En la casa de los hermanos se estaba desarrollando un intenso entrenamiento entre los tres, habían notado que sus misiones de habían vuelto principalmente para destruir grupos de humanos que estaban tratando de causar el fin del mundo, aunque había algo que les parecía muy extrañó en esas misiones.

Durante el tiempo que estuvieron trabajando para la hermandad notaron que había varios enemigos que buscaban crear rituales con diferentes propósitos, en las ultimas semanas antes de su salida del pais para ir a Etiopía habían atacado a una secta en especial que estaba causando problemas.

No había demasiada información del grupo al que estaban atacando, solamente tenían una luna roja como símbolo y no parecían tener alguna deidad en especial a la cual adoraran.

Entre más lo pensaban el misterio se volvía más confuso, Marcos consideraba que estaban planeando una especie de apocalipsis ya que la poca información que lograron extraer a los prisioneros supieron que era un grupo de humanos que buscaba destruir a todas las anomalías sin importar los medios.

Esto podría recordar a la COG, pero ellos tenían planes mucho más psicóticos, después de haber destruido a la SCP, la Hermandad y la COG usarían a las anomalías sobrevivientes para poner al mundo entero a sus pies, el nombre de ese grupo era la Luna Roja.

Los hermanos no eran investigadores pero al ser agentes de búsqueda y destrucción se volvieron buenos buscando objetivos nuevos y comenzaron a proponer objetivos a Purple o al jefe en turno para ir a investigar o destruir el escondite de la Luna Roja para conseguir más información.

Aunque no era lo único bueno para ellos, ahora tenían un nuevo compañero de equipo llamado Proxy, hasta donde sabían era un hacker bastante bueno que fue contratado por la hermandad para su área de inteligencia y guerra cibernética, pero ahora estaba trabajando con el grupo que se ganó el apodo de "Los Hermanos Diablo", esto debido a su brutalidad y eficacia, aunque oficialmente eran Black Flag.

En esos momentos era la mañana y los tres hermanos estaban comiendo en la sala, viendo un programa en la televisión que trataba de personas saltando obstáculos, aunque había un invitado inesperado y este era Proxy, quien estaba viendo todo desde una laptop que les enviaron.

Proxy: siempre que veo esos programas pienso que podría hacerlo yo también —Decia con un tono orgulloso mientras veía a un tipo caer de cara tras resbalar de unas pelotas gigantes—

Gabriel: no lo creo, seguramente eres un ratón de biblioteca —Se mostraba indiferente ante lo dicho por su compañero quien se quejo con un peculiar sonido—

Pablo: no lo molestes, seguramente será muy útil en las siguientes misiones —Se acomodó en uno de los sofás mientras bostezaba y miraba su reloj—

Marcos: llevas todo el día mirando tu reloj, deberías relajarte un poco —Comio una rebanada de tarta con un montón de crema batida y para pasarla bebió de una taza que contenía leche con chocolate—

El día estaba pasando y todos hablaban con Proxy con normalidad, resultó que era una persona muy agradable, no conocían su cara pero por ahora sabían que era un chico de 16 años que se metió en muchos problemas y que Purple le dejo vivir con la condición de que trabajará para ellos.

Proxy: sigo pensando que me debes una cena de pizza, con mi ayuda lograste esa cita con Saya —La voz del muchacho hizo que Gabriel se riera un poco escuchando lo que decía el hacker—

Gabriel: eso es nuevo, no esperaba que pudieras usar la tecnología para conseguir novia, aunque admito que mi hermanito no tiene malos gustos —Se fue a la cocina y busco en el refrigerador la tarta que preparo— ¡Marcos! ¡Te acabaste la tarta!

Marcos corrió por toda la casa con su hacha, pasaron algunos minutos y Pablo se levantó del sofá, era el momento de irse y tenía que pedirle a uno de ellos que lo llevarán, no podía esperar por tener licencia y poder conducir por su propia cuenta alguno de los autos que tenían a su disposición.

