Capítulo 4

Sin poder dejar a un lado el dolor punzante, abrí uno de los cajones de la mesita de noche para tomar una pastilla. La tragaba con la esperanza de que aliviara la tensión que sentía en la cabeza. Caminé hasta la puerta y la abrí. Una hermosa imagen se presentó ante mí: Tyna, mi perra, estaba acurrucada afuera, ya dormida. La cargué con cuidado, sintiendo su peso cálido contra mi cuerpo.

La llevé a la cama y la acomodé en su lugar habitual, el lado izquierdo. Le acaricié la cabeza suavemente. "¿Tyna, me extrañarás cuando me vaya?" murmuré, sabiendo que la pregunta era absurda. Negaba con la cabeza, aunque solo fuera en mi mente.

Caminé hasta el cuarto de mis hermanos. Al entrar, los encontré viendo una película. "¿Qué están mirando?" pregunté, uniéndome a ellos.

"Estamos decidiendo qué película ver," respondió Billy. "Podrían ver una de acción," sugerí. "Ahora veremos. Primero dinos por qué has venido," dijo, mirándome fijamente.

Suspiré. "Mamá habló con ustedes, ¿verdad?" Ellos asintieron, sin mucha convicción. "Entonces la esperaremos," dije, levantándome. "En unos momentos regreso junto a Mamá," dije, cruzando la puerta.

Bajé las escaleras despacio, tratando de ordenar mis pensamientos. "¿A qué ciudad iré? ¿En dónde me quedaré? ¿Será un lugar tranquilo?" Las preguntas resonaban en mi cabeza, pero no encontraba respuesta.

Al llegar a la sala, mamá parecía estar esperando. Con cada paso que daba, las luces empezaban a fallar, al igual que el televisor. De repente, todo se oscureció.

Instintivamente, giré la cabeza buscando el origen de una luz tenue que había detectado. Mis ojos se posaron en el televisor, donde un mensaje luminoso parpadeaba: "Esto apenas inicia. ¿Estás preparada?"

"Esto es una broma de mal gusto," murmuré. Miré a mamá, pero su rostro estaba pálido y sin expresión. Toqué su hombro, pero su cuerpo estaba frío como el hielo.

—¿Qué está pasando? — pregunté, mi voz temblorosa.

De repente, la luz volvió, pero algo había cambiado. Un chico de cabello cobrizo y ojos dorados apareció detrás de mamá. Me miraba con una expresión de preocupación.

"No te acerques a Bella o terminarás muy mal," amenazó.

Desde cuándo me habían apodado "Bella"? Siempre fui "Issa".

"Yo me puedo defender sola, lo sabes muy bien," respondí, desafiándolo.

Todo a mi alrededor se nubló. Escuché la voz de mamá llamándome: "Issa, Issa".

[Actualidad]

Lo primero que vi fue a mamá mirándome con preocupación. —¿Mamita estás bien? — pregunté, abrazándola con fuerza. —Si Issa, ¿A dónde crees que iría? — respondió con una sonrisa suave.

Sentí un alivio inmenso. —Y-yo no lo sé, Solo no te alejes de mi, En lo que resta de la semana — dije, mi voz apenas un susurro.

Siento su sonrisa, lo cual me alegra. —No quiero arruinar el momento pero es hora de decirles — dijo, mirándome a los ojos. —Entonces que esperamos, Hay que ir — mamá se frota las manos junto a mis hombros.

Le sonreí dulcemente. —Vamos — dije.

¿Qué acaba de pasar? ¿Porqué se lo dije? Y quién era ese maldito chico atractivo. Es extraño que Visión aún no apareciera... Hablaré con mamá después para saberlo, para poder aclarar estas dudas, sobre mi "desmayo" y lo de Visión. Pero ahora no es el momento, mañana lo será.

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Nuevo capítulo espero les guste!

Si tienen alguna otra idea, O me quieren dar un consejo adelante.

Adiós, Nos vemos Depués y hasta pronto chicxs.