Taehyung caminaba tranquilamente con una suave sonrisa en su rostro, sus manos en su abrigo holgado y su cabello revoloteando por la brisa que recibía, escuchaba atentamente los sonidos de la naturaleza como el movimiento de las hojas, el sonido de la casa, algunos rugidos de cachorros que correteaban por el bosque y las ramas que crujían debajo de sus pies. Hasta que sintió un empujón en sus piernas y unos quejidos.

-Oh... Disculpe novio de Luna Jungkook – el niño pequeño murmuró masajeando su frente donde se había golpeado, hasta que otra niña corría con rapidez y tapaba su boca con su rostro nerviosos.

- No le digas así – murmuró entre dientes - ¡Buenos días, líder Tae! – Taehyung se agachó hasta quedar a la altura de los dos y los miró sonrientes

- ¿Están practicando como mutar?- los niños asintieron

- ¡Si! Los niños tigres son mucho más rápidos – murmuró el niño pequeño con un puchero

- Oh porfavor, los lobos somos mas fuertes ¿Cierto? – los niños se animaron con pequeños saltos

- ¡Lo somos! Nos tenemos que ir. ¡Adiós líder Tae! – el lobo mayor asintió alzando su brazo y los vio correr entre empujones. Taehyung siguió caminando hasta que el dulce aroma a leche de plátano con un poco de canela hizo a su lobo mover la cola, volviéndose un lobo mimado.

Llegó a la montaña y sonrió al ver a su pareja sentado con su cuerpo relajado, sus piernas estiradas y sus manos sostenían su torso inclinado hacia atrás.

Santa Luna

Su cuerpo sintió aquel cosquilleo cuando observo el perfecto perfil de su chico, era tan bonito, y más ahora que su cabello se había vuelto totalmente gris al igual que sus ojos, ya no volvieron a su iris ni a su color natural; café.

Taehyung se sintió cálido verlo de esa manera, con una suave sonrisa en su rostro.

-Ya no me veas, me voy a gastar – murmuró aun con sus ojos cerrados. Taehyung se acercó tapando un poco la luz del sol.

- Que egocéntrico te has vuelto. ¿Quién dijo que te estaba viendo? Estaba viendo el paisaje – murmuró el mayor con sus manos en la cintura.

- Tu lobo no para de revolotear y votar feromonas felices – Taehyung se gruño internamente al ser delatado.

- Ah bueno, una miradita no hace mal a nadie. Además, eres mi novio, puedo mirarte cuando quiera – Jungkook abrió sus ojos cuando sintió un cuerpo encima suyo y rio inevitablemente cuando observó como Taehyung se sentaba a horcajadas con sus piernas separadas alrededor de su cintura, frunciendo su frente cuando vio que ensució sus zapatillas blancas

- Ahorita no hyung – murmuró Jungkook tímido llevando sus manos a las caderas del alfa – En unos minutos vienen los niños de 10 años.

- ¿Qué crees que quiero hacer Min Jungkook? Solo quiero abrazarte – Taehyung se acercó y rodeó los hombros del contrario para abrazarlo fuerte – No te he visto todo el día

- Aigoo, eres un alfa mimado – Taehyung asintió dándole la razón, no entendía porque amaba tanto ser mimado por el omega, su lobo por poco y se lanzaba al suelo para recibir más caricias y más mimos. Se sentía amado, se sentía demasiado bien.

- ¿Cuándo es tu próximo celo? – Jungkook se alejó alzando sus cejas ante la pregunta

- ¿Para qué deseas saber? – Taehyung rio

- Para irme y dejarte solo – el alfa bromeó mirando a Jungkook que abría su boca jadeando – Para prepararte una cabaña y comprar muchos dulces ¿Qué dices? – los ojos del menor se iluminaron asintiendo con rapidez para después acercarse a dejar suaves besos en los labios del contrario hasta que Taehyung se quejó y atrajo la nuca del menor para permanecer juntos en un beso.

Jungkook suspiró feliz llevando sus manos desde las caderas del mayor hasta los brazos mientras sus labios eran mimados por suaves mordidas y lamidas, queriendo probar un poco más profundo.

