Capítulo 5 Katsuki
Esto es... ridículo.
-Por que necesito un maldito guardia?- pregunte al borde del estrés.
-Creo que se te informo, pero de nuevo, seré como un guía y un mediador si necesitas algo, solo Betas pueden atenderte y hasta que te cases con Izuku, tu estatus aquí es bajo- me contesto el pelirrojo cabello de mierda.
-Creí que por ser su hogar no habría restricciones- volví a reclamar.
-Todos aquí servimos a Roma, no solo a Izuku, pero nuestros intereses están inclinados a él, por lo tanto le tenemos lealtad a él y de nuevo, no a ti.
-Estoy a punto de golpearte y no es por lealtad a nadie.
-Tranquilo amigo- levanto las manos- solo estoy contestando tus preguntas.
-Respondiendo como un imbécil!- grite.
-Me llamo Kirishima y no, estoy seguro de que te he contestado con educación.
-Si... si... todo lo hago por Roma, soy un perro faldero por Roma, me pondría de rodillas por Roma, ¿Qué ha hecho Roma por ti?
-Hogar, prestigio, comida...
-Eso lo hiciste tu por tu propia mano, yo mismo me he ganado mi lugar en este lugar y solo he peleado por mi vida, acaso no por eso estoy aquí?
-Estas aquí por Izuku
-No pedí estar aquí, me compraron y tampoco él me quiso particularmente, necesitaba ser criado y solo le serviré para eso, para ponerle un hijo en el vientre y seré desechado de nuevo.
-No es así, te convertirá en...
-Un emperador! Es ridículo, acaso se escuchan?
-Tu lo aceptaste, debes por lo menos creer un poco.
-Creer en eso es como aun pedir a los Dioses misericordia- me derrumbe en la fuente que adornaba esa ostentosa villa.
-Cree en Izuku, o por lo menos espera a que sus planes se cumplan. A muchos de nosotros nos ha dado trabajo y ayudado a sostener puestos.
-Eso es nepotismo o uso de poder, pero da igual, no es que pueda hacer algo diferente, me han quitado la opción de ganar mi propia libertad.
-Eres un fatalista, acaso no te gusta estar nueva vida de paz?
-Si? No sé en que mundo vives, pero cuando me pongan en ese trono, no creo que todos lo acepten de buena gana.
-Y tu eres un poco ingenuo si crees que solo atacaremos con política- le resto importancia- seria bueno que si quieres sostener ese puesto que según tú te están regalando y sentenciando, hagas algo para merecerlo.
-Creo que eso es suficiente Kiri...- la voz del omega nos sorprendió a ambos- no puedes cambiar a alguien sin pruebas, menos a este hombre.
-Lo siento Mido... creo que me sobrepase- hizo una reverencia y retrocedió.
Me dio un escalofrío al reconocer el respeto que le tenían a él, no podría decir que no tenía presencia, era instintivo voltear a la mirada a él, pero ganas de bajar la cabeza no existía. Me puse de pie y trate de mantener una postura defensiva.
-Esta bien, hacías tu trabajo- sonrió- puedes retirarte por hoy.
-Como desees.
-No está a mi servicio? No debo ser yo quien lo despida?
-Veo tu enojo hacia él, no necesitas torturarlo por hacer su trabajo.
-Me enoja lo sumiso que es todo aquí.
-Es respeto, cariño.
-Que asco, no me llames así.
-Oh... te pongo nervioso?- invadió mi espacio, estaba a centímetros de mi boca aunque sea más bajo que yo me manejo fácil, hasta que me hizo tropezar y me encerró entre su cuerpo y la pared.
Me sorprendió la agilidad que posee y la sutileza con la que me movió. Talvez esconde más habilidades de las que me contó y de las que sospechaba en un inicio?
-Hay cosas que no me has dicho omega?
-Eso te molesta alpha?- sonrió.
-Me molesta más la burla y tu cara- lo aparte, pero él solo se rio.
-Acaso eres un virgen? El gran alpha y Gladiador del Coliseo, le ponen nervioso las muestras de afecto?
-Cállate- gruñi.
-En serio lo eres?- dejo de bromear.
-He estado sobreviviendo desde niño y luego fui comprado, mi virginidad podía ser vendida al gusto del idiota que me compro, fui útil en el Coliseo, solo estaba esperando a que mi precio aumentará, cosas que hace tu gente.
-Nunca vendería o compraría tu virginidad.
-Técnicamente lo hiciste.