Pablo: ¿Alguien me puede llevar al centro de la ciudad? —Vio bajar a Marcos y el ya traía las llaves de una de las camionetas que había en el estacionamiento subterráneo—

Marcos: yo te llevo, Gabriel tiene una cita y de todos modos me queda de paso, Proxy me ayudara con una investigación —Eso era extraño en el castaño ya que sus misiones eran acompañado de alguien—

Gabriel: ¿Seguro de que no necesitas algo de fuego de respaldo o un poco de músculo? —Se notaba que estaba preocupado por su hermano mayor, aunque de todas formas no lo demostraba mucho—

Proxy: es una misión colaborativa de vigilancia, la COG quiere que tomemos por asalto una base de la Luna Roja, no es nada peligroso como tal —Esta vez apareció la imagen en la televisión principal— vallan tranquilos, de todas formas Purple dijo que solamente necesita a Marcos por ser el más sigiloso

Debido a la misión Marcos vestía ropa casual, un pantalón de vestir negro, una camisa blanca limpia, corbata a juego con el pantalón y lentes falsos, era la imagen misma de un simple asalariado, aunque su cabello lo estaba delatando un poco, pero no lo cortaría todavía y solo lo recogió para mantenerlo oculto.

Fue al estacionamiento subterráneo donde subió al Chevrolet Aveo que tenían, Pablo subió vestido con una camisa roja con estampado negro de una bandera pirata, sus pantalones eran azules y llevaba unos anteojos diferentes con un filtro especial para que se oscurecieran en la luz del sol, aunque esto era mas por la salud de sus ojos.

El camino fue rapido y debido a que Marcos conducía como si no amara la vida el camino se hizo en menos de dos horas, durante el camino el mayor le dio consejos a su hermano menor para no arruinar su primera cita, aunque el mas importante era que pasara lo que pasara siempre debería evitar ser una persona falsa.

Eso era complicado para alguien cuyo trabajo debería permanecer oculto y si alguien llegara a descubrirlo deberían borrar su memoria de inmediato, por ahora seria la única mentira que debería decir y despues de eso debería ser sincero con la chica con quien saliera.

Llegaron a las afueras del cine y Pablo bajo del automóvil mirando a su hermano mayor, pasaron lista de no haber olvidado nada y despues de eso se dispusieron a irse cada quien por su lado.

El muchacho de anteojos camino al interior del cine y se sentó en una de las tantas mesa que había en el lugar, llego un poco antes de lo esperado por lo que era normal que su cita tardara en llegar, miro su teléfono y mando algunos mensajes a Saya, ella no contesto  pero era de esperarse.

Pasaron los minutos hasta que dio la hora acordada, en el pasado se habría sentido paranoico y nervioso por esa situación, pero ahora mismo estaba tranquilo, su mente estaba calmada y enfocada en su objetivo, despues de todo tras el arduo entrenamiento que tuvo y todas las misiones su mente estaba acostumbrada a manejar mucha mas tensión.

Estaba por enviar un mensaje cuando escucho pasos tras él, volteo la cabeza y se quedo impresionado al ver a Saya, no tenia sus lentes y dejaba ver sus ojos naranja, vestía una blusa blanca y una falda negra, el muchacho se levanto de inmediato y la saludo de manera amistosa.

Pablo: llegue un poco antes, mi hermano conduce como un demente y es bueno en el trafico —Ella vio la mano extendida del pelinegro y la estrecho con suavidad, sintiendo esa peculiar sensación áspera—

Saya: siempre llego a la hora, no quería que se pasara el horario —Le contesto de manera un tanto altanera, aunque eso no le molesto al chico de cabello negro quien asintió con la cabeza—

Pablo: entonces hay que ir a la tienda y comprar las cosas que quieras comer durante la película —Siempre le gustaron los dulces, comer frituras y otras cosas que eran malas para su salud, incluso ahora que hacia mucho mas ejercicio en un día que en toda su vida pasada—

Caminaron con rumbo a la tienda del cine y el muchacho de lentes se dio gusto pidieron varias cosas, una bandeja de nachos con queso y salsa picante, una soda mediana, también varios dulces y chocolates, además de un cono de helado sabor chocolate con avellanas.