Había pasado tantas cosas estos dos años, las aldeas lo nombraron como máximo líder de los lobos y tigres por ser hijo de Luna, es por eso que le apodaron como Luna Jungkook, todos los niños lo llamaban así, algunos adultos solo reverenciaban ante él, sin embargo, las aldeas se mantuvieron separadas, los tigres se disculparon y prometieron cuidar a Hoseok después de que Jungkook explicó todo acerca del Dios Sol y como agradecimiento, se convirtió en líder para los tigres.

Con los lobos fue diferente, el antiguo lobo alfa que estaba en el máximo poder había fallecido y al no tener más descendientes nombraron a Jungkook como líder, pero sabía que no podía todo él solo, por lo que nombró a Taehyung como líder de los lobos.

Jungkook se encargaba de recibir noticias de ambas aldeas, además que repartía algunas clases para los niños lobos y tigres, les enseñaba a cuidarse entre sí y sacar a flote sus instintos. Se sintió pleno.

-Hyung... - el menor se quejó separándose un poco, pero suspiró al sentir los labios de contrario pegarse a su cuello de inmediato – Los niños están cerca

- Cena conmigo hoy – Taehyung murmuró por fin alejando su cuerpo, aunque escuche como su lobo se quejaba.

- Uh ya veo, tu celo está cerca – el mayor le gruño juguetón, y mordisqueo su nariz haciendo carcajear al omega

- Solo quiero tenerte conmigo – murmuró Taehyung con un suave puchero. Jungkook dejó un beso antes de obligar al contrario a levantarse

- Esta bien, tengamos una cena esta noche – Jungkook le dedicó una enorme sonrisa, tocando su mentón con suavidad viendo los ojos del contario brillar junto a una hermosa sonrisa cuadrada.

- ¡Yo no le temo al agua como otros! – un grito los interrumpió y se giraron no sin antes dejarse un tierno beso

- ¡Pues yo si quiera puedo treparme a los árboles y no espero en la tierra a que otros vengan a salvarme! –

- ¿Me estas diciendo cobarde? – el contrario alzó sus hombros girando para otro lado

- Tu lo estas diciendo –

- ¡Tu...! – Taehyung rio suave cuando Jungkook se acercó con un suspiro

- Hey cachorros, ¿Por qué están peleando? – los menores lo regresaron a ver

- ¡YeonJun me retó a una competencia y le gané! ¡Ahora está enojado por que le gané! –

- ¡SooBin me llamó cobarde! –

- ¡Yo no dije eso! –

- Esta bien ya no peleen. Deben ser compañeros ¿No recuerdan para lo que estamos entrenando? – Taehyung lanzó un suspiro viendo a su omega arrodillarse frente a los chicos sosteniendo sus hombros y una idea fugaz le hizo sonrojar, bajando su mirada a sus piernas.

¿Qué tan buena idea era tener un cachorro?

Un cachorrito con los rasgos de Jungkook y los propios.

Ah, sería un cachorrito tan bonito

Taehyung alzó su mirada y se encontró con unos ojos grises mirándole fijamente y rio apenado porque supo que su lobo había transmitido la misma idea.

- ¡Te veo en la noche, Jungkookie! Digo, ¡Luna Jungkook! – y Taehyung se giró sin darse cuenta la enorme sonrisa y el fuerte sonrojo en las mejillas que el contrario tenía.

(•••)

Jungkook caminó por todo el bosque mirando como en algunos árboles había luces señalando el camino hacia la montaña donde Taehyung y él amaban pasar el rato. Se miró de nuevo su ropa sintiéndose un poco inseguro en si estaba vestido muy formal, estaba con unos jeans negros ajustados, unos botines negros, una camiseta holgada un poco transparente de color rojos con algunas manchas negras, había peinado su cabello hacia un lado y se había puesto un poco de maquillaje, de alguna manera quería verse bonito ante el alfa que lo esperaba.

Y supo que hizo una buena decisión cuando observó a Taehyung de pie mirando las aldeas iluminadas, su ropa era sencilla pero claro, se veía tan bien. Llevaba un pantalón holgado y una camiseta negra que se estrechaba en su cintura y encima una chaqueta bastante liviana de colores.

