Especial Halloween 1: Vacaciones del Terror (L)
Nota antes de leer: hola chicos, feliz Halloween, este es el inicio del especial de todos los santos, la temporada más aterradora 🎃👻.
Este especial será de cuatro partes, con algo de suerte el domingo llegará el último capítulo, nada de lo que pase en los especiales es canon, vean esto como una historia a parte.
Ya solo para terminar, pues aclarar que todos los personajes son mayores de edad y edad cosas, si eres menor mejor te retiras.
Ahora que dije las palabras más inútiles de la historia ¡Comenzamos!
En el solitario llano venezolano el día avanzaba con tranquilidad, decenas de jornaleros estaban terminando su periodo de trabajo, muchos se encontraban agotados tras el arduo labor que realizaban en los campos y el cuidado del ganado.
Aquél paisaje de sabana era algo hermoso a simple vista, el pasto corto y los ocasionales árboles que se veían era algo que llamaba la atención de la gente. Había zonas donde ríos pasaban y regaban de manera natural los altos pastos que podrían aparecer en la zona.
Era verano y el clima se sentía muy caliente, estaban a finales de la época de lluvias, solo faltaban las últimas lluvias de octubre y la sequía de estacionaria por varios meses, con algún que otro chubasco, hasta marzo, donde se supone el agua regresaría.
Ubicado en una zona cercana a un río, se estaba levantando una tienda de campaña solitaria, unos cuantos troncos y pequeños leños estaban colocados para encender fuego. La hielera con provisiones estaba al lado de la carpa y al interior se escuchaba la conversación de dos personas de voz femenina y agradable para quienes las escucharan.
El cierre se abrió y la primera en salir fue una encantadora mujer rubia, la cual se estaba quitando las plumas del cabello, ya que su almohada había sufrido un accidente y todo el contenido de regó encima de ella. Su cabello suelto estaba un poco enmarañado, pero era una visión irresistible para todos.
"Rayos, siempre pasa esto cuando viajamos" -Se sentó sobre un tronco y observó la pila de madera que habían juntado, el ambiente estaba calmado y ella estaba disfrutando de sus vacaciones- "Que bueno fue ganarse ese viaje a este lugar"
"Si si si, muy bonito y todo, pero no se porque teníamos que venir a este lugar en medio de la nada, habiendo tantos otros lugares que podrías escoger" -La voz joven e irritada salió y mosto a una joven de cabello naranja, la cual estaba alejando un mosquito de su rostro y lo mato cuando se poso en su mano- "¿Me recuerdas que hacemos en este lugar?
"Bueno, me gane una rifa con un extraño hombre vestido de negro, el cual me ofreció un viaje todo pagado a este lugar, y te acepte porque para esta historia eres mi querida hermanita" -Yuki le preguntaría por cuál era la historia de la que hablaba, pero Shizuka era demasiado excéntrica y mejor era no indagar demasiado, ya que no llevaba nunca a ningún lugar-
La noche llegó a la zona, pero el bochorno permanecía, el clima era mucho más caliente que en casa, así que las dos hermanas estaban vestidas con camisas de tirantes blancas, la enfermera usaba un pantalón corto pegado a su cuerpo, era de mezclilla color azul y tenía sobresaliente los laterales de su tanga negra
Mientras que Yuki usaba un shorts deportivo verde, demasiado pegado a su figura, dejando ver perfectamente la forma de sus nalgas y los labios de su vagina. Normalmente no era ropa para exteriores, pero el ambiente caluroso y estar lejos de todo les daba la seguridad de vestir como querían.
El fuego crepitante las iluminaba, además de un par de lámparas tipo quinque que habían comprado para la ocasión. Shizuka estaba quemando malvaviscos con un palito, había logrado comer dos, mientras que perdió cinco al no sacarlos a tiempo y estos caían a las llama.
Su boca estaba marcada por manchas blancas y pegajosas de la golosina, de vez en cuando murmuraba algunas cosas, como que le gustaba lo tranquilo que era o que quizás debió empacar algo con que jugar, ya que se aburría tras un rato sin nada que hacer.
Para Yuki no era mucho mejor, ella solo comió tres malvaviscos y dejo a la rubia comer el resto, no sabía cómo era posible que Shizuka pudiera comer tanto sin subir de peso, lo único que veia subir era la talla de su sujetador. La genética era caprichosa y cuando te bendecía era a lo grande.
Ella intento usar su teléfono, pero la recepción telefónica era terrible y prefería guardar la batería de su celular para cuando la necesitara de verdad. Yuki estaba considerando molestar a Shizuka para tener interacciones, pero entonces escuchó un sonido extraño, era metálico. Como si alguien con espuelas hubiera estado cerca, pero no vio a nadie.
Se acercó hasta la tienda de campaña y busco cualquier señal de que alguien hubiera estado cerca, como huellas o rastros de la presencia de alguien, pero no había nada. Entró a la tienda y rebusco entre las cosas, pensando que tal vez algún animal entro, pero estaba casi tal como lo dejaron, excepto por algo.
La maleta de Shizuka estaba un poco abierta, se acercó para cerrarla, pero no era posible hacerlo, estaba por sentarse sobre ella cuando tuvo la idea de abrir y ver qué impedía que se cerrará de manera apropiada.
Era un libro, su pasta era dura, descolorida y al tocarlo le mancho la mano de un polvo que parecía carbón, la joven saco la lengua con desagradó, preguntándose porque su hermana llevaría eso sí viaje y porque estaba tan sucio.
Pero sintió curiosidad, así que lo abrió y le dio una ojeada rápida, tenía dibujos muy extraños, el papel solo con verlo se sabía que el libro tenía muchos siglos. Con una leída rápida de títulos se dio cuenta que eran leyendas e historias de terror.
Planeaba botar el libro por allí, pero después recordó lo cobarde que era su hermana para los cuentos de fantasmas y decidió que si no tenía diversión con sus amigos esa noche, entonces ver a Shizuka asustada debería bastar.
Salió de la tienda de campaña y vio a la rubia buscando cosas en la hielera, y sacar un paquete de salchichas, las coloco sobre una roca que estaba limpia y trato de cocinar una.
"Este lugar no me gusta nada, no hay electricidad y me da mala espina, como que no hay nadie alrededor, los mosquitos y la falta de electricidad, además hoy es Halloween, deberíamos estar disfrazadas y en alguna fiesta, no aquí aburridas" -La enfermera estaba por disculparse por las desastrosas vacaciones, pero entonces vio la sonrisa de su hermanita- "Pero está bien, me gusta poder pasar tiempo contigo otra vez"
Una sonrisa fraternal aprecio en el rostro de la enfermera, quién junto sus manos con las de su hermana, dándose cuenta que estaban manchadas por carbón.
"Y que mejor manera de pasar la noche de brujas, que con unas historias de miedo" -Le mostró el libró, y los vellos de la nuca de la rubia se erizaron solo al contemplarlo- "vamos, no seas cobarde, te ha w encantar"
"¡No soy cobarde! Solo creo que si hablas de fantasmas podrías estar invitando a algunos" -Yuki hizo un puchero, jugando con su dedo sobre la polvorienta tapa del libro- "Pero creo que una historia no puede hacer daño"
La expresión de Yuki se volvió toda sonrisas de inmediato y comenzó a leer el contenido, quería la mejor historia para asustar a su hermana mayor, había historias de brujas, duendes, fantasmas y toda clase de derres sobrenaturales.
Bastón solo un descuido para que el pesado libro se le cayera de las manos y el aire hiciera girar sus páginas, Yuki lo retomo y de dio cuenta que estaba seleccionado en una página muy interesante, el mismo dibujo le hizo sentir escalofríos.
El Silbon
Hace muchos años, en esta región, vivía un joven junto a sus padres. Pedante, malcriado y consentido más allá de los límites de la razón, pedía algo y se le era conseguido al instante para no despertar su irá e hiciera alguna rabieta.
Era un vago sin oficio ni beneficio, adepto seguidor de la bebida, las mujeres y los juegos de azar, era conocido en las poblaciones circunvecinas por ser problemático y alguien fácil de molestar.
