el pasillo. Ni un solo estudiante se encontraba vagando por allí... Eso significaba que nadie notaria si Bonnie entraba o no. Asintió decidido y volteó a mirar al peli-mora que seguía en la entrada y apenas no le tocaban las gotas de la lluvia que seguía. Por suerte podría cubrirse allí mientras—. Vamos a los vestidores de chicos desde aquí y pensaré en algo.

—No puedo pasar —inquirió con fastidio antes de quitar un poco de su cabellera morada que le andaba cubriendo el rostro y con cuidado pasarse un mechón detrás de la oreja, notando de por si que el más alto le miró aquella acción por breves instantes sin decir palabras... Entre-cerró los ojos intentando concentrar su vista de mejor manera con los lentes empañados pues se le hizo raro— ¿Qué?

El chico gris no soltó respuesta y en cambio velozmente le tomó de la muñeca para tirar de él, y así ambos emprender una recorrida rápida a través de los pasillos de aquella institución. Bonnie varias veces le recriminó dicho acto imprudente, ya que sabía que si un profesor los veía se metería en problemas él, pero el contrario solo le pedía mantener silencio para que los docentes que se encontraban dando clases no notaran su presencia. Desde la entrada si se recorrían unos cuantos pasillos era fácil llegar a otro de los edificios que estaban al lado del gimnasio, y de la misma forma, estaban justo al lado de los vestidores.

Bon se detuvo en seco cuando sintió como había estudiantes caminando a lo largo. Volteó a mirar a Bonnie que podría asegurar lo observaba inquieto, a lo que sin pensarlo mucho cruzaron el pasillo y quedaron quietos esperando a que los que veían regresaran su paso o simplemente que cuando los vieran decidieran ignorarles. Lo último se veía complejo ya que se tratan de que Bon estuviera internando a un estudiante mojado empapando todo el suelo.

—¡El piso esta mojado! —señaló una de las chicas que pasaba, junto antes de detenerse para dirigirse hacían donde el par se encontraban—. Uh, ahora tendré que llamar al conserje, ¿porque los idiotas de aquí salen en la lluvia?

Los estudiantes que la seguían dieron la vuelta al igual que ella para emprender camino y buscara a dicho limpiador. Esto provocó que tanto Bon como Bonnie soltaran un suspiro aliviados de la situación, pues el peli-morado pensaba que ya no tendría un regaño por imprudencia. Luego de eso el de lentes notó como es que a pesar del susto el chico gris seguía sosteniéndole la muñeca por lo que muro dicha unió y luego alzó la mirada, cuestionándolo de esta manera con una ceja arqueada a pesar de que no fuese notable.

—Lo siento —expresó rápidamente el más alto mientras llevaba una mano a su nuca en símbolo de vergüenza y notaba que este solo bufaba y alzaba los hombros. Bon observó mejor el pasillo sabiendo que ya estaba cerca del edificio. Sonrió—. Ya estamos cerca.

Y tras haberlo dicho poco fueron los instantes que tardaron para encontrase internados en dicho lugar. Bonnie observaba los casilleros que habían allí percatándose de que eran diferente a los que se encontraban en las instalaciones.

—¿Tienes algún casillero aquí? —Solo obtiene una negativa por parte del de hebras violetas que al ya encontrase en el lugar y completamente solo con la presencia del mayor, procede a quitarse las gafas, pues el vapor que tenían le dificultaron por mucho su visión. Bon se lo piensa un rato rascándose la mejilla, viendo que se complicaba ya que el contrario no tenía más ropa—. ¿No has visto deportes, todavía? Suponía que debías de tener el uniforme de practica ya que...

—Ya te dije que no —vuelve a afirmar levantando la vista hacia aquellas escarlatas encontrándose de inmediato con su mirada, la cual, rápidamente desvía para aclarar su garganta... ¿era raro sentir que aquellos ojos rojos eran más brillantes que de costumbre?—. Nosotros no hemos visto educación física ni una sola vez en lo que va del ciclo escolar, nunca le tomé importancia a traer mi ropa aquí... Bueno, hasta ahora.

Dice con cansancio, ya que suponía que a pesar de haber tenido todo aquel trote para entrar todavía seguirá con aquella ropa mojada en lo que va del día, esperaba no enfermarse por aquello, conociendo a su madre de seguro se alteraría pensando que era por su "condición especial" y no por un simple resfriado común.

—No puedo dejar que te quedes así. Mi prioridad es velar por la salud de los estudiantes de la HS ¿recuerdas? —El peli-morado asintió recordando sus palabras de cuando lo acompaño a la enfermería—. Ya que no hay de otra, supongo que yo podría prestarte mi uniforme de gimnasio...

Bonnie abre los ojos con algo de sorpresa, viendo luego como aquel chico de aura gris se acercaba a uno de los casilleros para abrirlos y sacar un cambio de uniforme. Vaya que aquel chico era una persona solidaria. El de orbes rubíes aceptó a duras penas aquel amable gesto cuando se lo tendió junto con una toalla, ya que sentía que era demasiada molestia pero su posición no estaba para tan siquiera negarse o poner negativas al respecto.

—Gracias. —soltó de pronto, y nada mas obtuvo por respuesta un leve asentimiento y una sonrisa pequeña de aquel chico... Al final Bon si era alguien de fiar, ya no se notaba inquieto en su presencia por alguna extraña razón, ni los dolores ni aquel peculiar y molesto sentimiento volvió, fue como si de pronto luego de que platicaron en su casa desaparecieron de golpe. Aun pesando se esa forma no descartaba el hecho de que podrían volver debido a que comenzaba a comprender que su "don" se manifestaba de formas que solo hacían de él una completa mierda de pronto, así que seguirá alerta—. ¿Le prestas la ropa a todo estudiante que viene mojado por tu ayuda?

A pesar de cuestionarlo de broma si se preguntaba internamente como era el caso de su tanta cordialidad hacia su persona, era algo que veía de cierta forma cuestionable pero aun así no descartaba que le resultara peculiar. Voltea a mirarlo antes de escuchar la ligera y aclamada risa que sale de los labios del contrario.

—Hasta ahora tú eres el primero que me encuentro en ese estado.

—Mi suerte no es de fiar...

—Ya somos dos con eso.

