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Cap. 3 Como doctor entre nutrias

~~~Flashback/Skip Time~~~
***Narra XX***
---Cambio de escena---

Como doctor entre nutrias

UNITY siglas de la United Nations Intelligence Taskforce Yellowish (Grupo de trabajo de inteligencia de las Naciones Unidas Amarillento), aunque comenzó como una organización meramente militar y con el objetivo de eliminar amenazas paranormales, con el tiempo se ha convertido en una institución enfocada en el desarrollo científico y el estudio de los fenómenos que antes solo buscaba destruir.

O bueno, esa es la historia oficial, incluso para los más altos cargos.

La realidad es que cuando ciertos gobiernos se enteraron de la existencia de ciertos individuos y de su particular firma de energía (chakra), intentaron armar una unidad de ataque al estilo Hulkbuster con el objetivo de capturarlos o destruirlos.

Solo para darse cuenta de que lo que hicieron fue casi como darle una bofetada a un oso y luego darse la vuelta creyendo que este no hará nada al respecto. Y aunque hubo algunos idiotas que sugirieron mandar todo al demonio lanzándoles su respectivo arsenal nuclear, afortunadamente para el mundo no los dejaron.

En resumidas cuentas, se abrió el dialogo y estos individuos acordaron no tomar represalias contra nadie y aceptaron colaborar con las naciones unidas bajo ciertas condiciones:

1) Nadie les diría que hacer.

2) No usarían nada de lo que hicieran o descubrieran para alguna de sus estúpidas guerras.

3) Uno de ellos sería quien le diera nombre a la organización

Ahora mismo la sede central de UNITY se esconde debajo de una simple tienda departamental en el centro de Londres, Reino Unido, fachada en la cual se puede ver a una mujer luchando por mitigar su mirgraña, producto de la frustración que siente en ese momento.

- Ya llevamos 1 hr de retraso – se quejaba Kathe pellizcándose el puente de la nariz – ¿es que acaso piensan quedarse ahí todo el día?

- Oye, fuiste tu la que quiso pasar a comprar "ropa adecuada" como si fuéramos mocosos yendo a su 1er día de escuela – respondió Varuna acostado en una cama mientras leía un manga de un tipo que se enamora de su vecina – él no te merecía Ochiai-san, tu eres un amor.

- No pretendía ofenderlos ¿bien? – se disculpó la castaña – solo, solo creo que, si van a retomar sus cargos de la nada, a la gente se les hará menos raro si los ven como profesionales competentes y no como bichos raros.

- ¿Qué intentas decir Kathe? – preguntó Ashura recostada en una silla de masajes de lo más tranquila, solo que con el detalle de estar bebiendo con un popote de una botella deportiva acomodada entre su generoso busto.

- Por favor dime que eso no es alcohol – pidió la mujer antes de fijarse mejor en su compañera – no, más importante, ¿dónde demonios está la camisa que te presté?
¿Y a donde se fue Indra?

- Tu camisa me apretaba demasiado, no te acomplejes, y creo que vi una de esas heladerías que sirven bolitas de helado, así que probablemente esté ahí – explicó la pelirroja haciendo enojar a Kathe por 2 razones diferentes.

- ¿Me llamaban? – preguntó un recién llegado Indra comiendo de un envase lleno de bolitas de distintos colores – lo siento hermana, no tenían helado con ron, te traje de vainilla, Varuna, tu paleta.

- ¿Y yo? quiero decir, no tenemos tiempo – preguntó la castaña antes de corregirse con vergüenza – ¿podrían por favor levantarse, vestirse y pasar al registro?
Al menos aparenten un poco para las personas que visitan la tienda.

- ¿Aparentar que Kathe? – preguntó Ashura exasperada – ¿en serio creíste que no sentiría como vaciaban el lugar y lo llenaban de soldados antes de que llegáramos?
Mi rango sensor abarca todo el hemisferio si llego a estar sobria.

- No se trata de... espera, ¿qué? – iba a discutir la castaña hasta que proceso lo que dijo la pelirroja – ¿cómo que soldados?

