Izquierda, derecha, abajo; Jun movía los dedos por toda la pantalla del teléfono móvil: jugaba a destruir zombis. Al parecer su fortaleza presento unos fallos y ahora quería remediarlo. Jihoon cambio de página, la trama de la historia lo atrapo. Era domingo, y esos días eran intocables porque ninguno tenía pendientes (trabajo), así que lo ocupan para su espacio amoroso. Aunque no es del todo romántico, hacen lo que les gusta, ya sea leyendo, cocinando, regando las plantas, o jugando videojuegos, pero siempre juntos.

— ¡Ohhh!, casi gano. —exclamo Jun.

Jihoon levanto la vista para velo.

— La próxima lo harás mejor. —le dijo, le regalo una sonrisa y volvió a las páginas.

Jun sonrió. Dejo el móvil en uno de los espacios y abrazo a Jihoon por detrás, apoyo el mentón sobre el hombro y después le dejo un beso en el cuello. Jihoon se sobresaltó al sentirlo: como una hilera de nervios recorría por todo su cuerpo. Era extraño y a la vez placentero, pudo haberlo golpeado, pero no lo hizo. Jihoon apretó el muslo de Wen y aparento seguir con su lectura.

Wen contuvo un grito, en vez de causarle dolor le causo un cosquilleo por el lado infantil.

Miro las orejas blancas de Jihoon, no, ya no eran blancas. Fueron tiñéndose de rojo hasta la punta. Era hermoso y tierno de ver, se acercó para acariciarlas. Un segundo golpe jamás llego, Wen le quito el libro de sus manos y ocupo el tiempo para evitar escucharle decir algo incoherente por parte de su novio.

Estaba avergonzado, el sentimiento fuerte se expandió. Jun comenzó a darle besos por todo el rostro. Un cosquilleo viajaba desde su barriga, si era felicidad o algo más, quería saber cómo controlarla.

Porque con Wen lo llenaba de cosas dulces e infantiles.

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Corto, porque... (no tiene un excusa) Jsjsjs, gracias por leer ~