Volúmen 1: Nueva Vida
El nuevo mundo dónde se encontraban era un lugar muy parecido al lugar donde habían nacido en el sentido de la tecnología y periodo histórico, pero el problema al que se estaban enfrentando era que se encontraban en Japón en un lugar que desconocían.
La situación en la que se encontraban era complicada, los habían dejado abandonados en un mundo desconocido al cuidado de una asociación criminal dónde estaban rodeados de las personas más peligrosas que podían imaginar, aunque ahora tenían que prepararse para el peor escenario posible dónde fueran atacados por aquellos criminales.
Los había dejado en un callejón abandonado de la vista del público cuando era medio día, los tres se encontraban todavía muy adoloridos tras lo ocurrido con Zero, pero si de quedaban en ese lugar lo único que ganarían sería que algún ladrón los intentaría asaltar, pero antes de salir a la calle los tres se revisaron para saber si tenían algo con que defenderse.
Marcos tenía un par de cuchillos rectos de metal templado con mangos de un material azul, Gabriel tenía una espada de madera que para sorpresa de todos tenía filo ya que cuando toco su orilla se cortó su dedo de manera superficial, pero quizás quién tenía el arma más competente de momento era Pablo ya que tenía una pistola Glock 17 con dos cargadores.
Marcos: necesitamos movernos, según Zero tenemos que llegar a un lugar llamado el hotel Continental —Camino hacía el exterior del callejón pero noto que Pablo no de movía con la vista puesta en el arma—
Gabriel: tenemos que retirarnos al hotel que nos indicó Zero para buscar a Purple, no podemos perder el tiempo —Caminaron entre las calles de aquella ciudad sin entender nada de lo que decían las personas a su alrededor—
No comprendían la mayoría de carteles pero gracias a que Pablo sabía inglés fluido pudo guiarlos hasta la zona dónde se encontraba el Hotel Continental, un gran edificio de lujo con ventanas en todos sus muros superiores, pero lo que más llamo su atención eran las personas que estaban allí, no solo eran personas normales, muchos parecían millonarios y notaron que había personal armado.
Caminaron hacía el edificio sintiendo que varias personas los estaban viendo, tuvieron que ignorarlo hasta que llegaron a la recepción para preguntar sobre el subordinado de Zero, la encargada de atender aquél lugar era una mujer japonesa de estatura promedio y cabello negro que parecía amable ya que posó su atención en ellos de inmediata.
Recepcionista: bienvenidos al Continental, les molestó con sus membresías —Les extendió la mano pero ninguno tenía algo parecido—
Marcos: estamos buscando a alguien llamado Purple, no estoy seguro de como es —Esperaban que los arrojaran fuera del edificio, pero la mujer tecleo algunas letras en su computadora y los miro—
Recepcionista: Purple-Sama dejo la indicación de esperar a tres invitados, no esperábamos que fueran ustedes —Encontro la foto que le había enviado el jefe y corroboro que eran ellos, al menos en apariencia— por favor pongan sus huellas dactilares en este escanear
Les acercó una escáner para que cada uno pusiera sus huellas para identificar a cada uno, el proceso tardo algunos minutos pero cuando terminó ella tono tres tarjetas negras con letras plateadas que servían como membresías temporales para ellos.
Recepcionista: el señor dijo que lo esperarán en el bar, llegará en algunos minutos —Los tres se retiraron un poco confundidos pero no quisieron decir nada ya que estaba saliendo mejor de lo esperado—
Caminaron hasta un bar muy elegante dónde había una mesa con el nombre de su anfitrión, se sentaron y aunque se les ofrecieron diferentes bebidas no se querían arriesgar a terminar drogados y despertar en una tina llena de hielo y sin riñones.
Esperado por algunos minutos hasta que la puerta fue cruzada por un hombre de estatura promedio, su delgada figura resaltaba por el traje morado entallado que portaba, tenía un sombrero de copa del mismo color, tenía un monóculo de aro dorado común vidrio negro en el ojo izquierdo aun cuando sus ojos norados tenían una cisión perfecta y sus pies estaban calzados con zapatos formales de un tono más oscuro que su traje, era alto, media 1.79 metros por lo que veía a la mayoría hacía abajo.