Tras esa respuesta Bonnie lo vacila con la mirada solo para finalizar procediendo a asentir y luego darse media vuelta. Dejó la ropa a un lado y seguido quitarse la pequeña corbata roja que tenia y luego con sus pies quitarse el calzado que por suerte era impermeable y no se le habían mojado los calcetines de milagro. Bon miró extrañado aquellas calcetas de distinto color pero lo vio divertido sintiéndose de si el chico frente a él era alguien muy precipitado con su vestimenta o lo hacía a propósito. Bonnie no le prestó importancia para así comenzar a despojarse de sin pudor alguno de las prendas que le cubrían la primera parte del cuerpo, hablando de la camisa de uniforme y luego la camiseta manga larga que siempre cargaba encima.

Bon no pudo más que abrir los ojos desmesuradamente ante la escena, pues aquella acción no la había esperado, para nada. El peli-morado no le prestaba atención y simplemente tomó la toalla que también le había dado el menor para comenzar a secarse la humedad que tenia, en eso no puede evitar voltear ligeramente la cabeza a ver al chico de tras de él de característicos tono gris el cual por algún extraño motivo se encontraba desviando la mirada haciendo un evidente declive a la situación...

—¿Qué? ¿Acaso eres muy penoso? —se aventuró a preguntar, viendo como negaba y de alguna forma notaba que las mejillas del de mayor en estatura se encontraban de un gris mucho más oscuro a comparación del de su tono de piel. Ya cuando sintió estar completamente seco se puso la camiseta que le había otorgado el menor.

Algo que caracterizaba a Bonnie además de su inminente inexperiencia en muchas cosas y su forma de decir o expresarse en alguna conversación era el hecho de su carencia de vergüenza ante la desnudez, más precisamente, su desnudez, en sí, nunca le importó cambiarse frente a otros a menos que tuvieses razones validas para no querer hacerlo... Pero hace tiempo no tenía ninguna marca o golpe, así que no le tomaba mayor relevancia al tema. Sin embargo...

—Ha ha... No, m-más bien soy muy pudoroso —asegura con un timbre nervioso de voz, intentando desviar su mirada del hecho de que ahora el chico procedía a bajarse los pantalones quedando en bóxer ¡¿Es que no tenia vergüenza alguna o qué?! Terminó por dar la vuelta quedando a espaldas del peli-morado esperando que terminara de cambiarse para luego soltar una risilla nerviosa—. N-no me acostumbré nunca a cambiarme frente a alguien y tampoco a que alguien se cambie frente a mí, así que es una situación... Bastante vergonzosa.

—¿Entonces no te has cambiado frente a alguien? —Ante escuchar aquella pregunta Bon voltea breve a mirarle solo pata atinar a sonreír de medio lado.

—¿Y tú para que quieres saber eso? —Bonnie arqueó una ceja tras ver como sonreía de forma ambigua, sintiendo que la vergüenza de hace poco la había perdido—. No me gusta cambiarme frente a chicos...

—Eso es raro.

—¿Tú crees?

El de orbes rojizas no dijo nada más y se limitó a tener un debate interno de cómo es que sus conversaciones tomaban esos ritmos. Ya para cuando se halló con el pantalón de deportes puesto, notó que tenía que ajustarlo un poco mas ya que este era un tanto más ancho de los que alguna vez en su vida utilizó, incluso le quedaban algo largos en lo que va de la medida de las piernas, pero podría pasarse, al igual que la camiseta que suponía era de una talla más grande que la de él.

—¿A ti te causa vergüenza ver a otro chico cambiarse? A mí me causa vergüenza el saber que tu ropa me queda grande siendo menor que yo —formula a modo de reproche, casi infantil, frunciendo el entrecejo. Bon ladea la cabeza al notarlo ya completamente vestido no puede evitar reírse bajo—. Genética de mierda.

—¿Culpas a la genética de tus problemas de estatura? ¿Tus padres son bajitos? —cuestiona el de mirada jade antes de obtener una negativa de su parte.

—No, ese el problema, la genética solo tuvo problemas conmigo —atestigua cruzando de brazos. El de aura gris no pudo más que apretar los labios intentando contener la risa hacia los comentarios del más bajo... Nunca pensó que siendo una persona como la que demostraba ser, fuese un chico tan ocurrente. Bonnie rodó los ojos al ver como aquel chico gris se quería reír de su comentario, pero aunque no lo supiera hablaba muy en serio, su madre media más de uno setenta y su padre la sobrepasaba a ella, y sin embargo, él se quedó de esa manera—. Pero olvida, ¿Qué se supone que haga con mi ropa ahora?

—En ese armario hay un lugar en donde puedes extenderlo, solo tienes que tener cuidado y regresar antes del receso y que venga un gracioso llevándosela como broma —indica el lugar y nota como Bonnie sainete procediendo a tomar sus prendas— ¿En tu mochila no se mojó nada?

—Mis zapatos y mochila son lo único impermeable que tengo, así que por ella no preocupo —suspira y se guía hacia el lugar en donde le había indicado el más alto, era como un pequeño armario que se encontraba justo al lado de la entrada de los vestidores, adentró solo tenía un foco y dos cuerdas atadas a los extremos. Bonnie no esperó nada más y se internó pero no previno de ninguna manera que escuchar cómo se azotaba la puerta de pronto a sus espaldas dejándolo dentro de allí—. ¿Pero qué...?

Se dijo en voz baja justo antes de intentar salir escuchó como otra voz se hallaba en los vestidores. Recapacitó un poco y se dio cuenta de otro detalle, uno mucho más grande a decir verdad, sus anteojos se encontraba al otro lado de la puerta y él se encontraba allí dentro, eso quería decir que no podría salir hasta que aquella persona se fuera o seria descubierto.

Joder...

Guardó silencio y pegó su frente contra la puerta de madera, preguntándose si Bon haría algo al respecto o si tan siquiera se daría cuenta de que sus gafas no se encontrabas con él. Alzó la mirada y percibió como es que la puerta tenía una pequeña rejilla que daba mirada hacia la salida, de esta forma pudo distinguir claramente a aquella figura que estaba seguro alguna vez vio.

—¡Demonios! —repicó cierto castaño tras haberle dado una patada a la puerta lleno de frustración en lo que precisa a desordenar su cabellera intentando calmarse, para luego dirigir sus palmas a su cara cubriéndose el rostro—. Esto es una porquería.

Se dijo así mismo antes de agachar la cabeza mientras sus cejas de mantenía fruncidas y su mirada no refleja otra cosa más que enojo.

