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Capítulo 1: Raros pensamientos

Tras varios meses. Desde aquella pequeña aventura y de salir de muchos líos. Ya prácticamente estaba todo normal.

Mis dueños siguen igual de felices, desde la primera vez. Mi niño es muy inteligente, ya hasta sabe todos los colores del arcoiris. Y yo que solo miraba una escala de grises extraño. Pero quién lo diría. Existen más colores.

Pero ahí estaba yo. Mirando como Liam jugaba sin parar con duke. Era extraño que yo no quisiera jugar... Para nada, la verdad es que hoy me encontraba un poco cansado. Más de lo habitual pero aún así. No termino de sacarme a alguien de mi mente.

Aquel imponente perro, quien logró que mi miedo al mundo se desvaneciera. En un abrir y cerrar de ojos, sola mente que siguiendo aquel consejo, nuevamente comenzaba a sentir terror. El solo pensar que en algún momento iba a sentir miedo o acobardarme. Me dolería mucho que Gallardo. Perro el cual ahora poseo mucho respeto. Se decepcionará que no seguí aquel sabio consejo.

Pero aún que no muy molesto. Mi compañero y ahora hermano de departamento, duke fue el que interrumpió mis pensamientos.

— Asi que pensando en eso nuevamente.

Hablo el voluminoso perro, de pelaje largo y grueso, sentándose aún lado del pequeño terrier. Quien solo miraba al frente, observando cada movimiento que hacía Liam.

—¿Ya es muy obvio?.— Pregunto Max. Mirando a su compañero.

—Un poco la verdad, no presto atención a muchas cosas.

—Eso no me sorprende mucho.

—Asi que. ¿Qué vas a hacer?.

—Supongo que hacerte caso. Tratar de olvidarlo y seguir mi vida.

—Vaya. Es la primera vez que alguien me hace caso.

—Si. Bueno, te dejo que cuides bien de Liam, iré a dormir un poco.— Hablo Max, caminando en dirección de su cama.

—¿Otra vez?. Es muy temprano, apenas está comenzando a ocultarse el sol.

—Bueno. Supongo que no hay nada más que hacer aquí.

—En eso te doy un poco de razón.— Dijo duke, alejándose un poco del terrier.— Te dejo solo estaré en el cuarto de Liam.

Y sin decir nada más. Aquel gran can. Se marchó caminando en dirección del niño.

Mientras que el deprimido cachorro se encontraba nuevamente acostado. Observando prácticamente la ventana. Imaginándose como se sentiría ser valiente y no temerle a nada en lo absoluto. Inclusive comenzaba a tener aquellos delirios de su amigo conejo snowball. En ser también como un súper héroe. Salvando a todos los que necesiten ayuda.

Pero...

¿Ahora quién lo ayuda a el?.

Los días avanzaban tranquilos, sin molestias de nadie. Mucho menos de los vecinos de arriba, que siempre estaban haciendo ruido. Hoy estaban tranquilos, duke por su parte de encontraba aún durmiente como siempre. Perro grande, necesita comer mucho y dormir mucho para seguir con vida.

Así que saliendo por la ventana dando con aquellas escaleras de color verde. Mirando el horizonte, y la suave brisa soplando su pelaje. Provocó que en su rostro, se marcase una sonrisa. Pero por un evento desafortunado un viento un poco fuerte logro hacer perder el equilibrio del pequeño haciendo que este tambaleante apenas si podía regresar nuevamente adentro.

Ya más tranquilo cerró como pudo aquella ventana pero. Al momento de fijarse nuevamente en que algo falta. Miro que este no tenía aquel pañuelo de color rojo. Así que subiendo nuevamente al sofá observó que aquel pañuelo estaba en uno de los barrotes pero al final termino yendose por el fuerte viento.

Max. No dijo nada más. Ver aquello prácticamente hizo que este comenzase a llorar. Manteniéndose callado para no despertar a su compañero. Las lágrimas caían, y caían sin parar.

La única cosa con la que había logrado que Gallardo le tuviera respeto. Lo había perdido. Comenzaba a tener miedo nuevamente sentía que había traicionado a alguien. Así que sin más este volvió lo más rápido que pudo a su lugar.

—¿Que fue lo que hice?.

Dijo sin más. Ocultando su rostro por debajo de los cojines de algodón de su cama.

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Comencé a despertar, no sabía dónde estaba. El lugar era completamente verde, flores por montón y yo estaba ahí. Mirando a los lados.

—¡Hola!.— hablando fuerte.

Poco a poco comenzó a caminar. Hasta que a lo lejos observó una figura acercarse.
Max entre cerró los ojos así poder distinguir de quien se podría tratar. Hasta que ya al estar más cerca descubrió de quien se trataba. Ya que era nada más que el mismísimo perro, quien le había ayudado.

—¿Nunca dejas de tener miedo verdad?.— Hablo gallardo, mientras se sentaba enfrente del terrier.

—¡Gallardo!.— sorprendido.— ¿d-donde estamos?.

—¿Como que donde estamos?. Tú me trajiste aquí.— Hablo el perro, observando como poco a poco el pequeño que tenía en frente cada vez se hacía más pequeño.

—¡De verdad!.— contestó a la ves que este comenzaba a titubear.—  b-b-bueno, n-no se que d-desir.

—Oye.— dijo seriamente.— ¿Por qué no llevas puesto el pañuelo que te di?.

Pregunto sin más el perro. Observándolo seriamente, mientras el pequeño terrier quería que la tierra lo tragara.

Las palabras no salían. Y los nervios cada vez se incrementaban, si le mentía este algún día sabría la verdad y me odiara, y si le digo la verdad me odiara también.

Pero sin más.... Max le contó la verdad.

—Lo perdí.

Fue lo único que escucharon ambos. Y el único ruido que se escuchaba era el de la brisa chocando con las hojas de las flores. Hasta que hubo otra respuesta.

—Lo entiendo.— hablo gallardo, observando de manera serena al pequeño terrier, quien ahora hacia contacto visual con el imponente perro.

— No. ¿No estás molesto?.— Pregunto Max.

—Claro que no. ¿Tú tienes idea de la cantidad de pañuelos que he perdido?.

—Jaja. De seguro y fueron muchos.— Ya más confiado, este comenzó a hablar.— Pero. ¿No te dolería perder el que más te gusta?.

—Claro que sí me dolería mi favorito— contesto gallardo. Manteniendo su mirada en los orbes marrones de Max.

Aquellas frases no habían aún llegado al cerebro de Max. No terminaba de comprender a que se refería exactamente. Pero aquella sonrisa que tenía hace unos instantes. Desapareció por completo. Al ya comprender cual era el mensaje secreto, de aquellas palabras que Gallardo había dicho. Así que tragando saliva. Este hizo otra pregunta.

—Y se puede saber de qué color eso?.— pregunto Max. Esperando que su respuesta fuera rojo.

—Es de color blanco, con detalles de color café claro.— dijo acercandose

—¿Y es muy especial para ti?.— haciendo otra pregunta , donde poco a poco este se acercaba al perro.

—Bastante. Podría hacerme llorar si no llego a verlo nuevamente.— Contesto, sintiendo aquellas pequeñas patas del terrier en su pecho.

Ambos se fijaron mutuamente. Max, quien por su baja estatura, se tuvo que colocar en dos patas. Así poder al menos llegar hasta el rostro del ya mencionado perro.

—¿Y este tiene nombre? . Como los otros que me mostraste.—  haciendo la última pregunta, teniendo ya un fuerte brillo en los ojos.

—Max...

Fueron las últimas palabras cuando poco a poco comenzaron a acercarse. Sintiendo la respiración del otro. Hasta que Gallardo comenzó a soplarle fuerte. Haciendo que sus ojos se cerraran. Y al momento de abrirlos
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Un perro grande de color café le soplaba llamando su atención.

—¡DUKE!. !¿QUÉ?!.— Completamente sorprendido.—¿Donde estoy?.

—En el departamento.

—Pero yo estaba con...— Dándose cuenta de lo que había pasado.— Fue solo un sueño.

—Bueno... ¿ Con quién estabas?.— pregunto Duke. Mostrando aquella enorme sonrisa.

—Con nadie, en particular.— dijo para luego caminar hasta su tazón de agua

—¿Enserio no me dirás?.

—Solo olvidado duke.— decía mientras bebía agua.

—Bien. Espera a que le cuente mañana gallardo que estabas soñando con el.

Y al terminar aquella oración, hizo que el pequeño terrier se congelará vivo.

—¡QUÉ!.— grito de una manera que alarmó hasta sus dueños. Mientras que Duke reía en una esquina del departamento





















Hola amiguitos. Está esta es la nueva historia de la locura que tengo acumulada en mi cabeza. Espero les guste esta nueva ship.

Ya que ayer me vi ambas películas.

Está historia contará con solo tres capítulos. Ya que tenía pensado hacerla One-Shot pero medio pereza hacerlo. Además Wattpad me falla mucho. Y puede que en algunos de esos fallos me borre el borrador. Así que no quiero correr ese riesgo.

Y que tal las portada. ¿Les gusta?. Por qué si no así puedo cambiarla.

Así que espero les guste esta historia sobre.

Max y Gallardo.

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