104. Milagro
Alec ya descansaba sobre la camilla, su abultado vientre descubierto, uno de sus antebrazos cubriendo sus ojos. Sus pies moviéndose nerviosamente.
-¿Todo bien, Alexander? -preguntó Tessa, al entrar-. Desde la primera vez no te había visto tan nervioso.
-Estoy bien -respondió Alec, aunque sin descubrirse los ojos.
-¿Pretendes ver a tus hijos así? -el tono tierno y juguetón a su lado, lo hizo mirar.
Ahí estaba Magnus con una dulce sonrisa y esos ojos de gato fijos en él. Sin apartar la mirada, alargó su mano para rozar suavemente su vientre.
-Me dio miedo -confesó Alec-. Esto lo hace más real, que me veas aquí, sin nada que lo cubra...
-No necesito que lo ocultes -la caricia cobró forma y fuerza-. Me gusta verte. Te ves hermoso ahí, con tus mejillas rosadas, tus ojos brillantes, y tu vientre abultado, tu piel suave y pálida aquí...
El carraspeo de Tessa lo hizo darse cuenta que estaba hablando de más. Se obligó a callarse mientras Tessa dejaba caer el líquido y la imagen aparecía en la pantalla, el latido de ambos llenando el lugar.
Las miradas de Magnus y Alec se buscaron, sonriendo mientras escuchaban el latido de sus hijos. Tal vez Alec no sabía la verdad completa, pero podía sentirlo.
Magnus entrelazó sus dedos con los de Alec. -Son hermosos -dijo, mirando a la pantalla, a las criaturas ahí plasmadas. Aunque en su mente, sus visiones, sus sueños, tenía una imagen más clara de sus hijos.
-Lo son -la ternura y el orgullo en la voz de Alec eran evidentes, y la felicidad por la rápida aceptación de Magnus a su realidad-. Gracias por estar aquí. Siento...me siento... -como si en todas las ocasiones anteriores me hubieras hecho falta-. Sólo gracias.
-Gracias por dejarme estar, por compartir este milagro conmigo.
Tessa los miraba con nostalgia. Era evidente que se pertenecían y se reconocían, se sentían aunque Alec no supiera aun quién era Magnus.
-Entonces -ella tenía que cortar el momento-. Tu embarazo sigue muy bien, Alec. Tu próxima revisión será la última antes de tu retiro. Yo iré a verte cada mes como prometí y el último me quedaré con ustedes para asegurarme que todo está bien.
-Gracias, Tessa. Yo...uh...tal vez Magnus vaya con nosotros...
Mirando a un Alec apenado y un Magnus culpable, decidió dar su apoyo en lugar de juzgar: -Eso es bueno, Alec. Necesitas compañía en los próximos meses y apoyo, además de una distracción. Es bueno que tu amigo vaya con ustedes.
Alec y Magnus le agradecieron sin necesidad de palabras.
-Dime cuando hables con el Ángel -susurro Tessa, mientras Alec se vestía-. Quiero saber sus razones y si puede ayudarte, si yo puedo hacerlo. Magnus, yo...
Yo ocuparía tu lugar si hiciera falta.
No alcanzó a decirlo porque en ese momento Alec se unió a ellos.
CONTINUARÁ...
Hasta el siguiente donde conocerán al Ángel 🙌
Y aquí también lo digo, Feliz Noche buena y navidad ❤
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