—¿Freddy? —cuestionó el chico de mirada esmeralda provocando que su amigo levantara la vista y la depositara en el— ¿Intentaban romper la puerta? Me sorprendiste.

—¿Ah? L-lo siento, no era mi intención —certifica completamente retraído, olvidando su enojo de hace un momento y concentrándose en que su amigo moreno se encontraba en el mismo lugar que él y había visto aquella escena de su parte—. Estoy algo cansado y no pensé bien...

Bon arquea una ceja y nota como en todo momento Freddy evitaba mirarlo por alguna razón. Decide acercarse unos cuantos pasos antes de escuchar como tomaba una gran bocanada de aire para luego soltarla.

—¿Que sucedió? ¿Pasó algo? —altercó el peli-turquesa viendo como el chico delante de él se ponía alerta y constaba a mirarle.

—¿Qué dices? C-claro que no... Yo solo... Ahm, ¿y eso lentes? —intenta cambiar la conversación al mirar como el moreno delante de él tenía a la mano un par de grandes anteojos. Bon mira el accesorio sintiendo como le comenzaba a llegar el nerviosismo pero antes que eso sauceda simplemente niega sabiendo perfectamente cuál era la intención del castaño.

—Ni lo intentes, yo pregunté primero —la mirada azulada del mayor se siente aterrada ante la postura decida que cargaba aquel amigo suyo—. Podemos hablar después de clases, no es para desahogarse con la puerta.

—Ya lo sé —expresa sintiendo como se rendía antes las pedidas de explicación del más bajo. No estaba seguro de poder ocultarle las cosas a él precisamente de entre todos, pero sentía que no debía comentarlo, era su amigo pero... ¿estaría dispuesto a escucharlo con aquello? ¿Reaccionaría bien?—. Siendo sincero, siento que voy a explotar en cualquier momento.

—Para qué crees que estoy yo, simplemente me hubieras llamado y en cualquier momento me aparezco —asevera con una sonrisa y no puede evitar alzar la vista para notar como a espaldas del castaño se podía distinguir fácilmente dos brillantes ojos rubíes mirando con curiosidad la escena. Cierto, seguía allí, y según recordaba tenía que evitar a toda costa que alguien supiera de sus ojos. Miró a Freddy antes de apretar los labios—. Espérame en el receso después ¿no tienes clase?

—¿Ah? No, lo que toca es deportes con un juego de quemados y me adelanté a los demás, pero eso no importa igual porque no voy a asistir —afirma antes de cruzarse los brazos. Mira con fastidio a Bon mientras mantienes las miradas gachas—. De verdad necesito hablar con alguien.

—¿Ahora? —pregunta el peli-turquesa obteniendo un resoplido del contrario.

—Sí, ahora.

—¿Junto en este momento?

—Justo ahora.

—¿De verdad aho...?

—¡Joder, Bon! ¡Si no puedes escucharme de momento dímelo de una vez y ya! —Formula molesto con aquel extraño tono, mirando como el nombrado se eriza en su sitio solo para observar luego como resopla sintiendo que la culpa le llegaba al cuerpo tras haberle gritado —. P-perdona... No quise...

—No te preocupes...

De verdad quería ayudarlo junto en ese momento pero sentía que sería algo invasivo puesto que el de hebras violetas seguía en la escena y escucharía cualquier comentario de su parte, pero... Tras verlo tan de desesperado de esa forma por desahogarse no podía negarse a la petición que le tenía después de todo, y si quería mantenerse al marguen con los dos lo mejor estaría viniendo de aquella simple opción. Miró como el chico castaño alzaba la mirada ojeriza que traía indicando que no había podido conciliar el sueño, así que esto hizo que Bon se preocupara más en el ámbito.

—Ni siquiera tengo clases de momento... De verdad, solo dilo —asegura, escuchando como el suspiraba y dudaba un poco de sus palabras ante de retroceder unos cuantos paso haciendo que su espalda quedase contra la superficie de aquella puerta. No iba a mentir, si se alteró—. Tenemos tiempo, señor Don perfecto.

Freddy no pudo evitar soltar una ligera risa cansada al escucharlo antes de suspirar y cerrar sus orbes azules dirigiendo su vista a un punto vació de los vestidores.

—Quiero terminar con Golden.

Tanto Bon como Bonnie abrieron con sorpresa la mirada y el peli-morado que se hallaba escondido solo se limitó a parpadear, sintiendo que estaba actuando como una vieja chismosa sin quererlo, se alejó un tanto de la puerta y quedó parado en su posición. Bon por otro lado sintió una cubetada de agua llegarle al rostro y luego negó.

—Pensé que ustedes dos no estaban saliendo —inquiere para luego logra como el chico apretaba los labios y desviaba la vista...—. No me digas que tú en verdad...

—¿Qué? No, no... Bueno... Nosotros solo manteníamos esto como un juego, ya sabes, en su faceta rebelde vimos que sería divertido molestar a su abuelo con la temática de "ser homosexual" lo sabes, te lo conté...

—Todo el mundo en la HS presintió que era una farsa desde el inicio... ¿A que vine de eso de "terminarle"?

—Es que... Si intentamos algo oficial luego... —el asombro que sentía Bon de momento no era nada comparable con cualquiera que hubiese tenido hasta ahora... O al menos de ese día.

—¡Espera! ¿¡Qué!? ¿Desde cuándo...? ¿Cómo...? ¡¿Por qué no me lo contante?! —expresa entre balbuceos antes de ver como el chico frente a él solo se limitaba a rodar los ojos.

—Te ibas a poner como te estás poniendo y preferí evitarme un problema ¿feliz? Además, tampoco es como si tú me contaras todas tus cosas —indica esto último con aquella mirada sombría viendo como este negaba—. No te hagas el ofendido.

—Claro que te lo digo todo —asegura y sin embargo no espero toparse con la sonrisa de lado del mayor que lo miraba incrédulo.

—¿Ah, sí? A día de hoy sigues sin decirme el verdadero motivo por el que te terminó Lily y no me quejo —indica cruzando los brazos y pegando de pronto el pie contra la puerta, acción repentina que eriza al chico que se esconde detrás de esta—. No es para tanto, te lo digo ahora ¿contento?

Bonnie de verdad se sentía un completo metiche. Joder... Que la situación no se la ponía agradable. Pudo deducir velozmente que ambos chicos mantenían una relación muy estrecha y de la misma forma se combina en muchos ámbitos. Suspiró y pensó que si la mejor manera de manejar la situación sería tapándose los oídos para no sentirse tan malditamente culpable...