Pero se le conocía como Silbon, ya que era lo que mejor sabía hacer, animaba fiestas silbando y cantando canciones para complacer a sus amigos. Y encaminaba a mujeres silbando canciones de amor y con una labia que parecía hipnotizar a quien le escuchaba, soltera o casada, todas caían a sus pies.
La noche que lo cambio todo fue un treinta y uno de octubre, llegó a su casa tras una mala racha de jugadas en el cubilete, furioso, escogió que se le preparara un asado de venado, pero no había tal carné en la despensa, así que salió de casa, gritando que esperaba encontrarlo en la mesa al volver. Su padre, como de costumbre, tomo su arma y salió de cacería, mientras su hijo iba a una taberna para apagar su irá con licor.
Ya entrada la noche, regreso a casa por dónde había venido, encontrando a su padre por el camino empedrado, pero no llevaba la preciada presa. El hombre mayor trato de explicar que la caza no fue exitosa, pero que al día siguiente lo intentaría de nuevo.
Lleno de cólera, el muchacho arremetió contra su padre, golpeándolo varias veces hasta que no escucho más la respiración del progenitor, el tiempo se detuvo por un segundo, donde contempló la atrocidad que cometió.
Su depravación llegó hasta el extremo de tomar el cuchillo de cacería de su padre, le abrió el vientre para sacarle las entrañas y las guardo en un costal donde debió haber estado el venado. Llegó a casa y exigió a su madre que cocinará las viseras para él.
La mujer, sospechando del origen de los alimentos, llamo al abuelo del muchacho. Quién enfurecido por las acciones de su nieto, ordenó a los peones que lo ataran a un tronco en el centró del patio, donde le destrozó la espalda a latigazos, dejando carné viva y sangrante expuesta al aire.
Curo las heridas con aguardiente y ají, haciéndolo gritar de agonía. Quedó maldito para siempre, el abuelo lo condenó a vagar por el mundo, sin descanso o tregua, siendo perseguido por un par de perros infernales que lo seguirán hasta el fin de los tiempos, cargando en un saco los huesos de su padre y sin tener descanso.
Persigue a los mujeriegos y a los borrachos que se pierden en los llanos. Su presencia se hace notar porque emite un silbido que recordé todas las notas musicales, de Do a Do, un sonido que estremece el corazón de la gente y causa el terror de los alrededores, siendo presagio de la muerte.
*****
"¡Buu!"
"¡Ahhh!"
Ver la cara de terror de Shizuka hizo reír a Yuki, quién dejó caer el libro entre sus carcajadas, aunque debido a la risa se cayó de espaldas y contempló el cielo estrellado.
"¡Eso no fue gracioso! Si que dio mucho miedo esa historia" -La enfermera inflo sus mejillas, haciendo un tierno puchero que no logro detener la risa de la mejor- "¡Me las pagarás! Ya verás"
"Si si, lo siento, es que te veías tan asustada, es solo un tonto cuento, quién va a creer que un fantasma gigante de seis metros va a estar vagando por aquí" -Dejo el libro tirado y se acercó hasta su hermana, sentándose a su lado para mirar el cielo estrellado- "Que bonito cielo"
Las dos miraron el cielo, ignorando por fin el entorno, pasando un momento que creían nunca olvidarían. Y vaya que sería algo que nunca podrían olvidar, la noche estaba por dar un giro.
Las dos estaban por ir a dormir, cuando escucharon ruidos cerca de ellas, Shizuka tomo una chaqueta y se la puso, esperando que solo fuera un animalito curioso.
Pero en su lugar apareció un hombre, parecía mareado, y entonces Shizuka sintió el aroma del alcohol, estaba muy borracho. Tardo algunos segundos en darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
Yuki se cubrió el escote con un brazo, dándose cuenta de que el hombre estaba viendo las piernas de su hermana con demasiada atención. Subiendo hasta verle la cara, y después verla a ella.
Shizuka retrocedió un paso, dándose cuenta de la empuñadura de un cuchillo en el cinturón del hombre, quien, a pesar de ser mucho más bajo que ella, era fornido, y se ava
"Pero mira nada más, debe ser mi día de suerte" -Todo paso demasiado rápido, en un momento el hombre ya estaba sobre Shizuka, el cuchillo le presionaba el cuello y la tenía sujeta por el cabello- "¡No te muevas! Si corres o gritas, le abro el cuello como a un cerdo"
"¡Corre Yuki!" -La fuerza con la que tiraba de su cabello aumento y la hizo chillar por el dolor, el frío filo de la navaja amenazaba con cortarle la garganta-
La chica de cabello corto se quedó inmóvil, viendo como el sujeto le quitaba la chaqueta a Shizuka y tocaba su cuerpo. No sabía cómo todo cambio tan rapido, pero nunca antes sintió tanto miedo como en ese instante.
Entonces lo escucho, un silbido muy cerca de ellas, quería gritar por ayuda, pero al ver la cara del hombre y el hilo rojo que bajaba por el hilo el cuchillo, tuvo que cubrirse la boca para no hacer nada que pudiera lamentar y le hicieran daño a su hermana.
El silbido se hizo cada vez más lejano y en poco tiempo apenas se lograba escuchar, sentía mucho miedo, en especial al ver reír a ese hombre y balbucear cosas que apenas entendía.
Shizuka cerro los ojos y trato de salir de su cuerpo, Yuki desvío la mirada hacia el río que pasaba cerca, y vio una figura en la distancia, tenía un gran sombrero que le cubría la cara, encorvado y cargando un costal.
Creía que estaba demasiado lejos, pero al ver con atención se dio cuenta de que era tan grande que los árboles cercanos eran pequeños, emergió entre los pastizales que el mismo hombre utilizo para atacarlas.
Yuki vio como el espectro avanzaba, sus piernas se sumergiaj en el agua y esos pies no parecían mojarse, y el agua apenas y llegó a su espinilla. No estaba viéndola, el monstruo tenía su cabeza apuntando al hombre.
Para cuando el sujeto escucho el silbido fue muy tarde, se dio la vuelta y el gigante estaba a unos pocos metros de él. Su cara, antes diabólica, ahora mostraba el más profundo de los horrores, soltó su cuchillo y corrió, para tener piernas cortas logro recorrer unos buenos diez metros en pocos segundos.
Pero el monstruo solo lanzo una risotada al aire, flexión sus piernas y salto por los aires, en medio de la oscuridad no dejo sombra, pero al ver fue fácil ver cómo cayó sobre su víctima, quién gritaba por ayuda y piedad.
"Celio, Celio, Celio, fuiste un hombre muy malo, te escapaste una vez, pero ya no más, está fue tu última noche" -Con sus dos manos lo tomo de brazos y piernas, levantando en el aire al agresor, que forsejeo y gritó-
"¡Maldito monstruo! Por esto es que te veré en el infierno, por favor ¡Detente!" - El monstruo solo se burlaba de su desesperación y lo levanto por los aires, acercándolo a sus hambrientas fauces-
Las mandíbulas del Silbon se abrieron tan grande que pudo engullir de un mordisco al pobre diablo, pero en su lugar las cerro sobre el vientre hinchado por la cerveza. Arranco un gran trozo de carne, volvió a abrir la boca y devoró los intestinos, deleitándose con la sangre y el terror del moribundo.
Lo sostuvo por los pies y, está donde cabeza, lo metió a su boca y cerro la mandíbula, partiendo en dos el cuerpo y comiéndose a su víctima sin dejar más rastro que algunas manchas de sangre.
Mientras el monstruo estaba ocupado, devorando a Celio, las hermanas estaban tratando de recuperarse. Yuki se acercó hasta Shizuka, preocupada por el corte en su cuello, pero no había herida, al parecer el sujeto se cortó la mano en un descuido y esa fue la sangre que vio.