- Ay no – suspiro con fastidio Indra – si no fuiste tú, entonces estamos haciendo un "Duro de matar".

- ¿La película? – preguntó Kathe cuando comenzó a sonar su teléfono - ¿papá? ¿qué sucede?

- Eso quisiera saber yo hija – se quejó Stephen al otro lado de la línea con asco – estaba en el ático buscando mis play, eh... unas revistas deportivas, cuando escuché unos ruidos abajo y al revisar solo encontré un montón de cuerpos calcinados, armas y a una bola de fuego azul que corrió hacia la chimenea.

- No, Stephen – negó Ashura con lastima – ¿en serio estas tan desesperado?
Podrías habérmelo dicho, conozco algunas personas con tan bajos estándares que te verían como algo deseable.

- Oye, para la edad que tengo estoy bien conservado – se quejó Stephen indignado.

- ¿Eso es un no? – preguntó la pelirroja.

- ¿Podría ser esta noche? – cuestionó el hombre tragándose su orgullo.

- Déjame hacer unas llamadas y alguien tocará a tu puerta en un par de horas – sonrió la mujer sacando su celular pero deteniéndose antes de encenderlo – eh, tal vez quieras deshacerte del olor a muerto... y de los muertos.

- ¡¿Quieren parar?! – exclamó Kathe molesta – papá te quiero, pero me niego a que dejes entrar a una mujerzuela a mi casa.
¿Y qué diablos hay en mi casa que puede matar a lo que parecen ser unidades de asalto sin mucho problema?

- Ok, en primer lugar, no iba a mandarle una de esas a Stephen – declaró Ashura sintiéndose insultada – y en segundo, solo es Tabi, ella y los demás están en su dimensión de bolsillo, pero les dejé unas pequeñas puertas hacia tu casa y otros sitios para que los cuidaran en caso de emergencias.

- ¿Tabi, los demás? – preguntó Kathe confundida – ¿por qué tú?

- Creo que deberías apurarte Kathe – señaló a la puerta Varuna quien no se había movido de su lugar – sea lo que sea que sucede, ya empezó.

Y si, mirando por el escaparate, la castaña se dio cuenta de cómo las demás tiendas comenzaban a cerrarse mientras soldados se posicionaban en distintos puntos.

- ¿Qué diablos? – cuestionó Kathe desenfundando su arma mientras se cubría detrás de un armario.

- Te lo dije Kathe – llamó Indra con indiferencia al hecho de que había miras laser apuntando a su pecho – como en "Duro de matar".

- Se está cortando la señal, ¡Papá! – exclamó la mujer con preocupación.

- Tranquila cielo estaré bien, tú encárgate de lo tuyo – respondió Stephen con calma – yo debo buscar la lejía y algo de aromatizante.

- ¡¿Sigues con eso?! – exclamó furiosa la castaña gritándole al teléfono.

- Tienes como 2 horas Stephen – llamó Ashura que acababa de colgar su propia llamada – la amiga que llamé vive como a 3, pero le atrajo mucho el hecho de que estés lisiado, no te preocupes, no es nada raro.

- Bueno, diviértete cariño – se despidió Stephen ignorando los gritos de su hija – si no contesto es que estoy muerto o conociendo a la amiga de Ashura, de cualquier forma lo sabrás cuando llegues... BYE!

- ¡Maldita sea papá! ¡Más te vale que no! – gritaba Kathe antes de que la llamada se cortara - ¡Caraj! *Boom*

La ira de Kathe se tuvo que guardar para otro momento cuando comenzaron a escucharse explosiones en distintos lugares del complejo.

Viendo hacia afuera, la castaña se preocupó al ver como las tropas comenzaban a avanzar, rodeando la tienda donde se encontraban desde todos los ángulos.

- ¿No van a hacer algo? – preguntó la mujer viendo como los hermanos se acomodaban en sus lugares.

- ¿No dijiste que querías que pareciéramos personas normales? – dijo Indra con sarcasmo.

- ¡Una persona normal no se quedaría así sentada! – gritó Kathe cuando las puertas se abrieron, mostrando a un hombre que era escoltado por los soldados - ¿¡Tú?!

- Hola Katheline – saludo de forma condescendiente el hombre – veo que era cierto lo que escuché... trajiste a los jóvenes jefes contigo.

- 'Sup Men – saludó Varuna con acento extranjero antes de que le apuntaran a la cabeza con un arma – hey, what a hell?