—Cierto... —recató sin contradecirlo más y desvió la vista de la mirada acusadora de su amigo—. Pero no estamos hablando de mí.

—No, estamos hablando de mí y de que no sé como decírselo —pasa una mano por su cara para luego bufar y notar que el peli-turquesa hace una acción de acercarse por lo visto.

Habían dos razones para que Bon lo estuviese haciendo, una; para confortar a su amigo. Y dos; para alejarlo de la puerta antes que nada una que no quería que supiera la cuestión. Pero la primera era la que cuenta.

—¿Por qué se te complica tanto? Con un simple "siento que no funcionó" es suficiente —nota como el desvía la mirada ovacionando que entre-cierre los ojos—... ¿acaso hay otro motivo?

—Es que... —se muerde el labio inferior antes de por fin tomar la valentía sin que su contra parte interfiera en el asiento para sincerarse y encontrarse con la bien conocida mirada jade del contrario—. ¿C-cómo le digo que es porque me gusta Joy, su prima, y quiero cortejarla en un futuro?

¿Se acuerdan de que Bon había dicho que estaba más sorprendido que más aquel instante? pues rectificaba, ese era el momento para decir que su sorprenda se llego al borde del rascacielos. Abrió los ojos antes de darse una palmada en la frente notando a aquel chico a su lado que miraba cada una de sus acciones con nerviosismo, otro motivo por el que no había herido contarle había sido precisamente ese.

—¿¡Qué!? ¡No utilices la palabras cortejar como si fueses muy formal! —Expresa frunciendo el entrecejo—. ¿Ahora vas de familiar en familiar?

—¡Ya cállate, cállate!

—¡Utilizaste de forma muy cuestionable el dicho de "A la prima se le arrima"!

¿Y qué pensaba nuestro querido Bonnie de la situación? Pues bien sorprendido que se encontraba notando todas las semejanzas que tenían a una telenovela dramática mexica.

Era normal que se sintiera con mas curiosidad ¿quién no? El chico estaba teniendo una batalla mental entre elegir a alguno de los primos. Este pensamiento no pudo evitar que no pensara también que la situación se volvía extrañamente inquisitoria pues si recordaba bien, la chica en cuestión era el hilo rojo de él así que se plantó una duda sobre esta debatida situación. ¿Qué pasaría ahora?

—¿Ustedes no se caían mal? —Inquiere ahora el moreno notando como el chico a su lado alzaba los hombros— ¿Cómo qué no sabes?

—Qué sé yo, los polos opuestos se atraen.

—Pero ustedes no son opuestos.

—Exacto, somos iguales y por eso nos repelemos, es científicamente probable —A veces sentía que las cosas que decía el castaño eran en serio pero no podría asegurarlo porque hablaba tal cual como un niño en ocasiones—. No le caigo bien, y qué ¿qué quieres que haga? Obviamente sé que no saldrá conmigo pero tampoco quiero mantenerme en algo con él... Además... Me atrae el hecho de no agradarle a ella.

—¡Eres un masoquista! —comenta alzando la voz viendo como al que castaño se encogía avergonzado en su lugar. Dios, que cuando Bon no se contenía en sus comentarios era en serio.

—Ya entiendo, deja de gritarme —pide con un timbre de voz y nota la reprobatoria mirada de su amigo, procede a tomar un poco más de aire antes de continuar—. El punto está en que yo de verdad siento que no le soy sincero, traicionándolo de esta forma por así decirlo... y antes de que Golden note que no le correspondo prefiero yo decirlo de una vez ya que no lo merece, soy escoria.

Bon se lo piensa unos instantes y merita pues aquellas palabras le recordaron una bien conocida situación. Suspirando y con tenacidad miró a su amigo y asintió, estaba en lo correcto con lo de hablar, pero sabía que la cosas podrían complicarse luego.

—Además de que él está pasando por un momento de presión acumulable por su familia ahora y está muy estresado, así que no sé cuándo podría para no sonar muy despiadado, no sé si de verdad me tomó ese tipo de cariño... Pero... Yo solo puedo verlo como un amigo, no quiero que las cosas se pongan raras entre nosotros, yo de verdad lo aprecio mucho...

—Freddy —El nombrado siente una mano en su hombro y voltea a ver el propietario que le regalaba una mirada llena de apoyo y su sonrisa no decae. Por eso Bon era un chico tan preciado para él, por eso a sus dos partes le agradaba tanto—. Tienes que concentrarte por el momento en lo que te haga bien a ti, aunque suene egoísta, no te contengas de decirle como te sientes, están en una r-relación ambos después de todo. Y... Aunque Golden la esté pasando mal intenta llevar las cosas con tacto y no te precipites de una vez, sé cómo eres...

—Rayos, me siento estúpido pidiéndole consejos a alguien menor que yo sobre esto —suena la fugaz risa del mayor y él asiente dándole la razón—. Por ahora creo que me sirvió de algo, así que gracias.

—Aun siendo menor que tú, todo es sirve viniendo de alguien con experiencia —el castaño arquea una ceja y él no puede evitar reír nerviosamente ante aquello—. Si las cosas siguen así solo se te harán más incomodas, antes de que avances a más, habla y... No hagas la estupidez de ir a buscar consuelo como la víctima con mi amiga, por favor.

—¿¡Qué!? ¡Y-yo nunca haría algo como eso! —Bon lo mira preguntándose si es una broma y el desvía la mirada para disponerse a dar unos pasos y quedar frente a él—. B-bueno, una parte de mí no lo haría.

Al verlo moverse Bon por inercia intenta cubrir de mejor manera la puerta tras recordar en la situación en la que estaban, Freddy ve extraño esto pero no le toma importancia.

—Bien, igual me iré temprano de aquí hoy. Te agradezco los consejos, hasta luego, Bon.

Sin más, el chico se despide de su amigo con una leve acción con la mano en forma despedida y se encamina a la salida provocando que Bon suspire aliviado sintiendo un peso menos encima y luego llevó la vista hacia la superficie que cubría. Abrió la puerta de golpe presenciando como el chico peli-morado se inca un poco hacia delante tras haber estado recargado en la puerta y por la impresión ambos quedaron frente a frente.