"Tenemos que irnos, ahora que hay tiempo" -Su hermana aún se estaba recuperando, pero sabía que no podría llegar muy lejos si corrían-
"No, no podremos escapar, pero... Eres muy rápida, si yo lo distraigo, quizás llegues lejos o tal vez pierda el interés en ti" -Shizuka la tomo de las mejillas y le beso la frente, mientras iba a la maleta y tomaba un pequeño bolso- "Aquí está todo, con esto podrás regresar a casa"
"No te voy a dejar aquí" -La abrazo con fuerza, y logro ver como el monstruo de les acercaba, aún con su pose encorvada y sin poder ver su rostro debido a la sombra que generaba su gran sombrero, Shizuka no le llegaba ni a la rodilla a la criatura, y ayudaba a aumentar el miedo que le tenia-
El ser se sentó en el suelo, y por primera vez le vieron la cara un rostro que no mostraba mas de treinta años, aunque en decadencia por un largo viaje alrededor del mundo, su cuerpo delgado, cubierto de suciedad acumulada y la sangre de su última víctima. Su largo cabello castaño estaba enredado y cubría parte de su cara, dejando ver un par de ojos verdes brillantes.
"G-Gracias por la ayuda" -La enfermera miro al gigante a la cara, quien parecía no prestar mucha atención a las dos mujeres, solo contemplaba el campamento cercano, curioso por las cosas que llevaban- "¿Vienes aquí a menudo?"
"No creo que sea muy conversador" -Al notar que no trataba de lastimarlas, Yuki fue a la tienda y tomo su chaqueta para cubrirse un poco, mientras con la mirada buscaba una salida rápida de ese lugar, que no terminara con ellas siendo devoradas por el monstruo- "Señor Silbón, creo que sería mejor que nos fuéramos"
"Cómo quieran, pero a esta hora la zona es muy peligrosa, es lo que llaman Halloween ustedes, y en esta temporada, el poder de los duendes, brujas, demonios y espectros no deja de crecer, si corren por alli, en el mejor de los casos morirían de un susto, aquí seria mas seguro para ustedes" -El hablo, podía hablar, y su voz no era tenebrosa como esperaba, parecía casi amable, aunque su tono era indiferente y su rostro aún causaba miedo- "¿Esas son salchichas?"
Señalo el paquete que Shizuka había dejado en la roca cuando estaba asando su comida en el fuego, algo que la rubia entendió y de inmediato se acercó, tomando una y ofreciéndola al gigante. No estaba segura de que esa porción pudiera satisfacer el apetito de alguien tan grande, te, pero era mejor no hacer nada que pudiera molestar al Silbón.
El ser la tomo con cuidado, uno solo de sus dedos era tan grande que superaba en grosos los brazos de Yuki, quién permanecía oculta tras su hermana. Viendo como el Silbon tomaba la salchicha y la lanzaba a su boca, la salchicha se veía tan pequeña que solo contemplaron como desapareciste en las sombras de la boca del monstruo.
"Cruda no sabe tan bien como recordaba, aunque mi memoria puede fallar, pasaron siglos desde la última vez que me pude deleitar con algo así, pero quisiera saber si serían tan amables de prestarme su fuego, son las primeras en no correr o atacarme apenas verme" -Tenia un lenguaje más elocuente de lo que cualquiera hubiera podido imaginar. aunque en la mente del fantasma estaba el recuerdo de la mayoría de gente que lo vio y salió corriendo o se quedo y no fue vista otra vez, aunque eso tenia varios motivos-
"Claro, pero lo apagamos y no creo que se encienda tan rápido" -Yuki hablo por sobre el hombro de Shizuka, no se había querido mover de su lugar, por el miedo que sentía al tener ese ser cerca de ella, solo estirar el brazo y estaría en sus garras-
El Silbon solo tuvo que emitir un leve silbido y el fuego se encendió una vez más, la mano del anima se metió en el costal, y esperando ver algún espectáculo sangriento, Shizuka le cubrió los ojos a Yuki, pero cuando la mano emergió una vez mas, está llevaba llevaba un leño de tamaño considerable, el cual coloco en el fuego para mantenerlo encendió.
Shizuka clavo una de las salchichas con una varita larga, el gigante contempló el alimento y lo insignificante que era dada su talla. Volvió a silbar, con tono descendente, y con cada nota que disminuía su tamaño también disminuía, hasta que solo quedó en un tamaño de dos metros, que si bien era imponente, era menos aterrador que una aparición de seis metros de altura.
"Hace tiempo que no convivo con nadie, me gustaría que pudieran hablar, escuchar sus voces ¿Creen que sea posible, señoritas?" -Entendió su brazo, en un ademan para que las dos se sentarán- "Si las hace sentir mejor, las dejaré ir, pero como dije, es peligroso, hay muchas cosas peligrosas allí fuera, y no todos son tan amable como yo"
"¿Usted es tan amable con todos?" -La pregunta de Yuki fue entrañable desde la perspectiva del espectro, que negó con la cabeza, señalando el lugar donde despedazó a aquel hombre-
"No, como puedes saber no soy una entidad del bien, ese hombre tenía una deuda conmigo, y vine a cobrar, solo las dejé vivir, porque me resultó conmovedor que ustedes se negaran a separarse, de otra manera, quien sabe que habría hecho" -Resulto tan tenebrosa la visión que las dos se sintieron enfermes, pero lo que dijo el espectro las calmo- "Pero estoy cansado de trabajar por hoy, y ese era el último de mi lista, asi que no veo una mejor manera de pasar la noche que hablar con dos hermosas damas"
"¿Tú trabajas?" -La interrogante de la rubia apareció con tanta naturalidad que resultaba gracioso para el fantasma, quien sonrió un poco y movió su cabeza de manera afirmativa-
"Si, la muerte no es más que un estado de transición, y ni muerto escaparas del trabajo, mi hermano controla todo el norte, yo me quedé a cargo del sur" -Vio a la distancia y observó una columna de humo que se levantaba en la distancia- "No crucen el río, los enanos están desatados y ya debieron destruir al menos tres pueblos"
La imagen podría ser apocalíptica, pero dada la tendencia de ese pais a las tragedias, a nadie le parecería extraño que un pueblo entero desapareciera del mapa, ya que posiblemente se fueron al extranjero para buscar una vida mejor. Triste realidad de los vivos, era algo que no extrañaba de su existencia mortal.
Ya comenzaba a oler a quemado, y se dieron cuenta de que se estaban quemando las salchichas, las cuales saco del fuego y aún cuando estaban humeando las metió a su boca.
Cuando se quemó la boca busco en su saco y extrajo una botella de licor de color ámbar, tenía muchas bebidas dentro, y tomo la primera que pudo para intentar apaciguar el ardor de su boca, algo que sorprendió a las hermanas, ya que no esperaban que pudiera sentir como los seres vivos.
Noto que Yuki estaba observando la bebida, y tras pensarlo saco una segunda botella, esta vez de vino espumoso. La colocó en algunas copas y las ofreció, sorprendido de lo rápido que aceptaron algo que les ofreció.
No era exactamente cortesía, las dos sabían que sería más fácil interactuar con el Silbón si bebían un poco y perdían algunas inhibiciones, como el miedo y el pánico que era interactuar con un monstruo malvado que aparecía en cuentos para asustar niños. Por suerte, el vino sabía dulce y el alcohol apenas se sintió, así que tomaron dos copas casi seguidas.
"Quiero saber mas acerca de ustedes, no tengo nada que hacer el resto de la noche, y siempre me a parecido grato escuchar historias de lugares lejanos, de hecho asi es como e dejado ir a la mayoría de sobrevivientes, me encantan las historias" -Su rostro ya era más visible debido a que se quitó el sombrero, mostrando un rostro, quizás a inicios de los treinta años, con una barba bien recordada y cuidada-
"Bueno... mi nombre es Shizuka, soy enfermera en una academia, me tomé un tiempo libre para que Yuki y yo saliéramos de vacaciones, ella estudia" -El Silbón parecía impresionado, ya que no recordaba muchas cosas de ese mundo, y menos de ese mundo moderno- "Venimos de Japón, del otro lado del océano, no se si lo conoces"
"Una mujer que sabe de medicina y una que estudia, vaya época, me alegró por ustedes, pero me hace dudar de su astucia que quieran vacacionar en este lugar ¿Qué tiene de bueno? Uno esperaría que unas mujeres tan hermosas ya tuvieran esposos que las puedan llevar a un mejor lugar que este" -Shizuka negó, moviendo su cabeza en señal de negativa y cruzando sus manos, mientras Yuki se reía de la idea de ver a su hermana casada con cualquier persona-
"¡Jaja! Buena broma viejo, Shizuka, en una relación con uno de esos que se quieren casar, la mayoría escapan de ella, o solo buscan aventuras de una noche, no le e visto ningún novio que dure más de seis meses" -La enfermera se río un poco, mientras ella olvidaba por un momento al monstruo devorador de hombres frente a ellas-
"¡No tengo la culpa! Solo basta un abrazo y se desangran por la nariz, tengo mala suerte ¿Qué tienes de especiales? Es decir, solo son pechos, no debería ser tan impresionante" -Su cara estaba roja por el licor y observó el fantasma, acercándose demasiado a él, observando las facciones de su rostro- "¿Siempre tienes esa cara?"
