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~22~

Ambos lobos caminaban olfateando algunas cosas, Jungkook se distraía curioseando algunos huecos en los árboles, pero salía corriendo cuando un animal extraño aparecía. Corría alrededor de Taehyung aullando ante lo que había visto y el alfa solo se reía en su interior. El omega se había peleado con al menos diez animales por no dejarlo curiosear, se había metido a un charco de lodo, a un pequeño lago y en su forma de tigre había trepado los árboles para molestar a las aves que estaban descansando.

Taehyung disfrutaba verlo estar un poco relajado, ante todo el caos.

Al final, su omega seguía siendo un pequeño niño.

Así fue como el viaje a la aldea duró dos días, ambos chicos descansaron por lo menos una hora en el día y algunas horas en la noche hasta que todo se ilumine.

Si su olfato no fallaba después de una cascada y unos kilómetros más allá, llegarían al río en el que Jungkook junto a Taehyung jugaban de niños.

Sus corazones golpeteaban sus pechos ante la inquietud en los aromas, olor a sangre, dolor y sufrimiento era toda aquella zona y sentían como sus lobos querían volver a su hogar con Hoseok ante el sentimiento de angustia. Pero entre ambos chicos se sostenían y se daban ánimos, se abrazaban y se decían lo mucho que se amaban, de alguna manera tenían aquel sentimiento extraño en sus pechos.

- Hyung, ¿Como pasaremos la cascada? – Taehyung suspiró acomodando sus ropas maltratadas, con esa ropa habían partido de dónde Hoseok.

- Tenemos que rodear la casacada, es el camino más corto que podremos hacer... Pero tenemos que cruzar el río – Jungkook miro la corriente del río y debió suponer que era bastante fuerte, observó más allá y divisó la espuma blanca que marcaba el inicio de la cascada.

- Mira Jungkookie allá hay una rama, si llegamos a la mitad y saltamos, estaremos del otro lado – El alfa se acercó subiéndose y comenzó a pisar un poco fuerte viendo cuan resistente era.

- ¿Y si retrocedemos un poco y pasamos por la parte la corriente no es fuerte? – Jungkook sugirió con su lobo aullando al ver a su alfa en ese peligro. Taehyung se bajó y tomó los hombros de su novio

- Tranquilo, mi amor. Estamos tan cerca, debemos llegar lo más pronto si no queremos llegar en la noche – el omega no quito sus ojos de los contrarios, queriendo creerle que todo estará bien. Sin embargo, su pecho retumbaba en sus oídos. – ¿Te parece si paso yo primero y te atrapo allá?

Jungkook abrió su boca sin poder decir algo y tomo con fuerza la muñeca contraria cuando Taehyung se alejó no sin antes dejar un beso en sus labios.

- P-por favor, ten cuidado – Taehyung asintió mostrándole una hermosa sonrisa, no pensando que aquella fuera la última quizá hasta en unas horas – ¡Taehyung!

El mayor se giró para verlo cuando se subió a la enorme rama.

- T-e amo mucho – susurró con su garganta ahogada. El mayor le sonrió tiernamente y le lanzó un beso con diversión antes de mirar con atención la rama y caminar, tratando de ser lo más liviano posible.

Taehyung caminó hasta la mitad y un poco más queriendo ver hasta cuánto resistía para su omega, estuvo dispuesto a saltar cuando entre su sentido auditivo, escuchó como crujía la rama y comenzaba a descender, este movimiento poco a poco era más notorio y miró de reojo a Jungkook, observando como miraba atento sus movimientos, con su cuerpo tenso y su inquietud transmitiendo a través del lazo. Tragó fuerte al escuchar la rama crujir con más fuerza.

- ¿Taehyung? ¿La rama... - y ahogó un grito cuando la rama se rompió lanzando al río a Taehyung, quién muto inmediatamente - ¡Taehyung! ¡No no no!

El menor se angustió metiendo sus piernas a la orilla donde no era tan fuerte la corriente al ver que Taehyung no salía a la superficie.

- ¡Taehyung! - gritó sintiendo como su corazón se desgarraba - ¡Tae!