- ¿En serio? ¿Un americano? – preguntó el hombre – ¿no han hecho lo suficiente con sus pequeñas campañas en el medio oriente?
¿Y que hay con la modelo alcohólica? – señalando a Ashura – ¿van a reabrir el departamento de relaciones internacionales? supongo que hasta ese enano regordete de Zim Long podría dar su mano a torcer si la ve.

- Amigo, si no estuviera súper relajada en este momento, créeme cuando te digo que estarías escupiendo tus dientes ahora mismo – señaló Ashura acostada en el sillón de masajes – si adelante, apúntenme, seguro que eso los mantendrá seguros.

- ¿Qué es lo que pretendes con esto Maxwell? – exigió Kathe apuntándole al hombre sin importarle cuando las armas se desviaron hacia ella – tanto te quejas de los americanos y básicamente estas   copiando una de sus películas más famosas.

- Por favor, esa obra basura está sobre valorada – respondió este ignorando la mueca indignada que le lanzó Indra – no, esto es una simple toma de posesión.
Cuando Morland me comentó que habría un cambio en los jefes de departamento pensé que estaba jugando, pero cuando me mostró los expedientes no pude sino preguntarme si se había vuelto loco. 

En ese momento, chasqueó los dedos y otras 3 figuras se hicieron presentes; un joven de cabellera negra desordenada, gruesos lentes de botella y bata de laboratorio, una mujer de cabello corto, abrigo negro con cuello alto, guantes sin dedos y expresión desinteresada, además de un hombre algo mayor (50 años al menos) con la cara llena de cicatrices, un ojo cerrado por una gran rajada, vestimenta militar y complexión fornida.

- Yo mismo seleccioné a los candidatos perfectos para dirigir esos departamentos y llevar a UNITY a su máximo potencial – declaró orgulloso como comparando a sus elecciones con los hermanos – mientras que Morland pareciera que simplemente tomó a los primeros mocosos recién graduados que pudo encontrar.

- ¿Y qué harás? ¿matarnos? – preguntó Kathe incrédula – aun si no estuviéramos justo encima de la sede central, ¿como funcionaría eso?

- ¿Que no te lo dije? – sonrió Maxwell con suficiencia – cuando digo que esto es una toma, no es porque esté a punto de iniciar una pelea... es porque ya gané.
En estos momentos tanto Morland como tu papi deben estar bajo la custodia de mis hombres, el resto de directivos o está conmigo o está bajo mi control, esto es solo un extra, quería ver la expresión de tu rostro cuando...

- Ok, ya terminé – interrumpió Varuna tirando su palito de paleta – ¿Ashura?

- ¿Qué están? – iba a reclamar Maxwell , pero se encontró incapaz de moverse al igual que el resto de sus soldados, siendo Kathe la única en notar como la sombra de Varuna se había extendido y dividido hasta conectarse con todos ellos.

- Puedo sentir miedo en la chica y el cuatro ojos, los tiene amenazados – declaró la pelirroja aun sin levantarse – los soldados son básicamente Stormtroopers tienen exactamente la misma firma de energía.
Además no siento ninguna emoción viniendo de ellos, me recuerdan un poco a los lacayos de la vieja momia.

- Ugh, no me lo recuerdes – frunció el ceño Indra mientras hacía medio sello del carnero – como odié a ese maldito lisiado.
Magen: Kokoni Arazu no jutsu (Ilusión demoniaca: Técnica de falsos alrededores)

A los ojos de Kathe, lo siguiente que pasó fue que todos los soldados a la vista se apuntaron entre ellos antes de dispararse, quedando la mayoría muertos y solo unos pocos en el suelo desangrándose.

Fue algo aterrador, la simpleza y casi completa indiferencia con la que actuaron los hermanos, interviniendo solo cuando ellos así lo quisieron.

En ese momento, la castaña recordó las palabras de su padre.

- ("... lo más que puedes esperar es que de paso te ayuden con lo que necesitas y sigan en lo suyo") – recordó perdiéndose de la confusión plasmada en los rasgos de Maxwell mientras que sus "candidatos" se dividían entre la sorpresa, la alerta y el miedo.

- ¿Qué hay del anciano? – preguntó Varuna mirando al hombre que apretaba los dientes, seguramente tratando con toda su fuerza de liberarse.

- Sintió lastima cuando nos vio – explicó Ashura con calma – ni prepotencia, ni placer.
Debe ser un pobre viejo acabado que cree en eso de "por un bien mayor".

- ¿Cuál es tu punto? – preguntó Indra sacando su libro.

- Que decidan ustedes – respondió la pelirroja fastidiada – ya están grandecitos para tomar sus propias decisiones.

- Entonces deja que Kathe se encargue – desestimó Indra recostándose en un sillón – ya se lo dejamos listo, que ella lo termine de resolver.

- Gracias chicos... supongo – respondió la castaña susurrando lo último mientras se acercaba a Maxwell y su sequito aun inmóviles – se acabó Maxwell.

- Es lo que tú crees Katheline – sonrió con suficiencia el hombre – no sé qué clase de fenómenos trajiste, pero todavía tengo a tu papá, y si quieres recuperarlo será mejor que...

- *Hola cariño, ¿todo bien?* - sonó la voz de Stephen por el altavoz del celular de Kathe – todo bien papá, solo revisando.
*Está bien, si tanto te molesta, me veré con la amiga de Ashura en otro lado, de todas formas esta maldita sangre no sale y el olor a quemado no ayuda*

- Usa limón con bicarbonato Stephen – sugirió Ashura.

- ¡Como sea! – interrumpió Kahte – papá, ¿de casualidad has hablado con Morland?
*Si, de hecho me acaba de llamar, dice que su entrada está llena de arena y manchas de sangre, ¿ya sabes qué ocurre?*

- Imposible – se desinfló Maxwell confuso – envíe equipos especiales de clase 1.

- Alguien tendrá que limpiar la caja de arena de Shukaku – declaró Ashura con una sonrisa - *badum tss*

- Ha ha, casi me desmayo por esa increíble broma – respondió Varuna con sarcasmo – si fueras streamer seguro que tus seguidores verían tus videos por eso y no por tu trama.

- ¿Cuánto crees que ganaríamos si le abriéramos un only? – preguntó Indra poniendo sus dedos en su mentón.

- Jodanse, los dos – les pinto el dedo su hermana – al menos yo tengo sentido del humor.

Mientras los hermanos seguían discutiendo, Kathe ya había esposado a Maxwell y al otro hombre que lo acompañaba.

- Nunca pudiste aceptarlo, ¿verdad Max? – preguntó Kathe con decepción.

- ¿Qué hay que aceptar? – regresó la pregunta Maxwell con molestia – UNITY está condenado a la ruina, el Nepotismo y su indiferencia a los verdaderos problemas del mundo terminarán por condenarnos a todos.
Mientras que tipos como yo nos convertimos en reliquias que son desechadas, mocosos como tú juegan a ser lideres y obligan a la gente a tomarle importancia a sus pequeñas luchas sociales.

- Hay una cosa en la que tienes razón Max – asintió Kathe mirándolo con seriedad – te volviste una reliquia, no porque ya no te necesitaran, sino porque te negaste a avanzar y preferiste quedarte estancado, todavía crees que las cosas se pueden resolver a la fuerza.
No se trata de generar consciencia, se trata de ser inteligentes.
Una protesta no evangelizará a un dictador, pero tampoco lo hará el asaltar su capital con fuerzas armadas.

- Funcionará, si el maldito se da cuenta de que su poder no es nada comparado con el de su enemigo – insistió Maxwell con terquedad – se doblegará en cuanto sepa su lugar.

- O atacará con todo como animal acorralado – rebatió Kathe negando exasperada – sobre todo si en lugar de garras tiene un arsenal nuclear.

- Si te ataca es que no le has infundido el miedo suficiente – sonrió Maxwell con aires de superioridad – todo lo que se necesita es una buena demostración de poder... que entiendan lo que les sucederá si te desafían.

- ("Esto es lo que sucede cuando desafían a los Ōtsutsuki") – volvió a recordar Kathe su sueño – nadie debería tener esa clase de poder... mucho menos alguien asi – respondió mirando a Max, pero también pasando su vista por los hermanos, quienes ahora peleaban como niños.

Y sin querer hablar más del tema, Kathe se apartó para llamar a la central y ponerse al tanto de lo sucedido.