Se acercó lo suficiente para tocarlo, se sentía como un ser humano común, esperaba atravesarlo, aunque uno muy frío, como si ya hiera estado en una nevada y se estuviera congelando. Su mano jugo con su cara, manchada con lo que parecía carbón, viendo esos ojos neutrales del espectros, apenas expresivos.
En medio de la borrachera le pareció divertido jugar con la boca del Silbón, moviendo sus labios para admirar los dientes estaban blancos, esperaba estuvieran rojos, pero imaginaba que un fantasma no respeta las leyes físicas.
"No, está es la apariencia de trabajo, pero prefiero conservar este velo de apariencia" -Con gentileza, tomo las manos de la enfermera para retirarlas de su boca, riendo ante una actitud tan despreocupada-
"Que tierno eres, ahora veo porque eras tan popular con las mujeres" -La broma de Yuki logro tensar al fantasma, que no recordaba haberlo mencionado- "Bueno, eso dice el libro"
Señalo el libro caído y el fantasma parecía molesto al reconocerlo, era ese maldito libro, con supuestas historias de cada fantasma y criatura existente. Dándolo a entender como si fuera una verdad absoluta, pero no quiso mostrar que le tomo importancia, debió suponer que ese libro que convoca seres sobrenaturales debió ser el motivo para terminar alli.
"De hecho, si, lograba enamorar a muchas, más de una vez me metí en problemas, pero me gustaba demasiado para que me importará recibir uno o dos golpes" -Se recargo un poco sobre sus brazos, mientras Shizuka trataba de alcanzar su cara-
"Que fantasma tan travieso, seguro que alguna vez intentaste seducir chicas lindas como nosotras" -Fue raro para él escucharla decir eso, había pasado un largo tiempo desde que hablo con una mujer de esa manera-
Cómo habían cambiado las cosas en el mundo, recordaba a las jóvenes de ropa larga, que con mostrar el tobillo lograban escandalizar a la zona que les rodeaba. Los escotes si los había eran recatados, y las mujeres en general eran más conservadores.
Pero estás extrañas muchachas, prácticamente estaban desnudas por aquí, mostrando sus vientres planos cada que levantaban sus brazos. Trago saliva y sintió que su corazón latía muy fuerte, lo cual no tenía sentido dado el vaso de que estaba muerto y no tenía signos vitales.
No era enamoramiento, era deseo, al menos más del que había sentido antes en su existencia maldita. Tanto tiempo sin sentir nada, comer sin hambre, no sentir ni frío ni calor, estar alejado de todo ser humano bondadoso y solo poder convivir unos miserables segundos con los que estaban destinados a morir en sus manos.
Su mano se movió lentamente y todo la mejilla de Shizuka, era tan extrañó sentir algo así. Su tersa piel, el calor que emanaba su cuerpo al estar con vida, ella también le sonrió y se le acercó, escalando por la camisa roida por el tiempo y besos sus labios.
Un beso rápido y apasionado, donde ella se sentó sobre la cintura del espectro, besando sus fríos labios, mientras las grandes manos del Silbon le recorrían el cuerpo, la larga lengua presionó sus labios y ella abrió ligeramente su boca, sintiendo un intruso entrar a su boca y luchar con su lengua.
Era un besador experimentado, se notaba en la confianza con la que movía sus labios y sus manos recorrían el cuerpo de la rubia, eso le gustaba a Shizuka. Quién lo tomaba del cabello, tiraba de él y lo atraía hacía ella, era tan grande que rodeaban su pequeña cintura casi por completo, y sus brazos la rodearon.
Yuki se tallo los ojos, pensando que estaba alucinando, veía como el cuerpo se transformaba, la ropa mugrosa y de pordiosero cambio por una una camisa blanca que en apariencia era de seda, pantalones de manta blancos y sus pies aún estaban descansos, pero no era esa apariencia de haber vagado por el mundo durante siglos.
Miro al cielo y la niebla gris se disipó hasta no verse, Shizuka mientras tanto se separó y observó a un apuesto joven castaño que la tenía entre sus brazos, ella le sonrió y le beso el cuello, desabotonado sus camisa y mostrando un pecho ancho y un poco velludo.
Yuki se estaba tocando un pecho, observando como su hermana estaba siendo acariciada por aquel espectro convertido en un galán. Vio como las manos del hombre le quitaban la blusa y dejaba al descubierto esos intensos pechos que eran el atributo que los hombres más recordaban de ella.
Entonces escuchó un silbido, no estaba familiarizada con la costumbre de llamar a la gente con un silbido, pero por instinto se acercó. La mano del hombre la tomo de la barbilla y se acercó hasta verla a los ojos.
"Puedes escoger una de dos, puedes irte a la tienda, y dormir o" -No termino la oración cuando la atrajo hacía él, besando sus labios por un momento, apenas y pudo percibir los labios del fantasma sobre los de ella- "Te nos puedes unir ¿Tu que opinas, Shizuka?"
La enfermera estaba desorientada, con la boca abierta y salpicada de una combinación de saliva propia y del espectro. Miro a su hermana y le sonrió con complicidad, como si no fuera la primera vez que sucedía algo como esto.
En un instante las dos estaban sobre el inmenso hombre, con Shizuka besándolo en los labios, mientras Yuki bajaba los pantalones, aunque se dio cuenta de que estaban en el césped. Bueno, no era como que buscará la cama más cómoda para dormir.
"Vamos a ver si el monstruo es igual de monstruoso por aquí" -Termino de tirar de las piernas, quitando el pantalón, sus ojos recorrieron un par de largas piernas velludas y llegaron a su objetivo-
Era largo y grueso, aún estando en reposo era algo imponente, así que Yuki se dedicó a consentirlo, lo tomo entre sus manos y lo acaricio con cuidado. Su mano lo recorrió de arriba a abajo, sujetando el prepucio y tirando hacia abajo, analizándolo con la poca luz que ofrecía la fogata.
Paso lentamente su lengua, observando la piel morena, disfrutando de la sensación de la suave piel contra su lengua, estaba muy limpio, algo que le sorprendió de un fantasma que su primera aparición fue como un hombre gigante y desalineado.
Más temprano que tarde la sangre fluía al órgano, volviéndose duro en pocos segundos, quedando un pene de tamaño considerable, grueso y con algunas venas marcadas en los costados, además de tener un par de testículos grandes que parecían listos para producir mucho semen para este momento, tras un largo tiempo sin nada de acción.
En la parte superior, Shizuka emitía pequeños gemidos, mientras el Silbon tomaba sus pechos y los chupaba, pero no era solo succionar, sino que una vez dentro de su boca, su ágil lengua jugaba con sus pezones invertidos hasta hacerlos salir. Era como si supiera donde tocar y leyera la mente para saber que hacer.
"Ya no aguanto más, no se porque hace tanto calor, pero, esto es demasiada ropa" -Yuki se alejo un poco, quitándose la blusa y bajando los shorts deportivos, pero la mano del espectro la detuvo antes de quitar su tanga- "Que pasa?"
"Me gusta como se te ve, dejala por ahora" -Yuki sonrió, acercándose a su rostro y besándolo varias veces, sonriendo como una mano curiosa pasaba por su cuerpo- "Eres una musa, sin duda"
"¿De verdad? ¿Entonces quien soy yo?" -Shizuka ya se había desnudado por completo, dejando que el aire fresco del campo acariciara su cuerpo- "¿Que te parece este lindo par?"
La visión fue un sol en medio de la noche, con la suave luz de la luna alumbrando los dos cuerpos desde arriba, y el fuego, con sus llamas bailarinas, mostrando una iluminación más cálida.