Pablo: ¿Tu eres Purple? -Parecía un poco nervioso y no era para menos ya que ese hombre sonreía de una manera semejante a cuando Zero los sujeto a esas sillas que casi les fríen el cerebro-
Purple: tiene razón, mi nombre es Purple, soy el subordinado del señor Zero a cargo de misiones administrativas -Los tres parecían confundidos ya se no entendían a que se refería- yo me encargaré de la asignación de tareas, misiones y el entrenamiento, aunque también puedo ser terapeuta, gurú espiritual y consejero en el campo del amor
Gabriel: no creo que necesitemos los últimos -Se cruzó de brazos y aquel hombre de sentó en la misma mesa donde ellos se encontraban poniendo sobre la mesa un maletín se no habían notado que estaba cargando-
Lo abrió y por algunos segundos les pareció escuchar unos horribles gritos provenientes de ese objeto cuando quitó los seguros, busco algunos documentos y los dejo sobre la mesa, eran varios expedientes de personas que ellos habían escuchado, se trataba de personajes de películas y videojuegos.
Purple: el señor Zero dijo que estos son sus posibles capacidades, aunque sus niveles sin demasiado bajos —Se trono los dedos y examinó los documentos durante quince segundos antes de poner su atención en ellos— Tengo a los instructores perfectos para ustedes, aunque no estoy seguro de que tan buena idea sea o si están dispuestos a ser parte de la organización
Todos le miraron sin saber nada en realidad, solo sabían que su tarea era sobrevivir, el hombre de traje chasqueo los dedos y todos los presentes dejaron la sala para que pudieran hablar en privado, esto puso a Gabriel en guardia ya que su mano fue hacía la empuñadura de esa extraña espada de madera y Pablo sujeto la empuñadura para estar preparados.
Purple: yo soy uno de los líderes de la Hermandad Templaria, una organización criminal por decirlo de alguna forma, hacemos tratos y cosas que no son legales del todo, aunque no estamos en todos los negocios, nos especializamos en el armamento y mantener el orden por cualquier medio posible —Al escucharlo Marcos se quedo atento a sus palabras y el hombre de cabello negro sonrió un poco— en efecto señor Ruiz, es exactamente lo que piensa
Narra Purple
La Hermandad Templaria había nacido hacía los finales de la época Victoriana, un grupo de la Hermandad de Asesinos había decidido que era necesario encontrar un nuevo equilibrio, su guerra contra los Templarios estaba empeorando, solo causaba más odio y sufrimiento para todos debido a que en más de una ocasión los Templarios se mantenían al margen y ellos atacaban.
La Orden Templaria pensó lo mismo, aunque tenían problemas con la idea de los asesinos acerca de la libertad de elección para la humanidad, justo en ese momento apareció yo para servir como un medidor entre los bandos, en realidad no tenía intenciones de hacerlo pero me pareció interesante la interacción con esas personas que querían un cambio.
Había un consejo de seis Templarios y seis Asesinos, ambos tenían la intención de llegar a la paz por los medios necesarios, pero como consecuencia llegaron a la idea de que sus métodos eran demasiado diferentes como par llegar a un acuerdo que los convenciera para cooperar sin llegar a un encuentro violento de ideales.
Pero en ese momento apareció yo como el miembro número trece para desempatar les propuse una nueva manera de crear paz, con su cooperación los asesinos podrían atacar blancos corruptos en las sombras mientras los templarios buscan hacer el cambio en la luz, era crear una nueva organización pero con dos ramas principales trabajando para un solo fin.
Logramos crear un consejo en el cual nosotros seríamos los encargados de mantener el equilibrio entre las diferentes facciones, la Hermandad Templaria se encargaría de ayudar a la humanidad para progresar, aunque como se podrán imaginar el nacimiento de una nueva organización con tanto poder siempre atrae la atención de nuevos enemigos a los que tenemos que enfrentar.
Eso ocurrió en la segunda guerra mundial, nuestra misión en Alemania fue un fracaso debido a que un grupo místico nos atacó sin previo avisó, nosotros tuvimos suerte de sobrevivir debido a que enviamos refuerzos y logramos aprender a contraatacar, pero consecuencia nos puso en procesó de choque contra otra organización mundial, la SCP, los encargados de mantener el orden entre lo sobrenatural y las personas a nivel mundial.
Nosotros descubrimos muchas cosas que no deberíamos saber y tuvimos que hacer una gran purga para desaparecer a los infiltrados en nuestra organización, comenzamos a investigar y encontramos varios seres sobrenaturales que eran una amenaza para la humanidad, criaturas que rompen la lógica y amenazaban nuestra existencia.