Sonrió enorme al ver su cabello con suaves ondas que caía por su frente.

El alfa se giró al sentir el dulce aroma de su omega y sonrió feliz al verlo llegar con sus manos jugando entre sí, su caminar un poco tímido pero llevaba una enorme sonrisa.

-Hola amor de mi vida...-- Jungkook rio acercándose

- Hola Taehyungie... - Taehyung se acercó y extendió sus brazos tomando las manos frías de su chico y se miraron con aquella chispa que tuvieron desde niños.

El mayor acarició un poco las manos contrarias y comenzó a mecerlas. ¿Por qué se sentía tan tímido de repente?

-Ah hyung ¿Que ocurre? –Jungkook rio sintiendo sus mejillas sonrojarse. Taehyung alzó sus hombros

- No lo se... Solo que eres muy bonito – Jungkook sintió desvanecerse y su lobo aulló sintiéndose feliz ante los cumplidos de su alfa, y sin poder aguantar un segundo mas se acercó alzando sus brazos para levarlas a los hombros de su pareja, para apretarlo en un fuerte abrazo, sintiéndose completo nuevamente.

Taehyung apoyó su mentón en el hombro de su omega y rodeó la cintura para después darle unas palmaditas.

-Vamos a comer ¿Mhm? – Jungkook asintió separándose y de inmediato entrelazaron sus manos y caminaron hasta la pequeña mesa, se sentaron sin soltar sus manos y Jungkook se movió inquieto.

- ¿Qué preparaste? – el menor preguntó ladeando su cabeza, Taehyung hizo un suave puchero y miró los vasos de cristal que tenía un delicioso jugo de coco.

- ¿Es que acaso te burlas? – Jungkook negó con rapidez – Papa Jin y tu papá Yoongi cocinaron, bueno, aprovecharon para también comer ellos – ambos rieron – Yo solo hice el jugo.

Jungkook negó levantándose un poco, sin regar alguna cosa y le dejo un beso en los labios del contrario.

-Eres perfecto Taehyungie – el alfa sonrió timido, indicándole que disfrute la comida y cuando a penas probaron empezaron a alagar diciendo que sus padres eran los mejores chefs, poco después empezaron con la charla de las aldeas, Taehyung chismoseando todo lo que había escuchado en la aldea de los lobos a su novio y este escuchándole atentamente, algunas veces le interrumpía para corregirle en los chismes y aumentar alguna cosa que había escuchado.

Sus charlas cambiaron a Hoseok que seguía viviendo en la casa donde fueron entrenados, pero ahora con su hijo y su ahora esposa, que bueno, Hoseok no sabía, pero pronto sería nuevamente padre.

Ambos siguieron en sus asuntos a pesar de haber terminado su comida, y ahora disfrutaban el postre, un delicioso flan con una capa de caramelo, haciendo reír a Taehyung cuando Jungkook murmuró de la nada que quería un hijo que oliera a caramelo para disfrutarlo todos los días.

Ahora Taehyung se apoyó en su mano mientras escuchaba a Jungkook hablar de los aromas que le parecían interesantes en los niños que entrenaba, y juró que podía verlo hablar todo el día y jamás se cansaría, tuvo la oportunidad de admirar como sus labios se movían y mostraban sus dientes, sus ojos se movían hacia los ojos contrarios o hacia el cielo para tratar de recordar algo, sus manos se movía al compas de sus palabras algunas veces tapando su boca cuando reía, admiró como sus ojos se arrugaban cuando reía con fuerza.

Y estuvo tan sumido en sus pensamientos que las palabras solo brotaron.

-Ah... Jungkookie, cásate conmigo – el menor alzó sus cabezas y lo miró con los ojos abiertos mientras tragaba con lentitud el jugo de coco.

- ¿H-hyung? – Taehyung se sentó correctamente, regañandose al arruinar el momento.