Observó con sus ojos grises angustiados como Taehyung en su forma humana salía a la superficie, pero bastante lejos de donde había caído. La corriente estaba tan fuerte que Taehyung por un momento se rindió.

- ¡Jungkook! – el menor se subió de nuevo a tierra firme y corrió hasta donde estaba Taehyung pero solo desde la orilla - ¡No entres! ¡No entres! – la voz de alfa se escuchó – ¡Está demasiado fuerte la corriente! Yo... – su voz se ahogó mirando por todo el río, buscando dónde podía sostenerse antes de caer por la cascada.

- ¡No puedo dejarte ahí! ¡Qué hago! – susurró caminando a la par que Taehyung mientras era arrastrado por la corriente. – Que hago que hago que hago - empezó a murmurar desesperado mirando a todo lado, sus manos temblaban.

- ¡Busca una rama! - El alfa cambió a su lobo tratando con sus patas nadar hasta una piedra, pero lo único que logró fue lastimar sus patas al sostenerse en piedras filosas.

Jungkook corrió con fuerza mutando al tigre para trepar un árbol y romper con sus colmillos una larga rama. El menor cayó en sus cuatro patas y muto de vuelta no importándole que estuviera desnudo. Corrió con fuerza hasta llegar al inicio de la cascada, caminando hasta una piedra que al menos estaba más allá de la orilla.

- ¡Taehyung! ¡Mira la rama! - el cuerpo de Jungkook temblaba viendo cómo una herida en la frente del mayor se abría y sangraba, sus ojos se mantenían celestes pero angustiados - Por favor, por favor. Luna no hagas esto, por favor.

El alfa dudó por un momento y juró que su omega era fuerte y lo sostendría, su omega no dejaría que cayese. Pero supo que todo se desvaneció cuando una gran corriente llegó a la piedra en la que Jungkook estaba y golpeó tan fuerte que hizo resbalarse y caer, pero en unos rápido reflejos muto a su tigre para dar un largo salto y llegar con sus garras a la orilla donde ya empezaba la caída de la cascada.

Jungkook gruño con dolor cuando su pecho había golpeado con una piedra. El tigre muto con rapidez a su forma humana y se subió a la orilla para mirar a la cascada, dónde no había ningún cuerpo.

- Tae... Taehyung - botó aliento al no divisarlo entre el agua - Luna por favor no

El menor miró desesperado el río, no escuchando más que el agua golpear entre sí, ni un grito, ni un aroma. Sus ojos se desestabilizaron y brillaron en lágrimas cuando su pecho se llenó de aquel frío, su alma se debilitaba y su lobo aullaba como si estuviera de luto.

- ¡Taehyung! – gritó con tanta fuerza que poco a poco desgarraba su garganta – ¡Taehyung! ¡Hyung! Jungkook cayó arrodillado, sintiendo su aliento pesar y su respiración complicarse, su pecho dolió tanto que las lágrimas empezaron a brotar. No asimilando lo que acaba de pasar.

- ¡Taehyung! - aun así, siguió gritando, ignorando el lloriqueo de su omega - ¡Tae! ¡Ven acá! ¡Estoy aquí! – Jungkook se destrozó y se desvaneció entre el sonido de la cascada, su cuerpo colapsando y su mente repitiendo una y otra vez todo lo que había ocurrido

- Tu... Omega está aquí... Estoy aquí - susurró antes de cerrar sus ojos y entrar a un sueño tan profundo dónde ni la lluvia y relámpagos por parte de Luna lo despertaron hasta después de unas horas.

(•••)

Jungkook abrió sus ojos cuando gotas no dejaron de tocar su rostro. Miró el río desde el piso y su aliento se estancó, dejando salir el nudo en su garganta y dolor en su pecho vacío. Sollozó con tanto dolor, gritó con fuerza el nombre de Taehyung, sintió su vida desvanecerse por un momento. Tanto su dolor que Luna no dejaba de lanzar relámpagos y grandes gotas de agua.

- Taehyung... - susurraba con su mano apretando la tierra húmeda en sus manos - Perdóname por favor, soy tan egoísta. Tan egoísta que te entregué tantos problemas que no merecías.