Saya: si comes tanto serás un gordo en poco tiempo —Le recrimino al ver todo lo que planeaba comer en poco tiempo, además de que ella solo pidió una bolsa con gomitas acidas— 

Pablo: no te preocupes, hago ejercicio y esto no es de todos los días —Tomo su billetera y pago lo que habían escogido— ¿Estas segura que solo quieres eso? 

Saya: claro que si —Miro la hora y  fue en dirección a la sala de proyección mientras el chico le hablaba sobre algunas coas que ella consideraba poco interesantes—

Ella desde un principio no tenia interés en esa cita y solo acepto por su orgullo, aunque con el tiempo se dio cuenta que en realidad Pablo tenia muchas cosas en común con ella, además de que tenia varias cosas que le gustaban, entre ellas que era bastante amable y hasta ahora parecía no fijarse demasiado en algunos detalles de ella. 

Con Marcos

El comienzo no parecía muy prometedor, aunque la misión de Marcos tampoco era un lecho de rosas, para la sorpresa del asesino sigiloso su misión era acompañado por Alexandra, con la ayuda de inteligencia de Proxy, quien tenia toda la ciudad bajo vigilancia, algo aterrador si se pensaba demasiado. 

Los dos estaban en la cima de un edificio de oficinas, los dos estaban disfrazados como asalariados y fingían estar en su tiempo libre mientras que el Dron de alta tecnología de Alexandra volaba sobre la altura del edificio para tener una vista de lo que pasaba en el interior.

Proxy: nuestro objetivo se llama Akira, es un peligroso Yakuza que vive en el ultimo piso de la torre que tienen en frente, normalmente esto se lo dejarían a los Asesinos o a un templario, pero este hombre esta haciendo tratos con Luna Roja y deben eliminarlo si tienen oportunidad —Eso ultimo fue inesperado ya que solamente estaban allí para vigilar— aunque la misión es vigilar y saber si es una amenaza

Alexandra: primero tendríamos que sacarle la información, y la tortura no es lo mío —Ella obedecería sus ordenes esta vez y no quería meter en problemas al señor Smith— mejor pongan atención al dron

En las imágenes se veía a un hombre japonés de gran tamaño cubierto de tatuajes en el pecho que estaba hablando con un hombre que usaba una mascarilla de tela negra, tenían audio ya que Proxy estaba espiando las cámaras internas del edificio y estaban gravando todo lo que estaban viendo.

La información hablaba acerca de varios delitos, como la venta de personas, prostitución y venta de armas, pero lo que mas les llamo la atención fue un cargamento especial que llegaría desde filipinas, no sabian de que se trataba y necesitaban saber que era ya que podía ser peligroso.

Alexandra estaba por hacer retirar su dron cuando una lluvia de balas llego desde la azotea del edificio que espiaban, se cubrieron debajo de la pequeña nada de concreto y los dos buscaron una manera de cubrirse y se dieron cuenta que algo estaba saliendo demasiado mal.

Proxy: busquen refugio, yo me encargo de ellos, denme unos minutos —El hacker silencio su micrófono mientras los dos jóvenes se cubrían del ataque mientras trataban de buscar un arma para intentar contraatacar—

Alexandra: ¡Mi maldito rifle esta en la entrada! —Señalo el arma que estaba lejos del alcance de su mano— ¿Tienes un arma que nos sirva ahora?

Marcos: digamos que mi revolver no será de mucha ayuda —Se preparo para la carrera y cuando la cantidad de balas que estaban siendo usadas fue cuando el muchacho de cabello castaño corrió hasta donde estaba el rifle—

Las balas caían desde el cielo y aun cuando estas no lograban dar en el blanco algunas pasaron cerca de él, tomo el rifle y se lo arrojo a Alexandra mientras él tomaba su revolver disparando contra los enemigos que estaban sobre ellos, las balas le impactaron pero solo lograron rasgar la ropa del muchacho y las balas del revolver dejaron fuera de combate a dos de los enemigos que intentaban alcanzarlos.

