CONVIVIENDO CON EL ENEMIGO
Se reincorporó sobresaltada, con el recuerdo vivido del fuego en su mente. Su cuerpo se sentía tenso y por un momento pensó que todo había sido un muy loco sueño, pero eso era imposible, Isabelle nunca fue una chica con mucha imaginación y soñar algo así se requiere demasiada.
Cuando su cerebro se despertó del todo su primer impulso fue escapar, pero, cuando comenzó a incorporarse alguien puso la mano es su hombro, Isabelle sobresaltada volteó rápidamente su cabeza y miró con ojos desorbitados a los azules de Niels que estaban a centímetros de su rostro observándola. Abrió sus ojos como platos y sus cejas se levantaron involuntariamente. Lentamente se fue alejando del rubio.
Isabelle estaba decepcionada, si intentaba cualquier cosa él la detendría, sería más conveniente esperar al momento oportuno.
—Perdóname, me gustaría explicarte...
—No me toques.—Siseó con asco. Niels se retiró como si sus palabras lo hubieran abofeteado, al principio se había enojado con ella por haber estado escuchando. Esto será un calvario para ella. Aunque Niels podía entender a Isabelle, él era un curioso por excelencia y claro también podía entender el miedo que ella sentía, porque él acababa de perder su piedra familiar, y para un Hijo del Vacío no hay nada peor que eso.
Isabelle observó la habitación con cuidado, parecía un lugar sacado de las películas de época que veía con su madre las pocas veces que no estaban discutiendo. La belleza del ambiente hizo que Isabelle olvidara los acontecimientos pasados por unos minutos, las paredes estaban cubiertas por un costoso papel tapiz rojo bordado con hilos de oro, bajo su cuerpo había unas finas sabanas de seda roja a juego con el cobertor y miles de almohadas de distintos tamaños, de cada extremo de las patas se alzaba un dosel transparente con grandes moños rojos sosteniéndolo, frente a ella se encontraba un diván color crema. El gran ventanal frente a ella estaba cubierto por gruesas y pesadas cortinas de terciopelo rojo que llegaban hasta el piso. En el otro extremo de la habitación, detrás de Niels, había un armario del techo al piso y de la pared a la puerta de un suave color crema con las manijas bañadas en oro. Sus puertecitas eran de vidrio y dejaban ver cientos de piezas de alta costura. Colgando del techo Isabelle vio la araña más elegante y hermosa que había visto jamás hecha de cristal, tenía cuatro focos y millones de pequeños cristales colgando de ella. Sobre la mesita de luz de madera a su lado, había una pequeña caja donde sobresalían algodones y gasas, una gran botella de agua oxigenada y esparcidos por toda la superficie había algodones ensangrentados.
Isabelle se llevó la mano a su cuello asustada recordando el incidente con Kol y la espada, nunca había sentido tanta desesperación como cuando esa hoja cortó su piel.
Al parecer Niels la había curado y ella ya no sentía tanto dolor, se sentía aliviada pero no agradecida, es lo menos que puede hacer por mantenerme secuestrada aquí, pensó Isabelle. También se dio cuenta que la actitud de Niels había vuelto a ser la misma que al principio, el soldado con rostro serio y ojos vacíos había desaparecido. La pregunta era hasta cuando.
Niels que estuvo mirando a Isabelle mientras hacía la inspección del lugar, se sentía complacido, Isabelle aunque parecía ruda no era muy buena ocultando sus emociones y por su expresión de asombro y admiración podía decir que le había gustado la habitación, pero cuando vio los algodones ensangrentados no había tenido la reacción de gratitud que él había esperado ¡Qué tonto había sido! Por su puesto que se necesitaría más para ganar su perdón, después de todo él la había traído a la fuerza a este lugar. Un sentimiento de culpa lo atravesó.
—¡Oh, Que despistado! No me había presentado soy Niels.— Dijo tratando de iniciar una conversación nuevamente extendiendo su mano.— Si este cuarto te gusta no podrás esperar a ver la casa, puedo enseñártela si quieres.
Isabelle lo miro incrédula ¿La secuestraba y pretendía hacerse el simpático? Decidió mantener la calma. Necesitaba que se fuera para poder escapar, pero al parecer Niels estaba muy cómodo en esa habitación con ella e Isabelle no quería decir nada que lo enojara, estaba segura que ese fuego repentino fue provocado por Kol ¿Y si su hermano podía hacer lo mismo? No se arriesgaría, se mantendría lo más tranquila y amigable posible pero procuraría mantener las distancias hasta poder salir de donde sea que estaba, tal vez podría sacarle información.
Isabelle extendió su mano también.
— Creo que no me siento lo suficientemente bien para caminar mucho— Dijo Isabelle despreciando la vista de sus dos manos unidas— Además todavía estoy algo abrumada, ¿Harías algo por mi?
— Lo que sea— Respondió Niels, feliz por el hecho de que Isabelle aceptó su mano.
—¿Responderías algunas de mis preguntas?— Preguntó Isabelle con cara de inocencia.
Niels dudó, los maestros les habían dicho que no era seguro hablar sobre las cosas de por aquí a los humanos, sus mentes eran demasiado débiles y frágiles, como todo en ellos, tal vez tenían razón, tal vez él ya le había causado suficiente dolor a esa chica, pero responder era lo menos que podía hacer, además... los maestros no estaban aquí ¿o si?
—Claro— Dijo Niels con renuncia.
Isabelle sintió que desde que se había escondido detrás del árbol por fin algo salía bien— ¿Dónde estamos?— Preguntó.
— Bueno eso es algo complicado— Dijo Niels— No se cómo empezar y tengo miedo de romper tu mente de humano frágil y débil.
¿Mi mente de humano frágil y débil?
— ¿Me estás insultando?— Preguntó Isabelle desconcertada mirando a Niels con el seño fruncido.
—¡No!— Dijo Niels— Eso es lo que los maestros me dijeron yo...
— Solo responde a mi pregunta— Lo interrumpió Isabelle cansada de sus balbuceos— te aseguro que mi cabeza no explotará como una bomba nuclear. Te recomiendo comenzar desde el principio— dijo Isabelle sentándose en la cama.
—Lo siento— Dijo Niels sonrojándose y sentándose en la silla frente a ella— Estamos en el Vacío— Explicó como si esa fuera toda la información que Isabelle necesitaba para entender.
—¿Puedes ser más específico?— Preguntó Isabelle mirándolo exasperadamente, respirando hondo para no perder la paciencia.
— Hace mucho tiempo los Hijos del Vacío, que en ese momento ni siquiera tenían ese nombre, y los humanos vivían en la tierra en perfecta paz, hasta que los humanos empezaron a abusar de la amabilidad de los Hijos del Vacío obligando a estos a lidiar con los desastres que ellos provocaban desde cosas pequeñas como liberar a un río de toxinas que sus propias fábricas habían derramado a cosas más grandes como parar un tornado, un maremoto o terremoto, cosas de gran riesgo ¡Y sin nada a cambio! Es como si tu trabajo fuera ser policía y te enfrentas a un tiroteo pero ni siquiera te paguen porque supuestamente ese es tu trabajo natural. Llegado un momento los Hijos del Vacío se cansaron y los maestros crearon una realidad paralela para que nosotros podamos vivir en paz.
Isabelle había escuchado el relato con suma atención ¿¡Estaban en otra dimensión!? Esto era malo, realmente malo. ¿Cómo haría para regresar a su casa? Isabelle respiró hondo, decidida a mantener la calma, no llegaría a ningún lado entrando en pánico y si se volvía loca Niels tal vez decidiría que no quería seguir hablando y que su mente iba a explotar. ¿Realmente ellos podían parar terremotos, maremotos y tornados con sus poderes? No sabía si estar asustada o impresionada, probablemente ambas. Es increíble que los humanos no fueron capases de ver lo afortunados que eran de tener personas con semejantes poderes, muchas catástrofes podrían haber sido evitadas. —¿Los maestros?, ¿Por qué solo ellos?, ¿Es que son más poderosos que los demás?, ¿Qué los hace diferentes?
—Los maestros son nuestros líderes inmortales, nuestro mundo se rige bajo los cuatro elementos, los maestros controlan todos ellos pero cada uno es responsable de un solo elemento y juntos portan el poder absoluto mientras que el resto de nosotros solo puede manejar un solo elemento, ellos también son capaces de crear piedras familiares.
—¿Piedras familiares?— Preguntó intrigada, ya había escuchado ese término antes en la plaza.
