Capítulo VI: Xiana I
Recorrer los pasillos de la organización al amanecer es mi parte favorita del día. La luz del sol ilumina la estancia y los pasillos reflejan sombras llamativas. Me estiro al avanzar, tratando de descomprimir mi espalda molida por haberme encorvado en la biblioteca toda la noche en busca de una respuesta que no pude encontrar. Añoro los paseos diarios en el bosque de Beamard y las expediciones familiares durante los primeros días del año en la academia de los sabios, dedicados a reconectar con la naturaleza y a cultivar el interior. Por otro lado, en este lugar he pasado los últimos tres días agotando mi energía entre estos muros, empeñada en encontrar una pista que explique por qué la magia oscura está volviendo, por qué el equilibrio se está rompiendo y qué vamos a hacer para evitarlo. Es agotador.
La sala de reuniones está más bulliciosa que de costumbre cuando entro. Jarek sostiene un rollo de papel por sobre su cabeza mientras Mallorie lo amenaza con una daga. Él nota mi presencia antes que ella, consecuencia de nuestro vínculo de protectores y sonríe abiertamente como si eso fuera suficiente para disculparse. Arqueo una ceja en respuesta y extiendo la mano al pasar por su lado. Jarek deja el papiro en ella y ambos se quedan atrás mientras avanzo hacia la ventana.
Alzo el papel a contraluz y analizo el sello en silencio. Es de cera roja y posee un escudo familiar amorfo. Se produce un ligero “plop” a la vez que extiendo el rollo de papel en mi mano. El color rojizo es típico de la biblioteca de Radhakaan y posee un sello de tinta en la parte superior que indica la palabra “confidencial”, lo cual indica que no cualquiera pudo haberlo robado o bien que de haberlo hecho, traerlo aquí fue intencionado.
—¿Estuviste en Radhakaan? —Lorie cuestiona entre susurros y Jarek se ríe mientras analizo la letra, pero para mi sorpresa, es fácil, el idioma es Balaní. Es extraño, Radhakaan es precisamente uno de los reinos que se niegan a aceptar la mezcla de las lenguas. Esto fue deliberado. Aunque hubieran tenido suficiente tiempo para robarlo, transcribirlo no es algo que podría haber hecho cualquiera. Sé por experiencia que transcribir un texto antiguo de su idioma original al moderno es un dolor de cabeza y no me imagino hacerlo en una lengua extranjera.
Cuenta una leyenda Kaal que en épocas antiguas, previas a la concepción misma del tiempo, existieron seres con poderes inimaginables que habitaban estáticos en el vasto universo. Estos seres se movían al ritmo de los mundos, entrelazando sus destinos con la danza primordial de la existencia. Fue esta misma danza la que forjó un vínculo tan profundo entre dos de ellos que les llevó a desafiar las leyes fundamentales del cosmos, empujándolos a resistir el flujo natural de la energía cósmica para permanecer juntos.
Los demás seres ordenaron su separación e incluso aunque el universo mismo había aceptado su movimiento como parte de su esencia, uno de los seres más solitarios, celoso de ellos, ascendió desde su lugar en el cosmos y con un único movimiento alteró el equilibrio universal provocando que el caos comenzara a devorarlo todo. Las voces de los seres clamaron venganza contra los amantes en el principio del fin, mientras estos se arrojaban unidos al corazón de la creación antes de que todos los seres fueran atraídos por una fuerza irresistible, cada uno convirtiéndose en un componente del nuevo universo que surgió de la destrucción.
Algunos seres perdieron su consciencia, mientras que otros conservan su esencia, infundiéndola en elementos naturales, tales como planetas, asteroides, cometas, estrellas y lo que forma parte de ellos. Se cree que el ser envidioso se convirtió en la oscuridad que une el universo mientras que los amantes fueron condenados a convertirse en el Sol y la Luna, atados a una eterna persecución que solo les permite reunirse en raros momentos y rozar la libertad a través de sus manifestaciones en el mundo moderno, donde son adorados como dioses, asignándoles roles primordiales en el esquema del universo.
Fragmento del texto: Origen de los dioses,
proveniente de la biblioteca real de Radhakaan.
—Lo encontraron está mañana en la reja de la entrada —echo la cabeza hacia atrás para mirarlos cuando Jarek recarga el codo sobre mi hombro, ni siquiera noté cuando llegaron a mi lado—, ¿crees que es confiable?
—Recuerda lo que dijo Nerón, cualquier información es importante —Lorie me roba las palabras y suspiro por paciencia mientras Jarek hace un pequeño gesto que indica que está loca.
—Krølleinne, ¿puedes decirle a la pelirroja que Nerón solo está consciente del uno porciento de lo que dice? —intenta incluirme, con ese apodo absurdo que me puso en su idioma natal cuando nos conocimos, pero el rumbo de mis pensamientos va hacia otro lado. Aunque los maestros siempre han dicho que nuestro poder viene de la Diosa Luna, ¿por qué involucrar un origen tan lejano? El nacimiento de nuestros dioses ha sido tomado por siglos y modificado según las creencias de cada uno de los siete reinos. Algunos les han brindado nombres y otros lo atribuimos a elementos.
