Jungkook abrió los ojos al sentir como los rayos ultravioletas del Sol entraban desde la ventana. Se había quedado dormido a un lado de la puerta de la habitación de Jimin. 

Aún podía recordar las palabras del chico “No es primera vez que los veo, en Busan paso algo similar que en la Biblioteca, pero los sueños se hicieron realidad y todo ardió en llamas”. Sabía de antemano que los oscuros usaban el fuego para propagar su furia, en la noche que Tsuki cerró los ojos, incendios descontrolables hubieron en el pueblo. 

Suspiro nuevamente había escuchado como el chico se removió en sueños durante las horas que se mantuvo dormido, se levantó, ese día tenía clases por la tarde pero desconocía el horario del profesor. 

Al entrar a la habitación sin tocar, vio al chico parado enfrente de un espejo de cuerpo completo mientras se observaban marcas en su espalda y costado de su torso. Curiosidad nació de él. Jimin sintió vergüenza de inmediato, solo se encontraba en una bata de seda, y estaba con la espalda desnuda, al notar a Jeon se sonrojo indescriptiblemente y se colocó nuevamente la bata. 

ㅡ Lo siento, debí tocar. 

ㅡ No te preocupes, supongo que pensabas que estaba durmiendo. 

ㅡ Si… Ahm. 

ㅡ Gracias por lo de anocheㅡ evadiendo el tema de sus marcas.

ㅡ De nada, creo que debo irme. ¿Nos vemos en la Universidad? 

ㅡ Hoy es mi día libre, supongo que hay cosas que se deben hablar ¿no? ㅡ dio una sonrisa reconfortante. 

ㅡ Sí, supongo que estás curioso. 

ㅡ Te dejaré mi número, cualquier cosa llámameㅡ mencionó Jimin mientras tomó una libreta y apuntó su número para pasarlo. Jungkook al tomarlo, tocó levemente los dedos de Jimin y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Supo que Jimin lo sintió cuando el profesor alejó de inmediato su mano y lo llevó a su pecho. 

Jungkook salió de la habitación, y colgó la espada en su funda y la llevaba como si nada en su espalda, como si de una mochila se tratará. 

Una vez salió de la zona de apartamentos de donde vivía Jimin, se fue directo a la Universidad. 

… 

Jeon observaba el despejado cielo desde el campus, sus clases eran monótonas y aburridas, su amigo llegó molesto dejando caer sus libros encima de su cabeza. 

ㅡ ¿Donde estabas toda la noche? Te escuche escabullirte, también sé que tomaste esa vieja espada.

ㅡ Fuí a casa del profesor Park. 

ㅡ ¿Bromeas? ¡dime que no le hiciste daño! 

ㅡ No cabeza hueca, es obvio que no le haría daño. Sentí que estaba en peligro. 

ㅡ ¿Y lo estaba? 

ㅡ Si, llegaron a atacar a su apartamento. Me dio su teléfono, le he dicho que nos reunamos. 

ㅡ ¿Donde?  

ㅡ En el nuestro, si queremos explicarle todo, al menos debemos empezar con algo. 

ㅡ ¿Esta bien que lo hayas dejado solo? 

ㅡ No creo que lo ataquen en la luz del sol.

Jungkook recordaba los finos rasgos del chico, sus mejillas suaves, sus pomposos labios, su delicada piel, tan tersa y blanquecina, parecía irreal. 

Nunca se había vuelto a fijar en esos detalles, desde Tsuki. Tenía cierta semejanza a ella pero a la vez no. Era como dijo el oráculo “no es la Tsuki que conoces” quizás él habría preferido a esa hermosa emperatriz, pero debía admitir que el chico era muy bonito, se preguntó así mismo cuál sería su edad, parecía ser menor que él y no se refería a la edad congelada de casi décadas, sino la edad que él mencionaba tener. 

En eso recordó las marcas. 

ㅡ Sabes Tae, él tenía marcas, pero marcas como de quemadura o de algo más. 

ㅡ ¿Alguna de nacimiento? 

ㅡ No lo pensé pero me gustaría saberlo. 

ㅡ Bueno cuidadito con querer darte al profesor.