Comenzamos una pequeña guerra para demostrar que no se deberían Meyer con nosotros, me catalogaron como una anomalía y debido a peligro que represento es que decidieron alejarse de nuestras zonas de influencia, aunque seguimos teniendo problemas y no nos atacarán de momento ya que nosotros conseguimos algunas anomalías que trabajan para nosotros, pero el enfrentamiento es inevitable y solo evitamos luchar para evitar el apocalipsis ya que tenemos amenazas que enfrentar.
Fin del relato
Purple: como pueden ver nosotros somos muy competentes, interactue con Zero en varias veces pero es tan peligroso para nosotros que prefiero que estén fuera de nuestro mundo junto a X y Craft, aunque me contacto para decirme que cobraría un favor, en este caso encargarme de que ustedes no terminen en una celda de la SCP —Guardo los papeles que había sacado sabiendo que estaba frente a posibles subordinados de alta calidad— pero cómo dirían, no los obligó a trabajar para nosotros, pueden probar suerte y tratar de sobrevivir en el exterior
Marcos: espera un momento, dices que tú has estado cuando crearon la Hermandad Templaria q finales del siglo antepasado ¿Que edad tienes? —Su anfitrión sonrió un poco haciendo el gesto de que sus labios de encontraban sellados— bueno, pues yo si voy a entrar
Pablo: si es cierto lo que dices y es una organización mundial peligrosa para nosotros entonces prefiero trabajar para ustedes —El más alto tenía una sonrisa juguetona y enfocó su mirada en Gabriel—
El más bajo miró hacía abajo mirando sus manos, tenía muchas dudas y aunque su mejor amigo y Pablo aceptaron el de sentía nervioso ante la idea de trabajar para una sociedad secreta, lo pensó durante algunos segundos hasta que asintio con la cabeza.
Gabriel: es la opción más viable para mí, además de que no me quedaré dónde algún grupo de soldados puede tocar a la puerta y me matarán —Cuando lo dijo las puertas se abrieron dejando entrar a varios agentes con capuchas blancas y los rodearon—
Purple: pueden seguir a estos caballeros, ellos los entrenarán, espero se diviertan los siguientes seis meses, aunque los sentirán como cuatro años —Los tres miraron a los lados y casi sufren un ataque de pánico cuando pusieron sacos sobre sus cabezas para poder llevárselos a otra parte—
Aquel líder de la Hermandad Templaria sabía que cualquier cosa que Zero enviara era una amenaza de proporciones inmensas, pero para él las anomalías podían ser controladas si tenían una naturaleza racional, aunque no estaba seguro de las capacidades de aquellas personas, pero pronto sabría un poco más acerca de ellos.
Separaron al grupo durante algunos minutos los cuales el hombre aprovechó para hacer algunos arreglos para que los llevarán a una instalación en especial dónde pudieran entrenarlos para las misiones dónde los enviarían, aunque tenía un interés especial en saber porque los había enviado Zero con él.
Pero mientras el líder de aquella orden estaba pensando en sus planes a futuro el consejo general de la Hermandad Templaria se encontraba debatiendo acerca de los informes que les enviaba Purple para decirles que ahora había mandado a un grupo de nuevos asesinos para entrenar en una de sus bases dónde encerraban una anomalía.
Hasta el momento nunca habían tenido problemas con su compañero líder, pero tenían que ser cuidadosos ya que siempre hay una primera vez para todos, no tenían información acerca de las tres nuevas anomalías, su mismo compañero era una poderosa anomalía y tenían algunas otras como agentes para las misiones más peligrosas pero a veces incluso tenían que tener seguros para que no se salieran de su control.
Aunque la historia para los nuevos experimentos del grupo de seres que manipulan la realidad era un poco oscura, estaban en una habitación siendo sujetados por varios agentes especiales de aquél grupo ya que notaron que su fuerza física era superior a la de un humano normal por lo que usaban algunos narcóticos pero ellos seguían moviéndose.
El hombre con sombrero de copa se acerco a ellos y al fin se quedaron quietos, los liberaron y levantaron la vista observando a su nuevo jefe, Marcos miro los ojos morados de su líder y se levanto notando que estaban frente a una puerta sellada con cadenas y seguros hidráulicos que solo podían abrirse por control remoto.
