Noche de silencio
-Entre cada momento que pasaba las noches de manera lenta estaba sumamente tranquila a pesar de que las estrellas eran las únicas quienes alumbraban las calles ante la ausencia de la luna en su esplendor hasta que las calles se volvieron inseguras ante la presencia de la dicha, tanto que incluso las criaturas que todavía habían quedado en la tierra debían de ser buscadas ya que el miedo de ser descubiertas estaba en incremento por lo que los dos guardias estaban buscando a varias de ellos por las calles humanas las cuales se vieron extrañamente vacías a tempranas horas.-
Tora: ¿pudiste ver algo?
Tobi: negativo ¿y tu?
Tora: negativo.
-Los dos suspiraron levemente sin detener el paso en el que estaban buscando a la dichosa criatura que dejaba las marcas de sus pezuñas por toda la carretera.-
Tora: ¿cómo puede un unicornio alejarse tanto tan rápido?
Tobi: es un alicornio es normal que se aleje volando.
Tora: eso mismo...
-Buscando entre basureros y calles, cada gato gustaba de ser acariciado por ellos sin reprochar nada, no obstante trataban de mantener esa cercanía para cualquier cosa.-
Tobi: debería de estar cerca de los puestos de comida.
Tora: hay uno cerca por aquí, vamos a ver.
-Los dos no perdieron el tiempo para ir al mencionado, una pequeña tienda de comida que estaba abierta por la magia de aquel alicornio que se iba calmando por el olor de la comida que fue de apoco ignorando que le estaban observando desde la lejanía, los dos se separaron casi por acuerdo fueron rodeando al animal lentamente para no asustarlo ni que los ataque con su cuerno mágico.-
Tora: tranquilo amigo. No te haremos daño.
-Decía el peliverde mientras que se acercaba a acariciarle la cabeza y la cara en lo que el animal se dejaba con algo de duda, el pelimorado se acercaba por el otro extremo del animal con una cuerda celeste y purpúrea en la cual rodeó al animal para evitar que se escapara, y antes de que éste se alterara los dos le sostenieron suavemente para evitar que lastime a alguien y salga corriendo haciendo un desastre.-
Tora: ¿lo vez? No pasa nada.
Tobi: es momento de irse pequeño, te están esperando en el establo.
-Con suavidad sacaron al unicornio alado lejos de la tienda cuidando de que no tumbase algo ni nada por el estilo, sobre toco cuidarse de las cámaras de seguridad para que no les estén grabando, cuando salieron de ahí fueron directamente al carruaje que era especialmente dedicado a las criaturas para llevarlas a salvo a sus hogares de origen, en este caso la luna.-
Tora: creó que es el ultimo por este país.
Tobi: efectivamente el ultimo, aun falta saber dónde ha quedado la cierva.
Tora: uuuh suena mas difícil de tratar.
Tobi: lo es, no cuando se tiene que calmar.
Tora: trata de enseñarme porque seguramente huirá de mi.
Tobi: no lo creo, no le teme a los felinos.
Tora: de todas formas...
-Los dos siguieron avanzando por el lugar mirando los aposentos para evitar perderse, la estrellas eran hermosas que tras titilar en el momento parecían querer decir en código morse algunas palabras que los dos prefirieron no decir.-
Tora: ¿sabes? Es divertido trabajar contigo.
-El pelimorado le miro de reojo.-
Tora: digo, eres interesante por como te desempeñas con las criaturas que se desconocen, incluso yo desconocía de varias hasta ahora, eres amable con ellos y bastante paciente, los conoces a la perfección mejor que a los seres humanoides, simplemente es divertido... Más cuando actúas de forma graciosa.
-En eso el pelimorado solo desvío la mirada ante la corta vergüenza que tenia por haber mencionado eso.-
Tobi: t-tampoco así.
