El cuarentón soltó una carcajada ronca—¿Qué carajo decís?— Exclamó trastabillando hacia atrás, recargándose sobre el muchacho—Nosotros no nos vamos a ningún lado.— Escupió hacia Kol.

Todo pasó muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos Kol tenía un cuchillo sobre la yugular del viejo, los jóvenes hicieron un ademán de defender a su viejo amigo pero fueron detenidos por un gesto de Kol.

—Se mueven y lo mato— Advirtió éste muy en serio hundiendo su cuchillo sobre la piel del hombre.

Isabelle tuvo un deja vú. Pero decidió no meterse, no estaba de acuerdo con lo que Kol estaba haciendo pero era cierto que los necesitaban. Así que se quedó junto a Niels, Aarón y Katerina quienes como ella miraban la escena atónitos.

Niels interfirió, su voz controlada—No queremos hacerles daño, solo queremos que nos ayuden en esta misión. Suponemos que ustedes son más conocedores del bosque que nosotros y simplemente queremos su ayuda.

—No quieres hacernos daño ¿eh? entonces, ¿Por qué tu hermano tiene un cuchillo en la puta yugular de mi amigo?— Gritó el moreno respirando agitadamente lanzándose hacia Kol. Niels lo detuvo con algo de esfuerzo.

Niels enderezó al moreno que comenzó a pechearlo. —Kol suelta al hombre.—Ordenó firmemente a su hermano mirando a los oscuros ojos del otro chico.

—Niels...— Le reprochó Kol poco convencido.

—¡Kol hazme caso!— Exclamó Niels exasperado girando la cabeza hacia su hermano, dándole un pequeño empujón al moreno para sacárselo de encima.

Kol soltó al hombre empujándolo, y dejándolo caer al suelo levantando una nube de tierra.

El hombre tosía y respiraba fuertemente. Estaba teniendo serios problemas para levantarse, pero con esa borrachera y el ahora nuevo tajo en su garganta nadie podía culparlo.

La rubia elemental tierra se llevó las manos a su boca mientras miraba a su amigo con ojos desorbitados, rápidamente se tiró al suelo para ver como estaba y lo ayudó a levantarse. Lo cual no fue muy fácil, él era el doble de ella.

—Está bien— Dijo el niño, sorprendiendo al resto por el tono resuelto de su voz que contrastaba con lo chillona de ésta— ya vemos que no tenemos otra opción más que hacerles caso, ustedes nos superan en cantidad y son más poderosos y fuertes que nosotros. Pero creo que nos merecemos al menos una explicación ¿Por qué un grupo de Hijos del Vacío estaría en el bosque buscando a una mujer tan extraña solicitando nuestra ayuda?— Preguntó perspicazmente.

—El niño tiene razón— Dijo Katerina caminando lentamente frente a todos. Ella había estado observando la pequeña pelea muy entretenida y había decidido que era momento de intervenir— Pero daremos explicaciones cuando lo creamos necesario. Ahora muévanse no encontraremos a esa mujer discutiendo aquí. Además podríamos llamar la atención de los queridos Hombres Sombras y es lo último que queremos ¿No es así?

Todos comenzaron a caminar pero el hombre soltó una sonora carcajada por segunda vez— Elegante dama usted es muy bien parecida pero se está equivocando en una cosa— Dijo dándole una reverencia burlona.

Todos los Hijos del Vacío e Isabelle pararon la oreja.

Katerina le dio una mirada helada y una sonrisa de gato de Cheshire comenzó a formarse en su cara— Señor— Dijo con voz risueña— No le conviene pasarse de listo conmigo, si yo fuera usted comenzaría a hablar.

— Ay pero... ¿no es que los Hijos del Vacío tienen una educación ejemplar?— Preguntó devolviéndole la sonrisa el hombre dándole un trago más a su bebida— Ni siquiera me han preguntado mi nombre. Soy Andros— Dijo haciendo una segunda reverencia a todos— y es un gusto poder servirles— dijo poniéndose una mano sobre su frente dramáticamente. Se trastabilló un poco y tuvo que sostenerse en Niels quien estaba delante de él hasta que recuperó su estabilidad. —Ese de allí es Nayden—dijo señalando al moreno—Ella es Ana y todos ya escucharon el nombre de Klaus.

—Me importa un bledo—Dijo Kol tranquilamente— ¿Qué es lo que tenemos que saber?

—¡Cuanta susceptibilidad!—Exclamó, o trato de exclamar con sus palabras arrastradas, Andros.—Les diré, los hombres sombra solo aparecen de noche podemos protegernos dibujando un nudo de bruja en la tierra, es un símbolo de protección contra estas criaturas ¿Nunca se preguntaron por qué su símbolo es un nudo de bruja? Pues ésta es la razón.

—Entonces— Se aventuró Isabelle quien había estado callada durante todo el rato— ¿Qué hacían ustedes en el bosque?

—Estábamos cazando—Contestó Ana con su dulce voz— ya no hay comida en el Gueto y tenemos que alimentarnos de algún modo.

—¿No tienen comida allí?— Preguntó Niels perplejo girando su cabeza hacia Ana.

—Cuando la comida se la lleva solo un grupo—Dijo Nayden con una nota amargada en su voz—es lógico que el resto no tenga.

Todos se quedaron en silencio. Nadie sabia qué decirle, sobre todo porque a los Hijos del Vacío les decían que la gente del Gueto vivía en buenas condiciones. O eso querían creer, porque la verdad siempre está a la vista de los que quieran verla.

—Lo sentimos...—Comenzó Aarón con remordimiento en su voz mirando al moreno a los ojos, pero fue interrumpido por un furioso Nayden.

—¡No, no lo sienten! No saben lo que es no tener nada y ver que otros tienen de más. Nuestros niños mueren de hambre y ustedes tienen banquetes, nosotros somos analfabetos mientras que en sus escuelas sobran plazas, nosotros tenemos que meternos en este bosque peligrosísimo ¡Con un niño! mientras que ustedes sólo se quedan en el borde cuando tienen dieciocho. Y ahora nos vuelven a humillar obligándolos a llevarlos hacia una mujer desconocida sin nada a cambio.—terminó este con los puños apretados.

Aarón se quedó de piedra, él buscaba un acercamiento hacia el moreno, le parecía muy lindo. Cuando lo vio por primera vez no pudo despegar su mirada de su cuerpo, sus anchos brazos, su salvaje pelo y esos ojos cafés que se veían tan cálidos. Pero tendría que haberlo supuesto, él lo odiaba por el simple hecho de ser un Hijo del Vacío. Pero le demostraría que él era diferente.

—No se que decir, tienen razón yo no entiendo por lo que ustedes han pasado. Pero nunca imaginé que el dolor fuese tan grande. Les pagaré cuando esto termine así tendrán dinero para la comida.

El moreno lo miró con desconfianza—¿En serio?— Dijo achicando sus ojos.

—Si, ¿en serio?—Preguntó Kol con el seño fruncido, una clara nota risueña escondida en su voz.

—Si—Dijo Aarón con énfasis, mirando a Kol con cara de pocos amigos— En serio— Dijo aún más seguro mirando a Nayden a los ojos.

—¿Supongo que sí saben que la única forma de matar a los Hombres Sombra es mediante la amicita, no?— Preguntó Klaus mientras trataba de alcanzarlos con sus piernitas cortas, sus ojos transmitiendo dolor.

Nyden hizo el amague de cargarlo pero el niño negó con la cabeza sutilmente.

—Así es— Dijo Isabelle girando su cara hacia él mientras sonreía.

El niño abrió sus ojos como platos—Tu no eres una Hija del Vacío—Dijo con sorpresa el niño algo pensativo— y...jamás te vi en el Gueto... ¿Qué eres tú?

Isabelle miró hacia Niels en busca de ayuda pero él no la estaba mirando, ni siquiera había escuchado lo que el niño había dicho— Yo soy... una humana—Respondió Isabelle en pánico.

—Lo que nos faltaba—Exclamó Andros quejumbroso mientras se tambaleaba detrás de ellos — una humana. ¿Al menos sabes pelear?

—Si—Dijo Isabelle firmemente.

Katerina se rió a lo lejos—Algo así.

Nayden bufó —Mientras que no haga que nos mete.—Dijo con renuncia.

—Tranquilo Nayden—Dijo Isabelle con una sonrisita sarcástica, cansada de estar escuchando siempre lo mismo—no pasa nada si te matan, aquí la importante es Ana.

—¡Isabelle!— Exclamó Aarón horrorizado.

—Tranquilo hermano—Dijo Nayden sonriendo hacia Isabelle— me gusta esta chica...

Las miradas penetrantes de Kol y Niels le hicieron callar. Isabelle no se dio por aludida y a Aarón el corazón le dio un vuelco.

Caminaron largo y tendido liderados por la dulce Ana. Cada tanto una pequeña discusión surgía y luego volvían a callar. El sol comenzó a caer.

—No podemos seguir caminado—Dijo Andros ahora más sobrio.—Es tiempo de las Sombras.

Todos asintieron y los Hijos del Vacío comenzaron a sacar y armar las carpas que Astrid y Erik habían comprado para ellos.

—Lo que es ser un privilegiado— Susurró Nayden negando con la cabeza.

—Díganme—Dijo Isabelle con curiosidad mirando a los chicos del Gueto mientras preparaba la carpa—¿Alguno sabe de donde vienen las sombras?

—Negativo humana—Contestó Andros mirando a Isabelle con atención como si la estuviese estudiando.

—¡CHICOS!— Grito Aarón corriendo lo más rápido que podía haciendo que todos dejaran sus cosas— ¡CORRAN!

Isabelle levantó la mirada mientras el fuego que estaba avanzando hacia ellos iluminaba su rostro.