A dónde quieras ir, te seguiré, serás mi luna en los caminos oscuros, hoy creo en ti y me soltaré de mi pasado y mi futuro. Tuve miedo de mí, quise escapar de ti, quise apagar con gasolina el fuego 🎶

👆 recomendación ❤

* * *

-No. No vi nada... -Magnus apretaba sus manos nerviosamente, evitando mirar demasiado esos ojos ahora mezcla de  dorado y plata.

¿Será que él siente algo también?

-...sólo a ti. Fue sólo que llevo prisa. Disculpa si fui grosero.

Una mano de Alec se había movido hasta tocar el brazo de Magnus. -Nada de eso. Creo que yo he sido más.

Magnus miró y sintió esa mano tan conocida encendiendo su piel. -No te preocupes, no me conoces y no tenías por qué ser amable.

Una pequeña y tímida sonrisa adornó los labios de Alec. -Lo voy a ser. ¿Sigue en pie lo de la cocina?

Magnus sentía que se ahogaba. Era tan difícil tener deseos de quedarse y abrazarlo, pasar cada segundo juntos y, a la vez, tener que irse mientras no supiera qué estaba sucediendo, si él podía recordar, y cómo afectaría eso.

-Sí. ¿Prefieres sábado o domingo?

-Cualquiera de los dos está bien -Alec lo soltó, sintiendo un extraño vacío al hacerlo-. Te daré mi número, puedes decirme qué vamos a necesitar, y qué día te espero.

Magnus anotó el número y no pudo evitarlo, tenía tanto miedo de perderlo que le dio un abrazo rápido y un beso en la mejilla antes de despedirse.

* * *

Alec se quedó un momento sintiendo la paz absoluta en su vientre y la electricidad en su mejilla.

Este hombre era raro.

Para cuando Esperanza llegó, ya había intentado recomponerse, aunque no lo suficiente.

-¿Estás bien? Estás sonrojado. ¿Tienes fiebre?

-Estoy bien... Vamos a cenar, tengo mucha hambre.

Cenaron y, como siempre, no permitió que ella pasara la noche ahí.

Cuando anochecio lo suficiente, Alec salió al balcón apresurado, sentía que necesitaba urgentemente ver y hablar con su Luna...

...confesarse.

-Hola -Magnus saludó, aunque no se sentía más tranquilo. Pero al menos ahora era libre de adorarlo, aun si era como la Luna.

-Hola... -Alec se sentía más tranquilo ahora que estaba en su presencia. Nunca dejaba de sentir la tranquilidad y estabilidad que él le daba, era como haber encontrado su lugar en el mundo.

Algo que no había sentido con nadie más...

...o no tan intensamente.

-¿Estás bien? -Magnus lo notó ausente.

-Sí, sólo pensaba... Hay un nuevo profesor y... No sé... Es extraño...

-¿Qué es extraño?

CONTINUARÁ...

Ya lo dijo! 🙊