-Así fueron pasando los días desee aquel incidente, al menos dentro de la tierra ya que el tiempo fuera de esta era sumamente diferente a lo especulado, aparte de que todo era algo movido desde aquel día en que los dos príncipes fueron obligados a separarse por una razón bastante alocada según la vista de sus propios padres, que pese a que se han calmado de temperamento no han podido cesar el castigo a sus hijos, cada uno tenia una versión distinta de lo que hicieron, pero esta vez tocara con el reino mas grande de la galaxia de los humanos. El reino solar tenia claro que algunas de sus informaciones estaban reveladas hacia el enemigo y eso hacia crecer el temor en los pobladores que solo podían hablar mal de aquel reino enemigo, "¿que hicieron cosas como las nuestras? ¡Que copiones!" "¿acaso creen que nos dan miedo? Son una sombra mas en la vida" "es verdad, ese reino no debería existir" y entre más murmuros que se escuchaban desde el balcón cerrado de la habitación del moreno, el cual solo podía quedar callado en resguardarse de comentarios al respecto, todo estaba bloqueado de energía espiritual, por lo que todo lo que haga desde adentro no tendrá efecto.-

-Además de que estaba mas reforzado de seguridad estos no es que lo tratasen del todo respetuoso una vez que supieron el chisme, eran distantes con el y algo bruscos, el moreno solo podía tener la mirada vacía hacia algún sitio aparte del techo, aun no podía creer que su propio padre se negara a creerle en que no había hecho algo malo y que permitiese que el propio reino le juzgara por algo que nunca paso, ser aliado de un enemigo que no es enemigo ni nunca lo será, pues cuando estaba leyendo (repasaba sus memorias) podía notar que incluso habían humanos que daban culto de ritual al mismo reino (y que ahora son muy pocos los que siguen haciéndolo) además de que habían pirámides para ambos, pero lo que si no pudo decirle a Shiro (o no lo sabe mejor dicho) es que habían humanos que prefieren la noche que el día, al principio no sabía porque pero desde que fue a la tierra a verlo con sus propios ojos lo pudo entender.-

-Además de ir andando de un lado a otro casi vigilado por cámaras, literalmente, trataba de buscarla forma de ir a hablar con su padre que por cierto ni él mismo quería abrir la puerta para verlo a cara ¿que tanto creen que no duele? Que tu propio padre desconfíe tanto de ti para que ni abra a verte tras acusarte de algo que no has hecho, todo lo contrario, lo quisiste intentar para formar un nuevo lazo de paz histórico para demostrar que tanto control tenia sobre el asunto,pero por malos entendidos de sus padres con el cliché que tienen grabados en sus cabezas les impiden verse de nuevo, y para colmo sus compañeros estaban casi al mismo acuerdo de él en temer que imponer la barrera fronteriza para que no pudiese volver a verlo, no sabia como estaba Toramaru ni qué sucedió con el, le preocupaba incluso el saber como lo estarían tratando, a su "amigo" y a shiro, no consideraba esto justo, ni era un delincuente, y mucho menos alguien peligroso.-

G: aun no puedo creer que esto esté ocurriendo, solo por una estupidez.

-Hablaba para si mismo,,sin brasa, prácticamente sin nada, su mirada vacía solo estaba enfocada en lo que era el techo, repasando sus memorias.-

G: si tan solo estuvieras aquí... Creo que seria mas diferente.

-Dijo suavemente sujetándose el collar-dije con forma de zapatilla, lo único que tenia en recuerdo de su madre, la cual siempre acudía a su lado para apoyarlo en todo, le daba igual si era algo diferente a lo habitual pues no gustaba de hacer algo a la fuerza, siempre era muy comprensiva además de inteligente pues por algo todos la respetaban no por ser esposa del rey sino por su personalidad, era simplemente nostálgico el tener que recordarla ahora en momentos así en los cuales el dolor en el pecho fueron fuertes incluso ahora.-

G: ¿que quieren ahora?

-Dijo de mala gana cuando escucharon a la puerta, la barrera se expandió para dejarle entrar.-

Nagu: no pareces de buen humor.

G: ¿te parece que lo estoy?

Nagu: no, pero al menos pensé que estadías ya mas calmado.

G: vete al cárajo si vienes a molestar.

Nagu: ay mira que ya quisiera, pero no, los demás están aquí y el señor tuyo pidió que habláramos contigo a ver si querías bajar.

G: no gracias, prefiero quedarme aquí que ir a verlos.

Nagu: mira, sabemos que esto no es la mejor opción, y que probablemente hayas hecho casi un suicidio total, pero mínimo todos quieren ver como estas, no es bueno que te quedes aquí mucho tiempo.

G: ¿lo pensaron después de imponer un castigo que no hice?

Nagu: somos tus amigos, queremos verte bien.

G: menuda su amistad...

Nagu: ¿entonces no vas a querer venir?

G: .... No... Mejor, dejen me en paz.

-Dándole la espalda se cubrió con las sabanas escuchando el suspiro del pelirrojo del cual negó suavemente antes de irse, de hecho, el mismo Nagumo giro despacio hacia atrás pero no vio nada diferente, por lo que saliendo de la habitación del moreno despacio fue bajando las escaleras hacia la mesa en donde estaban los otros invitados.-

Tat: ¿que te ha dicho?

Nagu: nos mando al demonio, no quiere ni salir de ahí.

Fu: le pego muy fuerte, ya era para que ayer hubiese buscando a ese ser.

Nagu: no lo sé por ustedes, pero al se le ve decaído.

Tat: es de saber... Lastimosamente es real.

Nagu: mucho...

Fu: guarden silencio que ya viene.

-Los presentes rápidamente asintieron con la mirada continuando con lo pautado en lo que el rey se acercaba.-

??: ¿Y bien?

Nagu: no quiere salir, insistí en que viniera pero nada.

??: aaah... Habrá que darle mas tiempo.

Tat: me disculpa señor, pero creo que aún dejado ahí...//??: es por el bien de todos.

-Y ariscamente se fue alejando de ellos de vuelta a donde sus padres, los cuales estaban siendo ellos mismos mientras que sus hijos eran algo diferentes.-

Nagu: y para cambiar de tema, kiyama ¿qué tanto estabas saliendo del edificio?

Tat: estaba trabajando en la tierra, no quiero depender del salario para los estudios.

Nagu: lo entiendo pero llegas muy tarde.

Tat: ¿y?

Nagu:... Nada, mejor, veamos cómo esta Toramaru.

Fu: si, el pobre casi debe de estar saliendo de su castigo.

Tat: estoy de acuerdo.

-Con cuidado los 3 se levantaron de sus asientos para ir a verle, el Peliverde como castigo tuvo que hacer trabajo comunitarios las 24 horas del día con pocos minutos de descanso, estaba lleno de polvo, heridas, vendas, ojeras grandes, era como un esclavo en aquel reino que por cierto era legal ya que si se desobedecía una orden y encima se trataba con el enemigo que no sea con una batalla se le trataba como esclavo burlado por los otros guardias así como un novato, por eso su personalidad estaba muy temblorosa, pero feliz de volver a ver a sus amigos de regreso.-

-Así pasaron algunas horas para que loa adultos continuasen con sus planes, mientras que en la habitación el moreno casi se quedaba dormido después de tanta lágrima derramada en silencio, no sabía que hacer ¿ya habrá perdido absolutamente a Shiro? No podía evitar pensar de que era así, además de que es posible de que y no quiera verlo después de lo sucedido por su padre que no sabía cómo se había controlado tanto para evitar abalanzarse sobre el albino, quizás era porque su madre no hizo lo mismo con el y al contrario solo estaba casi que al mismo nivel de apoyo que su padre.-

G: y dicen que somos diferentes... Tsk

-Y de nueva cuenta la puerta se escuchaba como se acercaban, el simplemente estaba de muy malas como para hablar con alguien.-

"Vaya mira como te han puesto estos años, Goenji."

-Casi le extraño mucho el escuchar aquella voz, hace mucho que no le escuchaba como para que al verse se encontrar con un fichó de cabellos rubios largos y lizos, mirada carmín, alas del mismo tono de sus cabellos, vestimentas elegantes, aroma amorosas y de aromatizantes repletos de pasión que solo surge efecto en los humanos.-

G: ¿Qué estas haciendo aquí Afuro?

-Si, era el nombre del hijo de Eros, primo de Cupido, un dios que pocas veces se deja ver en persona y que apoya a ambos bandos.-

Afuro: solo estoy dando un paseo por aquí. Hermes e Iris si pudieron venir cargados de noticias jeje.

G: tsk... Debes saber...

-Le volvió a dar la espalda.-

Afuro: oye no te pongas así.

G: ¿como mierda quieren que me calme si nadie quiere creerme?

Afuro: no es de eso lo que hablan, pero no quiero ser entrometido.

G: es que no lo entiendo... No somos tan diferentes... Ni siquiera entiendo el porque enfocarse mas en lo negativo que lo positivo... ¿Acaso tiene sentido que se siga una guerra sin escrúpulos de hace años?

-El rubio despacio se sentó a los pies de la cama del moreno.-

Afuro: al principio suena ridículo pero es creíble.

G: entiendo que... Puede que en un principio todo se deba a los tiempos pasados, pero no quiero seguir con eso.

Afuro: ¿ah no? No recuerdo que el año pasado hayas dicho que querías evitar eso.

G: fue porque no conocía la existencia del reino lunar, y ahora que lo se prefiero evitar seguir ese conflicto antes de que algo grave suceda.

Afuro: en eso te apoyo, es más, puede que siendo así puedas tener la paz que tanto buscas.

G: si, pero tengo miedo en lastimar a alguien inocente... Es la primera vez que me hago tan responsable y del bienestar de muchos.

Afuro: jeje, bueno no eres el único~

G: ¿ah?

-El rubio se le acercó como se estaba pautado.-

Afuro: muchos de nosotros tratamos de trabajar duro para sorprender a nuestros padres aun cuando sabemos que nuestros dones estaban dotados desde ya.

-El moreno tratando de mantener la distancia quedo extrañado.-

G: ¿de qué hablas?

Afuro: solo digo, que puede que muchos de nosotros intente suplantar a nuestros padres para que digan que están orgullosos de como llevamos el manto de sus puestos en vez de ser orgullosos por como estamos dotados.

-Dijo deteniéndose, casi por llegar a poner una mano en el pecho ajeno pese a que le daba la espalda.-

Afuro: por eso los reinos están como ahora son, solo quieren confiar en lo que su historial dice, no como se ha llevado a cabo, aquellos que sólo quieren ver el lado diferente no tendrá mucho de qué hablarse a menos de que alguien mas haga lo mismo, es como contar la historia de Heracles y Jason para tomar impulso.

-Se estiró de brazos y piernas.-

Afuro: los humanos nos quieren copiar por eso, somos sus ejemplos y quieren simplemente ser como sus ídolos, osea, nosotros... Pero si nosotros mismos somos los que queremos seguir cayendo en lo mismo no solo estaremos condenando nos sino ellos mismos caerán en el mismo destino.

-Eso puso a pensar al moreno que le escuchaba con total atención.-

Afuro: por eso, ellos mismos mantienen la ilusión en que el amor y la amistad es la clave para que la felicidad perdure en los corazones, pues es ahí donde esta la clave principal de todo... Así como decía mi padre "puede que sea una bola de manteca, pero eso no implica que deje de patinar, porque es mi sueño".

-Despacio se fue levantando.-

Afuro: y como me llamo la atención la historia de los dos...

-Despacio volteo a verlo.-

Afuro: aun tienen mucho para dar.

-El moreno no supo qué decir, el rubio simplemente se acorto de hombros manteniendo esa sonrisa de como llegó.-

Afuro: solo piensa, "si amas tienes que dejarlo ir, si viene es tuyo" ¿tu lo has dejado ir.

-Saliendo de ese trance asintió.-

G: d-de hecho hasta le conte... Y-y sabes.

Afuro: ajá, y con eso ¿que recibiste a cambio?

G: su... Cariño... Me ha entendido bastante bien.

Afuro: bueno, es un buen paso, además de que así se empieza.

G: y-y-y ¿qué tiene que ver con esto?

Afuro: aaah~ no me gusta el chisme pero en fin... Si quieres demostrarle a todos que un futuro distinto y todo lo que dices es posible, alguien debe dar el primer paso ¿no lo crees?

-Un pequeño silencio se presentó.-

Afuro: bueno me tengo que ir, tengo varios sitios que ver, así que moriré de ganas por ver cómo estaría pasando todo con respecto a su relación.

-Y cuando salio de la barrera el moreno se quedo a meditarlo, costaba creerlo pero si tenia razón, entre lo que ha podido leer los humanos dejaban a la luna ser motivo de romance para las parejas en sí, además de muchas otras cosas más, por lo que teniendo en cuenta lo que paso y lo que podría pasar... Estaba claro, su corazón pedía a gritos estar abrazando a su Shiro, de protegerlo de todo el que le quisiera hacer daño ¿pero el sentirá lo mismo? Solo habría una forma de demostrarlo pues de esa forma se pondría un fin a tanta rivalidad y todo finalmente acabaría.-

G: debo de hacerlo... Bueno... Debemos de hacerlo... Pero ¿cómo lo haría sin que los demás salgan perjudicados? Ninguno va a querer acompañarme y no quiero ver como han puesto al pobre toramaru por mi culpa... El ha estado sufriendo mucho o todavía sufre... Quiero dejarlo descansar.

-Suspirando se fue sentando en su cama para meditarlo bien, no debía de fallar esta vez y ahora más que nunca necesitaba demostrar que puede emplear bien sus poderes, cosa que desde niños siempre hizo pero ahora demostraría al mundo lo que es capaz de hacer por todos, que las cosas pueden cambiar, y que unir a ambos reinos seria lo mejor que podrían imaginar.-