"Me alegra haber salido está noche, eso es lo que opinó" -Su rostro, hasta ahora mostraba casi ninguna expresión, pero logro verlo sonreír, con verdadera felicidad de estar en ese momento- "¿Que tal si comenzamos con la mayor? Yuki, recuerda que es importante preocuparse por tu hermana mayor"
La más joven de cruzó de brazos, mientras la mujer de cabello rubio de acercaba hasta él, quién permanecía sentado y sujetaba su miembro con una mano, agitando un poco su hombría, como si esperara que lo atrapará.
La mujer sonrió ante lo que sintió como un desafío, caminando con aplomo, meneando sus caderas de un lado a otro, como si solo caminar fuera un espectáculo para mostrarse y demostrar alguna clase de poder sobre él.
Se quedó a un paso de él, dándose la vuelta y recogiendo su cabello en una coleta alta, rebelando un par de hermosas nalgas, grandes y suaves contacto, y que él no se resistió a acercarse, tomarla de la cintura y darle un beso a casa mejilla, como si la estuviera saludando.
"Que amable saludo, pero creo que aún no se presentan" -Contesto la enfermera, con un tono altivo y confiado, resultado de la experiencia y saber cómo seguir ese juego a la perfección- "Señor pene, le presento a mi vagina, vagina, el señor pene"
Lo tomo con una mano y en un solo movimiento flexiono sus rodillas hasta que el pene tocó la entrada de su vagina. Bastón un movimiento simple para sentir que el pene llegaba a lo más profundo de su ser.
Sin dudas no era un ser físico, ya que lo que sintió no fue como nada que hubiera experimentado en el pasado. Recordaba que su piel era muy fría, como un muerto, pero ahora sentía que ese pene estaba muy caliente en su interior, y palpitaba por el placer.
Se movió lentamente, acostumbrándose al grosor, y le alegraba saber que le estaba dando la espalda, ya que en ese momento debió haber puesto la cara más tonta del mundo. Mientras tanto, Yuki movía sus piernas de un lado a otro, tocándose un poco sobre la ropa interior.
El espectro materializado se recostó y le hizo una señal a la joven de cabello naranja, quién le sonrió de manera descarada, acercándose a él. Coloco sus piernas a cada lado de su cabeza y descendió, básicamente sentándose sobre su rostro.
No esperaba mucho realmente, la mayoría de su experiencia oral era recibiendo en lugar de dando, y al ser la mayoría jóvenes, se podría decir que estaban más interesados en ir directamente a la acción. Sintió la respiración sobre su feminidad, esas manos hábiles haciendo a un lado el pequeño triángulo que la cubría y escucho el sonido húmedo de la boca abriéndose.
"Vaya, me gusta al natural, pero... Tengo que decir que este tipo de corte es encantador" -Yuki solo sonrió y se mordió el labio, mientras la lengua comenzaba a hacer los primeros movimientos para lamer de manera superficial-
"Me gusta tener una linda pista de aterrizaje" -Su cara estaba roja, mientras las manos recorrían la parte inferior de su vientre, bajando lentamente y acariciando su clítoris- "Carajo, esto... No lo haces nada mal, me podría acostumbrar a esto"
Shizuka siguió moviéndose, escuchando el característico sonido que aplausos, escuchaba como su trasero chocaba una y otra vez contra la pelvis del castaño.
Los movimientos de sus caderas eran casi automáticos, disfrutando de la sensación que le daba, la manera en que el pene del hombre tocaba cada lugar sensible y lanzaba oleadas de placer por todo su cuerpo.
"Shizu, debes probar está lengua, te da un Cunnilingus que te vuelve loca" -Su cuerpo ya tenía pequeños espasmos, su vagina se contraria contra la larga lengua que invadía su interior y presionaba su punto G-
"La probaré después, primero voy a vaciar un poco estás pelotas, y este pene sabe dónde tocar" -Su vaginal estaba chorreando, mientras ese pene entraba y salía con más velocidad, acompañado del movimiento de las caderas del espectro- "Vamos, dime qué ya casi me llenaras con tu leche de fantasma"
"Ya casi, sigue moviéndote así de rico" -Introdujo dos dedos en la vulva húmeda de la hermana menor, que perdió fuerza en sus piernas y se inclino hacia adelante, donde Shizuka la atrapó en sus brazos-
La enfermera se había dado la vuelta para ver a su hermanita y quedó frente a frente con Yuki, sentía que su cuerpo estaba muy caliente y estaba por explotar en un fantástico orgasmo.
Ambas estaban cubiertas por sudor y la luz de la luna les hacía ver cómo sus cuerpos relucían, la manera en que los pechos de Shizuka y Yuki temblaban con cada movimiento resultaba casi hipnótica. La chica de cabello corto sentía que la lengua en su interior y los dedos en su clítoris la empujaban cada vez más al orgasmo, su mente se nublaba y perdía la razón.
Se miraron a los ojos y en un mero impulsó las dos unieron sus labios, Shizuka mando en todo momento, siendo quién tocaba los pechos de Yuki y tiraba con gentileza de sus pezones para estimularla, sintiendo que ella por fin llegaba al clímax.
Su interior se estaba llenando, sentía que el pene del castaño palpitaba con cada embestida, y lanzaba chorros de espeso semen que se sentía muy caliente, algo que complemento su éxtasis e hizo que su coño chorrera un líquido semi transparente en un poderoso Squirt como el que nunca antes había tenido, aunque mojo a János y a Yuki.
Yuki sentía que sus respiración se cortaba se cortó, su vagina tenía espasmos y su frente estaba cubierto de sudor. Su orgasmo fue menos prolongado que el se Shizuka, que aún se estaba recuperando, pero fue muy intenso, se tiró en el pasto y trato de recuperarse.
Shizuka se quedó desplomada sobre el pecho del fantasma, jugando con los vellos rizados con uno de sus dedos. No esperaba que sucediera algo como eso, pero era una experiencia que había disfrutado mucho y con gusto repetiría.
Miro a un lado y allí vio a Yuki, acercarse, estaba goteando y parecía emocionada, Shizuka hubiera querido disfrutar de un poco más, pero era turno de su hermana, así que se retiró lentamente, sintiendo que esa barra caliente abandonaba su feminidad.
Vio el pene del Silbón y se sorprendió de que tras soltera una carga tan grande aún seguía erecto, cubierto por una combinación de semen y sus fluidos, con la uretra aun escurriendo algunos finos hilos de semen que caían por su longitud
Las dos hermanas se miraron y tras una sonrisa cómplice, ambas se inclinaron para limpiar, Shizuka coloco sus pechos a su alrededor, Yuki hizo lo mismo, dejando el miembro entre sus tetas. Moviendo un poco sus pechos para estimularlo, mientras sacaban sus lenguas y las pasaban por el glande, recogiendo restos de semen.
"Esto es muy dulce y es delicioso" -Shizuka estaba feliz, saboreando la combinación de fluidos, sorprendida por el sabor dulce en lugar de salado que tenia el fluido blanquecino- ¿Y como te podemos llamar? Es que gemir 'oh fantasma' no es nada divertido"
El Silbón se río un poco, pero se dio cuenta que hacía mucho tiempo que ningún ser vivo le llamaba por su nombre. Acarició el cabello de las dos, en un gesto cariñoso en lugar de controlador, dejándolas divertirse a su manera, después de todo, el estaba disfrutando mucho de este momento.
"Mi abuelo era extranjero, e hizo lo imposible porque me pusieran un nombre de Europa, János" -Su tono cambio un poco cuando sintió que Yuki le daba una succión extra fuerte a la cabeza de su pene y la manera en que Shizuka estaba tocando sus testículos-
Continuaron moviendo sus pechos y sus lenguas alrededor del pene de János, quién sentía que de alguna manera llegó al cielo. Ellas dos hacían un increíble equipo, como si supieran dónde tocar para llevarlo al límite, incluso les advirtió que estaba por correrse otra vez.
Ninguna se detuvo, en realidad lo hicieron más rápido cuando sintieron las palpitaciones del miembro del fantasma, uniendo sus labios sobre el glande y succionando con mucha fuerza, hasta que llegó el momento y vieron como, tras un temblor en su cuerpo, el semen salía a borbotones de su uretra, parecía una fuente blanca que las cubría de fluido blanco.