Jungkook miró el cielo y se levantó con su poca energía, señalando con dolor hacia la luna.

- ¡¿Por qué me elegiste?! - gritó furioso a Luna, sintiendo como su propio lobo aullaba de dolor ante las palabras - ¡Maldita sea! ¡¿Para qué me elegiste?! ¡¿Para darme esta vida?! ¡¿Para quitarme a todas las personas que amo?! – Luna se escondió sollozando, no tenía mala intención, ella solo...

- ¡Te odio! ¡TE ODIO! - gritó una última vez antes de caer nuevamente de rodillas, con sus palmas en el piso sintiendo como las lágrimas se fusionaban con la lluvia que poco a poco empezó a caer más fuerte.

Su respiración agitada hacía que su pecho suba y baje, su cabeza empezó a retumbarle en los oídos, su nariz empezó a sangrar, sus manos y sus piernas dolían, pero todo era soportable excepto el dolor de su omega y su alma.

Después de un largo tiempo viendo mientras la sangre de su nariz hacía un recorrido con la lluvia, alzó su cabeza cuando su mente por fin cayó en cuenta de algún detalle.

"Tigres"

"Taehyung"

Ese río llegaba hasta la aldea, los tigres se encontraban en el sitio.

Por favor Luna, ya no más.

El menor se levantó con el dolor en todo su cuerpo y corazón, acercándose a la orilla de la cascada mirando como la lluvia marcaba pequeñas texturas en el agua del río, y a pesar de que forzó a sus ojos a mirar más allá, no encontró nada.

Aun así, con su cuerpo magullado y un corazón roto corrió, cuesta arriba para cruzar por dónde la corriente estaba más tranquila, cambió a su lobo y tomó el pequeño camino que rodeaba la cascada hasta llegar al río, ignorando las ramas y las espinas de las flores y arbustos que lo lastimaban.

Una vez estuvo en la parte final de la cascada, buscó con sus ojos grises por todo el río, olfateando y adentrándose para buscar el cuerpo de su alfa, algo que rogó está vez no solo a Luna, sino a todos los dioses que no ocurriera.

Sin embargo, no encontró nada, ya había pasado horas desde que Taehyung cayó, problamemente...

"Hyung... Donde estas... Mi TaeTae"

El lobo gris lloriqueó desesperado cuando se intentó comunicar a través del lazo, pero no obtuvo ni una respuesta, ni una calidez, ningún sentimiento que muestre que Taehyung estuviera despuerto. A pesar del vacío en su pecho, su cuerpo se movió y comenzó a correr con toda su fuerza guiándose del río, no cayendo en cuenta que tigres sintieron su presencia y empezaron a seguirle, alertando a todo el pueblo, que el niño a quién buscaban... Estaba ahí.

Jungkook gruño al ver como el cielo empezó a oscurecerse con la lluvia intensificándose, a pesar de ser aún horas de la tarde. Sus patas dolían ante la fuerza con la que corría, sus músculos se contraían ante el frío que sentía, pero se detuvo en seco cuando observó desde lo lejos el lugar en el que alguna vez su hogar.

"Papás..."

Y el lobo gris destrozado empezó a llamar a sus padres, como si fuera de nuevo un pequeño cachorro rogando por el calor de sus padres. Caminó lentamente observando todo, las ventanas de sus habitaciones, las plantas que él junto a Yoongi regaban y les cuidaban, la fachada de la casa que alguna vez era de un precioso color naranja, ahora estaba decolorado y maltratado debido a la humedad, se acercó con lentitud a la puerta desgastada y llamó a su humano, vistiéndose rápidamente con algunas prendas que encontró por el camino.

Jungkook tembló ante la brisa y la nostalgia y llevó su mano al picaporte de la puerta, pero se sobresaltó cuando la puerta se abrió de golpe y un hombre alto alfa lo miró sorprendido.

-Jungkook... - murmuró el mayor mirando con sorpresa y dolor en sus ojos

- Tío Nam... - Jungkook susurró sintiendo como su corazón se desgarraba completamente al pensar en Taehyung, quién debía estar a su lado.