-Compre tu libertad, pedí tu opinión sobre el sexo
-Me amenazaste "cariño"- hice burla- eres igual que ellos.
-No! No es así!- se enojo- yo no... te estoy dando una buena vida, te daré total poder sobre Roma... tendré tus hijos, yo no... no te compre de esa manera.
-Mis opciones son hacer lo que quieres o ser perseguido por Roma, que honor hay en eso?
No hubo respuesta, ni sonrisas burlonas, él de verdad se veía como si su mundo se desmoronara, sus ojos se volvieron llorosos, pero aparto la mirada y se alejo en seguida como si apestara.
-No tomaré nada por la fuerza, no pasaré ni celo contigo si dices que esto es... forzado.
-Ahora quieres ser el bueno de la historia?- gruñi.
-Asumí que estarías enojado, que ganar la libertad por dinero te enojaría por que pudiste hacerlo con tu propia fuerza... pero... planee todo con tiempo, lo pensé y... ofrecí todo lo que podía por que esto funcionara, pero tu... tu solo te aferras a odiarme y se supone que esto sería bueno, que esto funcionaria.
-Lamento no ser lo que querías, ya sabes... somos salvaje y...
-Basta- se quejo- nunca has sido salvaje, eres inteligente y siempre me has gustado- se dejo caer sobre la fuente y bajo la mirada- no eras un imbécil qué presumía sus músculos, cuidabas a tu gente, pensabas en como hacer sobrevivir a la mayoría, como burlarte del emperador y su palco... eras diferente y... bueno, talvez tengas razón y yo sea el que no es diferente.
-Me vigilabas?
-No creo que sea la palabra correcta, pero siempre llamabas mi atención cuando peleabas, mi vista siempre caía en ti, y creo que pensé que te conocía con solo eso- suspiro- me equivoque.
-Claro que si, como me conocerías si solo vez mis peleas? Eso solo es entretenido para ustedes, nosotros nos jugamos la vida.
No hubo respuesta de nuevo, ni siquiera una mirada, ninguna respuesta de su parte y pensé que talvez me había pasado un poco. El que le guste no me da inmunidad y ahora lo había llamado una basura, no creo que sea tan fácil salirme con la mía después de esto.
-Cuando aceptaste el trato, para mi significó todo, pensé que me aceptabas, que yo era una buena opción para estar a tu lado... aunque existía la posibilidad de que ser el emperador fuera tentativo en la oferta, quería creer que yo era parte importante del trato, supongo que me di mucha importancia.
-No quise decir...
-Me agrada que no tengas respeto por mi titulo, que no te doblegues a penas verme y que no tengas miedo a responderme, es divertido y fuera de lo común poder hablar contigo- levanto la mirada y ya no había sonrisas- pero desde tu lado, yo no soy la mejor compañía, ni ahora ni en un futuro.
-No dije nada de eso, yo solo digo que eres igual que...
-Que la gente que odias- me cayó- y si eso es así, no quiero seguir con el trato.
-Que mierda? Ahora te dejaras de mi como algo roto? Ya no te sirvo para tu pequeño juego?
-Te doy tu libertad.
-Disculpa?- mis ganas de pelear desaparecieron.
-No daré el aviso de tu captura si te vas de aquí, si sales de esta villa nadie te interrogara y podrás hacer tu vida sin problemas, eres libre y no me debes nada.
-No no, eso tiene truco.
-Ya te lo dije, no quiero nada de tu parte si es forzado, menos un hijo.
-Si yo me voy... que harás tu?
-Eso ya no es de tu interés, cuando salgas de aquí, nunca nos volveremos a ver, mi vida ya no tendrá nada que ver contigo.
-Yo...- algo no se sentía bien en como termino todo esto. De verdad él no tenía intenciones de que esto fuera obligatorio y solo como él ordenaba?
De verdad él pensó que ofrecerme Roma era una oferta que me haría amar la idea de cooperar? Quizá él de verdad me ofrecía su mundo, sin pensar que no era el mio? Eran buenas sus intenciones...?
-Si necesitas algo, Kirishima te lo podrá dar, si te vas él me comunicada tu partida, no tienes porque buscarme.
-No puedo irme...- algo de nuevo no se sentía bien.
-Si necesitas dinero te lo darán, no sería posible vivir en la capital, pero fuera sería suficiente -me dio la espalda y se fue. No pude replicar más.
Era lo que quería verdad? Es lo correcto, yo no necesito nada de esto...puedo vivir bien, verdad?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro