Alec y Magnus, cada uno tenía un niño en su regazo, los cuales presentaron a  Kit: Max era el pequeño brujo azul  queestaba derramando salsa marrón  abajo del frente de la camisa de diseño de Magnus, y Rafe era el niño de ojos  marrones que estaba rasgando su tostada en trozos.
(Lord of shadows)

* * *

Había una sonrisa en los labios de Alec mientras dormía y soñaba. Eran demasiados bebés, eran tres, y su corazón estaba feliz.

Un pequeñito de ojos de un azul mezclado con plata, la pequeña de ojos dorados, los dos dando pasos tambaleantes, y de pie -un poco más firme- un niño de tal vez dos años, enormes ojos marrones sosteniendo su mirada, una expresión demasiado seria para alguien tan pequeño, pero que se esfumó cuando alguien -de espaldas a Alec- gritó "¡Volví!", las tres miradas -totalmente diferentes entre sí- miraron más allá de él, hacia el recién llegado.

Alec iba a voltear también. Su corazón acelerado por esta nueva presencia. Cuando la pequeña Elara cayó, hizo un puchero, y al instante estaba ahí el niño de ojos marrones.

-Rafa -el balbuceo de la niña no era lo suficientemente claro, sonó más como un "Dafa", pero hizo sonreír ampliamente al niño.

El ojiazul llegó a brazos de Alec, justo cuando sintió una caricia suave en su hombro y Rafa dijo feliz "Papá", Elara sonrió y extendió sus brazos al hombre...

* * *

-Rafa -Alec seguía susurrando el nombre cuando Esperanza entró.

Magnus volvió de la cocina, la comida y la cena ya preparada. Él no podría quedarse más que un rato.

Alec se desperezo lentamente, ruborizado cuando notó que se había dormido. -Lo s-siento. De verdad quería escuchar la historia. Cuéntame su primer encuentro.

Esperanza vio entre ellos sin entender, ayudó a Alec a levantarse y negó: -Nada de historias por ahora. Vamos a comer, y después vuelves a descansar. Puede seguirte contando después de la cena, antes de dormir.

Alec y Magnus se miraron. No podían, ellos lo sabían, no tenían las noches, no de ese modo. Magnus sonrió y extendió su mano hacia él: -Hey, tenemos cinco meses todavía, puedo seguirte contando mañana.

Alec sonrió de vuelta, tomando su mano, sintiendo que todo estaba en su lugar cuando estuvieron en contacto.

* * *

Esa noche mientras cerraba sus ojos y hablaba con su Luna, recordó su sueño: -No es posible que sean tres, ¿verdad? Porque tuve un sueño, había tres bebés. Rafa, el tercero era Rafa...

Magnus se sorprendió. Él también lo había visto.

-En tu vientre sólo hay dos seres -contestó-, pero en tu destino tal vez haya más. ¿Lo aceptaría tu corazón?

Alec sonrió, acariciando su vientre, recordando la escena, sintiendo la presencia de su Luna. -Sí, lo aceptaría. En el sueño se sentía como Max y Elara, mío también.

CONTINUARÁ...