- Oh Luna, Jungkook – murmuró nuevamente tomando el pequeño cuerpo del joven y apretándole en un abrazo – Estas tan grande, tan fuerte... Igual que mi Taehyungie... - el menor se separó con una fuerza impresionable.

- ¿Tae...? – NamJoon miró los ojos grises angustiados e hinchados, suponiendo que no había parado de llorar en un buen tiempo.

- Mi Tae... Lo encontré en el río hace unas horas, él... -

- Donde está, donde está – habló el menor desesperado ingresando a la casa. NamJoon lo miró preocupado y poco dudoso – Yo... Venía con Taehyung a la aldea, para ver a mis... Mis padres, pero él cayó al río y... – tragó – ...Cayó por la cascada...Lo siento, no... No lo cuidé bien como les prometí... Lo único que he traído a su vida son problemas y...

NamJoon bajó su mirada, fijándose en la cicatriz en su cuello, sintiendo su estómago revolverse al pensar en lo mucho que estaba perdido de la vida de su hijo.

-Jungkookie – murmuró tomando su mano – No trajiste nada más que amor a su vida.

El menor se encogió cuando la mirada del mayor se dirigió a su cuello.

- ¿Puedo verlo? – susurró no aguantando la angustia en su lobo y su corazón. NamJoon asintió limpiando sus lágrimas y caminó hasta la habitación que alguna vez la de sus padres.

Su corazón se apretujo al encontrar a SeokJin con su frente apoyada en la mano de Taehyung quién estaba recostado en la cama demasiado pálido, sus labios completamente blancos, sus ojos cerrados con un color lila, su piel se adornaba de rasguños y moretones.

Jungkook llevo sus manos a su pecho al escuchar el aullido lastimero de su omega.

- SeokJin... – murmuró el mayor tratando que este le prestará atención, el omega mayor alzó su mirada y abrió sus ojos hinchados al ver a Jungkook parado.

- J-jungkook... - el menor cerro sus ojos sintiendo el fuerte abrazo que el omega le regalaba - Jungkookie... Diosa Luna están aquí... – Al separarse, la sorpresa y emoción cambió a una de miedo y angustia.

- N-no... No puedes estar aquí, los tigres... - NamJoon se acercó murmurando que no era momento de mencionarlo, no cuando la mirada del omega menor pasó al cuerpo de Taehyung.

Jungkook hizo una pequeña reverencia a los padres de su alfa y se acercó a Taehyung, sintiendo sus lágrimas caer con toda la fuerza.

- Perdóname, perdóname... – susurró no pudiendo ni respirar correctamente - Lo siento tanto, hyung... Prometo... - topó delicadamente su mejilla fría - Prometo no traerte problemas, incluso si eso significa... Significa dejar morir el lazo y alejarme de ti

Su lobo aulló desesperado ante lo que su humano decía, pero se estresaba aún más al no recibir respuesta del lobo alfa, ni siquiera al oler su aroma. SeokJin ahogó un jadeo al ver cómo el omega se acercaba a dejar un beso en los labios contrarios y como la camiseta que llevaba dejaba ver la cicatriz en su cuello.

Jungkook se levantó rápidamente girándose hacia los mayores, secando sus lágrimas tratando de reponer su postura a pesar de que se estaba muriendo de tristeza.

Tenía que acabar con esto.

- ¿Dónde están mis padres? - NamJoon miró a SeokJin, Jungkook caminó hasta la sala dándole una última mirada a su alfa y miró atento las expresiones tristes de los contrarios.

- Los tigres los capturaron... Bueno... - NamJoon botó aire - ...Nos tienen capturados a toda la aldea, no entiendo cómo no te capturaron a penas tocaste el río.