Las dos quedaron manchadas por semen, una cantidad anti natural que nunca habían visto en sus experiencias, parecía sacado de alguna caricatura pornográfica de las que veían los más jóvenes.
Yuki observó como aún salía un poco de semen de la punta de pene, cubriendo los senos de las dos, sonrió ante la sensación pegajosa y caliente que le transmitía. Esto de hacerlo con un ser sobrenatural le resultó muy divertido, pero ahora quería su plato principal.
"Bueno, a Shizuka ya la dejaste llena, es mi turnó" -Ni siquiera se molesto en quitarse el semen, se quitó la tanga y se arrodilló en el suelo, bajando el resto de su cuerpo, pero dejando su trasero en el aire- "Ven Jan Jan, no me hagas esperar y toma tu premió por ser nuestro héroe fantasma"
Héroe, je, eso si logro sacarlo del juego por un par de segundos, nunca espero ser llamado así, pero regreso al estado normal, y al parecer nadie noto su desconcierto.
"¿Cómo podría dejar esperando a una señorita tan encantadora?" -Separo su cuerpo de los pechos de Shizuka, fue una sensación de frío, pero no por mucho tiempo, ya que la enfermera se acercó y le dio un último beso a su pene-
"Ya vas a regresar" -La enfermera se sentó sobre su ropa y vio todo el semen que estaba saliendo de su vagina todavía, se sentía llena y toco su vientre, metió un dedo en su vagina, notando lo dilatada que estaba, tomo un poco de semen y lo probo- "¡Rico!"
El fantasma se acercó hasta donde estaba Yuki, tomando su cintura con una mano y con la otra su pene. Yuki sonrió, sintiendo como ese grueso glande pasaba por su cuerpo, desde la parte baja de su espalda, descendiendo entre sus nalgas.
Por un momento presionó contra su fruncido y rosado ano, logrando ponerla nerviosa, ya que sintió lo grueso que era, pero tras una leve risa del espectro, siguió bajando. Hasta que llegó a su apertura, presionando lentamente, como si quisiera tomarse tu tiempo para disfrutar de la experiencia.
Dio una fuerte embestida y llegó hasta el fondo, se escuchó un fuerte gemido de Yuki, quién sintió como por un momento el glande le tocó el útero, pero no fue solo eso. Estaba tocando cada lugar sensible en su cuerpo, era como si supiera donde tocar para volverla gelatina.
Se escuchaba como chocaban sus cuerpos, con János inclinándose y tomando sus pechos, presionando con delicadeza, usando sus pulgares e índices para estimular sus pezones. Ella estaba acostumbrada a buscar su propio placer igual que sus parejas, pero esto, esto era algo que la estaba volviendo loca, y quería disfrutar todo lo posible, algo que al parecer compartían los dos amantes.
Shizuka se estaba tomando mientras los veía, sintiendo sus dedos húmedos, disfrutando del espectáculo, hasta que escuchó un sonido proveniente de su tienda de campaña. Consideró decirle a János, pero desecho la idea, parecía demasiado feliz y Yuki también estaba disfrutando mucho esto.
Tomo una rama, creyendo que algún animalito se metió a la tienda mientras ellas estaban con János. Los sonidos de una bolsa abriéndose y siendo estrujada, ella conocía ese sonido, eran sus malvaviscos, ya que eran la única bolsa de ese material.
Abrió lo más silencioso que pudo la puerta de la tienda de campaña, y para su sorpresa vio una pequeña figura observando la acción de afuera, una mano entraba en la bolsa de bombones y devoraba algunos de los deliciosos alimentos.
"Sin dudas mi maestro debe ser la persona más afortunada del mundo" -Era alguien pequeño, quizás un metro veinte, casi pudo creer que era un niño, de no ser porque vio una barba en su cara- "Vamos, tiene que complacer a ese primor"
"Vaya que es una belleza, verdad?" -El hombrecito estaba tan estupefacto en la visión que apenas y le dio importancia a la presencia de Shizuka- "¿Que hay de la rubia? ¿Qué te pareció?"
"Ella seguro era la zorra de su escuela, me sorprende como pudo recibir a mi maestro, además de que era muy hermosa y tiene unas tetas increíbles, me encantaría probarlas" --El pequeño hombre estaba sonriendo como un bobo, hasta que su cerebro al fin hizo clic y se dio cuenta de lo que estaba sucediendo-
Estaba por gritar por el susto que le provocó la presencia de la enfermera, pero antes de poder decir algo ella se le boto encima, cubriéndole la boca con la palma de la mano y riéndose al ver su sorpresa de sorpresa.
Se veía como esos tiernos elfos navideños que había en el centró comerciales, aunque con una temática de ropa de pantalones negros y camisa blanca. Era un pequeño ser, robusto, con cara regordeta, sorprendentemente usaba lentes, de cabello largo color negro. Él tenía una barba en los lados de la cara, además de orejas puntiagudas que eran lo más llamativo que tenía.
"Que tierno eres" -Le beso toda la cara al pequeño ser, que estaba desconcertado ante lo que sucedía con esa mujer, que lo atrapó en lugar de salir corriendo- "Con que ¿Una zorra de tetas grandes? Dime ¿Cuál es tu nombre?
"Soy Kohta" -Fue lo único que pudo decir, sentía que estaba atrapado, trato de convertirse en niebla, pero Shizuka lo tenía buen sujetando y no podía concentrarse- "Soy de Japón, pero me caí en un barco y termine aquí tras girar por todo el mundo, ya sabe, no soy exactamente alguien con buena suerte"
La enfermera se río ante una historia tan peculiar, se inclino hacia adelante, tan cerca de él, que sus respiraciones chocaban. Shizuka miro como János ahora tenía a Yuki tomada de los brazos, embistiendo con fuerza, le preocuparía, pero se notaba que Yuki lo estaba disfrutando mucho.
"¿Entonces, te gustó?" -Su tono pícaro hizo que el pequeño elfo japonés se sintiera intimidado, pero asintió, con la cara tan roja como un rubí- "¿Te apetece un trato? János se nota que va a tardar, y me gustaría chupar algo un rato ¿Te parece bien?"
Cinco minutos después, Kohta estaba sentado en el suelo, recibiendo la primera mamada de su vida, pero estaba seguro de que nada podría igualar está experiencia. Su mano estaba sobre la cabeza de la rubia, que no paraba de subir y bajar. Kohta normalmente se dedicaba a perseguir gente, molestarlos y ser mensajero, no interactuacaba con mortales, pero esto le hacia lamentar nunca haberlo intentado antes.
No sabe como fue que ella decidio que era buena idea meterse con una entidad potencialmente peligrosa, pero estaba feliz de haber buscado al Silbon para informarle que lo estaba buscando el charro negro, pero ahora era mejor cerrar los ojos y disfrutar de la experiencia, ya que con lo que se avecinaba, tendria unos dias muy ocupados por delante.
"Eres bastante delicioso, pequeñin ¿Cuantos años tienes? Pareces no tener mucha experiencia en esto" -Hablo con la boca llena con el pene, pero fue posible que Kohta entendiera su japones, a lo cual trato de recordar su nacimiento, pero no estaba seguro-
"Recuerdo que comence a existir a comienzos del periodo Meiji" -Shizuka se sorprendio de la edad que tenia, eso significaba que tenia al menos un siglo, bueno, un problema menor para ella, siempre le gusto que los hombres fueran un poco maduros, aunque en este caso era difícil de clasificar como maduro o joven-
Ella estaba jugando con su glande usando su lengua, era pequeño, casi era tierno, pero sentia que con cada chupada ese objeto, antes pequeño, ahora estaba creciendo mas de lo que esperaba, pasando de ser chupado solo por sus labios, a sentir que chocaba con el fondo de su gargante.
El elfo de lentes presiono su cabeza contra su pene, sintiendo que estaba por correrse, y aunque Shizuka sintió que estaba por ahogarse se dejo controlar, sintiendo que ese pequeño pene se agrando hasta invadir su garganta y causarle arcadas.