Alexandra por su parte cargo el arma y se levanto del escondite disparando contra los tiradores que cayeron uno por uno, en el enfrentamiento sus contrincantes perdieron a 8 guardias de seguridad mientras que Alexandra y Marcos seguían de pie para retirarse de la azotea, tomaron la computadora y guardaron el dron para despues correr.

Pero mientras estaban escapando por las escaleras inferiores escucharon una explosión en la azotea del edificio del Yakuza, Proxy volvió a estar en linea y esta vez apareció la imagen del zorro de fuego en la pantalla de los teléfonos de ambos agentes jóvenes.

Su ruta de escape era una zona de escaleras que bajaban en la zona este del edificio, despues tendrían que ir al auto de escape y reunirse con su contacto para dar la información que lograron recabar en la vigilancia fallida.

Proxy: la fuga de gas funciono —Decía con un poco de alivio mientras los dos compañeros de él corrían por las escaleras para poder escapar— usen escaleras, ellos están subiendo por las escaleras y un grupo pequeño esta viajando por las escaleras

Marcos: ¿Te parece si voy de frente? —Se detuvieron frente a una de las puertas de las escaleras mientras escuchaban como subían un grupo de personas por las escaleras para capturarlos—

Alexandra. esta bien, yo te cubro —Apunto a la escalera inferior y disparo contra los esbirros de Akira que no esperaban ser atacados primero y retrocedieron algunos pasos—

El asesino salto desde la escalera superior hasta donde estaban y tomo al que estaba mas cerca del borde para arrojarlo al vacío, uno de ellos quiso dispararle con una UZI pero Alexandra le disparo en el pecho derribándolo, el agente anómalo ataco con la hoja oculta en su mano derecha y perforo el cuello de uno de los asesinos.

Los dos bajaron por las escaleras encontrándose con el cuerpo del esbirro que fue arrojado al vacío, los dos salieron del lugar y subieron a un auto Suzuki, Alexandra subió al asiento de piloto y se dirigieron a la zona donde estarían a salvo de los Yakuza que les seguían por las calles.

Ella prefirió manejar ya que le advirtieron que Marcos conducía como si no le importara su vida, aunque si estaban en una situación de combate en un vehículo en movimiento le dijeron que le encargara del volante.

Alexandra: eso no salió como lo esperaba —Dijo con tranquilidad mientras su mirada estaba fija en el camino— tenemos información del lugar y los cargamentos, pero necesitamos mas y podrían cambiar el punto de encuentro

Proxy: no te preocupes, mientras peleaban hice un ataque contra su servidor y extraje información sensible, si  cambian de lugar lo sabrán —Sonaba orgulloso de su Azaña y por el tono se lo imaginaron en una posición cruzando los brazos— 

Marcos: bien hecho Proxy, si un día te veo a la cara te ganaras una malteada —Se relajo en su asiento y noto que tenia varios agujeros en su ropa por culpa de las balas— creo que arruinaron mi disfraz 

La misión estaba cumplida y todo estaba saliendo mejor de lo esperado y por ahora tenían nuevos planes para sus investigaciones privadas y quizás solicitar que les dejaran atacar los muelles el día de la entrega. 

Con Gabriel

Las citas y sentimentalismos nunca fueron el fuerte del muchacho de cabello azul, quien siempre se mostraba indiferente ante lo que pasaba a su alrededor, aunque cuando se esforzaba el resultado era menos malo de lo que creía.

Estaba en una de las mesas que estaban en el exterior de su cafetería bebiendo un café con Saeko que vestía su uniforme que era una falda verde con una blusa blanca, dijo que era porque acababa de salir de las practicas del club y no tuvo tiempo de cambiarse por ropa mas informal.

Estaban comiendo rebanadas de tarta además de estar bebiendo café, hablaban de toda clase de cosas, como literatura y música, aunque tocaron el tema de la familia, su madre murió cuando era muy pequeña y su padre era un hombre muy reconocido en el mundo de las artes marciales.

