Bosque de luciérnagas
-así fue pasando el día lentamente hasta que llegó la tarde en la cual el pelirrojo saliendo del puesto de trabajo aprovecho de estirar sus brazos mientras que comenzaba a caminar.-
H: al fin... ¿quién diría que estuviera tan enojado?
-a paso normal iba avanzando por las calles iluminadas solamente por las farolas en el camino al tiempo que las cigarras iban cantando su melodía.-
H: vaya, está demasiado calmado para esta... Noche.
-con las manos en los bolsillos miraba al frente en cada paso que daba sin dar más palabras por todo el recorrido iluminado por la luz de la luna, más adelante estaba dispuesto a usar por primera vez su poder si no fuese que lo tuvo que frenar se golpe al ver una silueta ocultada por las sombras que le extraño un poco, mirando de reojo alrededor se acercaba despacio.-
H: disculpa, ¿que haces aquí tan tarde?
-como no recibió respuesta siguió acercándose llevándose la sorpresa en su vista, frente a sus ojos estaba un Peliverde dormido sentado en aquella banca, su tez reflejaba claridad con la luz de la luna al tiempo que una tranquilidad que al pelirrojo contagiaba tras una sonrisa.-
H: (¿ah? ¿que estoy haciendo? Alguien podría robarle así)
-con cuidado se le acerco a moverle un poco posando la mano en su hombro.-
H: ¿hola? Por favor despierta.
-después de unos segundos la reacción del Peliverde claramente era de esperarse, lo empujo debido al susto.-
Mido: ¿que? ¿donde? Que paso?
H: ahh, que bueno que despiertas.
Mido: ¿t-tu otra vez? Aah ¿que haces a esta hora?
H: eso debería preguntartelo a ti, estabas dormido ahí sentado y temí que alguien te pudiera hacer algo.
Mido: eeh -suspira- debió ser la espera... Perdón si también te asuste... Estaba esperando a que llegase un poco más allá de la noche y creo que me quede dormido.
H: ¿y exactamente para que esperabas a que llegara la noche?
Mido: eeemm... Es solo algo que me gustaria ver... Etto... ¿que hora es?
H: mmm... Por como se ven las nubes todavía no son las 9.
Mido: aah?! Es tarde!!
-con algo de prisa se fue levantando para ir corriendo adelante.-
H: e-espera! Yo también voy!
Mido: EH?!
-freno casi de golpe a verle, lo que hizo que el otro también frenase, pero el Peliverde sonrió amplio.-
Mido: entonces ven!
-le tomo de la muñeca y jalo corriendo hacia el bosque el cual claramente los frondosos árboles no dejaban mucho pasar la luz, el pelirrojo corría jalado por el Peliverde en todo el camino mientras que miraba al frente sorprendido por la fuerza del agarre que tenia, aunque no le lastimaba para nada, al contrario le daba curiosidad saber qué era lo que le animaba tanto.-
Mido: ¡es aquí!
-a la luz del camino el Peliverde tubo que frenar pero el pelirrojo no pudo hacerlo a tiempo haciendo que los dos cayeran a rodadas hasta superficie plana donde al darse cuenta el pelirrojo había caído encima del Peliverde.-
H: a-ah lo siento! Te lastime verdad?
Mido: eemm no, jajajaj creo que es mi culpa por jalarte tan fuerte
-la risa del Peliverde en sí era bella, algo que hizo a las luciérnagas salir de su escondite a comenzar a dar su brillo alrededor, con cuidado el pelirrojo se separó y ayudo a levantar al Peliverde.-
Mido: ¿recuerdas este lugar?
H: creo que si... ¿no es donde nos enseñaron donde quedarnos aquella noche?
Mido: ajá, pues me gustaría que me acompañarás a ver lo que no has podido ver~
H: si no te molesta...
Mido: ¡para nada! Sigueme.
-los dos emprendieron el camino, el pelirrojo seguía al Peliverde en el trayecto hasta una zona donde cierta puerta ancestral de color rojo ((cuyo nombre no recuerdo)) estaba esperándolos hasta que tras pasar se pudo ver variadas estatuas de piedra de diferentes criaturas, árboles sagrados por ciertos pendientes que tenían atados en sus troncos y el único camino con escalones de piedra.-
H: ¿qué es este lugar?
Mido: es el bosque de las luciérnagas, antiguo bosque que ha sido preservado por generaciones.
H: es hermoso.
Mido: si, dicen que aquí se realizan festivales para honrar a los yokais.
H: ¿espiritus yokai?
Mido: si, mayormente los que protegen este bosque.
H: interesante. ¿vienes seguido?
Mido: solo algunas veces, especialmente este día.
-el pelirrojo curioso miro alrededor fijamente antes de quedarse en el rostro ajeno.-
H: ¿sucede algo en esta fecha?
-pero antes...-
H: aah... Disculpa... Creo que estoy preguntando demasiado.
Mido: oe! Preguntar no tiene de malo.
H: no es eso, es que a veces me llego a pegar mucho en las preguntas y sin querer puedo preguntar de más.
Mido: "reconocer los defectos es un paso a la verdadera sabiduría."
H: ¿que dices?
Mido: solo digo que si admites que preguntas mucho no es malo, entiendo que cuando te llama la atención "la curiosidad mató al gato"
-giro para encontrarse con la ajena mirada.-
Mido: pero descuida, cuando lleguemos tus preguntas serán aclaradas.
-el pelirrojo trago un poco en seco antes de asentir con la mirada, la verdad cuando pasaban por ese bosque había una frescura bastante agradable, si no fuese por las miradas se sentía encima de las diferentes criaturas que estaban ocultándose detrás de los árboles podría decir que era agradable pasar por el sendero, a diferencia de él, el peliverde estaba bastante relajado con una sonrisa.-
Mido: ves, ya llegamos.
-saliendo de sus pensamientos sus ojos se abrieron un poco al ver que alrededor estaba un hermoso lago de aguas creando ondas que chocaban una con otras destellando una luz blanca producto del resplandor ante los rayos de luna.-
Mido: llegamos a tiempo, que bien!
H: ¿para...?
Mido: ya verás~ ten paciencia.
-despacio le soltó para ir quitándose los zapatos y acercarse a la orilla.-
Mido: ven! No podrás ver bien si te quedas ahí!
H: eeh... B-bien.
Mido: quitaré solamente los zapatos, no vayas a querer ensuciar el agua con tierra.
-el pelirrojo accedió a ello y estando en las mismas se acerco a la orilla sentado a su lado.-
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