Tora: por supuesto que si
-El mencionado solo rodó los ojos levemente antes de seguir el camino saliendo de aquella ciudad sin mirar a alguna parte mas que adelante en un silencio algo incómodo para el Peliverde a menos de que mirando de reojo a su mayor el cual ignoraba de todas formas aquellas heridas en las cuales habían sido provocadas por aquella batalla tan fúrica y llena de desconocimientos que el menor bajó después la mirada, se sentía mal por haberlo hecho daño cuando él no lo había hecho, más bien parecía ¿evitarlo? Pues no buscaba lastimarlo en todo momento así que aceleró el paso hasta quedar frente a el deteniendo su andar.-
Tobi: ¿sucede algo?
-El menor tenía su garganta hecha nudo, respiró hondo elevando su mirada para ver sus ojos.-
Tora: yo.... Siento mucho el haber desconfiado de ti aquella vez.... Y el haberte atravesado con la daga.
Tobi: calma, he recibido peores, pero no es algo del que te debas preocupar.
Tora: a-aun así! Solo dejame ayudarte.
-Extrañado el pelimorado no se esperó que el peliverde le tomase de la mano y le jalara a unas rocas que evitaban ser vistos por alguien.-
Tora: ven, recuestate aquí.
Tobi: p-pero no duele...
Tora: ¡la cicatriz secará más rápido! Aparte de que si estas caminando se te abrirá nuevamente y dolerá. Por eso quiero ayudarte a cicatrizar esas heridas.
-El pelimorado tragó un poco de saliva dejándose recostar en aquel sitio mientras que el menor sacaba una de sus pomadas de la mochila para prepararla y luego lentamente subir la camisa ajena, tratando de no sonrojarse mucho por eso, pero teniendo la mirada del pelimorado y las manos temblorosas no ayudaba mucho a ocultar sus nervios pero al final si pudo controlarse para ir vendándolo, aunque ante los quejidos que soltaba dejaba en claro que todavía dolía.-
Tora: te lo dije, ahora solo tienes que esperar a que endurezca y listo.
-Cuando terminó guardó todo en su lugar para así sentarse a su lado.-
Tobi: muchas, gracias.
Tora: no hay de que.
-Los dos estaban mirando el cielo uno alado del otro en un silencio estable, ambos estaban tranquilos, el mayor de los dos giró suavemente la mirada a verle.-
Tobi: ¿a ti no te duele algo?
Tora: ¿huh? No nada...
Tobi: ¿seguro?
Tora: por supuesto, con la misma pomada se han cicatrizado así que no tengo nada de dolencia.
-La sonrisa del menor era sumamente tierna, ni negar cuando sus polos se sonrojaban un poco, a lo que inmediatamente el mayor trataba de evitar su mirada.-
Tobi: y-ya veo.... Es.... Bueno saberlo.
-Un poco extrañado el menor solo ladeó la cabeza, pero luego sonrió suavemente para seguir mirando por aquellos minutos los aposentos nocturnos, los dos estuvieron tan enfocados en el dicho que cuando pusieron sus manos en el suelo para que se puedan acomodar pudieron sentir un suave y cálido tacto de pieles que por segundos les hizo sobresaltar y despacio separar cuando se miraron a la cara un poco nerviosos por ello, por más que quisieron ocultarlo, sus corazones siguieron latiendo con fuerza desde aquella vez que se vieron más de cerca con ese "click" en los ojos de ambos.-
Tora: o-oye... ¿R-recuerdas cuando... Peleamos aquella vez al vernos?
Tobi: si y trato de no hacerlo..
Tora: Aah? y eso?
Tobi: pues... Casi te he lastimado demasiado sin haberte conocido.
-Por más simples que suelen ser esas palabras para el menor se puede tomar de ambos sentidos, aunque prefería uno de ellos.-
Tora: a-ah!.. Etto... N-no te preocupes.... Creo... Que fue por mi culpa.... N-no debí haberte insinuado de esa forma a la primera vista.