Al inició era diminuto, apenas más grande que su dedo meñique, había crecido hasta ser el segundo pene más grande que había mamado, se sentía grueso y largo, tenía que abrir más su mandíbula para que sus dientes no lo arañaran. Pero pese a la incómodo iniciar, estaba disfrutando mucho esa sensación de tener la boca llena.
Kohta continuo moviendo sus caderas, buscando más de esa vaooda sensación que le daba la enfermera, quién sentía como con cada embestida en su boca chocaba contra su nariz el vello púbico del pequeñín. Quién no pudo soportar más y lanzo su primera carga de semen directamente en su garganta.
Aquel pequeño ser sobrenatural respiro rapidamente, mientras varios chorros de semen se escurrian por la garganta de la enfermera rubia, quien aun movia su lengua a lo largo del pene que no abandonaba su garganta. Aun respiraba, pero su nariz chocaba contra un pubis lleno de vellos negros y rizados.
Kohta entonces se dio cuenta de algo, de que uso mucha fuerza, retiro su mano de la cabellera dorada, dejando a la mujer separarse, Shizuka se recosto sobre su espalda, respirando por grandes bocanadas de aire, su rostro estaba un poco rojo, saliva y liquido blanco estaban saliendo de su boca. Incluso habia algunos mocos blancos bajando por su nariz, el mas bajo corrio con ella, temiendo haberle hecho daño, y con la manga de su camisa blanca le limpio la cara de los fluidos, y ella dejo de moverse.
"¡Perdon Perdon Perdon! No debi hacer eso, rayos ¿Ahora que hare? Rayos, si jefe se entera me mata" -Se dio la vuelta y se froto las manos, hasta que sintio una mano en su hombro, de inmediato salto y se postro con la frente en el suelo- "Perdon jefe, de veras no quice, pero se sentia tan bien y ¡No me quite la piel!"
"Jeje, János de verdad te debe dar miedo" -Paso su lengua por los labios para limpiarlos los restos de liquido y se acerco, dandole un beso en la mejilla- "Gracias por el rico semen, aunque la siguiente ten un poco mas de cuidado, a mi me gusta algo rudo, pero no creo que todas aguanten tu estilo"
Se acostó de espaldas y abrió sus piernas, tomando sus labios vaginales, dejando que el pequeño ser abriera la boca mucho, ella estaba empapada, aún había una cantidad considerable de semen escurriendo desde su interior. Fluyendo desde su entrada y escurriendo entre sus nalgas hasta dejar húmedo su ano.
"¿No quieres un rapidito?" -Se río un poco al ver cómo el pene semi flácido se volvía a levantar, lanzando pequeños chorros de líquido traslúcido-"Que suerte la mía, hoy me voy a poder follar a dos sementales"
El enanito regordeta se colocó entre sus piernas y olvidándose del semen de su maestro, incrustó su glande entre los labios regordetes del coño de Shizuka. Jadeo suavemente, mientras comenzaba a entrar suavemente, sus caderas de movieron lentamente, entrando y saliendo con un sonido de chapoteo.
Shizuka sentía un gran placer, ese pequeñín estaba llegando muy profundo en su coño, no era tan grueso como el gigante, pero al parecer sus instintos le hacían tocar sus puntos erógenos, logrando que su vagina se lubricara mucho.
"AHH, eso es, no te detengas" -Kohta sonrió, viendo esos inmensos pechos rebotar frente a su rostro, así que se acercó y sumergió su cara en su escote, apretando y chupando las grandes tetas de la rubia-
Su pene entonces tembló mucho, anunciando la llegada de otra carga de semen que la iba a llenar, Shizuka sintió que la estaba llenando otra vez, lanzo un gemido muy fuerte, mientras era bombeada por lo que parecía ser un torrente interminable de semen. Era tanto que comenzó a desbordar y escurrir por todo su trasero.
Le causó placer, pero para su decepción no logro llevarla hasta el clímax, esperaba ver a ese pequeñín sacar su pene y acostarse, pero no sintió que se ablandara ni un poco. Aún estaba duro dentro de ella, se movió un poco y salió de su interior, ella vio ese pene de casi treinta centímetros disparaba gruesas cuerdas de semen sobre su vientre y pechos, dejándola parcialmente pintada de blanco.
"Wow, es mucho, y sabe muy rico" -Tomo un poco con su dedo y lo probó, sabía a malvaviscos, algo que le despertó su lado más goloso y probó un poco más-
"Nadie me va a creer esto cuando se los cuente" -Shizuka observó al pequeñín por un segundo, quién se se cruzó, brazos, levantando más sus pechos y sus pezones puntiagudos lo apuntaron- "O guardar el secreto"
"Jeje, tranquilo, dudo que me cause problemas ¿Te gustaría otra ronda?" -Se acercó hasta él y los abrazo para besar sus labios, su lengua le recorrió los labios y subió besos hasta su naríz, momento en el que sintió que el pene de Kohta ahora picaba su estómago- "Lo tomare como un si"
Se sentó en cuclillas, sus piernas estaban flexionadas y le daba la espalda, en esa posición sus nalgas estaban separadas, aún mostrando mucho semen escurriendo desde su coño, sus nalgas estaban brillosas por todo el semen que había escurrido y dejaba ver un pequeño ano de color rosa pálido.
"Pero necesitó antes que me hagas un favorcito" -Kohta sintió que estaba a punto de tener una noche inolvidable-
En el exterior de la tienda, Yuki estaba en cuatro patas, tenía la lengua fuera y su cara estaba convertida en un desastre de saliva, mocos y semen. Ella había disfrutado de sexo un tanto brusco, pero la mayoría tenían un problema para dominarla, pero ahora sentía que estaba en manos del espectro, y le encantaba la sensación.
Sentía que ese gran pene expandió su coño más que nunca, no la lastimaba, solo le hacía sentir más y más placer. Las manos de János la tenían sujetada por el trasero, separando sus nalgas y sus pulgares jugaban con su ano, acariciando y presionando un poco para estimular su cuerpo.
"Me siento muy llena, vamos, quiero que me dejes rellena con tu semen" -Sus manos apretaban la hierba, mientras János aumentaba la fuerza de sus embestidas-
Su trasero estaba rojo por todas las embestidas que recibía, además de algunas nalgadas que en lugar de molestarla o dolerle le aumentaban el libido. Sus tetas estaba cubiertas de pasto y tierra, mientras sentía que estaba cerca de llegar a un potente orgasmo.
"¡Ya casi! ¡Me corro, me corro! ¡Hagámoslo al mismo tiempo!" -János la tomo de los brazos y la hizo levantarse un poco más del suelo, empujando todo lo posible su erección hasta el fondo de la vagina de la joven-
"¿Con que, te gusta rudo? Esta bien, hagámoslo al mismo tiempo" -Yuki sintió que la estaba en embistiendo con más fuerza, escuchaba como chocaban sus cuerpos y se sentía muy caliente, estaba por llegar al límite-
Ella creí que era imposible, pero el pene se incho todavía más, pulsando varias veces, y con cada pulsación un chorro de caliente semen era bombeado a sus entrañas. Sentía su estómago tenso, nunca se había sentido tan llena, y nada escapaba.
"Joder, creo que me dejaste muy abierto el coño" -Se río un poco, disfrutando del éxtasis que todavía la inundaba, él se comenzó a retirar, y su interior se apretaba a su alrededor para frenarlo- "Se siente muy caliente por dentro"
"¿Y me dirás qué no lo disfrutaste?" -La acercó una vez más a él, bordando sus labios de manera apasionada, con su lengua invadiendo su boca, Yuki lo acepto con gusto, tomando su cuello y sintiendo que al fin abandonaba su interior -
El semen escurrió por sus muslos y ella tomo un poco, lo llevo a su boca y saboreó la combinación de sus fluidos y los del espectro. Se sentía cálido y el sabor era dulce, ella recargo su rostro sobre el pecho del hombre, ambos estaban cubiertos de sudor, y se sentían agotados.
El silencio se apoderó del lugar, Yuki sintió frío por la brisa nocturna, por lo que se abrazo más al cuerpo del Silbon, sorprendida de lo cálido que era. Cerro los ojos, sintiendo que el cansancio se apoderaba de ella, hasta que escuchó un gemido proveniente de la tienda.
