Era una noche fría y oscura, el viento soplaba ligeramente las hojas de los árboles que decoraban una casa de techo de paja y paredes de madera de roble, era una casa pequeña pero cómoda para vivir, una casa la cual los ricos desecharían y que campesinos con muy pocos recursos codiciarían, en ese hogar cálido y confortable se encontraba una pareja cómodamente durmiendo dándose calor mutuamente en un abrazo, mientras dormían pacíficamente

-¿Mami, papi?, no puedo dormir...- Claro eso hacían antes de que una voz algo aguda de un pequeño de cabello negro y ojos rojos, ese pequeño era fruto del amor de la pareja, un pequeño de nombre Eijirou Kirishima

La mujer se sentó en la cama separándose del abrazo en el cual antes dormía junto a su esposo, tallándose uno de sus ojos para luego mirar a su pequeño hijo con cariño para preguntar- ¿Otra pesadilla Ei?- al ver que su pequeño movía su cabecita asintiendo mientras que en sus ojos se asomaban pequeñas lagrimas-¿Quieres contarme lo que paso?- Vio cómo su hijo volvió a mover su cabeza negando a su pregunta

La progenitora suspiro, últimamente su hijo había estado teniendo "malos sueños", ella había intentado hacerle que diga que pasa allí pero siempre se negaba, se había rendido y dejo de intentarlo, y se enfocó en hacerlo sentir mejor cada que estas pesadillas pasaran, miro a su hijo por un momento para sonreírle con una ternura maternal que solo una madre sabe dar- Esta bien vuelve a tu cuarto y espera un momento en lo que despierto a tu padre para ir contigo ¿de acuerdo?- dijo alegrándose internamente al ver como su hijo cambiaba su expresión de una triste a una sonrisa al ya saber lo que iban a hacer sus padres cuando llegaran a su cuarto, salió corriendo del cuarto en donde la pareja se encontraba para ir al suyo propio

Rio al ver la reacción por parte de su hijo, miro a su esposo el cual seguía dormido, lo sacudió un poco para despertarlo, el hombre al sentir que alguien lo movía abrió sus ojos para encontrarse con la mirada de su esposa- Déjame adivinar, ¿rojito volvió a tener otra pesadilla?- Pregunto algo adormilado diciendo el apodo que le había puesto a su cría por el color de sus ojos y por el fanatismo de este a ese color, la mujer solo asintió en respuesta, el hombre se sentó en la cama haciendo notar la diferencia de altura que había entre él y su esposa mientras rascaba su nuca, sintiéndose algo frustrado por no poder ayudar a su hijo contra esas pesadillas- Me empieza a preocupar sus pesadillas, ¿serán tan malas y tenebrosas como para contarlas?-Cuestiono el hombre dejando salir su duda al aire

-Es triste que no podamos hacer nada pero por lo menos debemos estar ahí para el cuándo lo necesite por ahora-Dijo la mujer tratando de subirle los ánimos a su esposo

-Está bien, ira a buscar mi guitarra- Dijo para luego levantarse y abrir el pequeño closet de su habitación para buscar el instrumento antes mencionado, este el cual fue muy útil para calmar los nervios de su hijo al tener estos malos sueños, este era utilizado para acompañamiento a los cuentos que su esposa contaba, eran como una canción de cuna combinados con algunos de los clásicos cuentos de hadas antes de dormir

Al encontrar dicho instrumento ambos adultos se encaminaron a la habitación de su pequeño hijo, al abrir la puerta se encontraron con su hijo acostado en su cama esperándolos ansiosa mente, ambos adultos se sentaron en cada lado de la cama de su hijo-Bien, ¿y que cuento quieres escuchar?- dijo en modo de interrogante la mujer a su pequeño

-El del niño que vive en la luna- Dijo entusiasmado, ese se había vuelto su cuento favorito desde que su madre se lo había contado por primera vez

-Pues entonces ese será mi pequeñín lunar- Dijo haciéndole cosquillas en la barriga del menor

El hombre comenzó a toca los acordes en su guitarra, tocando la melodía que iba acorde a ese cuento, la mujer espero un momento para poder afinar su voz y empezar a cantar

(Se recomienda escuchar multimedia para mayor disfrute)

-Tonto el que no entienda
Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía
Al llegar el día
Desposar un calé
"Tendrás a tu hombre, piel morena"
Desde el cielo habló la luna llena
"Pero a cambio quiero
El hijo primero
Que le engendres a él
Que quien su hijo inmola
Para no estar sola
Poco le iba a querer"
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime, luna de plata
¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?
Ah-ah-ah-ah, ah-ah-ah-ah
Hijo de la luna
De padre canela nació un niño
Blanco como el lomo de un armiño
Con los ojos grises en vez de aceituna
Niño albino de luna
"Maldita su estampa, este hijo es de un payo
Y yo no me lo cayo"
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer que te haga mujer
Dime, luna de plata
¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?
Ah-ah-ah-ah, ah-ah-ah-ah
Hijo de la luna
Gitano al creerse deshonrado
Se fue a su mujer, cuchillo en mano
"¿De quién es el hijo? Me has engañao' fijo"
Y de muerte la hirió
Luego se hizo al monte con el niño en brazos
Y allí le abandonó
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer que te haga mujer
Dime, luna de plata
¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?
Ah-ah-ah-ah, ah-ah-ah-ah
Hijo de la luna
Y las noches que haya luna llena
Será porque el niño esté de buenas
Y si el niño llora
Menguará la luna para hacerle una cuna
Y si el niño llora
Menguará la luna para hacerle una cuna-

Al terminar de cantar su esposo termino de dar unos últimos acordes y finalizo el cuento, el pequeño de cabellos negros, bostezo a punto de caer dormido pero antes de hacerlo pregunto- Mami, papi ¿creen que me pueda hacer amigo del hijo de la luna?- Pregunto inocentemente mirando expectante a sus padre

Ambos adultos se miraron algo confusos sin saber que exactamente responderle a su hijo, después de unos segundos el hombre decidió hablar y por fin responderle a su hijo- Claro que sí, estoy seguro de ello-Dijo sonriendo le a su hijo, el cual le devolvió la sonrisa, para luego caer dormido a los brazos de Morfeo

-🌙-

-Mami, ¿por qué nunca podre tener amigos?- Pregunto un pequeño de cabello ceniza y ojos rojos, el cual parecía que iba a llorar en cualquier momento

-Porque no lo necesitas, solo te harán perder el tiempo- Respondió de mala manera una mujer con los mismos rasgos que los de su "hijo"-Ahora lárgate a dormir y deja de molestarme- Ordeno al pequeño niño de apenas 5 años

El pequeño se fue a lo que sería su "cuarto" por así decirlo, pues este no era más que un claro en el bosque y su "cama" era un simple rama, pues al ser un espíritu no tenía casa, ni un techo bajo el cual dormir, se recostó en la rama en la que siempre dormía, intentando que no se escucharan mucho sus pequeños sollozos

-Curiosamente esa noche hubo una luna menguante-