Zephir se enfoca en la guerra y sus dioses hacen lo mismo. En Kuatlán y Balam creemos más en la relación con la naturaleza y en enlazarnos con ella, lo mismo pasa con Nerissa y el mar e incluso en Canek con la luna, aunque con ellos las deidades no pasan a segundo plano. Sin embargo, diría que solo Valjort y Radhakaan los toman tan en serio. En la academia de los sabios una vez estudiamos el templo de los dioses de Radhakaan y descubrimos que las estatuas sobrepasan los cinco metros de altura y son modificadas cada cierto tiempo representando la contemporaneidad de las creencias de su pueblo.
—No sé cómo, pero han notado los cambios en la energía. Miren esto —hablo atropelladamente mientras camino hasta que extiendo el papel al centro de la mesa de reuniones. Sobre el papel se identifican varios gráficos antiguos bajo el texto. Se nota que los han dibujado con dedicación añadiendo una breve descripción. Es un esquema de los elementos de la energía según las creencias de los Kanes de Radhakaan.
—¿Elementos? Nunca oí hablar de ello —Lorie se inclina sobre la mesa e inspecciona los símbolos.
—Son resguardados por los sabios. Se dice que los flujos de energía son delicados y que solo los hijos de los astros son capaces de dominarlos.
—Joder, ¿ahora somos hijos de los astros? —me echo hacia atras, alarmada, ante la voz de Jarek.
—No —niego rotundamente—, es imposible. La energia es caprichosa, pero…
—Xiana, relajate, no balbucees, tranquila. Lo tienes, solo debes descifrarlo. Respira —Lorie me toma por los antebrazos y sus ojos verdes me atraviesan. Ésta es la adrenalina de tres días sin dormir absolutamente nada, buscando una pista que ha venido de la nada y que bien podría estar equivocada, pero si es verdad… No, si los hijos de los astros son verdad, las leyendas que se cantan en los puertos de Nerissa también lo serán y entonces el equilibrio definitivamente se romperá. Tomo asiento con una respiración profunda y cierro mis ojos a la vez que trato de ordenar mis pensamientos.
—Cuando estaba en la asociación, tenía un compañero llamado Zadkiel que estaba obsesionado con el tema de los hijos de los astros —recito en voz alta toda la información que tengo, la mayoría de voz de Zabkiel mientras recorriamos el bosque al alba—. Los hijos de los astros han sido narrados en leyendas, historias y cuentos a la fogata durante siglos. Los astros son principalmente cosas que habitan el cielo, aunque actualmente se usa más para referirse a estrellas, planetas, cometas y todo eso.
»Se cuenta que los dioses en el pasado fueron astros y que tras la creación del mundo, se unieron a nosotros. Se cree que algunos aún viven de forma consciente en los elementos. De allí nace la teoría de Radhakaan —abro los ojos y señalo el papiro antes de volver a la oscuridad y al tema—. Los elementos principales aceptados por los sabios son los cuatro elementos de la naturaleza: aire, agua, tierra y fuego. Pero tenemos cinco dioses, los cuales siguen en principio los elementos: sol, luna, tierra, cielo e inframundo. A medida que ha pasado el tiempo, los lectores de estrellas de Nerissa interpretaron 4 elementos más, por lo que dejaron de ser cuatro y se convirtieron en ocho: cielo, lago, fuego, trueno, viento, agua, montaña y tierra. Se cree que los primeros responden a energías positivas y los últimos a cargas negativas.
Abro los ojos y observo los símbolos de cada uno de los elementos en el círculo. Son precisamente los mismos y al centro, al contrario de todos los esquemas que había visto, hay un lobo.
—¿Y qué significado tiene el lobo? —Jarek, tan perspicaz como siempre, parece leerme la mente.
—Bueno, no lo sé —vascilo a la vez que paso la yema de los dedos por sobre los trazos. La caligrafía es preciosa—, creo que se debe a los animales de los dioses. Cada uno de ellos responde a un animal protector o algo así, una vez vi un guerrero de Nerissa en un torneo con un escudo de una serpiente. El de la diosa Luna es el lobo, así que cuadra con lo que tenemos.
—Entonces, si esto es cierto, no hay ni uno ni dos, sino ocho criaturas transformadas en lobos por allí que tienen acceso a un poder que ni siquiera nosotros conocemos —es Jarek quien le pone voz a la duda de todos. Intercambio miradas con Lorie y ambas asentimos. Ella sonríe con calidez y siento que el corazón me revolotea el pecho. Jarek murmura algo y sale de la sala. Estoy muy ocupada en la mirada de Lorie como para escucharlo.
—Te dije que lo tenías, Xia, solo tenías que procesarlo —Una sonrisa termina conquistando mi rostro y la abrazo. Ella siempre sabe cómo hacerme sentir mejor.
—Escuché que tienen algo —Es la maestra Iskra quién entra primero tras unos veinte minutos. Jarek está tras ella y revira los ojos mientras Nerón pasa a su lado y se sienta en la silla principal de la mesa.
—Aún no sabemos por qué Iskandar ha tenido acceso a magia oscura, pero creemos que eso activo alguna clase de poder de los dioses y en sus… —me cuesta un poco decirlo—, hijos.
—Explícate —exige Nerón, con esa voz de conquistador. Llevo las manos a mi regazo y bajo la mirada mientras ordeno la información que tengo.
—Hay una leyenda de Nerthus en Valjort que se canta en Nerissa y que cuenta que un rey asesinó a sus siete hermanos y se dejó llevar por la codicia debido a la deidad oscura, lo cual hizo que su sed de poder ascendiera hasta asesinar a miles de hombres consagrados a la diosa luna para robar su magia. Se cree que a consecuencia de eso los dioses eligieron a los lobos como su bestia predilecta y se cree que cuando el mundo corra peligro en manos de fuerzas oscuras los hijos de los astros serán elegidos por los dioses, brindándoles dominio de elementos naturales mediante energía y la conexión con la naturaleza mediante la transformación en éstas criaturas.
La maestra Iskra asiente ante la explicación, satisfecha. Nerón no luce complacido pero se acerca hacia el mueble al costado y libera un tubo con el mapa de los siete reinos en la mesa. Lo extiende torpemente e Iskra parece leerle el pensamiento porque va por las figuras representativas de cada uno en la mesa. Por ahora, aunque comerciamos con información, nadie más sabe sobre la magia ni las conexiones, así que estamos solos en esto.
—Tendrán que dividirse —indica Nerón mientras inspecciona el mapa—, siete reinos son demasiado. Como saben, Iskra y yo debemos permanecer aquí y dirigir la organización, así que será tarea de ustedes encontrar a sus hermanos.
Me abstengo de negar la información y miro a Jarek, quien luce entusiasmado. No se parece en nada al de ayer que bebía alcohol barato en el alféizar de mi ventanal que da hacia el reino.
—Pido el viaje hacia Nerissa —levanta la mano y apunta hacia la maestra Iskra. Ella enarca una ceja, pero lo permite y pone su figura de madera sobre el Este del mapa.
—Cadete Leirion —Nerón se dirige a Lorie y ella se endereza en su asiento. Lo respeta mucho—. Quiero que use su poder y rastree las fuentes de la energía oscura que encuentre. Sé que tal vez sea difícil, pero no tenga miedo de desviarse si debe hacerlo para encontrar más información del tema. Mantenga los ojos abiertos, no sabemos si hay un hijo de los astros al lado de Iskandar, debemos tener cuidado —gira hacia nosotros—, sin embargo, sea cual sea el caso, todos tienen prohibido ir a Valjort. Ya dije que nos alejaríamos de Iskandar, y lo haremos de su territorio. Necesitamos asegurarnos de unir a los elegidos antes de dar el siguiente paso.
Hago un gesto con la cabeza de aprobación e Iskra toma las demás figuras.
—Bien, ya que todo está dicho. Usaremos Hadar de punto de reunión. Está suficiente cerca de Xylia por si necesitan ayuda y lo suficientemente lejos como para despistar a quienes traten de vincular los movimientos con muestra asociación.
—Con todo respeto, señor —Iskra lo interumpe, señalando el sur en el mapa. Radhakaan es el segundo reino más grande después de Valjort—, creo que también debemos eliminar Radhakaan. El papiro llegó de allí, me temo que haya una emboscada. Creo que sería mejor reunirse en un punto hacia el centro y luego acordar el siguiente movimiento.
Nerón se toma unos segundos en analizar la situación, pero finalmente asiente a modo de aprobación. Casi respiro de nuevo. Me da la impresión que ir a Radhakaan sería incluso más peligroso que viajar a Valjort ahora mismo.
—Entonces, dicto las tareas: todos los cadetes especiales viajarán en busca de los hijos de los astros. El cadete Jarek Arlen viajará hacia el Este, en Nerissa. La cadete Xiana Kendry hacia el Norte, sin llegar a Valjort, limitándose al viaje por Balam y en la búsqueda en Zephir. Tomará tiempo por la naturaleza del terreno, asegurate de llevar un buen caballo —aconseja, levantando la vista del mapa y volviendo a él a la vez que asiento en acuerdo—. Finalmente, la cadete Mallorie Leirion irá hacia el Oeste, tomará el reino de Kuatlán. El bosque de Beamard oculta mucha energía, la última vez, allí fue donde nació y no sería mala idea revisar. ¿Queda claro?
—Sí, maestra —respondemos al unísono.
•|•|•|•|•| ANEXO: ILUSTRACIÓN•|•|•|•|•|•|
~Diamante_52
Viernes 27 de diciembre de 2024
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