—Cada familia de la Elite tiene una piedra familiar creada por los maestros y dada a nuestros antepasados ni bien se asentaron en esta realidad, es una piedra transparente en la que se puede ver la eterna lucha entre los cuatro elementos, en ella los maestros cargan los cuatro elementos y la familia será capaz de usarlos cargando su poder en las piedras de nuestras pulseras ¿Ves?— Dijo Niels acercando su brazo izquierdo hacia Isabelle, en él había una pulsera echa de cuero con una piedra hexagonal en el medio color azul que desprendía un alo del mismo color reflejando la luz de la araña en la piedra— Al menos aquí queda algo de poder...— Dijo Niels hablando más para si mismo que para Isabelle.
— ¿A que te refieres con Elite?— Preguntó Isabelle— ¿Hay gente aquí que no tiene esa piedra?
— Cuando los maestros decidieron que era momento de irse del mundo de los humanos llevaron a su mundo a algunos de ellos para que nos sirvan como esclavos, a cambio nosotros les dimos uno de los cuatro elementos, pero claro, no una piedra. Pero ellos no viven mal, para nada, solo nos están devolviendo todo lo que nosotros les dimos a ellos hace tanto tiempo. Básicamente son lo mismo que nosotros, sin la piedra nosotros también tenemos un solo elemento, siempre somos mejores en ese elemento sobre los otros tres, lo llamamos nuestro elemento "natural". Creo que podrás adivinar cual es el de Kol.
Isabelle se estremeció —¿Puedes llevarme a casa?, ¡Por favor Niels! Haré lo que sea— Rogó Isabelle.
— No importa lo que hagas— Dijo Niels— Los únicos que son capaces de hacer viajes interdimensionales son los maestros y están empeñados en que te quedes aquí como castigo a nosotros. Pero no te desanimes prometieron que cuando encontremos nuestra piedra te devolverían a casa.
Isabelle estaba algo desanimada ¡Este no era su problema! ¿No había otro castigo para estos chicos? ¡Son todopoderosos podrían hacerles lo que quisieran! Debe ser la vejez, se dijo Isabelle, ya no les debe quedar neuronas por gastar. Tal vez no pueda escapar de una dimensión, pensó Isabelle, pero tal vez pueda encontrar a esos viejos y exigirles mi regreso a casa.
— Encontrar una piedra— Dijo Isabelle para que Niels no sospeche de la grandiosa idea que acababa de tener— Puedo hacer eso. ¿Ideas de quien podría llegar a tenerla? Y... ¿Por qué?— Preguntó haciéndose la interesada. Pensó en preguntarle dónde estaban los viejos, pero sintió que sería sospechoso, podía preguntarle a quien sea una vez fuera de esa casa.
—Algunas de las familias de Elite son ambiciosas, roban piedras para tener más poder, la mayoría de las veces mandan a sus empleados a hacer el trabajo sucio, por eso vamos a ver si hay algún nuevo trabajador en la mansión, interrogaremos a todo el personal en media hora.
—Genial— Dijo Isabelle como si realmente le importara todo lo que Niels estaba diciendo.
Niels le regaló una sonrisa de oreja a oreja—Duerme, mi hermano y yo encontraremos al infiltrado
Dicho esto Niels se fue dando un pequeño saludo con la mano e Isabelle se quedó dentro de la habitación esperanzada por su plan. Oyó el pequeño click de la puerta al cerrarse e inmediatamente saltó de la cama, sintió el frío del piso colarse por su espina dorsal llevaba los pies descalzos, Isabelle miró a su alrededor frenéticamente en busca de sus Nike pero no las encontró por ningún lado, con renuncia y sin tiempo que perder fue hacia el enorme armario y encontró unas zapatillas muy parecidas a las suyas con una nota que leyó sin prestarle mucha atención:
Tus zapatillas no pudieron salvarse del fuego, acepta estas, son lo más parecido que encontré en el mercado, Niels.
Tal vez en otro momento o en otras circunstancias el gesto de Niels le hubiese parecido tierno. Pero no estaba en otro momento ni en otras circunstancias. Tiro la nota al piso, se puso las zapatillas y encaró hacia la puerta.
¿Cómo carajo terminé en esta situación?, pensó con desesperación.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro