K: si estas tan seguro de que resultará efectivo la idea, no tenemos más de otra que avisarles a todos.

Kaze: es lo que podemos hacer, pero ¿cómo podrás moverte por los cielos?

F: de eso no deben preocuparse, encontré un corsel dispuesto a ayudarme con eso.

Tachi: ¿que no se supone que solo será cuando llegues al trono?

F: al parecer éste es más mayor, y no está dentro del reglamento, por lo tanto no hará daño el que salga conmigo.

E: eso suena muy bien amigo, pero recuerda la discreción.

F: confíen en mí, sé lo que hago.

Kaze: bueno, en ese caso ya todo parece que está hecho

F: aún no...

-el albino miró hacia arriba, donde la luna estaba observándolos en su luz.-

F: todavía queda avisarles...

Haru: ¿no se enojará?

F: no, ella espera que se lo diga personalmente.

-todos guardaron silencio, era cierto que en un grado determinado le temían a la madre del albino, puede que sea hermosa y totalmente única pero de lo que tiene de belleza también lo tiene de estricta cuando se trata del cuidado de su único hijo del cual aquellos que se han acercado al reino (los hijos de variadas deidades y algunas que otras deidades menores de la tierra) pudieron saber la historia del albino, en un principio se pensaba que eso le afectaba... Pero no se atrevieron a preguntar por respectar su decisión de no decirlo.-

Kaze: ¿será ya mismo, no?

-el albino asintió con la cabeza, suspirando con suavidad pasando la mano por su cabeza, estaba seguro que era el momento de hacerlo o no habría de otra para aclarar aquellas sombras que se ofrecían a dar su apogeo, al igual que aquellas extrañas estatuas que en sus momentos había encontrado en cada sombra lista para estudiar, quería saber cual era su propio límite a llegar, así que tras respirar hondo todos recogieron las cosas para dar espacio y tomarse mutuamente de las manos en un circulo mientras que el albino cerró los ojos dejando poco a poco dar a conocer su resplandor propio en contraste con el de la propia luna que lo recibía con pleno gusto.-

-por otro lado, el moreno continuaba caminando sin rumbo alguno más que seguir aquella estela de luz que bien le extrañaba que estuviera en ese brillo tan potente en plena oscuridad, aceleró el paso tras sentir una presencia no muy común en el área.-

G: ¿y ahora?

-alzó una ceja, su pecho estaba apretándose con fuerza.-

G: no me digan que... ¿habrá un conflicto a esta hora?

-y como futuro heredero al trono era su deber evitar que una nueva guerra se desate en cualquiera de esos mundos, tal vez así se dé a entender frente a su padre que el puede ser capaz de detener una pelea antes de que ésta se pueda concretar en su totalidad así que no hizo más que casi ir corriendo a dicha dirección. Por tanto, el albino seguía aumentando su brillo de luz hasta alcanzar un buen punto, el resto de los muchachos se soltó de las manos para arrodillarse pero sin bajar la mirada, cuando el brillo lunar pudo completarse notaron como las estrellas comenzaron a titilar con miedo cuando notaron algo de movimiento de parte de la astro, estaban listos para la llegada de la reina lunar a su localidad.... Pero no esperaban que la estrella fugaz tomara un rumbo distinto al de ellos hasta unos kilómetros más lejos de ellos.-

Kaze: ¿que de...?

-sorprendidos y confundidos miraron la dirección en donde ha partido, dejando un mal nudo en la garganta.-

Tachi: ¿será que...?

K: alguien está tratando de ser espía...

F: vayamos a esconder a las criaturas cuanto antes, si esta uno a estas horas cercas puede que otros puedan venir.

-aunque el albino tenía otro plan los demás no hicieron más que asentir con la cabeza para ir a buscar cuánta criatura puedan esconder por el bien ajeno y seguridad. Por su parte aquella estrella fugaz suavemente se detuvo a unos metros de dónde el moreno continuaba corriendo para tratar de averiguar sobre aquella nueva energía que de la nada desapareció, miraba a todas partes en silencio tratándose de mantener sereno.-

G: ¿hum?

-de pronto, escucho un par de pasos a la lejanía, junto a una energía mayor a la que provenía hace unos minutos atrás, con cuidado y cautela se acercó a donde provenía encontrándose con una escena maravillosamente inesperada, mil luciérnagas alumbraban alrededor de lo que era un venado cuyo brillo era tanto sospechoso como hermoso, de ahí se emanaba dicha energía tan deslubrante.-

G: ¿un... Venado?

(No, seguro es una deidad, un animal no es capaz de...)

-pero salió de sus pensamientos cuando el mencionado le dió la mirada apagando su brillo para solo conservar sus astas plateadas y pelaje blanco, el moreno se quedó quieto sin dejar de verlo... Pero aquel ser no parecía tener buenas intenciones con él ya que resopló con fuerza apuntando sus cuernos hacia él corriendo velozmente hacia el moreno.-

G: ¿pero qu-..?

-no terminó pues el animal era demasiado rápido para sus ojos, si no fuese por reflejo no lo hubiera logrado esquivar apenas, cayendo al suelo teniendo al dichoso animal que le daba una mirada fría y cabeza elevada para su sorpresa.-

"Aléjate... De mi hijo..."

-esa voz, era la misma que la voz de la mujer de su sueño, el ser volvió a resoplar preparándose para contraatacar al moreno, el cual rápidamente se levantó de donde estaba aun mostrando una cara de sorpresa que pronto reemplazó con una de seriedad y enojo.-

G: no sé quién demonios es tu hijo, ni siquiera lo conozco!

-eso parece que le hizo enfurecer pues de sus fosas nasales salía algo de humo acompañado con ¿polvitos de colores? Muy extraño en verdad, pero solo alzó las manos.-

G: no voy a hacerte daño, solo quería saber qué estaba pasando.

"Eso no es algo que te incumba"

G: por supuesto que si, es mi deber mantener el orden en los reinos de mi padre.

-trataba de mantener la distancia pero la criatura se le acercaba el doble de pasos que él.-

G: solo quiero saber si todo esta bien, de verdad.

"Mejor lárgate y estaremos mejor que antes"

-el moreno frunció el ceño-

G: disculpe, pero no lo haré hasta que esté seguro que todo esté bien.

-y nuevamente la criatura se abalanzó en su contra, casi perforó su estómago pero el moreno supo evadirlo, sin darle a articular una palabra siguió atacándolo de manera constante dejando una pregunta en el aire... ¿Por qué?-