Purple: por algo somos una hermandad, desde ahora no importa su origen, sus apellidos o la sangre que fluya por sus venas, ahora son hermanos —Tenia un bastón con la cabeza de un águila en la parte por la cual se sujetaba, lo levanto para golpear dos veces el suelo y la puerta tembló— ahora entrenaran para ser asesinos según sus capacidades, cuando crucen esta puerta llegaran a un campo de entrenamiento donde se les capacitara con una mayor exigencia que la de un humano, no mueran
El suelo temblaba y las grandes puertas se abrieron dejando ver la oscuridad absoluta frente a ellos, se les devolvieron las aras que traían desde el comienzo y todos los asesinos se fueron del lugar, los tres miraron el vacío por algunos segundos considerando las consecuencias y el temor a desaparecer en la oscuridad.
Marcos: supongo que no tenemos muchas opciones —Sonrió un poco mientras comenzaba a caminar con dirección a esa imponente oscuridad— vamos, la fortuna favorece a los valientes
Gabriel: a veces eres demasiado optimista para nuestro bien —Camino a su lado y volteo viendo a Pablo que seguía paralizado en su lugar— date prisa o llegaras tarde, además ... como pueden matar a quien ya esta muerto
El muchacho de cabello negro corrió tras ellos y se adelanto seguido por ellos que corrieron hasta internarse en la oscuridad, cuando la atravesaron la puerta se volvió a cerrar sellando las cadenas y Purple camino hacia la salida mientras silbaba una canción alegre que era el puente de Londres esta cayendo.
Los había enviado a una anomalía que encontró hace mucho tiempo y que solo había usado con algunas personas, pero de entre todos los que entraron solo habían sobrevivido dos, uno de ellos uno de sus agentes humanos mas letales, al punto que lo apodaban el hombre de la bolsa.
Esa anomalía era una especie de bucle temporal que alteraba su interior, habían hecho muchas pruebas y según tenia entendido en el interior se encontrarían con diferentes instructores que los ayudarían a fortalecerse, pero el peligro era que durante el entrenamiento morirían si no tenían la fortaleza suficiente para sobrevivir.
No tenia buenas expectativas acerca de sus probabilidades de supervivencia, pero eran anomalías enviadas por Zero, solo en tres ocasiones había enfrentado una amenaza arrojada por Zero en persona y la tierra casi desaparece debido a esas criaturas que al final fueron repelidas por la intervención de diferentes anomalías que habían aparecido de la nada y despues desaparecieron sin dejar rastro.
Lugar desconocido
En una gran habitación hermética había doce personas leyendo reportes de diferentes agentes acerca de la aparición de nuevas anomalías que llegaron a través de una fisura de la realidad, no tenían ningún reporte especifico acerca de su apariencia o capacidades debido a que su agente murió tras volver al campo.
Quienes estaban reunidos eran los diferentes lideres de la Fundación SCP, habían elevado una nueva alarma tras registrar la aparición de una fisura en la realidad, pero aun cuando eso era algo "Normal" por decirlo de una manera la realidad era que tenían un registro de otras dos anomalías que llegaron de esa forma y gracias a ellos fue que tuvieron que fingir el desastre de Chernóbil y el incendio de Contralia.
La Fundación SCP eran un grupo el cual tenia como tarea el mantener la normalidad en el mundo, esto lo lograban mediante la búsqueda de Anomalías, su contención y la protección de la humanidad, sus métodos no siempre eran considerados éticos desde una perspectiva humana normal, pero si tenían que escoger entre cometer una masacre o el fin del mundo la decisión era sencilla.
Los habrían mantenido bajo control de no ser porque ellos estaban en la Ciudad de Tokonosu, una ciudad grande donde ellos se mesclaron entre las multitudes y encontraron refugio en el hotel Continental, una de las bases principales de la Hermandad Templaría y si intentaban de alguna forma atacar el edificio desatarían una horrible guerra.
Sus mayores rivales tenían una gran influencia y recursos semejantes a ellos, pero aun cuando ganaran la guerra no saldrían bien librados y habrían comenzado un evento cataclismo difícil de contener, no valía la pena iniciar una pelea solo por tres objetivos que podían ser neutralizados en otro momento.
Por el momento solo necesitarían mantener una estricta vigilancia sobre Tokonosu y enviar a mas agentes para la contención de esas Anomalías en caso de que se salieran de control, conocían a la Hermandad Templaría, pero de justamente por esa razón es que eran mucho mas cuidadosos con sus movimientos.
Pero mientras estaban hablando les llegaron nuevos reportes acerca de la Insurgencia del Caos y sus actividades sospechosas en Japón, había algo extraño en sus movimientos ya que estaba aumentando el numero de anomalías y eventos que ocurrían en el pais de asía, pronto ocurriría un evento catastrófico y debían estar preparados.
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