Jungkook tragó

- Deben estar en este momento atrás mío - susurró al agudizar sus sentidos y oler aromas extraños específicamente de tigres. SeokJin se encogió queriendo solo meterse a la habitación de su hijo y protegerlo - ¿Dónde están? - murmuró nuevamente

- Vimos a los tigres llevarlos a los calabozos... - Jungkook suspiró profundamente pasando su mirada por toda la casa, el aura de esta era tan nostálgica y triste, quería tanto volver a cuando era pequeño y abrazar a sus padres para no soltarlos jamás – Ellos... –NamJoon habló con una pequeña sonrisa llena de dolor

- Jiminie y Yoongi te buscaron por todo el bosque – Jungkook tragó tratando de no largarse a llorar –Ellos te tuvieron y te tienen en mente hasta el día de hoy, te defendieron y lucharon por ti. Nunca permitieron que te insultaran y dijeran pestes... Recuerda esto, Kookie - el omega menor lo escuchó – Ellos siempre, hasta el fin de los días serán tus padres, y tú serás su hijo

Un relámpago cayo en un árbol que se encontraba a lado de la casa, Jungkook suspiró mostrando una leve sonrisa.

- Bueno, también hijo de la luna – rieron suavemente, el alfa mayor se acercó a acariciar su cabello negro con algunos mechones grises – Ve por tus padres cariño

Jungkook se apegó con fuerza a los mayores y cerro sus ojos murmurando lo mucho que los había extrañado para después susurrar que cuiden a Taehyung. El menor salió de la casa con otra ropa que los mayores le habían regalado y suspiró preparándose mentalmente y físicamente para lo que iba a pasar.

Agudizó sus sentidos, sus ojos cambiando a la pupila de tigre y al iris gris con naranja y celeste, sus oídos escucharon hasta el sonido de las hojas de los árboles rozándose entre sí y entre ellos los murmullos de los tigres que lo vigilaban, sus respiraciones pausadas esperando una señal para atacar al jovencito. Los aromas empezaron a mezclarse y entre ellos descifró el miedo, la angustia y el dolor. Quiso buscar dos en particular, el de sus padres, pero... No sabía que aroman tenía, antes de partir, no alcanzó a su madurez para poder olerlos.

Jungkook abrió sus ojos suspirando y empezó a caminar hacia los calabozos que estaban muy al fondo de la aldea, dónde nadie tenía la valentía de llegar. Observó las casas maltratadas, las calles de lodo llenas de piedras y en algunos casos pudo oler la sangre.

Se giró cuando las pisadas de los tigres se hicieron presentes, y dos tigres alfas se pusieron a cada lado del omega, gruñendo por querer apaciguar sus instintos de tigres alfas. Su cicatriz cosquilleó por la falta del alfa, sin embargo, su omega no se acobardo, alfas así nunca le hacían acobardar, tenía presente el entrenamiento de su Hoseok hyung, por supuesto que iba a pelar por él, por sus padres, por todos.

Cuando llegó a lo más oscuro del bosque divisó cómo grandes tigres se levantaban de su descanso y empezaban a sisearle y mostrarles los colmillos en amenaza hasta que un tigre mucho más grande que todos salió de las puertas que llevaban al calabozo. Poco a poco su piel de tigre pasó a la piel humana y miro a aquel joven que de omega no tenía nada más que su cuerpo un poco delgado.

Y quedó hipnotizado por todo de él, su rostro con su perfecta piel blanca, sus ojos de tigre con iris de color de sus aldeas y por un momento dudó. ¿Por qué el niño tenía dos colores de iris? Se fijó en su cabello revuelto con mechones de color, y su postura que no señalaba ninguna sumisión.

¿Con que este chico hizo que toda la aldea de lobos enloqueciera?

El alfa ladeó una sonrisa

- Jeon... - pronunció resaltando su apellido haciendo que el menor frunciera su frente - Jeon Jungkook. Así que este chico es el hijo de nuestro difunto líder – la voz del alfa no dudo y hablo fuerte, con un tono de mando que hizo a todos encogerse levemente, dejándolos aturdidos.

- Soy Min Jungkook, hijo de Park Jimin y Min Yoongi – El alfa frente a él retrocedió cuando creyó imaginar que los ojos del menor se iluminaron por un momento en gris – Jungkook, hijo de la Diosa Luna

Y como si el cielo estuviera esperando que el menor dijera esas palabras se iluminó con una radiante y brillante luna llena.




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