Bonnie alza la vista para encontrarse con aquellas esmeraldas y el rostro de un tono más oscuro de gris de aquel chico. Él también estaba avergonzado ya que la situación se podría cuestionar fácilmente con que si estuvo escuchando luego, y se notaba en su rostro. Rápidamente desvía la mirada y aleja el rostro del más alto con su palma en una acción apresurada mientras lo hace a un lado y se encamina saliendo de aquel armario.

—¡Oye! —repica Bon tras la repentina acción.

—Vaya no creí que podría llegarte a escuchar cómo le gritabas a alguien —suelta de pronto.

—¿Eh? Soy una persona normal ¿lo sabías? A veces grito y esas cosas —expone no muy seguro sin verlo reaccionar de otra manera—. Él merecía escuchar mis gritos.

—Siempre andas con esa estúpida sonrisa así que es una sorpresa para mí.

—¿Estúpida? ¿Qué quieres decir con eso?

El de obras violetas no le presta atención y procede a colocarse los zapatos para completar su vestimenta completa pues tenía que irse rápido antes de que llegaran más personas a en lugar por lo que sin esperar más le quitó los lentes sin cuidados al chico.

—Tengo que irme —inquiere, y vuelve a concentrar su mirada cubierta en el de gris melena—. No diré nada de lo que escuché, así que no te molestes en advertirme de alguna manera.

—En realidad no iba advertirte, solo se discreto —alega rascándose la mejilla y concentrándose en ver como el de mayor edad se disponía a atarse su revoltosa y lacia cabellera en una coleta alta, esta acción le pareció curiosa por lo que no dejó de mirarle—. Sé que no dirías nada de un tema tan delicado.

—Hablas como si me conocieras.

No pudo evitar que una pequeña sonrisa se formara en su rostro provocando que ladeara la cabeza antes de soltar un muy seguro;

—Solo lo intuyo.

La pequeña puerta de madera que se encontraba justo frente a él se le hacía en más de una forma resplandeciente y atrayente, era lo único a su alrededor que no estaba carente de color y se notaba en tonos claros de roble. Alrededor de esta salía un brillo casi inexplicable de un tono brillante y rojizo, salían pequeños hilos destilándose, como intentado salir de la sellada cerradura que se encontraba frente a él.

Bon arqueó una ceja con la duda internándose en él completamente, intentó acercarse con cautela intentado tomar de la perilla y girar de ésta notando de esta forma que estaba cerrada con seguro. Frunció un tanto el ceño e intentó ejercer más presión rodando la perilla viendo que esta no cedía a sus intentos.

No sabía porque sentía esa inexplicable sensación insistente que se apoderaba de él para que abriera a como dé lugar, pero aun sabiendo que no se podría, que estaba sellada y que por más que intentara no se abría no quería abandonar la idea de que de esta manera lo lograría pero aun así.

—Por qué no se abre... —cuestionó ligeramente irritado intentando aún de esta forma solo para bufar luego cuando decido ceder ante la acción—. No me importa.

Se dijo así mismo cruzando los brazos y desviando la mirada de la puerta concentrándose en su alrededor; estaba dentro de su habitación, esta se hallaba iluminaba pues captaba todo a la perfección pero aun así lo único que mantenía color era la puerta de salida que tenia. Se despeina un tanto y caminó unos cuantos pasos hasta hallarse parado frente al espejo grande que tenía en recamara.

Su reflejo al igual que todo lo demás estaba carente de tono en su totalidad, no comprendía que sucedía pero aun así no le dio mayor importancia y solo se acercó a la superficie. Se hacía borrosa cada vez que concentraba mejor su vista en el. Ya no era precisamente a él a quien reflejaba y en cambio se comenzó a visualizar a otra figura, la sensación de haberlo vivido antes le azoto por completo provocando un escalofrío en todo su cuerpo. El nuevo reflejo no era el del él, en absoluto.

Clara imagen de cierto peli-morado se situó delante dentro del espejo. Apenas sus ojos se encontraron con esos rubíes la superficie le permitió notar que su mirada había recuperado tonalidad. Pestañeó varias veces e intento tocar el espejo con su mano pata ver como de nuevo su reflejo se perdía y solo le mostraba a aquel de hebras violetas. Tenía una sonrisa en el rostro y una mirada apacible pero tan vida que Bon no podría describir de qué manera sus sentidos se revolvieron tras mirarlo de esa forma.

El chico se también se acercó mientras copiaba sus acciones y lo único que los separaba era aquella superficie.

—«Abre la puerta» —leyó al ver como se movían los labios del mas bajo diciendo esa palabras sin soltar sonido. Bon volteó y luego regresó su vista hacia el chico—. N-no, no puedo.

«¿Por qué? »

—Está cerrada —volvió a decir intentando desviar la morada de aquellos ojos que parecían hacerle más atrayentes doblegándolo de alguna manera.

«¿De verdad?»

—Sí.

«¿Por qué no la abres?»

—Porque no puedo.

La puerta era capaz de reflejarse en el espejo de igual manera, y tal cual como él había visto de esta salía un extraño brillo contenido, se mantenía forzada pero aun así sintiendo que tal vez había una solución para poder abrirla notó que muy profundo dentro del no estaba en sus planes el hecho de tan siquiera querer hacerlo. Escuchó como el reflejo insistió y el volvió a rectificar su posición apretando los labios viendo como de apoco el chico sonreía mas y se acercaba a la par en la superficie dejándolo con una sensación de incertidumbre recorrer su espalda completamente ante el escalofrío.

«¿No puedes o... No quieres?»

Abrió los ojos casi de inmediato denotando el entorno en donde se encontraba. Tocó su frente sintiendo como estaba sudado frío y dirigió su mirada a la ventada que tenia al lado que se hallaba sellada con aquellas cortinas para proceder a abrirlas de inmediato, observando ante sus ojos como es que el cielo se encontraba completamente pintado en oscuro, de seguro todavía era de madrugada, pero él sentía que con aquello simplemente no podría conciliar el sueño aquella noche.

Desde hace ya una semana había comenzado a experimentarlos, originario como lucidos momentos que parecían recuerdos, pero poco a poco se fueron extendiendo en su mente al estar dormido pareciendo contar una historia que sabrá Dios que significado podría tener. Pasos sus manos por toda su cara en un intento inútil de pensar en otra cosa que no hubiera sido aquello tan raro que se había presentado en su mente... ¿Por qué en todo lo que pensaba era con respecto a aquel peli-morado? ¿Por qué se internaba en sus sueños de esa manera?