-El mayor extrañado por esa palabra, por eso giró su mirada a verle claro aunque no esperó que al hacerlo chocara con la frente ajena.-
Tobi: perdón.
-Pero como no se separaron mucho se podía notar la mucha cercanía que ambos tenían mutuamente les dejaba muy cerca esas miradas mutuas, haciendo que sus pechos latiesen con fuerza, a lo que los nudos en ambos se viera claro.-
Tobi: eeh... B-bueno... Supongo que... Es momento de se//Tora: n-no!
Tobi: ¿eh?
Tora: e-es decir... Eehh... L-la verdad es que... S-siento mucho el que te haya lastimado... N-no es que me haya, sorprendido el saber que eres lunar, solo.... L-lo que quiero decir es que no quería pelear contigo... No... Quería lastimarte así...
-Bajando la mirada trataba de mantenerse algo corde.-
Tora: n-no después de que me contaste eso... No quise hacerte daño porque desde ese día supe que serías alguien diferente a lo que aparenta... No imaginé que también estarías en esa batalla pese a que sabía que era tu deber... A-aun así...
-A sorpresa del mayor quién tuvo que ver como unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, a lo que se acercó despacio para ir limpiarlas suavemente con sus dedos pulgares.-
Tobi: Oe... No te preocupes por eso... Tampoco pensé que irías aun sabiéndolo, pero eso no quiere decir que lo haya querido hacer a propósito... Lo bueno es que no hubieron muertos a parte de los humanos... Y sin embargo me siento bien de verte estable.
Tora: T-tobitaka...
Tobi: no te culpo por seguir tus deberes porque para eso estamos, incluso cuando empecé a conocerte supe que serías un buen sargento ¿por qué me enojaría contigo después?
Tora: p-pensé que por....
Tobi: es cuestión pasada, viniendo de ti... No me molesta en absoluto tener que recibir tus golpes
Tora: oye no te victimises tampoco si soy yo el que debe disculparse!
Tobi: ya lo has hecho, el que me hayas perdonado es más que suficiente para mi.
Tora: aah... B-bueno.... P-por supuesto que te perdono... Eres... Muy agradable para mi...
Tobi: jej tú también lo eres.
Tora: aunque fuera raro lo que pasó hace un par de horas.
Tobi: no lo niego... Fue inesperado pero... Me gustó el tener que haberte salvado.
-El menor se sonrojó bastante.-
Tora: o-oe... Etto... S-supongo que... Gracias?
Tobi: -asintió suave- a propósito... ¿en verdad no tienes fiebre?
Tora: ¿ah?
-Acercándose más casi tocó su frente.-
Tobi: cada vez que me acerco estás rojo, aunque no se nota que estas enfiebrado...
-El menor aun estando rojo por la cercanía del ajeno, su pecho retumbaba con mucha fuerza por parte de su tacto y demás.-
Tora: q-quizás... Se deba a que....
Tobi: ¿a que te vez lindo así?
Tora: s-si pue-..... ¿aah?
-Si que le soprendio esas palabras.-
Tora: N-no soy adorable!
Tobi: si lo eres˜
Tora: c-claro que no! Tu eres el adorable!
Tobi: ¿ah si? ¿Y por que?
Tora: porque! Porque... Eehh... P-porque eres bueno conmigo! Eso te hace adorable!
-El moreno solo rio bajo.-
Tobi: entonces los dos somos adorables?
Tora: c-claro que si.
-Los dos guardaron silencio de manera mutua de manera que los dos solo se miraban a la cara, pero pronto los dos casi de la nada empezaron a reír a carcajadas.-
Tora: pfff jajajaja ¿crees que Cupido tuvo algo que ver?
Tobi: puede que si, puede que no... Sea lo que fuese sido... Me siento feliz con ello.
Tora: somos dos... Aunque.... ¿Que crees que pase ahora?