Saeko: yo te hable de mi familia, seria interesante que me hablaras de la tuya —Era un tema un tanto incomodo, aunque en realidad el peli azul ya lo había previsto—

Gabriel: ¿Mi familia? —Se tomo el tiempo para pensar en su respuesta y dio un sorbo a su taza de café negro— tengo un hermano mayor que es arquitecto, mi hermano menor estudia en casa y mi padre es un hombre exentico, aunque es muy agradable y se dedica a los negocios

Le hablo con tranquilidad sin tomarle mucha importancia, en realidad tarde o temprano los conocería, continuaron hablando sobre diferentes temas y se entero que había ganado un torneo nacional de kendo, eso le impresiono y quiso escuchar mas acerca del tema.

Gabriel: siempre me gusto ver esos torneos, aunque en realidad no es mi estilo, soy mas de usar dos armas —Se dio cuenta que había hablado de mas y quiso desviar el tema, pero era demasiado tarde—

Saeko: ¿Cómo es eso? no sabia que usabas mas de un arma a la vez —No le quedaban muchas opciones por lo que decidió continuar la platica con normalidad para no levantar sospechas de que ocultaba algo—

Gabriel: durante el tiempo que practique mi instructor me enseño a usar dos armas, normalmente usaba un hacha y espada, aunque eso requiere mucho esfuerzo —Se estaba hundiendo mucho y necesitaba desviar la atención de ese tema— ¿Te gustaría ir al cine?

Ella le miro un poco desconcertada ante lo que le decía y el repentino cambio de tema, pero solamente lo dejo pasar, no lo haría hablar mas de la cuenta y entendía que todos tenían secretos que preferían guardar, ella misma era la prueba de esta afirmación.

Saeko: me encantaría, pero me temo que tengo que regresar, tengo otros compromisos y no me daría tiempo —Esperaba que el muchacho mostrara algún tipo de desilusión, pero solamente asintió con la cabeza aceptando que no se podría hacer esa actividad—

Gabriel: entonces supongo que quizás me permitirías acompañarte a la academia, nunca se sabe los peligros que asechan afuera —El chico sonrió un poco ya que no era un gesto normal en su rostro y no lo tenia muy practicado—

Saeko: me vendría bien la compañía —Le devolvió la sonrisa y cuando el muchacho de cabello azul pago la cuenta ambos caminaron con dirección al instituto tomados de la mano—

Durante el camino hablaron de temas diferentes, como sus gustos culinarios, las películas que hubieran visto antes e incluso de diferentes anécdotas, como la vez que Gabriel casi quema la cocina por intentar crear algodón de azúcar.

Esa caminata hizo que los dos se sintieran cómodos uno con el otro, por una parte Gabriel estaba sintiéndose mas cómodo con ella y le gustaba, no solo físicamente, su actitud, como hablaba, todo era perfecto en ella desde el punto de vista del peli azul.

La joven por su parte estaba feliz, ella pensaba igual que Gabriel, pero también estaba muy feliz al ver que la trataba como una dama aun cuando era tan fuerte como para pelear con el en combate con espadas de madera, era caballeroso y amable, algo poco común entre la mayoría de sus pretendientes.

Cuando llegaron a la entrada de la saca de la chica de uniforme de detuvieron, ya estaba por anochecer cuando llegaron por lo que era momento de que Gabriel regresará a su hogar.

Gabriel: nos veremos después —Dijo sin más mientras esperaba a que ella entrara a su hogar para asegurarse de que había llegado bien a su hogar— me la pasé muy bien hoy, ojalá podamos repetirlo otra vez

Saeko: también me gustó salir contigo, quizás otro día podamos salir de nuevo —Se acercó al muchacho y beso su mejilla antes de ir a la entrada— nos veremos después Gabriel

El día había concluido al igual que el día libre de los hermanos, pronto tendrían que volver a trabajar en la hermandad y proteger a la humanidad de los horrores que la acechan, desde artefactos malditos hasta monstruos que podrían destruir una ciudad entera, ellos junto a las demás sociedad tenían esa labor, ser la barrera que protegiera el mundo.