Bajo de los brazos de su amante y ambos se acercaron para saber que estaba sucediendo, abrió el cierre de la tienda y allí vieron a Shizuka, en cuatro patas, tenía la lengua de fuera y se sacudía con cada embestida.
Mientras que atrás de ella un hombrecito estaba tomándola por el culo, ella volteo a ver y sonrió un poco avergonzada por ser descubierta en ese momento. Yuki observó a Kohta, quién se detuvo un segundo para observarlos.
"Je-jefe, hola, este... ¿Sorpresa?" -El pequeño ser sentía que estaba a punto de conocer el final, paso saliva, sin atrever a moverse. Creía que estaba por ser lanzado hasta el siguiente país, pero su jefe solo le sonrió-
"Esta mujer mortal está llena de sorpresas ¿Que no?" -Se acercó hasta Shizuka, tomando su miembro y presionando suavemente la mejilla de la enfermera- "¿Me podrías limpiar, por favor?"
En la distancia del campamento, mientras los cuatro se divertían, un hombre a caballo observaba los alrededores, decenas de animas y monstruos estaban al otro lado del río, sin atreverse a cruzarlo ya que por un lado estaba el Silbon y él jinete estaba cerca, marcando un límite de hasta donde llegarían.
Sus ojos rojos se veían entre las sombras que proyectaba su amplio sombrero de charro, de tela negra y decoraciones doradas, dejando ver un par de orbes carmesí.
"Vaya vaya hermanito, me alegra que consiguieras algo de paz en la eternidad" -Por un momento la idea de acercarse barajo en su mente, pero no lo haría, era el momento de János y dejaría que se divierta-
"¡Amo! ¡Amo! Aquí tiene, su libro" -El hombre miro abajo y allí estaba un muchacho, era bajo de estatura, un metro sesenta, y parecía cansado por una larga carrera, el jinete extendió la mano y recibió el libro negro de antes- "Que envidia, como me gustaría de Kohta en estos momentos, debí aceptar el trabajo de ayudante"
"Si, pero en su lugar me vendiste tu alma, Morita" -Se escucho como las espuelas giraban y el caballo se agitó, hasta que tiraron de su rienda- "Tenemos más trabajos pendientes, muchas deudas por cobrar, pero no te quejes, quizás encuentres una bella doncella entre los deudores"
"Lo que quisiera es encontrarme con una zorra tetona como esas ¿Para que quiero una dama remilgona? ¡Aunch" -Grito cuando el fuete del jinete le golpeó en la cabeza con el fuete, el muchacho de cabello pintado se tomo la cabeza y observo a su jefe- "Ya entendí, ya entendí"
"Me alegra que entendieras, así fuera una puta que cobra un tostón por hora, debes siempre tratarla como una dama, demuestra la educación que te he proporcionado" -Guardo el objeto en la montura del caballo, emprendiendo el paso a su asienda-
Un portal de fuego se abrió en el aire, el caballo paso primero, mientras Morita le siguió, dando un último vistazo a la distancia, suspiró suavemente. Se sumergío en el vórtice de fuego y este se cerró como sino hubiera existido nunca.
En el campamento, Yuki estaba sobre Kohta, moviendo sus caderas en círculos perfectos, sintiendo como ese pene parecía una manguera, cada que se corría lanzaba su caliente líquido dentro de ella, y para su asombro no perdía dureza, ya que estaba golpeando la entrada de su útero aún tras correrse.
Cambiaron de posición por tercera vez, Yuki se alegraba de haber practicado Yoga con Shizuka, porque ahora mismo estaba acostada de lado, su pierna derecha estaba levantada hasta su hombro y fue embestida por el culo.
Ese hombrecito era mejor amante de lo que pensaba, Shizuka le dió una buena lección rápida de como mantenerla feliz, ya que mientas la penetraba también estaba acariciando con su clítoris. Sentía que estaba llegando al límite y se estaba por correr, ya había perdido la cuenta de cuántas veces pudo tener un orgasmo, pero le gustaba esto.
Lanzo un fuerte gemido al aire, sintiendo que su interior era llenado, dejándole una sensación extraña en el cuerpo, ese estupor después del orgasmo y la sensación de tener el estómago lleno.
A un lado de ellos, Shizuka estaba siendo penetrada por János, y al fin pudo probar una posición que le había dado curiosidad desde hace mucho tiempo. La Nelson, se trataba una posición que podría ser sentados o de pie, ella quiso intentar la segunda opción.
Sus piernas llegaban a los lados de su cabeza y sus brazos estaban combinados por los del espectro, quién la controlaba como si fuera una muñeca de trapo. Sentía que su trasero se estaba abriendo como nunca antes, era una combinación de sensaciones que tenía su mente nublada.
"Esta posición nunca se me habría ocurrido, sin dudas eres una mujer muy ingeniosa" -Lo estaba disfrutando mucho, tantas posiciones y sensaciones nuevas que le estaba regalando está maravillosa mujer-
Aunque ella ahora mismo no estaba del todo lúcida, sus ojos estaban desorbitados, tenía la lengua sobresaliente entre sus labios y su rostro era un desastre de su poco maquillaje, combinado con todos los fluidos que habían caído sobre su rostro.
Finalmente los dos llegaron al orgasmo, una liberación que llegó al mismo tiempo, un abundante chorro de semen lleno su recto e intestinos, haciéndola sentir llena y potenciando el efecto de su squirt, un chorro de líquido traslúcido que mojo un poco a Kohta y Yuki.
La enfermera rubia respiró rápidamente, a medida que el miembro en su interior perdía dureza y salía de su cuerpo. Fue como escuchar un descorche, todo el semen acumulado en su trasero fluyó libremente, mientras su maltratado ano intentaba volver a sus dimensiones normales.
Shizuka y Yuki al final quedarían inconcientes debido al agotamiento y caerían dormidas. El amanecer llegó, las horas del día pasaron y no despertarían hasta las dos de la tarde, tras una noche en hela sus cuerpos necesitaron más horas de sueño durante el día.
Yuki fue la primera en despertar, estaba acostada en su saco de dormir, aún estaba usando solo su tenga, pero de todas formas está prenda era un desastre de fluidos. Shizuka también despertó, pero se quedó acostada un poco más, alegando que le dolía el trasero y necesitaba un momento para recuperarse.
Solo encontraron una nota en la entrada de la tienda.
"Gracias por esta increíble noche, nunca las podré olvidar, han hecho que una eternidad de tormento en la tierra se volviera un momento muy especial con ustedes, no se si aún permanecerán por aquí, pero si en la noche les apetece, podríamos salir, hay una fiesta en la casa de un conocido, y seguramente a Yuki le encantaría, las fiestas del Charro Negro son algo que nunca se olvida. Por siempre Suyo, János, alias, el Silbon" -Yuki estaba leyendo la carta, mientras Shizuka permanecía acostada boca abajo y comía un emparedado- "postdata, Kohta dice que gracias por todo, y espera alguna vez devolverles el favor de la manera en que ustedes quieran"
"Ohh, la gente ya no escribe cartas así, fue bastante lindo, para ser un fantasma" -Shizuka al fin logro sentarse, respirando profundamente, mientras Yuki trataba de no reír- "¿Que opinas?"
"El sentido común me dice que deberíamos empacar e irnosde aquí antes del anochecer" -La mayor hizo un puchero, mientras Yuki de mordía el labio inferior- "Por otro lado, el sentido común no es divertido, y seguramente es una fiesta increíble, ya vimos que los fantasmas saben divertirse"
Ya lejos, en un páramo sombrío más allá del plano material, János y Kohta estaban caminando, mirando al frente en ese lugar lleno de árboles tenebrosos. El silbido no era tétrico como se acostumbraba, y había quitado el velo de pesadilla que le rodeaba casi todo el tiempo.
Miro a la distancia y allí estaba una gran hacienda, donde lo esperaba ya un jinete sobre un caballo negro, aún faltaban algunos detalles para la fiesta, y el Charro Negro estaba impaciente por terminar todo, tenía una reputación que mantener, aunque al Silbon y su asistente eso les parecía algo secundario, comparado a lo que esperaban, fuera una noche que recordar por el resto de su muerte.
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