- Eh... Bueno... - tosió tratando de encontrar las palabras que tanto había preparado – Uh... No lo iba a soltar tan de repente. Mi mente solo... Uh

Jungkook tapó su boca con una suave sonrisa mientras sentía como su corazón aumentaba el ritmo.

- Bueno, supongo que en algun momento iba a pasar ¿No? – rio nervioso, evitando la mirada que Jungkook le mantenía – Pensé mucho tiempo en esto e incluso dudé. ¿Sabes por qué?

Jungkook negó manteniendo la calma, sintiendo la emoción transmitirse por el lazo.

-No sabía... No sabía que traía si nos casábamos. ¿Qué más iba a cambiar entre nosotros? Ya lo tenemos todo, ante luna eres mi omega y yo soy tu alfa... ¿Qué más necesito en mi vida?, además de ti, por supuesto. Realmente no lo sabía hasta que averigüé por el famoso Google que los niños de la ciudad trajeron a la aldea y... - Jungkook lo miró curioso – Odié el significado

Ambos carcajearon, Taehyung estirando su mano para que el menor la tome con firmeza, y el alfa acaricio el dedo meñique.

-No quiero casarme contigo – Jungkook no hizo ninguna expresión porque sabía a qué punto iba – El tema de la boda es algo que de alguna manera uno quiere que toda gente lo sepa, es algo que no logro entender... Jungkook, no quiero casarme contigo, quiero unirme a ti, solo a ti. Quiero unirme, así como los hilos rojos que Luna tejió para nosotros – Taehyung sonrió enorme mirando sus meñiques -...Quiero que solo tú lo veas y que solo tu lo disfrutes. ¿Por qué las bodas se hacen para hacer disfrutar a los demás, pensando en la comida les gustará o que adornos les llamará la atención?... De hecho, la palabra 'casarme' no es algo que define todo lo que quiero hacer contigo. Quiero vivir contigo y por ti, reír contigo, comer contigo. Ah, quiero hacer tantas cosas... Pero por ahora quiero terminar de tejer aquel hilo rojo, quiero terminar de unir nuestras almas.

Taehyung buscó rápidamente en su chaqueta y sacó una caja un poco grande de color azul con un lindo lazo.

-Jungkookie... ¿Quieres pasar toda una vida a mi lado? – Jungkook tomó la caja con sus manos temblando un poco y miró al alfa que lo miraba como si él fuera lo único que existiera en el mundo.

Jungkook se levantó y con rapidez se acercó a abrazarlo, se sentó en sus piernas y con sus ojos brillantes lo miró, liberando todo su aroma dulce, queriendo que sepa que no solo su parte humana lo amaba, sino su omega también. De inmediato los ojos de Taehyung se iluminaron en un fuerte celeste.

-Taehyungie, quiero estar en esta vida y en la otra, y en la otra y todas las próximas a tu lado – Jungkook se aceró a besarlo, sintiendo de alguna manera tanta emoción que la única manera de liberarla era llorando, pero se sentía tan feliz.

El mayor le separó y señalo la caja que Jungkook sostenía, el menor empezó a zafar el nudo y cuando alzó la tapa jadeó tapando sus labios.

-La Luna es para ti y el lobo es para mí, se mantendrán alejadas el tiempo que sea necesario porque cada uno tendrá su camino, sus deberes y trabajos, pero cuando se vuelvan a unir, se acoplarán tan perfectamente como si nunca se hubieran separado – Jungkook se abrazo al mayor con fuerza mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas, sosteniendo ambas cadenas en sus manos.

- Te amo, te amo, te amo tanto – Taehyung sonrió besando cada parte descubierta del menor.

Y aquella noche, cuando sus cuerpos estuvieron en la cúspide, sus manos entrelazadas encima de la cabeza de Jungkook, sus caderas chocando entre sí en un ritmo inestable, sus labios tocándose y mordiéndose, cuando sentían la felicidad y placer que Luna les ofrecía, aquellos collares; la Luna y el lobo, se unieron a través de sus imanes y no se separaron hasta que ambos jóvenes tuvieron que despertar y seguir con sus días.

Se unieron, así como sus almas, como sus cuerpos y como sus corazones; en una sola pieza.

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FIN

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