Tobi: probablemente nadie lo entienda, seguramente nadie de la tierra y el páramo lo quiera entender.
Tora: da un poco miedo el imaginar lo que pase después.
Tobi: por ahora no deben enterarse.
-El menor le vio a la cara.-
Tobi: a como estan los años, lo que menos queremos es otra pelea por algo que no les tiene incumbencia, además de que es probable que ninguno de los dos siga en pie...
Tora: o-oe! no digas esas palabras... Por supuesto que estaremos bien.
Tobi: Toramaru.
-Su mirada conectó con la de él.-
Tobi: es más serio de lo que se ve, donde cualquiera puede caer en un abismo sin pensarlo, no es para tomarlo a la ligera aun sabiendo que este mal se ha desatado.
-El menor no sabía que decir, más que era la verdad en sus palabras las que estaban brotando, no sabía que decir al respecto ya que el pelimorado conoce las magnitudes de las oscuridades lunares.-
Tora: en ese caso ¿que se sugiere hacer? El reino solar es de eterna luz pero a veces es muy cegante.
Tobi: por ahora solo esperar, el destino ya está escrito pero ahora teniendo en cuenta lo que prontamente va a suceder es primordial que se tenga lo necesario para evitarlo.
-Despacio se fue levantando en ayuda de las rocas, pero inmediatamente miró al menor.-
Tobi: como general de la guardia real lunar, es mi deber el tener que cuidar de los míos para que estén preparados para la batalla que en siglos se desatará... Por más que no quiera es mi obligación también.
-Le extendió la mano al menor quien un poco sorprendido por la sonrisa de su ajeno hacía que su corazón latiera con fuerza.-
Tobi: pero no quiere significar que no vaya con quien me agrada estar por el mundo buscando una solución religiosa para apoyar a ambos reinos en medio de la catástrofe.
-El menor aceptó su ayuda mientras se levantaba acercándose a él.-
Tora: ¿D-dices que...?
-El pelimorado asintió con la cabeza, sin soltarle la mano.-
Tobi: sin embargo, no puedo hacerlo solo... Es un mundo enorme para caminar solo... Así que quisiera preguntarte si no te molesta.... Toramaru, ¿me darías el honor de dejarme sostenerte de tu mano para caminar a tu lado por este mundo de dificultades? Y te prometo ser tu escudo para evitar que toda maldad te afecte.
-El menor estaba a más no poder de lo rojo que estaba, aparte de que su pecho palpitaba fuerte por esa sonrisa que el pelimorado mostraba, la notaba linda, como si quisiera que sonriera así más a menudo, verlo más expresivo de esa forma frente a el cautivaba su corazón a gritar, el agarre mutuo era demasiado a lo que tratando de mantener la cordura le sonrió feliz, muy feliz, de que ahora los dos estarían juntos en eso.-
Tora: s-si! Por supuesto que si!
-El mayor sonrió aliviado.-
Tora: aah! Pero no creas que te dejare ser un escudo ¿eh? Te necesito estable idiota!
Tobi: jeje... Lo tomaré en cuenta.
Tora: vas a ver que si será verdad. No creas que estas garras se liman porque si. Ahora vamos, que mientras empecemos pronto será mejor ya que así se expandirá cuanto sea posible por si solo.
-Los dos rieron suavemente no tardaron en ir avanzando sin mucha prisa por un rumbo desconocido para que los dos enamorados puedan ejercer su trabajo como tal pero ahora teniendo un rumbo compartido, juntos de la mano se sostendrán mutuamente para evitar caer, atados con un hilo rojo que les cubrían de pies a cabeza, mismo del cual sus corazones palpitaban para comunicarse entre sentimientos unidos en un solo beso que a ambos sorprendió pero gusto era la marca de inicio juramentado bajo la luna en su brillo, las luciérnagas les rodeaban enteramente cantando una melodía donde los dos eran los protagonistas de su nueva historia.-
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