~~~Un par de horas después~~~

- Disfruta de tu pequeña victoria Kathe – declaró Max mientras era escoltado por guardias oficiales de UNITY – cuando tengas problemas que requieran de mano firme, ya sabes dónde encontrarme.

- Lo sabemos – respondió Indra burlón – tal vez entonces puedas presentarnos a tu novio, se nota que vas a ser popular.

Ignorando las risas de los hermanos, Kathe se volvió hacia el soldado a su lado, recibiendo un archivo con los detalles de lo ocurrido, en términos generales no hubo muchos daños.

Aparentemente el plan de Maxwell era usar a su padre como chantaje para obligarla a hacer pasar a sus candidatos como la selección de Morland, mientras que la junta directiva escondía los más posible su desaparición hasta poder fingir su muerte y culminar con su nombramiento como CEO.

Hacía falta investigar y arrestar a los involucrados, Maxwell se negó a dar nombres y los responsables de encubrir el "atentado" en la plaza eran meros peones que ya estaban bajo custodia, pero que no sabían quien les dio la orden.

- Este, señorita Kathe, señora, eh... – tartamudeaba el joven de bata con miedo desde su asiento esposado junto a la chica – qué, ¿qué pasará con nosotros?

- ¿Pues que más? – le respondió su compañera como si fuera obvio – iremos al hoyo también, pero ya que no somos tan importantes supongo que nos enviarán a uno menos elegante que al maldito gordo.

- En realidad ustedes todavía están bajo investigación – reveló Kathe acercándose – si resulta que en verdad estaban siendo coaccionados tendrán la opción de irse con una advertencia... o...

- ¿O...? - preguntó la chica levantando una ceja.

- O se quedan y pasan un periodo de prueba para unirse a UNITY – ofreció la castaña – si Maxwell los eligió debe ser porque en verdad son buenos en lo que hacen.

- ¿En serio crees que me quedaré luego de lo que hizo ese maldito? – preguntó la chica con enojo – ni siquiera tengo un lugar al que volver, ¡y todo por su culpa!
Prefiero largarme y vivir en calle que unirme a tu asquerosa organización.

- Y-yo tampoco tengo nada – se metió depresivo el chico – no-no tenía mucho en primer lugar pero... no creo que pueda regresar luego de lo sucedido.

- ¿Qué les hizo? – preguntó Kathe con lastima.

- ¿Importa? – respondió la chica encogiéndose de hombros.

- A mi no, pero supongo que a ti si – respondió una voz cerca de ellos, se trataba de Indra – la verdadera pregunta es... ¿vas a dejarlo ganar?

- ¿De qué hablas? – preguntó la chica confusa.

- ¿Que si planeas dejarlo ganar? – repitió Indra acercándose – ese bastardo te quito todo, clavó sus garras sobre ti y te utilizó.
¿Y me estas diciendo que piensas simplemente dejarlo así y largarte?

- ¡¿Qué vas a saber tu?! – gruñó la chica, pero se calló al ver como la mirada de Indra se helaba y daba una pequeña sonrisa.

- Créeme niña, sé mucho de eso – respondió Indra divertido – y por eso sé de lo que hablo cuando te digo que la gente que dice que debes olvidar, aceptar, perdonar, superar y toda esa basura espiritual no sabe ni una mierda de lo que habla.

- ¿Entonces que debería hacer? – preguntó la chica algo intimidada por el pelinegro.

- Levántate, sacúdete el polvo, límpiate las heridas... y hazlo pagar – enumeró Indra levantando los dedos antes de formar un puño – no te rebajes a su nivel utilizando a otros para lograrlo, ve y hazlo por ti misma.

- ¿Entonces dices que lo maté? – preguntó la chica tentativamente.

- ¿Eso lo hará pagar? – cuestionó Indra – si crees que eso es suficiente para lo que te hizo, adelante...
No me preguntes a mí, pregúntate a ti misma, ¿qué es lo que quieres?

Y sin decir otra palabra, Indra se fue dejando a la chica pensativa, al mismo tiempo que Kathe se palmeaba la frente exasperada.

- (La primera que vez que, de hecho, se interesa en algo y solo es para tratar de convertirla en la vengadora anónima) – pensó con cansancio la castaña – por ahora quédense aquí hasta que los trasladen, si necesitan algo pídanlo, son sospechosos, no prisioneros.

Dejando eso de lado, Kathe vio a los hermanos comenzar a hablar con unos soldados, en realidad parecía que eran capaces de socializar como personas normales, pero al ver a los soldados asentir y retirarse no tuvo que pensar mucho para saber que solo estaban haciendo un pedido.

- Déjalos ser Kathe... - se repitió a sí misma tratando de calmarse – bueno, pasará un rato antes de que podamos entrar, así que bien podría ir a probar suerte – se enderezó sacando la llave que le dejó su abuelo, había un par de lugares en los que pensó que servirían y uno estaba justamente aquí.

- Directora Carton – se acercó otro soldado – ¿deberíamos llevarlos a revisión? – señalando a los hermanos – creo que podrían seguir en shock.

- No te preocupes, ellos están bien – descartó Kathe guardando la llave – llévenlos al área de comidas y reactiven la señal wifi, digales que me esperen.

- Si señora – asintió el soldado retirándose mientras Kathe se daba la vuelta y comenzaba a caminar.

- (De verdad espero que esto no sea una broma abuelo) – pensó Kathe molesta.

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