Respiró hondo y procedió a levantarse de su cómoda cama, pues muy a su pesar, sabía que la rutina que seguía después de eso era no pegar el ojo. Se dispuso a irse directamente a la cocina pero bajando las escaleras se encontró con la imagen de su padre durmiendo en el sillón como era de costumbre cuando a veces se iba a celebrar con sus compañeros cada que venía un cliente que pagaba muy bien, suponía esto debido a que todavía se encontraba con el uniforme de trabajo y no veía nada más cómodo que aquel sillón.

Resignándose, regresó sus pasos para luego volver con una manta en mano y cubrir el cuerpo de su progenitor que se hallaba hablando entre balbuceos de una luchas que tenia contra el campeón mundial para culminar con ronquidos. Sin decir otra cosa se adentró en la cocina y tomó una fruta para así sentirse revitalizado. No sabía que podía a hacer ahora que lo más probable es que fuesen las tres o cuatro de la mañana. Mordió su labio inferior y se dirigió a su habitación para organizar unas cosas de la HS y así distraer su mente.

Cuando Bon hacía referencia al hecho de que normalmente era un chico que por alguna razón aun si se levantaba temprano llegaba tarde a clases era en todo sentido para explicar días como el que comenzaba a tener. Ya cuando el reloj le comenzó a indicar que se hacía hora de ir a la preparatoria por obra y gracia del destino comenzó a sentirse demasiado agotado y con unas tremendas ganas de irse a dormir justo en ese preciso momento. Menos mal ya había preparado el desayuno para él y su viejo antes de sentirse así.

—Joven James ¿a qué se debe su retraso esta vez? —inquirió la profesora de forma muy calmada al observar al chico respirando de forma agitada en la puerta del salón, aun a pesar de no hablarle de modo déspota se notaba firme en cada palabra—. Sabe el dicho de que un estudiante eximido es un es un estudiante que siempre llega a tiempo a clases.

Nunca había escuchado aquel dicho.

La mira con una sonrisa nerviosa y asintió mientras admitía su retraso.

—De verdad lo siento, estuve algo ocupado organizando unas cosas para lo del comité. No volverá a pasar, señorita —una de las principales característica de Bon al estar en la preparatoria era el sentido de porte que trasmitía a cualquiera que lo conociera. Era bien sabido que en la preparatoria muchos ya tenían en cuenta el que Bon fuese un chico intacto que además de poseer buenas notas también tenía la bendición de llevarse bien con las personas, ese hecho también se aplicaba hacia a los profesores—. Le aseguro que mi esfuerzo se verá en su próximo examen con una nota arriba bien merecida, no tengo planeado defraudarle por unos ligeros minutos de retraso.

—Bien, que no se repita, ¿entendió, James? —a pesar de que lo dijera muchos en el salón ya sabían que al tratarse de Bon era algo casi improbable, pero debido a su cercanía con los profesores estos de vez en cuando era condescendientes con él en algunos términos—. Abran sus libros en la pagina veinte...

Y así continuaron las clases para nuestro querido chico de mirada jade, que a pesar de estar pretendiendo la tarea de quedarse despierto prestando atención se estaba tornando una pesadilla tortuosa por esperar a que fuese la hora de receso y así tal vez descansar un poco.

¡Pero vamos! Era Bon de quien se hablaba, a pesar de querer tomarse un descanso con las últimas cosas que se encontraba organizando era una de la cosas más difíciles que podría hacer sin ser tarea.

Lo malo de ser un chico conocido en la preparatoria era que por alguna razón todos crían que tendrías la respuesta para todo y llegaban a buscarte. Y como Bon era alguien que reglamentariamente se tomaba las acciones bien de los chicos que veían en él viéndolo como una especie de guía con el cual poder solucionar una cuestión si no estaba en discusión el poder pedir consejo de parte de alguien con más elevado rango. Era una interminable lucha por mantenerse consciente frente a ebullición de de alumnos que le pedían concejos para su clase, ¡¿Es que no podían buscar a un maestro?!

—Bon, la clase de cocina perdió uno de los microondas, nadie sabe quien se lo llevó y nos estamos inquietando —habló una chica completamente desanimada recurriendo a su superior. El nombrado arqueó una ceja al escucharla.

—Bon, uno de los chicos escondió un microondas en armario de la clase de carpintería porque se enojó con una chica del club de cocina que le regaló un pastel con bicarbonato —habla otro muchacho tan pronto se acerca al aludido. La chica al lado al escuchar esto le queja tras darse cuenta de la situación.

Y así, ambos comienzan una discusión internándose en el origen de quien tiene la culpa sobre lo que ha hecho. Bon respira profundamente antes de mirar a los dos estantes que seguían frente a él hablando sin fin, solo podía atinar a tener una expresión intentando mostrarse calmada con una forzada sonrisa. Sin dudas aquellos a veces eran agobiantes.

—Tú dile a tu compañero que llevarse algo que no está en su jurisdicción en esta situación se conoce como robar y podría ser expulsado de sus actividades por eso —inquiere refiriéndose al varón que simplemente asiente. Vuelve su vista ahora a la femenina que sigue reprochándole al muchacho para detenerla de seguir hablando—. Y tú, eres la que se encarga de organizar al club de cocina, ninguna de tus integrantes tiene permitido agregarle productos problemáticos a la comida ¿sabes si alguien puede tener una reacción no deseada hacia el bicarbonato?

Esta asiente y se disculpa en nombre de su compañera dándole la razón para proceder a hablar con el chico a su lado y aclarar la cuestión.

—Estoy en el Comité de bienvenida no en el de consejos —expresa de forma baja antes de que aclara una chica bajista se acerque a su persona de forma tímida para comenzar balbucear, podría deducir que era de algún año manera—. ¿Sucede algo?

—¿¡Ah!? N-no, en realidad q-quería preguntarte si usted... Si usted —Bon al notarla tan nerviosa no pudo evitar llevar su mirada hacia atrás mientras observaba como un par de chicas miraban divertidas la escena, comenzaba a suponer que se trataba de una confección involuntaria y adelantada por las demás—... E-es que, mis amigas me dijeron que no estaba saliendo con nadie ¿verdad?

—Sí, no estoy saliendo con nadie —asegura con una amable sonrisa provocando un sonrojo mucho más grande en la femenina que tenia al frente— ¿A qué se debe la pregunta?

—¿Q-quiere tomar algo conmigo después de clase? —el moreno sabía bien que se trataba de una solicitud de salida pero no sabía que pensar en si totalidad a ver como si apenas continuaban caminando por el chico pasillo y dabas la vuelta, se encontrando aquellas dos jóvenes expectantes de la escena—. S-solo si puedes, no quiero estorbarte ni nada.

Bon sonríe enternecido por la situación y dejándose llevar por sus instintos ya aprendidos al ver a una chica de esa toma de acerco a la más baja provocando que alzara la mirada esperanzada.

—Muchas gracias por la invitación pero lastimosamente no estoy buscando una relación ahora —afirma antes de llevar su mano y acerarla a su mejilla apenas en un toque fugaz y tierno viniéndola aun más nerviosa—. De verdad eres una chica encantadora, espero no sea problema, me caíste muy bien y si quieres podemos ser amigos, no te ves como un estorbo.

Esas palabras bastaron para verla asentir velozmente y alejarse con los colores subidos a la cara regresando al lugar en donde estaban aquellas chicas impresionadas por haber visto esa cercanía. Y para que falsear, de la misma forma en cómo tenía una buena situación con los profesores también estaba bien visto ante los ojos de múltiples estudiantes del género femenino por su forma tan caballerosa de tomar la situación y las riendas del asunto.

Porque si, mas de una vez tuve que ingeniárselas para escapar de una invitación o confección de alguna chica, ante sus ojos él era como "el chico perfecto como novio" y las pocas relaciones que había tenido desde que inicio preparatoria le hacían referencia a aquel hecho, ya que, con ninguna llegó a llevarse mal de alguna manera, sorprendentemente hablando.

Suspiró cuando por fin se halló junto frente al salón del consejo estudiantil y sin esperar mucho dio uno breves toques a la puerta esperando a que alguien le avisara que podría entrar sin interrumpir nada. Tras instantes de no recibir respuesta nota como aquella puerta se abre y deja ver en su totalidad la sala del consejo estudiantil, que consistía en un escritor o del presidente escolar de fondo y en el centro estaban varios muebles para las demás personas allí, junto a una mesilla y los pequeños estantes que adornaban a cada pared del lugar.

—Que alegría encontrarte por aquí, Bon.

Las esmeraldas del chicos no esperan hasta toparse con la serena y firme mirada de un chico rubio opaco con unos perfectos orbes grises que adornaban que se hallaba sentado en el escritorio mientras al rededor de el estaban demás estudiantes hablando de alguna situación.

—Hace tiempo no nos veíamos, Golden —formula sin más y nota como asiente haciendo una acción para que cierre la puerta y se acerque a él, cosa que hace sin cuestionarlo mucho—. ¿Para qué me necesitabas?

—Ha, que ánimos tienes, pareces cansado —indaga notando la apagada mirada del menor que simplemente asiente dándole la razón—. Estuve ocupado por unas cosas que ahora no conciernen, pero como tú estás en el Comité de Bienvenida supongo que sabes perfectamente para que se originó ese club ¿cierto?

Asiente aun sin entender que quería decir con ello, hasta que ve como posa una sonrisa y en su lustrada mirada se dirigir al castaño a su lado.

—Freddy organizó unas cosas para la preparación del nuevo viaje de fin de curso.

—¿Viaje? Esos no lo ven hasta que van a graduarse —nota como el rubio magnate ríe discretamente antes de negar—. Si hay presupuesto para un viaje adelantado ¿no sería mejor intentar ayudar de momento a los de bajo presupuesto en la preparatoria?

—Digamos que esta es una acción indulgente familiar, nada por parte de la HS está siendo aportado así que no hay sentido en eso, la tesorera te dará los cálculos de presupuesto apenas llegue y tú te encargarás con tu club de preparar todo lo demás —expone antes de recargar su mejilla en su mano tras podarla en el escritorio sintiendo la mirada cuestionable del chico sobre él—. Supe que quisiste adelantar tu postulación para antes de que yo salga de graduarme, hay que ver si te queda la corbata... ¿crees poder con la tarea?

Bon le mira desafiante y con una pequeña sonrisa asiente.

—Claro que puedo...

Antes de decir otra cosa la puerta es abierta de nueva cuenta mostrando a cierta chica morena de brillante cabellera azul caminando muy centrada en los papeles que tenia a la mano.

—Acabo de terminar de sacar lo del presupuesto que me pidió, presidente...—no concluyó su explicación al alzar la mirada y toparse con el chico bien conocido pata ella, no esperaba que llegase primero.

—¿Lily? ¿Desde cuándo eres la tesorera? —cuestiona con mucha curiosidad pues según recordaba hace apenas unas semanas el cargo era de otro estante.

—Golden me puso el cargo por mis méritos, no te preocupes, no estoy sobrecargada en ningún sentido, además de practicar en el club lo bueno es que puedo sacar las cuentas en casa y no sentir que no hago nada ahora sin el club de ciencias —explica antes de arreglarse los anteojos y acercarse discretamente para hablarle más bajo sin que se note muy extraño por toda las otras personas que se encuentran a su alrededor—. Además, así puedo tener las cuentas de los suministros y poseer ventaja cuando se pidan las cosas en el club de ciencias sin alterar cuentas.

Ríe un poco y se separar para entregarle aquellas hojas llenas de número, que siendo sincero apenas Bon si podía comprender. Eso quería decir que tenía un trabajo muy más pesado sumándose a su horario como un bandido, aquellas cuentas estaban bien puestas por lo que tenía que adquirir en totalidad como se llevaría a cabo sus consumos.

—Buena suerte.

Declaró finalmente Golden con una sobria tras ver como el chico frente a él miraba aquellos papeles con asombros tras su extenso.

Vaya que tendría una tarde agotada...

—¡Y casi se rompe una pierna! ¿Pueden creerlo? —Habla ahora la rubia notando como su amiga albina asentía con una mirada llena de asombro—. Lo bueno es que no pasó a mayores y está tomando descanso, lo malo es que tendremos que adelantar la entrada de los chicos al equipo y es algo bastante pesado.

—No me hables de cosas cansadas, tuve que presentar a cada uno de los integrantes del club de literatura al entrar en una competencia en grupo, me quede revisando sus dinámicas por horas —inquiere la de mechón rosado dando otro bocado a su comida mientras suelta un resoplido lleno de fastidio escuchando como su amiga se compadece—. El lado positivo es que veo mejora con todos, así que fue una casada pero entretenida forma de ver si estaban bien las cosas...

Unos pocos instantes pasaron para que ambas chicas llevaran la vista hacia el único chico que las acompañaba. Bon se mantenía con la mirada gacha mientras escribía algo en un cuaderno en vez de estar comiendo. Joy obviamente miró esto con mala cara antes de apartarle el cuaderno de golpe viendo como se sorprendía y alzaba la mirada hacia ambas.

—Hoy te ves pésimo y ni siquiera has probado bocado —exclama con el ceño fruncido la de larga cabellera rubia antes de cerrar el cuaderno con sus manos y dejarlo cerca de ella mientras notaba como Meg hacia la acción de acercar la charola de comida al contrario—. No es momento para deberes, es hora de que comas.

—Pero, chicas...

—Nada de "pero chicas" Come —ordena autoritariamente la de mirada ámbar viendo como éste ya no seguía cuestionándola y hacia caso a su petición—. Solo hay que mirarte la cara para saber que no has dormido nada, ¿a qué viene eso?

—Cosas de adolescentes.

—Uhg —enuncia la rubia haciendo un acción de desagradado viendo como este la mirada.

—¡Eso no!

Ambas ríen tras notar su reacción y Bon se contagia de su risa riendo también, podría decirse que ahora si se encontraba más calmado cada que ellas encontraba la forma de sacarlo de su trance acumulativo.

—Entonces... ¿Es cierto que metiste a Lily en el club de teatro? —Saca a relucir la rubia con una mirada curiosa viendo como el más alto asentía sin soltar palabra y solo se dedicaba a degustar de su alimento—. Wow, eso es interesante, nunca me lo hubiera imaginado.

—Oh, ¿entonces ella va a ser? Pues supongo que el papel si le queda —expresa Meg antes de obtener los ojos celeste de la chica sobre ella—. Se aprenderá todo eso rápido.

—¿A qué te refieres?

—Yo fui la que los ayudó a crear el guión para "el renacer de su club de raros" —explica llevándose una mano al pecho y alzando la otra que sostenía su manzana como su fuese una pose de monárquica de la de época media, para luego llevarse la fruta a su boca y darle una mordida—. Supongo que esta vez van de verdad con todo.

—¿Estás hablando en serio? ¿Escribiste la obra tú? —Ve como asiente y casi salta de su asiento de la emoción—. ¡Vaya! No puedo creer que parezca que van a hacer todo eso hasta ahora, de verdad me sorprenden.

—Sí, creo que se tomaron las cosas con mayor importancia cuando llegó Bonnie y se les unió —Habla por fin el varón nuevamente y ve como la albina asiente tras escucharlo sin cambiar su mirada indiferente—. Están pensando en muchas formas para reanimar el club y es admirable.

—¿Hablas del conejito? —Bon conocía la manía que tenía su rubia amiga por ponerle apodos a todos, por los que solía sintió viendo como se le iluminaba la vista—. Un chico tan curioso como él actuado ¿Cómo se verá?... De verdad pensaron en todo, me dan ganas de ver el show.

Asegura y Bon no puede evitar que una sonrisa le atraviese el rostro pues piensa en las palabras del albino y tal cual como había predicho el peli-morado era la muestra perfecta de atención para llamar al público de forma casi subliminal.

—Tu candidatura a la presidencia del consejo y ahora el chico conejito están haciendo mucho más interesante todo que pasa este trimestre —Joy mira como su amigo suelta han risa ante su opuesto comentario—. Solo falta que tanto los dos ganen a ver qué sucede después...

—¡Joven Bon!

A los tres amigos les llama la atención la voz de un chico de fondo que se internó en la cafetería y se acercó rápidamente a la mesa en donde ellos estaban situados. Aquel castaño de pecas que dejaba a relucir uno de sus ojos zafiro y su cara dándole el indicante de su origen asiste se encontraba intenso retomar aire cuando se hallo parado frente al mayor.

—Loon, ¿qué sucede?

—Eh... N-no quería llamar a uno de los profesores porque tal vez se complicaría la situación —habla de forma entrecortada antes de por fin haber intentado recuperar un poco el aire, aclara su garganta—. Hai... Hay tres estudiantes peleando en la zona de la alberca, y creo que dos de ellos están dispuestos a llegar a los golpes.

La sensación de serenidad había duraron mucho, y nuevamente Bon tendría que resolver aquel asunto. Esperaba no toparse con nada complicado...





























































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El capitulo de hoy esta dedicado a: @LuliTanBxB @Fnafhs_love @HatsukoFHS @Majobresia245 Hwang_Eunjin  No olviden comentar a millón para que les  dedique capitulo

Nota de la autora:

¡Hello My star's!

¡Aquí esta cosa divina que soy yo, con un nuevo capitulo!

Un Bonnie con el uniforme de gimnasio UvU

Miren estos memes que hizo de la historia JAJSJAS XD

Y estos dibujitos de Fnafhs_love de Bonnie cusndo se do cuenta de que fue amable con Fox xD

Me estoy dando cuenta de que pasamos los 1K votos ¡Gracias!

Espero sinceramente que les haya gustado el capitulo, estamos apenas iniciando con el trasfondo de Bon y se va notando mas como es su convivencia con sus amigos.

¿Quienes serán los tres que pelean en la piscina? Jaja, pobre Bon, no puede tomarse ni un descanso chikito TvT

¿Los impactó algo, que? :0 --->

¿Que les gustó mas del capitulo? --->

¿Tienen teorías?

¿Creen que Bonnie hará algo tras saber la situación de Freddy? --->

El siguiente Capítulo va a estar ufff, porque quedaran así :O se llamara por ahora «Una peligrosa sensación nostálgica»

El término de nostalgia llama la atención ¿a que si? eve

Ahora, tengan en cuenta que cuando digo que voy a actualizar el viernes significa sábado, no digo que el sábado porque terminaría actualizando el domingo, así que cuando diga que día es ustedes ya saben que significa el día después de ese ahre JASJAKSK

Eso es todo, no olviden comentar, votar y recomendar mucho la historia.

No olviden que la historia la pueden conseguirán con el #HiloRojoBxB en mi cuenta @CmCimi, subo dibujitos a veces y todo eso. Y si no tienes twitter pero igual hiciste algo pueden mandarlo que sea acerca de la historia a este correo: lilitamartinez05@gmail.com

¡Nos veremos la siguiente semana!

¡Enjoy!

Att: Cami <3

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